El ojo del huracán Willa tocó tierra en la tarde de este martes en la costa suroeste de México con vientos máximos sostenidos de 195 km/h, categoría 3 en la escala de Saffir-Simpson.
Willa llegó a la costa del Pacífico mexicano alrededor de las 20:00 horas (1:00 GMT del miércoles) cerca de la localidad de Escuinapa, en el estado de Sinaloa, según el Servicio Meteorológico Nacional de México (SMN).
El SMN reportó Willa se desplazaba hacia el interior del país a 17 km/h y que se registraron algunas rachas de viento de hasta 240 km/h.
El SMN prevé que Willa origine “tormentas torrenciales en Sinaloa, Nayarit y Jalisco, tormentas intensas en Durango”, además de “oleaje mayor a 5,4 metros, con posibles trombas marinas frente a las costas de Sinaloa, Nayarit, Jalisco, Colima y Michoacán”.
Willa llegó a ser un huracán categoría 5, la máxima en la escala de Saffir-Simpson, lo que había hecho que se extremaran las precauciones.
Ya horas antes del que el huracán tocara tierra, los mexicanos estaban en alerta, miles fueron evacuados de la zona que se preveía el impacto iba a ser mayor.
Además, se prepararon refugios temporales para los potenciales afectados.
En Mazatlán, los comercios se protegieron con tablones de madera.
En Mazatlán, un popular centro turístico de Sinaloa, desde el lunes ya se podían ver hoteles, bancos y almacenes con tablones de madera protegiendo ventanas y puertas.
El coordinador nacional de Protección Civil de México, Luis Felipe Puente, calcula que se había trasladado a refugios y zonas más seguras aproximadamente la mitad de las 200.000 personas que habitan las partes más vulnerables de Sinaloa y Nayarit.
En Escuinapa, las televisiones mostraron las fuertes ráfagas de viento estremeciendo las palmeras y las torrenciales lluvias que trajo el huracán. Además, se reportaron cortes de energía eléctrica.
En Mazatlán, el turista estadounidense Oscar Castro dijo que la noticia del huracán le había tomado por sorpresa.
“Nos encanta venir, venimos casi cada año. Pero el problema es que con este huracán, ni sabíamos que venía un huracán, pensábamos que iba a ser sólo una tormenta”, dijo Castro.
“Y luego lo comprobamos y nos dijeron ‘parece que va a ser una tormenta categoría 3 a 5’, así que nos quedamos asombrados. Da mucho miedo”.
“Mi casita es de lámina, madera y cartón, y me da miedo de que se me vaya a caer encima”, dijo Rosa María Carrillo, de 36 años, en un refugio temporal con sus cinco hijos, de entre 8 y 15 años.
“Ojalá que sea nada más un poco de agua, nada más”, agregó la mujer, citada por la agencia Reuters.
Fuente: www.bbc.com