El cantante Justin Bieber aprovechó su paso por Colombia para pintar un grafiti en una calle de Bogotá y terminó desatando una fuerte polémica.
Pero no son tanto los dibujos del artista canadiense –que incluyen una hoja de marihuana, una rana haciendo gestos obscenos y la bandera de Canadá– los que están siendo criticados por numerosos colombianos, sino el hecho de que Bieber, de 19 años, pudiera realizarlos bajo protección policial.
La relación entre policías y grafiteros por lo general no es buena en Colombia, donde todavía se recuerda la muerte de uno de ellos –el joven Diego Felipe Becerra– a manos de las autoridades en agosto de 2011.
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Quejas
Muchos también contrastan la protección brindada a Bieber con la suerte del colombiano Israel Hernández, quien en agosto de este año falleció en Miami luego de que la policía le disparara con una pistola Taser (arma de electrochoque) cuando fue sorprendido pintando un grafiti en una pared de la ciudad.
"Mientras que a los grafiteros acá en Colombia se les agrede, se les lleva a los calabozos a lavar baños, entre otras, a un artista internacional se le escolta para que el sí pueda realizar su arte", se quejó el padre de Becerra a los medios locales.
Pero otros esperan que el caso Bieber marque el inicio de un cambio en la actitud de las autoridades policiales hacia esta forma de arte urbano, explica el corresponsal de BBC Mundo en Bogotá, Arturo Wallace.
En la capital colombiana abundan los grafittis y la Alcaldía de Bogotá ya ha recurrido a grafiteros para decorar de forma legal algunas zonas de la ciudad.
Y el proyecto de arte urbano más ambicioso está en la Calle 26, donde Bieber también dejó sus dibujos y su firma, luego de haber dado un concierto el martes ante 30.000 de sus fans.
La estrella canadiense abrió en Bogotá la gira "Believe Tour" por Sudamérica, que también llegará a Ecuador, Brasil, Paraguay, Argentina, Chile y Uruguay.