Quito –
El Ecuador esperaba terminar el 2020 con un balance global (ingresos menos gastos, sin intereses de deuda) de $2802 millones (2,8 %) e incluso había calculado que podía llegar sin déficit, en este mismo rubro, en este año. Esta reducción iba a traer de la mano una menor necesidad de endeudamiento.
Esta meta que constaba en el Acuerdo de Facilidad Extendida de Financiamiento con el Fondo Monetario Internacional (FMI) no logrará cumplirse. Así opinan varios expertos, para quienes se vuelve inevitable un replanteamiento de dicho convenio con el FMI.
Walter Spurrier, director de Análisis Semanal, explicó que en un primer escenario el Gobierno había estimado recaudar unos $2273 millones con sus nuevas medidas económicas en el 2020. De esos, $1500 millones vendrían de la eliminación de subsidios de gasolina extra y súper. Sin embargo, tras la violenta protesta en contra de esa medida, que además ocasionó pérdidas debido a actos vandálicos en edificios, toma de pozos petroleros y ataque a florícolas, el objetivo fracasó.
Con la reforma tributaria, que hoy tendrá el primero de dos debates y que generaría $700 millones, el ajuste se queda corto, comentó.
Existe incertidumbre sobre el futuro de esta reforma, por la oposición que hay entre asambleístas y empresarios.
Para Santiago García, catedrático universitario, es claro que no se cumplirán dichas metas. Sugiere que el Gobierno inicie una negociación para replantear medidas y compromisos. “Ya no se puede trabajar sobre algo que no existe y hay que poner los temas políticos sobre la mesa”, dice.
Según García, no se puede insistir en subsidios, pues existe una fuerte presión social.
Mientras, Spurrier considera que el FMI no quiere un nuevo fracaso –haciendo referencia a Argentina– entre sus asociados. Por ello considera que podría ser flexible e incluso que podría desembolsar nuevos fondos. Otro punto a favor del país es que Estados Unidos quiere tener buenas relaciones con Ecuador y mantener su distancia de Venezuela.
Esta misma semana, Alejandro Werner, director del Departamento del Hemisferio Occidental del FMI, dijo que el organismo sigue muy de cerca la situación en Ecuador y extendió su solidaridad a todos los afectados por las protestas.
Explicó que la prioridad del FMI y del Gobierno ha sido disminuir la deuda, reforzar el crecimiento, apoyar la inversión en salud y educación. Respaldó los objetivos del Gobierno que dijo son proteger a los más vulnerables, luchar contra la corrupción y mejorar la competitividad y empleo.
Ayer, la gerenta del Banco Central del Ecuador (BCE), Verónica Artola, confirmó que dentro de los plazos legales Finanzas entrega hoy la Proforma 2020.
Entre las previsiones macroeconómicas señaladas se espera un crecimiento del PIB del 0,6 %, un precio del crudo de $51 y una inflación de 1,5 % anual. Se desconoce si incluirá una revisión de subsidios. (I)
Fuente: www.eluniverso.com