Queremos lo mejor, y siempre lo estamos buscando…
Queremos el mejor trabajo, el mejor amor, las mejores amistades,
y eso está bien, es bueno porque nos lleva a progresar en la vida.
Pero no es sano desear lo que no tenemos
cuando ello nos lleva a no poder conciliar el sueño
y a no apreciar las cosas que sí tenemos.
Si nos damos cuenta, es muy fácil que se nos esté pasando la mitad de nuestras vidas buscando soluciones donde no las hay, trabajos que no son para nosotros, amores que no nos convienen y poco a poco nos vamos achicando como personas porque sentimos que nada es para nosotros, que siempre vamos detrás del arco iris queriendo buscar los tesoros que no existen.
No dejes que los años y la vida se te vayan mientras añoras todo lo que no tienes y deseas tener, no malgastes los años intentando tener lo que no es para ti y mucho menos amargándote por no haberlo logrado todavía.
Hay que tener sueños, pero deben ser sueños y metas que estén a nuestro alcance. No hay que tener expectativas irrealistas.Hay que luchar por lo que se desea, pero no hasta el punto de despreciar lo que ahora tenemos por compararlo con lo que soñamos tener algún día.Debemos aprender a ser felices con lo mucho y lo poco que tenemos. Aunque te cueste creerlo, a veces las cosas más pequeñas son las cosas que más valor tienen en nuestras vidas.
Tener sueños y metas nos hace muy bien, luchar por aquello que se desea es muy loable, pero no nos desgastemos por lo que no tenemos o por aquello a lo que no le hemos encontrado soluciones.
Vivamos la vida con alegría, porque a pesar de las frustraciones siempre nos quedará la esperanza de que algún día podamos lograr lo que tanto añoramos, las cosas tienen soluciones, pero hay que ser pacientes. Y si vemos que pese a todo esfuerzo que hagamos hay cosas que no logramos y por los que no podemos hacer nada, no vale la pena vivir en angustia y amargura por ello. Mejor dejemos esos sueños o pretensiones y disfrutemos de lo que sí está a nuestro alcance.