La decisión de la justicia de Chile de cerrar la investigación por el derrumbe de la mina San José, que en 2010 dejó a 33 mineros atrapados a 700 metros de profundidad durante 70 días, sin presentar acusación contra presuntos responsables ha generado indignación y sorpresa.
El fiscal de Atacama Héctor Mella Farías informó que, tras tres años de investigación, no había elementos inculpatorios suficientes contra los dueños de la minera San Esteban, Alejandro Bohn y Marcelo Kemeny.
"No había convicción para formular una acusación respecto de los hechos que se habían investigado", afirmó Mella Farías.
La noticia de la decisión de la fiscalía, tomada el 22 de julio pero conocida el miércoles, fue recibida con malestar por los mineros, cuyo rescate fue seguido en vivo en todo el mundo.
"Qué más podemos esperar de esta cagá de justicia. Pero esto no se va a quedar así", aseguró Mario Sepúlveda, uno de los mineros que estuvo atrapado, en declaraciones recogidas por el diario El Mercurio.
"Por respeto a mis compañeros no me quemo a lo bonzo frente a La Moneda", agregó.
Por su parte, El exministro de Minería, Laurence Golborne, quien coordinó el rescate, calificó de "increíble" la decisión y recordó que la empresa no había adoptado medidas de seguridad sugeridas con anterioridad por las autoridades.
"Me parece algo terrible. Es una pena que el fiscal de Atacama haya llegado a la conclusión, después de tres años, que no hay méritos para iniciar un juicio", señaló Golborne en declaraciones al Canal 13.
"Me parece extraño, toda vez que hay antecedentes que decían lo contrario, donde se pidieron medidas que no se cumplieron, como decía la normativa que se mandó", agregó.
"Mi reacción es de dolor (…) Que la Fiscalía considere que no hay culpables es difícil de aceptar", dijo la senadora socialista Isabel Allende, quien recordó que "los mineros, con los que conviví mucho, señalaban que la mina crujía y que tenían cierto temor".
Los mineros estuvieron atrapados desde el 5 de agosto hasta el 13 de octubre de 2010, cuando fueron sacados uno por uno, en un lapso de 25 horas con una cápsula construida especialmente que fue introducida por un túnel de 50 centímetros de diámetro.
"Un lamentable accidente"
Los representantes legales de los propietarios de la mina dijeron estar satisfechos con la decisión y ratificaron que siempre han sostenido que fue "un lamentable accidente".
Catherine Lathrop, abogada de los dueños de la mina, manifestó: "Nosotros estamos súper conformes, sin perjuicio de que creemos que podemos llegar a una solución jurídica de mayor certeza".
Lathrop señaló que la decisión de la Fiscalía de no perseverar "es una muestra clara de que efectivamente los dueños de la mina San José no
habían cometido ningún delito".
"Nosotros siempre hemos sostenido que fue un lamentable accidente; fue sólo eso, un accidente, y tampoco se pudo establecer que había alguna responsabilidad de mis clientes en este caso", agregó.
El gobierno chileno ordenó a la empresa el pago de US$5 millones por los costes generados por el rescate.