Champions League y UEFA Europa League: los 4 equipos ingleses que disputarán las finales

Dos partidos memorables dieron este jueves a Arsenal y Chelsea el pase a la final de la UEFA Europa League, coronando una semana de ensueño para el fútbol inglés.

Los Gunners dejaron fuera al Valencia al derrotarlos a domicilio por 2-4, mientras que los de Stamford Bridge eliminaron al Eintracht alemán después de definir el partido a penales.

Todo, un día después de que el brasileño Lucas Moura se convirtiera en héroe eterno del Tottenham al anotar pasado el minuto 95 el gol que le dio a los de Mauricio Pochettino el pase a la final de la Champions League.

Los Spurs se medirán en la final a, por supuesto, otro equipo inglés: el Liverpool, que había eliminado el martes al todopoderoso FC Barcelona en otra remontada épica.

Así fue que esta semana nos trajo una seguidilla de partidos y batacazos para no olvidar nunca.

Y sobre todo, que las dos finales de las máximas competiciones internacionales europeas las van a disputar equipos ingleses. Es la primera vez que ocurre que los cuatro sean del mismo país.

Inglaterra recupera Europa
Desde los años de gloria del Manchester United, Liverpool o Arsenal, a principios de siglo, que no se veía tal supremacía de equipos ingleses.

De hecho, las últimas cinco finales del mayor torneo europeo de clubes tuvo a protagonistas españoles, el Atlético de Madrid, Barcelona y el Real Madrid, que ganó las últimas tres ediciones.

El Liverpool perdió la final de la temporada pasada con la escuadra madrileña y antes de ellos le tocó al United hincar rodilla dos veces frente al Barcelona (2011 y 2009).

La última vez que dos equipos ingleses se enfrentaron en una final de la Champions League fue en 2008, cuando los Red Devils derrotaron al Chelsea después de una definición en penales.

Fue el equipo de Cristiano Ronaldo, Carlos Tévez, Paul Scholes, Rio Ferdinand y Wayne Rooney.

Entre 2006 y 2009, las finales del torneo siempre contaron con un equipo inglés y, además, los representantes de esa nación siempre tuvieron participaciones notables.

En aquel entonces, la Premier League inglesa era catalogado como el mejor campeonato del mundo, consideración que pasó a La Liga de España con el pasar del tiempo.

Klopp y Pochetino, héroes
Una cosa distinguió, además del juego, a los dos flamantes finalistas de la Champions.

Sus dos entrenadores son reconocidos por propios y extraños por su capacidad y dedicación.

Klopp ya sorprendió a Europa al llevar a su Liverpool a la final en la pasada temporada, superando a equipos como el Oporto, el Manchester City y la Roma.

El entrenador alemán todavía no tiene una trayectoria muy larga como otros directores técnicos consagrados, pero sí logró colocar de vuelta al Liverpool en los primeros escalones del fútbol mundial y antes hizo lo propio con el Borussia Dortmund.

Pochetino, exjugador argentino que disputó el Mundial de Corea y Japón en 2002, forjó su carrera en medio del escepticismo.

Empezó como director del Espanyol de Barcelona, al que tomó en zona de descenso en 2009 y de a poco se ganó el reconocimiento como estratega.

Desde 2014, es el entrenador del Tottenham y ahora es idolatrado por los aficionados del equipo que dirige.

Es la primera vez que los Spurs llegan al partido más importante a nivel de clubes de Europa.

Sarri y Emery, villanos
Y si Klopp y Pochettino son venerados ahora en sus clubes, no se puede decir lo mismo de los técnicos que se enfrentarán en la Europa League.

El italiano Mauizio Sarri, en el Chelsea, y el español Unai Emery en el Arsenal han vivido una temporada de estreno más bien para el olvido. Aunque un título europeo bien puede servir para redimirlos.

Sarri, constantemente criticado por el estilo de juego que impuso en el Chelsea, ha sido cuestionado por sus aficionados y hasta desafiado por sus jugadores.

Y es que su autoridad se tambaleó después del encontronazo protagonizado por el español Kepa, que llegó al equipo de Londres como el arquero más caro del mundo.

Y Emery, por su parte, tampoco ha tenido una gran temporada, pese a su buen arranque.

En el quinto lugar de la Premier, fuera de los puestos que dan acceso a la Champions, el entrenador español ha reconocido que su mejor opción para jugar la máxima competición continental el próximo año es ganarse el boleto con el título de la Europa League.

Y de momento Emery ha cumplido al fulminar al Valencia español como visitante.

El resultado global no dejaba lugar a dudas, 7-3 a favor de los Gunners, con un Pierre Aubemayang intratable.

Arsenal y Chelsea demostraron una vez más que pueden ser equipos líderes en Europa.

Ese brillante triplete de Aubameyang le permitirá jugar el partido decisivo de la Europa League contra el Chelsea del brillante Eden Hazard.

La final entre ellos será el 29 de mayo en Bakú (Azerbaiyán), mientras que la definición de la Champions se jugará el 1 de junio en Madrid.

Fuente: www.bbc.com

Qué es la infidelidad financiera y cómo pone en peligro las relaciones modernas

Si la infidelidad pone en riesgo una relación de pareja, los secretos financieros pueden ser incluso peor.

Y es más común de lo que uno podría imaginarse. Tanto, que solo en Estados Unidos una de cada cinco personas reconoce haber escondido una deuda, saldo en tarjetas de crédito o hábitos de compras compulsivas, según un estudio de la consultora estadounidense creditcards.com.

“Es mucha la gente que pone en riesgo la confianza en la pareja y su situación financiera”, le dice a BBC Mundo Ted Rossman, analista a cargo del estudio.

Pero además, el “engaño” parece ir en aumento.

“Hay una tendencia al aumento de la infidelidad financiera en los últimos años”, apunta.

Especialmente porque los millennials (entre 18 y 37 años), tienen a guardar más secretos que las generaciones anteriores, apunta.

Incluso en las aplicaciones de citas como Tinder, hay jóvenes que ponen en su perfil “no tengo deudas”, un indicativo informal de que el tema del dinero entre las parejas no es menor.

Tarjetas de crédito escondidas
También está el caso de personas que ahorran sin decirle a su pareja, en caso de que la relación no funcione.

“Es como un fondo de libertad“, explica Rossman. “Eso es un error, porque es asumir que la relación puede fallar”.

Esos fondos escondidos, agrega, “podrían ser utilizados, por ejemplo, para la jubilación o para la universidad de los hijos”.

Con todo, la manera más común de engaño financiero es esconder una tarjeta de crédito.

Un tema complicado, considerando que casi dos tercios de quienes usan tarjetas, arrastran deudas de un mes al otro.

Esconder tarjetas de crédito es una de las peores infidelidades en términos matemáticos, comenta el analista financiero

“Las tasas de interés son tan altas que cuando arrastras deuda, los intereses se acumulan y las cosas pueden terminar en un desastre”, explica Rossman.

¿Y si es solo un poco de dinero?
No son muchas las investigaciones disponibles sobre el tema de la infidelidad financiera y la mayoría está focalizada en la primera economía del mundo.

Un estudio hecho el año pasado por la empresa Harris Poll a requerimiento de The National Endowment for Financial Education (NEFE), una organización sin fines de lucro, señala que el 41% de los adultos estadounidenses reconoce haber incurrido en un engaño financiero con su pareja.

“La infidelidad financiera podría parecer benigna. Quizás alguien esconde un compra, una boleta, o un poco de dinero. Pero la infidelidad puede escalar a un nivel más grave”, escribe Ted Beck, presidente y director ejecutivo de NEFE.

“Esto tiene un impacto en la relación más allá de la magnitud. Provoca discusiones, daña la confianza y en algunos casos lleva a la separación o el divorcio“.

Otro estudio, llamado “Infidelidad Financiera en Relaciones de Parejas”, hecho en la Universidad de Mississippi y publicado en la revista Journal of Financial Therapyen 2018, llegó a la conclusión de que el 27% de los participantes en la investigación ha escondido algún tipo de secreto financiero.

Al fin y al cabo, depende mucho de cómo se defina el engaño y cuándo realmente se cruza la línea.

¿Cuentas bancarias separadas?
Muchas parejas deciden mantener cuentas bancarias separadas.

La idea de “mi dinero, tu dinero, nuestro dinero”, puede funcionar, dicen los expertos financieros, si los dos están de acuerdo en esa forma de organizar los ingresos.

Por ejemplo, es posible que una pareja decida dejar un porcentaje del salario para ahorrar en conjunto o que cada uno deje una parte de sus ingresos para usarlos libremente.

Las fórmulas son casi infinitas, pero lo recomendado es discutir el plan con anticipación.

Terapia financiera
Y así como hay infidelidad financiera… también hay terapia financiera.

Se trata de un nuevo campo de especialización que reúne dos mundos: terapia psicológica y manejo del dinero.

Muchos de los pacientes son parejas que están en crisis por problemas económicos, personas con tendencia a las compras compulsivas, infieles financieros o simplemente recién casados que quieren planificar su futuro.

“Las peleas por dinero siempre son muy ofensivas. El dinero no es solo un pedazo de papel”, dice Megan McCoy, psicóloga especializada en terapia financiera y profesora de la Universidad de Kansas, en conversación con BBC Mundo.

“El dinero es un símbolo de poder, control, seguridad. Entonces cuando tienes una pelea por dinero, suelen haber otros niveles de conflicto que salen a flote”.

“Mientras más claramente hablen las parejas de dinero, las cosas serán más fáciles”.

Sin embargo, las cosas se pueden poner mucho más difíciles, si la infidelidad financiera esconde otros problemas, como adicción al alcohol o a las drogas.

“Finalmente, este tipo de infidelidad, siempre es la expresión de un síntoma”, advierte.

Fuente: www.bbc.com

¿Realmente beber leche hace más fuertes los huesos?

Cuando éramos niños, ¿a cuántos nos decían que nos bebiéramos la leche porque nos fortalecería los huesos?

El concepto, en realidad, tiene su lógica. La leche contiene calcio. Y el calcio aumenta la densidad mineral ósea.

Sin embargo, demostrar que existe un vínculo definitivo entre el consumo de leche y tener los huesos fuertes es más difícil de lo que parece.

Para comprobarlo, idealmente se necesitarían dos grandes grupos de gente.

Los miembros de uno de los grupos beberían mucha leche cada día durante varias décadas, mientras que los del otro grupo tomarían algún tipo de placebo sustitutivo de la leche.

Evidentemente, se trata de un experimento demasiado difícil de llevar a la práctica.

Lo que sí se puede hacer es tomar a miles de personas, preguntarles cuánta leche bebieron en los últimos años y luego hacerles un seguimiento durante al menos una década para ver si las que beben leche regularmente tienen menos probabilidades de romperse huesos a lo largo de los años siguientes.

Esto es lo que sucedió en una investigación que publicó en 1997 la Universidad de Harvard.

Durante 10 años, hicieron un seguimiento a 77.000 enfermeras.

Y los investigadores no encontraron diferencias significativas en el número de fracturas de brazo o cadera entre las que bebían un vaso de leche por semana o menos y las que bebían dos vasos o más.

El equipo realizó un estudio similar con 330.000 profesionales de la salud masculinos, y una vez más la leche no pareció influir en las fracturas.

También hay registros de otros ensayos controlados aleatorios en los que los científicos fortificaron deliberadamente la dieta con calcio, a veces mediante la leche.

En 2015, un equipo de Nueva Zelanda revisó, comparó y volvió a analizar 15 de estos estudios.

Y descubrieron que durante dos años sí hubo un aumento en la densidad mineral ósea de los participantes, pero que después de ese tiempo la mejora se detenía.

Una alternativa a la leche es tomar suplementos de calcio. Preocupados por los posibles efectos secundarios que podría comportar a largo plazo tomar los suplementos, el mismo equipo de Nueva Zelanda analizó los datos de 51 ensayos controlados de forma aleatoria para evaluar si los beneficios superaban los riesgos.

Nuevamente, descubrieron que el aumento en la resistencia ósea duraba solo un año o dos, y que los suplementos de calcio solo podían desacelerar -y no detener- la pérdida de densidad mineral ósea en la vejez.

Llegaron a la conclusión de que esto probablemente se traducía solo en una pequeña reducción de las fracturas de huesos.

Varios países examinaron los mismos datos, pero llegaron a conclusiones muy distintas sobre la ingesta diaria de calcio recomendada.

EE.UU., por ejemplo, recomienda beber tres vasos de leche al día, casi el doble que Reino Unido o India.

Para complicar aún más las cosas, en 2014 se publicaron los resultados de dos grandes estudios suecos.

Los titulares sobre los estudios afirmaban que beber más de tres vasos de leche al día, una cantidad superior a la que la mayoría de la gente bebe, no era bueno para los huesos e incluso podría ser dañino.

Estos estudios los llevaron a cabo un equipo de investigadores de la Universidad de Uppsala y el Instituto Karolinska, ambos en Suecia.

Los participantes tuvieron que rellenar cuestionarios sobre su consumo de leche en 1987 y luego hacer lo mismo en 1997.

En 2010 analizaron sus tasas de mortalidad, y saltaron las alarmas entre la población al revelarse que beber un vaso de leche al día parecía estar asociado con más huesos rotos y, también, con muertes tempranas.

Pero antes de renunciar para siempre a la leche, hay que hacer algunasadvertencias importantes.

En los estudios suecos, los participantes debían estimar su consumo de leche durante los años anteriores, lo cual no es fácil.

Cuesta saber cuánta leche tomamos con los cereales o con el té o cuánta usamos para cocinar.

Además, los estudios también muestran el eterno problema de correlación versus causalidad.

Quizás las mujeres que sabían que tenían osteoporosis bebían más leche deliberadamente con la esperanza de fortalecer sus huesos.

El estudio no demostró que tomar leche causara las fracturas.

Y aún hay más: el equipo sueco descubrió que el consumo de queso y yogur estaba asociado con tasas de fractura más bajas.

Los propios investigadores dejaron claro que sus estudios deberían repetirseantes de que se utilizaran para dar recomendaciones dietéticas.

También se dijo que la gente debía pensárselo dos veces antes de modificar su consumo de leche en función de estos resultados.

Así pues, hasta que sepamos más, lo que sugiere la evidencia es que no pasa nada por continuar bebiendo leche si te gusta.

Es probable que sea buena para la salud ósea, aunque los beneficios duren menos de lo que probablemente esperabas.

También vale la pena mantener los huesos fuertes a través de otros métodos, como hacer ejercicio y obtener suficiente vitamina D de la dieta, de la luz solar o (dependiendo del lugar en el mundo en el que vivas) de los suplementos vitamínicos en invierno.

Fuente: www.bbc.com

Crisis en Venezuela: “Ni Maduro ni Guaidó son la solución”, entrevista a Temir Porras, exjefe de gabinete de Nicolás Maduro

La viabilidad futura de la sociedad venezolana está en riesgo en medio de la parálisis que vive el país por la crisis política y económica.

Así lo ve Temir Porras, que fue vicecanciller y jefe de gabinete de Nicolás Maduro cuando el actual presidente era ministro de Exteriores.

Maduro llegó al poder tras la muerte de Hugo Chávez en 2013 y Porras, tras formar parte del gobierno por unos meses, salió por discrepancias con la política económica del recién elegido presidente.

Ahora es profesor visitante en la universidad Sciences Po de París, donde pasa parte del año.

Es crítico con los dos polos de la crisis política de Venezuela, tanto Maduro como Juan Guaidó, y propone un acuerdo impulsado por otros actores.

Este es un fragmento de la entrevista que mantuvo con BBC Mundo.

Línea
¿Qué le diría a Maduro si usted siguiera en su gabinete?

No comparto la filosofía ni la orientación de este gabinete, así que no podría asesorarlo. La única recomendación general al país es que estamos en una crisis tan profunda que sobrepasa el debate tradicional con la polarización que hubo durante la revolución bolivariana.

No estamos en un problema de si Maduro o Guaidó. La sociedad venezolana está ante un problema sobre su viabilidad como sociedad, como economía, como sistema democrático.

No hay victoria posible en esa circunstancia. Estamos todos perdiendo, la sociedad se está desmoronando y en consecuencia es secundario el tema del debate político. Hace falta entender que no hay victoria posible de una facción sobre la otra. Habría que alcanzar una suerte de pacto, de acuerdo nacional que permita que la política vuelva a funcionar.

Si el gobierno pensara que hay que enrumbar la economía en una dirección razonable, hoy día no tiene la capacidad porque el país está sancionado, la legalidad en disputa, la Asamblea Nacional no va a acompañar, no va dar manto de legalidad.

Ya pasamos una raya en la que aunque se quisiera no hay condiciones políticas, jurídicas, legales, internacionales para que el gobierno solo pueda recuperar el país.

¿Entonces cree que la iniciativa debe partir del gobierno?

No quiero que parezca que señalo al gobierno, porque su oposición es tan obtusa y sectaria como el gobierno, pero si el presidente quiere asumir una posición de jefe de Estado, le convendría asumir esa postura. (…) La clase política venezolana debe demostrar un poco de desinterés por sí misma.

Mucha gente entiende, como usted, que negociar es la única salida.

Lamento diferir en eso. ¿Quiénes concuerdan con eso? ¿La comunidad internacional? ¿Qué han hecho para obligar a los líderes políticos venezolanos a hacer cosas razonables?

Reconocer a Guaidó (como presidente legítimo) es un disparate absoluto. Venir a fragmentar el Estado venezolano, incitar a los militares venezolanos a que se rebelen contra la autoridad, dividir el Ejército, eso parece un manicomio. ¿Quién dice algo sensato en la comunidad internacional sino una sarta de disparates?

El gobierno de Estados Unidos se alinea el 30 de abril (cuando Guaidó llamó a un levantamiento de la Fuerza Armada) con una aventura completamente amateur que pone en riesgo la paz del país. Ha habido una cruzada internacional diciendo que el chavismo debe desaparecer y eso es un gravísimo error que lleva al país a la violencia.

Parece entonces muy difícil que esto se solucione con un acuerdo entre las partes.

Para pintar un panorama menos catastrófico: ya no hace sentido hablar de dos partes, Maduro y Guaidó. Es una simplificación, la política venezolana está mucho más fragmentada. Hay actores en la oposición democráticos y razonables y con una visión pragmática y razonable de la sociedad y lo mismo dentro del chavismo.

Hay que generar los espacios para que esos sectores se formen frente a la crisis. Esto es un estancamiento en medio de una crisis de una severidad muy grande. Es muy distinto a la polarización del pasado con un país que funcionaba. Hoy está paralizado y lo que no está paralizado se está desmoronando (…)

Hay que parar esta locura y abogar y emplazar a Guaidó, a Maduro y a los actores internacionales a que hay que parar esta locura y llegar a algún tipo de acuerdo venezolano.

Lo sucedido la pasada semana con el intento de levantamiento militar que fomentó la oposición y la detención de diputados opositores, ¿hace que todo eso parezca aún más muy lejano?

Los actores políticos en Venezuela pueden ser muy tercos, pero la realidad es más terca. En enero yo no le podía decir a los Estados Unidos que estaban equivocados. Ya han pasado cuatro meses y al que dijo en enero que bastaba que hubiera un reconocimiento internacional para un cambio de régimen en Venezuela ya se equivocó.

Alguien que dice en enero, como Juan Guaidó, que va a estar pronto en Miraflores (el palacio presidencial). ¿Cuánto es pronto? ¿Hasta cuándo vamos a esperar pacientemente sentados a que se cumplan los deseos del señor Guaidó mientras nos morimos de hambre?

Después del 30 de abril, ¿cómo no dudar de la capacidad de Leopoldo López y de Juan Guaidó para conducir los destinos del país?

¿Hasta cuándo nos vamos a quedar en una postura que la realidad ha demostrado que no tiene sentido?

El gobierno de Estados Unidos dice que había preacuerdos con figuras del chavismo como el ministro de Defensa, Vladimir Padrino, para una transición sin Maduro. ¿Cree que fue así? ¿Lo ve como una estrategia útil?

No es un tema de personas, es un error. Es la tradición estadounidense que piensa que con voltear a tres generales y un juez resuelve el problema, y están equivocados.

No se trata de que lleguen a un acuerdo de unos funcionarios con el Departamento de Estado para que les levante las sanciones. (…) Es un problema venezolano de qué hacemos el día después, cómo se garantiza que el día después haya viabilidad

¿Qué concesiones debería hacer una y otra parte en un eventual acuerdo?

Las que todo el mundo hacía hasta antes de 2015 (antes de las elecciones legislativas ganadas por la oposición), las que hay que hacer para tener un funcionamiento pleno de las instituciones venezolanas, acabar con esa fragmentación del Estado de que hay dos Asambleas, dos tribunales supremos.

Hay que volver un poco a la razón, desistir de una estrategia de que cuando una institución no me conviene, invento yo la mía. No son cosas inalcanzables ni especialmente originales.

Al principio me decía que los líderes debían dejar sus intereses a un lado. ¿Cree que de esto se sale sin Maduro y sin Guaidó?

En ninguno de ellos yace la solución, ninguno es la solución porque son elementos polarizantes con interés en la prolongación de la polarización. Pero para tener un acuerdo efectivo es deseable que los diferentes sectores, incluso ellos, formen parte de un eventual acuerdo.

Hay que ver las cosas como un proceso. Si queremos un acuerdo negociado, esos sectores políticos deben comenzar a hablar con quien quiera hablar. No podemos estar supeditados a que Guaidó y Maduro se quieran sentar en una mesa.

Si hay sectores que estamos dispuestos hay que demostrarle a la comunidad internacional y a ellos dos que hay una realidad y una base política y social.

Está claro que Estados Unidos apoya abiertamente a Guaidó. ¿No es eso un problema para que la oposición convenza a una Fuerza Armada cuya cúpula ha sido y es tan chavista?

Refleja un poco lo que es ese sector de Voluntad Popular (el partido de Guaidó y de Leopoldo López), su pensamiento, su visión geopolítica del país. Es lamentable que conozcan tan mal la sociedad venezolana y que piensen que un apoyo tan abiertamente expuesto del gobierno de Estados Unidos no va a generar polémica dentro de la sociedad venezolana y de la Fuerza Armada.

Pero no es un obstáculo infranqueable. A pesar de que haya influencia geopolítica, ninguno de esos actores decide sobre la crisis venezolana.

La realidad ha demostrado que si el gobierno de EE.UU. decidiera lo que pasa en Venezuela, no estaríamos sumidos en esta crisis desde hace cuatro meses.

Si nosotros queremos resolver esta crisis, no creo que haya capacidad de los actores externos de evitarlo, a no ser que alguien se vuelva loco y haya una intervención militar.

¿No ve que la intervención militar sea un escenario posible?

Todo indicaría que una intervención sería una locura desde el punto de vista político, porque nada lo justifica. No hay una amenaza a la seguridad nacional de EE.U.U. para que haya una movilización de tropas.

En la sociedad estadounidense hay una corriente de opinión hostil a eso. Incluso la propia base del presidente (Donald Trump) sería hostil. ¿Cómo explicarle a la base política del presidente Trump que van a ir a morir soldados jóvenes a Venezuela? ¿Por qué?

Y desde el punto de vista militar y estratégico, sería un desastre de escala mayúscula.

Todo eso hace pensar que se quiere mantener esa amenaza sobre el supuesto de la amenaza. Eso es muy occidental, pensar que amenazando a los actores políticos de los países del sur toman posiciones más blandas y creo que en el caso venezolano es más bien lo contrario. La amenaza en países con un historial de ser víctima de intervencionismo imperialista lo que hacen es cohesionar.

Esta situación de empate, de confrontación constante, ¿beneficia o perjudica al chavismo de cara al futuro?

En 2013 había ciertos desafíos manejables. Y esos desafíos se agravan con el desplome de los precios del barril (de petróleo) en junio de 2014. La gestión irracional de la crisis y el choque exógeno le ha hecho un daño terrible al chavismo que le ha hecho perder capital político y que se vio en 2015.

Y a eso se suma la gestión política antidemocrática de esa sanción electoral con todas las decisiones que han desvirtuado las instituciones del 99 (la Constitución de 1999 impulsada por Hugo Chávez), una creación del mismo proceso (revolucionario).

Hoy hay gente que teme decirse chavista porque el gobierno de Maduro aspira a monopolizar la etiqueta del chavismo (…) Ha sido un golpe muy duro al chavismo.

Volviendo a como empecé, usted, que conoce bien a Maduro, ¿qué cree que estará pensando? Porque está en una situación muy compleja.

No sabría decir qué piensa. Lo conocí en un contexto distinto a este y llevo mucho sin hablar con él.

Muchos piensan que es difícil de creer que resista en el poder.

En parte su destino está en sus manos. Debe entender que esto no es un tema personal. No es lo importante qué piensa él o qué va a pasar con él. De alguna manera el problema es que resistir debe tener un objetivo. ¿Para qué? ¿Qué estamos salvando? Pero debería ser para preservar ciertas cosas, derechos sociales, conquistas económicas, pero el problema es que la misma situación venezolana se ha encargado de destruir esas conquistas.

La mejor forma de recuperar algo de las conquistas logradas en el pasado es recuperar la capacidad del Estado para hacer política pública.

Fuente: www.bbc.com

Cargando piedras Reflexion

El maestro narró a sus discípulos el siguiente relato:

.– Un hombre que iba por el camino tropezó con una gran piedra. La recogió y la llevó consigo. Poco después tropezó con otra, igualmente la cargó. Todas las piedras con que iba tropezando las cargaba, hasta que aquel peso se volvió tan grande que el hombre ya no pudo caminar.

¿Qué piensan ustedes de ese hombre? Preguntó el maestro

– Que es un necio -respondió uno de los discípulos- ¿Para qué cargaba las piedras con que tropezaba?

Dijo el maestro: – Eso es lo que hacen aquellos que cargan las ofensas que otros les han hecho, los agravios sufridos, y aun la amargura de las propias equivocaciones. Todo eso lo debemos dejar atrás, y no cargar las pesadas piedras del rencor contra los demás o contra nosotros mismos.

Si hacemos a un lado esa inútil carga, si no la llevamos con nosotros, nuestro camino será más ligero y nuestro paso más seguro.

Así dijo el Maestro, y los discípulos se hicieron el propósito de no cargar nunca el peso del odio o del resentimiento.

Anónimo