Actualmente las pruebas de COVID-19 son varias y entre ellas están las rápidas, las cuales son usadas para detectar si hay anticuerpos del virus en la sangre.
En el caso de personas con síntomas y personal médico se suele usar la prueba PCR, que son percibidas como más efectivas para saber si una persona tiene o no COVID-19. Al contrario, las otras sirven para saber si se estuvo expuesto al virus y desarrolló anticuerpos. Se los detecta con reactivos.
Estos anticuerpos son los IgA, IgM o IgC, la mayoría. En la mayoría de casos los test rápidos pueden detectar los IgM e IgC, que están presentes en la sangre o plasma de una persona enferma.
Los IgM son los que luchan contra la infección en el cuerpo y si sale positivo en una prueba significa que el virus está activo. Se dan desde el día 7 de sintomatología y desde el 12 con más seguridad.
El IgCes un tipo de anticuerpo que abunda en la sangre y otros fluidos para dar protección frente a infecciones bacterianas y víricas. Aunque puede tardar en formarse, razón por la que se lo detecta a partir del día 10 -con más seguridad luego del 15-. De acuerdo a varios análisis, se piensa que muchos pacientes con coronavirus desarrollan este anticuerpo, pero no se sabe si da inmunidad ni por cuánto tiempo. En fin, se se detectan es que hay una respuesta de linfocitos T, que es una repsuesta citotóxica al coronavirus.
En tanto, el IgA es la inmunoglobulina A, es la que se encuentra en pruebas de la vías respiratorias y del sistema digestivo.
Maria Van Kerkhove, jefa de unidad de enfermedades emergentes de la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha indicado que las pruebas de anticuerpos pueden medir el nivel de presencia serológica, pero eso no quiere decir que alguien con anticuerpo sea inmune al nuevo coronavirus.
Según una publicación del As, expertos en España, incluyendo las farmacéuticas, han dicho que aún no hay evidencia de que los anticuerpos IgG tengan una relación y la producción se sufucientes anticuerpos que neutralicen el COVID-19. (I)
Fuente: www.eluniverso.com