Nuestro planeta tiene una historia turbulenta.
Un evento particularmente tumultuoso ocurrió hace 252 millones de años. La Tierra estalló en una actividad volcánica que se acercó peligrosamente a la destrucción de toda vida compleja.
Los geólogos llamaron a este fenómeno la “madre de todas las extinciones”, un evento que reconocen como el final de un gran capítulo de la historia de la Tierra llamado el Pérmico y el comienzo del Triásico.
Pero no fue suficiente con solo nombrarlo. Los científicos querían encontrar el mejor sitio del mundo para ver las rocas que se formaron en ese límite entre las eras geológicas.
Algunos geólogos dicen que nuestro planeta cruzó otro límite geológico hace unos 70 años”
En 2001, después de 20 años de debate, decidieron que un acantilado cerca de Meishan en la provincia china de Zhejiang sería el elegido para recibir el gran honor geológico: el “clavo de oro”(un distintivo otorgado a lugares especialmente singulares).
Este lugar se sumó a una lista que incluye 65 sitios en el mundo que marcan importantes límites geológicos.
Y las autoridades del lugar aprovecharon el galardón para colocar una escalera para observar mejor las rocas que señalan ese límite.
Algunos geólogos creen que nuestro planeta cruzó otro límite geológico hace unos 70 años, ingresando en un nuevo capítulo de la historia de la Tierra que denominaron el Antropoceno(una nueva época marcada por la influencia del hombre sobre los ecosistemas).
Y la pregunta es: ¿dónde debe colocarse el clavo dorado que marca el nacimiento del Antropoceno?
Desafío
En su apogeo, el vertedero de Fresh Kills en Staten Island, Nueva York, recibía alrededor de 26.000 toneladas de basura por día.
El investigador Colin Waters del British Geological Survey cerca de Nottingham, Reino Unido, lidera el equipo que evalúa las opciones para encontrar el lugar perfecto para el clavo dorado que marque el Antropoceno.
Y asegura que se trata de un desafío único para los geólogos.
Porque a pesar de que muchos clavos dorados se colocaron en acantilados, como el que está cerca de Meishan, esa no es una opción para el Antropoceno.
Los acantilados rocosos tardan decenas de miles de años en formarse y Waters y su equipo sostienen que el Antropoceno comenzó hace sólo unas pocas décadas, en torno al año 1950.
¿Basura?
El comienzo del Antropoceno probablemente estará marcado por una señal química o biológica. Aunque aún se desconoce cuál podría ser.
Quizás los científicos elijan el aumento de la radioactividad atmosférica a partir de las pruebas de la bomba atómica, el incremento en la concentración de microplásticos en el medio ambiente o algo completamente distinto.
El vertedero de Fresh Kills, en Nueva York, es el depósito de residuos humanos más grande de este tipo en el mundo”
Para designar un clavo dorado, el equipo debe encontrar un entorno geográfico en el que esa señal se registre en algún tipo de material que se fue acumulando cuando comenzó el Antropoceno.
Ese material podría ser basura y por eso los investigadores señalan como candidatoal vertedero de Fresh Kills en Staten Island, Nueva York.
Este depósito de basura fue inaugurado en 1948 y llegó a recibir alrededor de 26.000 toneladas de residuos por día en su apogeo. Según algunas estadísticas, es el más grande de este tipo en el mundo.
Pero según Waters el problema aquí es que el material que contiene es constantemente removido por máquinas, por lo que no hay una capa ordenada correspondiente a cada año.
¿Sedimentos?
Este clavo dorado ubicado en Australia señala la base del período Ediacárico. Se trata del tercer y último período geológico de la Era Neoproterozoica que comenzó hace unos 635 millones de años y terminó hace 542 millones. (Foto: Bahudhara/Wikipedia)
Los sedimentos que se acumulan en los estuarios, en el fondo de los lagos y en el océano podrían ser otra opción.
Por ejemplo, la parte inferior del estuario del río Clyde en Escocia documenta la contaminación química de los procesos industriales, o el piso del lago Crawford en Ontario, Canadá, contiene un registro anual detallado de contaminación industrial.
Este lodo probablemente no fue removido, a diferencia de la basura en un vertedero, por lo que en teoría se podría identificar la delgada capa que se acumuló en un año determinado.
Aunque acceder a esas capas, particularmente las del fondo del mar, no es sencillo.
La única forma de ver la delgada línea de barro de 70 años de antigüedad que marca el comienzo del Antropoceno sería extraer un núcleo de sedimentos y estudiarlo en tierra firme.
Pero el barro blando puede verse alterado cuando se extrae, lo que significa que se pueden mezclar las capas, manchando la señal química que marca el límite.
“El riesgo de un error es grande”, dice Waters.
La parte inferior del estuario del río Clyde en Escocia documenta la contaminación química de los procesos industriales.
¿Coral?
Otra opción, quizás la favorita de Waters, es extraer un pedazo de coral del Caribe.
Los corales agregan una nueva capa de material cada año y los químicos encerrados en ellas registran evidencia de todo tipo de actividad humana, desde las pruebas de la bomba atómica hasta el aumento inducido por el hombre en los niveles de dióxido de carbono en la atmósfera.
Sin embargo, Waters piensa que todos los candidatos tienen una desventaja significativa.
La comunidad geológica nunca antes colocó una marca en este tipo de lugares.
Y definir la ubicación de un clavo dorado no es una decisión que los geólogos tomen a la ligera, dice Mike Walker de la Universidad de Gales Trinity Saint David.
Definir un clavo dorado no es una decisión que los geólogos toman a la ligera”
Los pasos
Primero, los científicos votan para elegir entre los lugares postulados.
Segundo, el sitio elegido debe ser evaluado por una comisión científica que analice un lapso de tiempo geológico ligeramente más amplio. Por ejemplo, el Antropoceno probablemente se convertirá en un momento geológico llamado el Cuaternario.
Tercero, la Subcomisión de Estratigrafía Cuaternaria de la Comisión Internacional de Estratigrafía (ICS, por sus siglas en inglés) tendrá que votar si acepta o no al candidato.
El inicio del Antropoceno podría estar marcado por el aumento de los microplásticos en el medio ambiente.
Cuarto, si el sitio sale favorecido, la propuesta será evaluada por la Comisión Internacional de Estratigrafía, que debe votar otra vez sobre la idoneidad del lugar.
Y quinto, la Unión Internacional de Ciencias Geológicas debe examinarlo y, si está de acuerdo, ratificarlo.
Solo entonces el clavo dorado será oficial.
Por lo tanto, tal vez no sorprenda que Waters y sus colegas elijan a un candidato que no sea demasiado extravagante. “Es posible que vayamos con algo con lo que están familiarizados”, dice.
Existe cierta oposición dentro de la comunidad geológica para reconocer la existencia del Antropoceno”
Un antecedente
Waters se inspira en lo que logró Walker y su equipo en 2008.
En ese entonces pudieron persuadir a las autoridades para que designaran el clavo dorado para el Holoceno, la época que viene antes del Antropoceno.
El equipo de Walker argumentó que debería colocarse dentro de un núcleo extraído de la capa de hielo de Groenlandia y que ahora se almacena en una instalación en Copenhague.
Nunca antes se había colocado un clavo dorado en el hielo.
“Hubo un comentario un poco irónico que era como poner un clavo dorado en una nevera’”, dice Walker, pero la decisión fue ratificada.
Quizás sería sensato colocar la marca del Antropoceno otra vez en hielo, dice Waters.
Un núcleo de hielo de la Antártida oriental que registra los cambios en la química atmosférica vinculados a la actividad humana sería una opción.
Pero incluso si Waters y sus colegas encuentran un lugar políticamente aceptable para el clavo dorado del Antropoceno, las posibilidades de designarlo con éxito penden de un hilo.
Es que hay cierta oposición dentro de la comunidad geológica para reconocer la existencia del Antropoceno.
La radioactividad atmosférica de las pruebas de bombas aún se puede rastrear en la actualidad.
Existen registros detallados de todo tipo de señales químicas y biológicas del siglo XX, por lo que los científicos tienen muchas opciones para seleccionar la marca de la nueva era geológica.
Podrían utilizar un aumento de plutonio radiactivo cerca del año 1950 para marcar el límite, aunque muchas otras señales químicas no cambiaron mucho entre los años 1940 y 1950.
“Algunas cosas cambiaron en ese ‘límite’ en particular y otras no”, dice Phil Gibbard en la Universidad de Cambridge. Si tanto se mantuvo igual, ¿es correcto marcar un límite geológico allí?
Y hay un dato final. Otorgar un clavo dorado puede convertirse en una insignia de honor para la comunidad local.
Este es el caso de Meishan en la provincia china de Zhejiang.
“Hay placas de bronce en todas partes, un museo, e incluso un cine en 3D que muestra una película sobre la evolución de la Tierra”, dice Waters.
¿Un país o pueblo consideraría un privilegio ser honrado con el clavo dorado del Antropoceno ?, se pregunta.
“Podría sugerirse que en ese país el cambio antropogénico tuvo su mayor impacto”, dice. “Quizás no podremos evitar que los países se apresuren a reclamarlo”