Zapatos Viejos Reflexion

Un estudiante universitario salió un día a dar un paseo con un profesor, a quien los alumnos consideraban su amigo debido a su bondad para quienes seguían sus instrucciones.

Mientras caminaban, vieron en el camino un par de zapatos viejos y supusieron que pertenecían a un anciano que trabajaba en el campo de al lado y que estaba por terminar sus labores diarias.

El alumno dijo al profesor:
Hagámosle una broma; escondamos los zapatos y ocultémonos detrás de esos arbustos para ver su cara cuando no los encuentre.

Mi querido amigo- le dijo el profesor- nunca tenemos que divertirnos a expensas de los pobres.
Tú eres rico y puedes darle una alegría a este hombre. Coloca una moneda en cada zapato y luego nos ocultaremos para ver cómo reacciona cuando las encuentre.

Eso hizo y ambos se ocultaron entre los arbustos cercanos. El hombre pobre, terminó sus tareas, y cruzó el terreno en busca de sus zapatos y su abrigo.

Al ponerse el abrigo deslizó el pie en el zapato, pero al sentir algo adentro, se agachó para ver qué era y encontró la moneda. Pasmado, se preguntó qué podía haber pasado. Miró la moneda, le dio vuelta y la volvió a mirar.
Luego miró a su alrededor, para todos lados, pero no se veía a nadie. La guardó en el bolsillo y se puso el otro zapato; su sorpresa fue doble al encontrar la otra moneda.

Sus sentimientos lo sobrecogieron; cayó de rodillas y levantó la vista al cielo pronunciando un ferviente agradecimiento en voz alta, hablando de su esposa enferma y sin ayuda y de sus hijos que no tenían pan y que debido a una mano desconocida no morirían de hambre.

El estudiante quedó profundamente afectado y se le llenaron los ojos de lágrimas.
Ahora- dijo el profesor- ¿no estás más complacido que si le hubieras hecho una broma?

El joven respondió:
Usted me ha enseñado una lección que jamás olvidaré. Ahora entiendo algo que antes no entendía: es mejor dar que recibir.

Medico Responsable Reflexion

Un médico entró en el hospital de prisa después de haber sido llamado… a una cirugía urgente. Él contestó a la llamada lo antes posible, se cambió de ropa y se fue directamente al bloque de la cirugía. Él encontró al padre del niño ir y venir en la sala de espera para el médico. Una vez al verlo, el padre gritó:

– ¿Por qué tomaste todo este tiempo por venir? ¿No sabes que la vida de mi hijo está en peligro? ¿No tienes sentido de la responsabilidad?

El médico sonrió y dijo:

– Lo siento, yo no estaba en el hospital y me vine lo más rápido que pude después de recibir la llamada y ahora me gustaría que se calme para que yo pueda hacer mi trabajo.

– ¿Que me calme? ¿Qué pasaría si fuera su hijo el que estuviera en esta habitación ahora mismo, estarías calmado? ¿Si su hijo se estuviera muriendo ahora qué harías? -Dijo el padre muy enojado.

El médico volvió a sonreír y contestó:

– Voy a decir lo que dijo Job en la Biblia: “Del polvo venimos y al polvo volveremos, bendito sea el nombre de Dios”. Los médicos no pueden prolongar la vida. Ve a sentarse y ore por su hijo, vamos a hacer todo lo posible por la gracia de Dios.

– Dar consejos cuando no estamos en condición es tan fácil -murmuró el padre.

Algunas horas después de la cirugía el médico salió feliz, se acercó al padre de familia y le dijo:

– Gracias a Dios ¡Su hijo se ha salvado!

Y sin esperar la respuesta del padre el doctor muy apurado mira su reloj y sale corriendo. Mientras se marchaba le dijo:

– ¡Si usted tiene alguna pregunta, consulte con la enfermera!

El padre miró a la enfermera y le dijo:

– ¿Por qué él es tan arrogante, No podía esperar algunos minutos más para preguntarle más sobre el estado de mi hijo?

Entonces la enfermera con lágrimas en su rostro respondió:

– El hijo del doctor murió ayer en un accidente de carretera, y estaba en el cementerio cuando le llamamos para que realizara la cirugía de su hijo y ahora que ya le salvó la vida a su hijo, se fue corriendo para terminar el entierro de su hijo.

Nunca juzgues a nadie, porque nunca se sabe cómo es su vida y en cuanto a lo que está sucediendo o lo que está pasando

El niño y el sabio Reflexion

Hace muchísimos años, vivía en la India un sabio, de quien se decía que guardaba en un cofre encantado un gran secreto que lo hacia ser un triunfador en todos los aspectos de su vida y que, por eso, se consideraba el hombre más feliz del mundo. Muchos reyes envidiosos, le ofrecían poder y dinero, y hasta intentaron robarlo para obtener el cofre, pero todo era en vano. Mientras más lo intentaban, más infelices eran, pues la envidia no los dejaba vivir. Así pasaban los años y el sabio era cada día más feliz.

Un día llego ante él un niño y le dijo:

Señor, al igual que tú, también quiero ser inmensamente feliz. ¿Por qué no me enseñas que debo hacer para conseguirlo?

El sabio, al ver la sencillez y la pureza del niño, le dijo: A ti te enseñaré el secreto para ser feliz. Ven conmigo y presta mucha atención. En realidad son dos cofres en donde guardo el secreto para ser feliz y estos son mi mente y mi corazón, y el gran secreto no es otro que una serie de pasos que debes seguir a lo largo de la vida.

El PRIMER PASO, es saber que existe la presencia de un Dios en todas las cosas de la vida, y por lo tanto, debes darle gracias por todas las cosas que tienes.

El SEGUNDO PASO, es que debes quererte a ti mismo, y todos los días al levantarte y al acostarte, debes afirmar: yo soy importante, yo valgo, soy capaz, soy inteligente, soy cariñoso, espero mucho de mí, no hay obstáculo que no pueda vencer: Este paso se llama alta autoestima.

El TERCER PASO, es que debes poner en práctica todo lo que dices que eres, es decir, si piensas que eres inteligente, actúa inteligentemente; si piensas que eres capaz, haz lo que te propones; si piensas que eres cariñoso, expresa tu cariño; si piensas que no hay obstáculos que no puedas vencer, entonces proponte metas en tu vida y lucha por ellas hasta lograrlas. Este paso se llama motivación.

EL CUARTO PASO, es que no debes envidiar a nadie por lo que tiene o por lo que es, ellos alcanzaron su meta, logra tú las tuyas.

El QUINTO PASO, es que no debes albergar en tu corazón rencor hacia nadie; ese sentimiento no te dejará ser feliz; deja que las leyes de Dios hagan justicia, perdona y olvida.

El SEXTO PASO, es que no debes tomar las cosas que no te pertenecen, recuerda que de acuerdo a las leyes de la naturaleza, mañana te quitarán algo de más valor.

El SÉPTIMO PASO, es que no debes maltratar a nadie; todos los seres del mundo tenemos derecho a que se nos respete y se nos quiera. Y por último, levántate siempre con una sonrisa en los labios, observa a tu alrededor y descubre en todas las cosas el lado bueno y bonito; piensa en lo afortunado que eres al tener todo lo que tienes; ayuda a los demás, sin pensar que vas a recibir nada a cambio; mira a las personas y descubre en ellas sus cualidades y dales también a ellos el secreto para ser triunfador y que de esta manera, puedan ser felices.

Autor desconocido

 

El Saco de Carbón Reflexión

Un día, Jorgito entró a su casa dando patadas en el suelo y gritando muy molesto. Su padre, lo llamó. Jorgito, le siguió, diciendo en forma irritada:

– Papá, ¡Te juro que tengo mucha rabia! Pedrito no debió hacer lo que hizo conmigo. Por eso, le deseo todo el mal del mundo, ¡Tengo ganas de matarlo!

Su padre, un hombre simple, pero lleno de sabiduría, escuchaba con calma al hijo quien continuaba diciendo:

– Imagínate que el estúpido de Pedrito me humilló frente a mis amigos. ¡No acepto eso!..Me gustaría que él se enfermara para que no pudiera ir más a la escuela.

El padre siguió escuchando y se dirigió hacia una esquina del garaje de la casa, de donde tomó un saco lleno de carbón el cual llevó hasta el final del jardín y le propuso:

– ¿Ves aquella camisa blanca que está en el tendedero? Hazte la idea de que es Pedrito y cada pedazo de carbón que hay en esta bolsa es un mal pensamiento que va dirigido a él. Tírale todo el carbón que hay en el saco, hasta el último pedazo. Después yo regreso para ver como quedó.

El niño lo tomó como un juego y comenzó a lanzar los carbones pero como la tendedera estaba lejos, pocos de ellos acertaron la camisa.

Cuando, el padre regresó y le preguntó:

– Hijo ¿Qué tal te sientes?

– Cansado pero alegre. Acerté algunos pedazos de carbón a la camisa.

El padre tomó al niño de la mano y le dijo: – Ven conmigo quiero mostrarte algo.

Lo colocó frente a un espejo que le permite ver todo su cuerpo. ¡Qué susto! . Estaba todo negro y sólo se le veían los dientes y los ojos. En ese momento el padre dijo:

– Hijo, cómo pudiste observar la camisa quedó un poco sucia pero no es comparable a lo sucio que quedaste tú. El mal que deseamos a otros se nos devuelve y multiplica en nosotros. Por más que queremos o podamos perturbar la vida de alguien con nuestros pensamientos, los residuos y la suciedad siempre queda en nosotros mismos.

Ten mucho cuidado con tus pensamientos porque ellos se transforman en palabras.

Ten mucho cuidado con tus palabras porque ellas se transforman en acciones.

Ten mucho cuidado con tus acciones porque ellas se transforman en hábitos.

Ten mucho cuidado con tus hábitos porque ellos moldean tu carácter.

Y ten mucho cuidado con tu carácter porque de él dependerá en gran medida tu destino..

 

Abriendo Puertas Reflexión

En una tierra en guerra había un rey que causaba espanto:

A sus prisioneros, no los mataba, los llevaba a una sala donde había un grupo de arqueros de un lado y una puerta inmensa de hierro del otro, sobre la cuál se veían grabadas figuras de calaveras cubiertas de sangre.

En esta sala les hacía formar un círculo y les decía: Ustedes pueden elegir entre morir a flechazos por mis arqueros o pasar por aquella puerta… detrás de esa puerta YO LOS ESTARÉ ESPERANDO….

Todos elegían ser muertos por los arqueros.

Al terminar la guerra un soldado que por mucho tiempo había servido al rey, se dirigió al soberano:

Señor ¿puedo hacerle una pregunta?

– Dime soldado

Señor: ¿que había detrás de la puerta?

EL REY CONTESTÓ:

– Vé y mira tú mismo!!

El soldado abrió temerosamente la puerta y, a medida que lo hacía, rayos de sol entraron y la luz invadió el ambiente y finalmente, sorprendido descubrió que…

La puerta se abría sobre un camino que conducía a la LIBERTAD!!!!

El soldado embelesado miró a su rey, quién le dijo:

Yo les daba la oportunidad de hacer una ELECCIÓN, pero por temor preferían morir a arriesgarse a abrir esa puerta!!

¿Cuántas puertas dejamos de abrir por el miedo a arriesgar?

¿Cuántas veces perdemos la libertad y morimos por dentro, solamente por sentir miedo de abrir la puerta de nuestros sueños?

Desconozco su autor