Científicos británicos desarrollaron una papa genéticamente modificada, resistente a la phytophthora infestans, que se dice es la mayor amenaza del tubérculo.
La plaga, un patógeno fungoide llamado también tizón tardío o mildiu de la papa, ha afectado a cultivadores de papa durante cientos de años y causó la gran hambruna en Irlanda en la década de 1840.
La oposición a cosechas genéticamente modificadas implica que podría pasar una década hasta que sea aprobada por la Unión Europea.
Por eso los científicos dieron la licencia de la papa modificada a una firma en Estados Unidos, donde es probable que crezca dentro de un lapso de dos años.