Es una discusión que se repite en cada deporte y en la mayoría de las ocasiones resulta imposible llegar a un consenso.
Ocurre en el fútbol con las figuras históricas de Pelé y Diego Armando Maradona y más recientemente con Lionel Messi y Cristiano Ronaldo.
En el tenis están los seguidores de Roger Federer, pero hay quienes se decantan por Rafael Nadal y otros optan por Serena Williams.
Y así se van encontrando debates en Fórmula 1, béisbol, boxeo y otros tantos deportes donde se toma en cuenta una infinidad de variables para justificar la preferencia por uno u otro deportista.
Es lo que también pasa en el baloncesto, donde hasta hace no mucho parecía intocable el reinado de Michael Jordan.
Jordan celebró el sexto y último de sus títulos en 1998. Muchos se pregunta qué hubiera pasado si no se hubiera retirado dos años para ser jugador de béisbol.
La culpa la tiene LeBron James, quien sigue sumando récords, títulos y actuaciones espectaculares a su palmarés.
La más reciente frente a los Toronto Raptors, a los que se encargó de barrer en cuatro partidos para guiar a los Cleveland Cavaliers a la final de la Conferencia Este de la NBA.
Su rendimiento fue tan espectacular y decisivo, que muchos se preguntan si ya se puede considerar a James como el mejor jugador de baloncesto de la historia, superando incluso al mismo Jordan.
La comparativa
Hay dos estadísticas en las que el legendario jugador de los Chicago Bulls supera claramente a James: títulos ganados y promedio de puntos por partido.
Jordan consiguió seis anillos de campeón, en dos etapas diferentes, comandando a uno de los equipos más exitosos que ha existido en la historia de la NBA junto a su gran escudero, Scottie Pippen.
James guió a Cleveland a su primer título en 2016.
James lleva tres, gracias a los dos conseguidos con los Miami Heat y el solitario con Cleveland en 2016, tal vez su mayor logro como basquetbolista.
En cuanto a los puntos, no se puede negar el acierto de Jordan, quien es el único junto a Wilt Chamberlein en superar los 30 puntos por partido en temporada regular.
Pero hay que destacar que la estrella de los Cavaliers ocupa un más que meritorio cuarto lugar histórico, con una media de 27,4 puntos por juego.
En cuanto al total logrado en la carrera, Jordan también tiene la ventaja, pero es más que probable que James logre superar su marca de 32.292 puntos la próxima temporada ya que sólo los separan 1.254 puntos, una cifra que ha rebasado claramente en cada temporada desde que debutó en la NBA en 2003.
Eso ya lo hizo en los playoff, siendo el mayor anotador de esta fase de la historia (6.540 puntos) y sigue aumentando su ventaja cada año.
Otro récord rompió este año fueron los 866 encuentros anotando por lo menos 10 puntos.
James no sólo anota, también asiste, captura rebotes y roba balones.
Pero lo que más diferencia a James de Jordan es que se trata de un jugador más polivalente.
LeBron se convirtió esta temporada en el primer jugador de la historia en sumar más de 30.000 puntos, 8.000 rebotes y más de 8.000 asistencias en su carrera.
A eso se añade que es el único en acumular más de 2.000 rebotes y 1.000 asistencias en los playoff, y ser el que más robos ha conseguido con 406, marca que alcanzó este año al superar a Pippen.
Entonces, ¿quién es mejor?
Eso fue lo que le preguntaron a otra leyenda del deporte, Tiger Woods, quien iba camino a convertirse en el mejor golfista de la historia antes que su carrera fuera interrumpida por problemas personales y recurrentes lesiones.
“Los dos son grandes de manera diferente”, respondió en rueda de prensa previo al Campeonato de Jugadores del circuito profesional de golf.
“Pienso que, si miras a MJ (Jordan), él era un anotador prolífico y jugaba en defensa como ningún otro”.
Woods considera que el estilo de James abarca más facetas del juego que el de Jordan.
“LeBron es diferente, como un híbrido entre MJ y Magic (Johnson), por lo que le toca trasladar mucho la pelota, algo que MJ nunca hizo”, explicó.
“Lo que hizo MJ, llegar a las finales y dominar la liga como lo hizo, fue de una manera diferente a la que LeBron lo está haciendo simplemente por la naturaleza de su cuerpo, su contextura, el juego mismo y su mentalidad”.
“Al final del día los dos ganan”, resaltó Woods.
Para el ganador de 14 títulos de Grand Slam lo que más impresiona y los diferencia del resto es el tiempo que permanecieron durante sus carreras en la cima.
“Han sido capaces de hacerlo no sólo un año o durante un juego o en un pequeño lapso de tiempo. Han sido capaces de hacerlo por muchos años y acumular momentos que siempre veremos”, agregó.
“Ellos han enriquecido nuestros recuerdos”.
Pensar que LeBron está jugando su temporada número 15 en la NBA y con 33 años no parece haber síntomas de que se piensa retirar en un futuro cercano.
Por algo esta temporada, tras convertirse en el jugador de más edad en promediar doble dígitos en puntos, asistencias y rebotes durante un mes de la temporada regular, James admitió que se siente “como un buen vino, que mejora con el paso de los años”.