Cuando los entusiastas compradores de Apple desempaquen el nuevo iPhone X tendrán frente a sí uno de los principales desarrollos de Samsung.
Y lo verán una y otra vez, pues la pantalla del nuevo celular de Apple, presentado el martes en California, utiliza la tecnología OLED que durante años ha sido fabricada por la firma de Corea del Sur.
“Una pantalla OLED y su nuevo diseño es probable que se conviertan en el estándar en futuros modelos de iPhone, pero Apple debe abordar el desafío de obtener suministros suficientes”, explicó Geoff Blaber, de la consultora CCS Insight, a la BBC.
Y por ahora el más grande fabricante, con capacidad para suministrar la cantidad de pantallas OLED que requiere Apple es Samsung.
“Apple tiene una necesidad urgente de encontrar una segunda fuente de OLED”, señala Ming-Chi Kuo, un experto de los productos de Apple que trabaja con la firma KGI Securities.
Esta no sería la primera vez que las filiales de Samsung han suministrado componentes a Apple, dos compañías que han sostenido largas y millonarias disputas en tribunales por el uso de patentes.
La pantalla OLED del iPhone X ofrecerá una mejor experiencia visual a los usuarios que las LCD de los modelos anteriores.
En su lista oficial de proveedores actualizada hasta febrero pasado, Apple reportó que obtenía componentes de 16 fábricas del gigante tecnológico surcoreano.
La diferencia es que en esta ocasión uno de los principales desarrollos de Samsung, las pantallas con tecnología OLED, serán implementadas en el teléfono insignia de Apple.
¿Qué es la tecnología OLED?
La tecnología del diodo orgánico de emisión de luz (OLED, por sus siglas en inglés) no es exclusiva de alguna firma, pero Samsung ha sido el líder en su implementación en dispositivos móviles.
El analista TuanAnh Nguyen, de la firma Canalys, asegura que Samsung controla aproximadamente el 90% del mercado de pantallas OLED, las cuales se usan en celulares, tabletas y televisores.
Estas pantallas digitales están compuestas por millones de puntos emisores de luz, píxeles, cada uno de los cuales tiene la capacidad de iluminarse.
Samsung usa la tecnología Super AMOLED en telefónos como el Galaxy S8 y el Galaxy Note 8.
Hasta el iPhone 7, Apple usó pantallas LCD que tienen pixeles que cambian de color con una fuente de iluminación de fondo, en las pantallas OLED cada pixel tiene su propia fuente de luz.
Esto genera una pantalla con mayor definición y un menor consumo de batería, explica el analista de tecnología Neil Hughes.
Por ejemplo, al aparecer una notificación en la pantalla bloqueada de un móvil, con una pantalla OLED no se requiere la iluminación completa de la superficie como ocurre con las LCD, sino que solo se activan los pixeles necesarios.
También tiene un tiempo de respuesta más rápido: 0,01 milisegundos, frente a 1 milisegundo de las pantallas LCD.
Es por eso que no solo los teléfonos de Samsung, sino también algunos modelos de las marcas LG y Sony utilizan pantallas OLED (o sus diferentes variantes, como AMOLED, Super AMOLED o POLED).
Apple se suma al cambio
Apple a menudo es criticado por ser el último de los grandes competidores en implementar nuevas tecnologías que ya hay en el mercado.
Estas pantallas tienen un mejor desempeño visual, pero también tienen una vida útil más corta y requieren mayores cuidados.
“La carga inalámbrica viene años después de que Samsung la introdujo por primera vez, por ejemplo, y la apariencia general del teléfono (iPhone X), que ya no tiene el emblemático botón de inicio, se ve sorprendentemente similar al último Samsung Galaxy Note”, dice Dave Lee, corresponsal de tecnología de la BBC en EE.UU.
La pantalla que eligió Apple para su iPhone X ocupa “de extremo a extremo” el ancho del teléfono, por lo que ya no tendrá los bordes que tienen los modelos anteriores.
El Samsung S8 y el Galaxy Note 8, que salieron al mercado antes este año, ya tienen este diseño.
Samsung Display Solutions -la filial de la firma surcoreana que desarrolla pantallas- es uno de los mayores fabricantes del mundo de monitores OLED.
“Ninguna otra empresa es capaz de producir pantallas OLED para celulares en la misma escala y consistencia que Samsung”, escribió en la revista especializada The Verge el periodista tecnológico Chris Welch.
Eleva el costo
Con cada presentación de un nuevo iPhone, su precio se eleva, pero la versión X dio el salto más grande de precio hasta llegar a los US$1.000.
Una parte de este aumento viene de la tecnología OLED que Apple decidió implementar.
El iPhone X básico costará US$999 más impuestos, lo que lo hace el móvil más costoso producido por Apple.
Ken Lacey, director ejecutivo de Lomox Ltd., señala a BBC Mundo que su producción es costosa y su tiempo de vida es corto.
Según la investigación del analista Ming-Chi Kuo, al ser Samsung el principal desarrollador OLED del mundo tiene en su poder el fijar el precio.
El experto calcula que será de hasta US$130 por unidad, lo que lleva a más del doble el precio de las pantallas LCD que estaba pagando Apple en sus modelos anteriores, de unos US$55.
De ahí que Apple esté en búsqueda de otros fabricantes,como puede ser LG que además de implementar pantallas OLED en su teléfono V30, también las suministra al modelo Pixel de Google.
Producirlas no es sencillo, pues una partícula de polvo durante su fabricación puede arruinar toda una pantalla completa.
Y los poseedores del nuevo iPhone X tendrán que tener mucho más cuidado con sus aparatos.
Las pantallas OLED no solo son más sensibles a los golpes, sino que el agua puede dañar su funcionamiento con mucho mayor facilidad.