Si me vas a amar, ámame ahora
mientras yo pueda gozar
de todos los tiernos y dulces sentimientos
que fluyen del cariño verdadero.
Si me amas, dímelo ahora, no esperes más
Ámame ahora, mientras viva,
no esperes a que me haya ido
para grabar en mármol
palabras de amor ardiente en piedra fría.
Si estás por mí, házmelo saber
Si tienes pensamientos
cariñosos y dulces acerca de mí,
¿por qué no me los susurras ahora?
Si esperas a que duerma
para nunca más despertar,
habrá paredes de tierra entre nosotros
y no podré oírte entonces.
Le pasó a Hugo Chávez y le pasó a Henrique Capriles. Ahora quizás le suceda a Leopoldo López.