Archives abril 2017

Lapices Reflexion

Mi madre vive sola. Hace ocho años que mi padre murió. Ella no puede salir sola excepto a dar caminatas cortas. Tiene muchas dificultades con su memoria corta. Las conversaciones se limitan a unos cuantos comentarios repetidos.

Sin embargo, mi madre me dijo algo profundo: «El otro día estaba pensando en mis problemas y decidí que no tengo nada de qué quejarme. Dios me está cuidando y tengo gente que me ayuda. Mi único problema es que no puedo acordarme de nada, y tengo muchos lápices y papel para escribirlo todo.»

El apóstol Pablo luchaba con lo que él llamaba «un aguijón en la carne» (2 Corintios 12:7). Pero descubrió que en su debilidad, él experimentaba «el poder de Cristo» (v.9). Dijo: «Por eso me complazco en las debilidades, en insultos, en privaciones, en persecuciones y en angustias por amor a Cristo» (v.10).

Todos tenemos luchas. Éstas se pueden relacionar con la edad, las finanzas, las relaciones o miles de otras dificultades. Pero si de verdad disponemos nuestro corazón a confiar en Dios, y si permanecemos agradecidos incluso en medio de nuestros problemas, es más probable que reconozcamos que «no tenemos nada de qué quejarnos». –Dave Branon

México: al menos 24 personas mueren tras el incendio de un autobús que chocó con un camión cisterna de gasolina

El accidente ocurrió en la carretera que conecta a las ciudades de Uruapan y Lázaro Cárdenas.
Al menos 24 personas murieron este jueves en una carretera del sur de México luego de que un autobús de pasajeros chocó con un camión cisterna de gasolina, uno de los más graves accidentes de los últimos años.
El choque ocurrió en la autopista Siglo XXI, en el estado de Guerrero, cuando el camión de dos remolques, cargado con unos 40.000 litros de gasolina, invadió el carril contrario y se estrelló con el autobús, según las primeras investigaciones.
Los servicios de emergencia y soldados se movilizaron, alrededor de las 07:00 hora local, para atender a las víctimas, pero el combustible del camión cisterna provocó un gran incendio que envolvió al autobús de pasajeros.
Luego de los trabajos de socorro y control del fuego, la Fiscalía de Guerrero informó que al menos 24 personas habían muerto, mientras que otras nueve sufrieron graves quemaduras y otras lesiones.

La gasolina provocó que las llamas se extendieran por todo el autobús en el que viajaban turistas del estado de Michoacán.

Los bomberos dijeron que el número de fallecidos podría aumentar dada la gravedad del accidente.
Varios de los cuerpos quedaron “calcinados”, por lo que el Servicio Médico Forense tendrá que realizar pruebas para la identificación de los cuerpos y que sean entregados a sus familiares, dijo la Fiscalía.
El presidente de México, Enrique Peña Nieto, envió un mensaje a través de su cuenta de Twitter: “Mi solidaridad para los familiares de quienes perdieron la vida en el trágico accidente ocurrido en la carretera Morelia-Lázaro Cárdenas”.

El camión cisterna llevaba un doble remolque cargado con unos 40.000 litros de gasolina.
Semana vacacional
El accidente ocurrió al inicio del periodo vacacional de Semana Santa, cuando decenas de miles de mexicanos viajan a diferentes centros turísticos del país.
El autobús había sido alquilado por una familia de la ciudad de Morelia para viajar a las playas del Pacífico en el estado de Michoacán, según un reporte de la agencia EFE.
El saldo de fallecidos, que podría incrementarse, pone a este accidente como uno de los tres más fatales de los últimos años.
El 20 de abril de 2012, la plataforma de un tráiler se desprendió de la unidad e impactó con un autobús en Veracruz, dejando 43 muertos y 27 heridos.
En tanto, el 13 de abril 2014, hace justo dos años, 36 personas murieron al incendiarse un autobús turístico en la carretera Cosamalopan-Acayucan, en Veracruz.
Cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) indican que en 2015 un total de 4.636 personas fallecieron en accidentes de tráfico en México, en tanto que 107.202 personas quedaron heridas.

4 razones buenas (y una mala) de por qué Francia es tan productiva aunque sus trabajadores se toman más vacaciones que en otros países

La productividad no depende solo de cuán duro trabajemos, sino de cuánto valor obtenemos por cada hora que pasamos en el trabajo.
En Francia, los trabajadores pueden dedicar menos horas al trabajo y tomarse más vacaciones que en otros países y, sin embargo, sus niveles de productividad son cercanos a los de lugares como Alemania y Estados Unidos.
La productividad francesa también es mayor que la de su vecino al otro lado del Canal de la Mancha, Reino Unido.

“Según los últimos datos, Francia es alrededor de un 30% más productiva que Reino Unido”, asegura John Van Reenen, profesor de economía en el Massachusetts Institute of Technology (MIT).
“Esto implica que por cada hora que trabajan los franceses, obtienen un 30% más de resultado que un británico medio”, dice Van Reenen.

Los franceses, más productivos que la mayoría de los europeos.
Pero, ¿cómo logra Francia ser tan productiva?
El programa de la BBC In Business investigó recientemente este tema. Estas son las principales causas de la elevada productividad francesa, y no todas son buenas.
1. Alta inversión en tecnología y maquinaria
El sector minorista es uno de los más productivos de la economía francesa.
Sus empresas se han visto beneficiadas por una laxa regulación, que ha permitido construir enormes hipermercados a las afueras de cada ciudad.

Los supermercados franceses son los más productivos de la OCDE.
Pero las economías de escala no son la única causa de esta productividad, según el profesor Philippe Askenazy, de la École Normal Superieure de Paris, quien ha estudiado los supermercados franceses porque son los más productivos de la OCDE (Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos), el club de las economías más ricas, con base en París.
“Probablemente tenemos más vacaciones que muchos países de la OCDE, pero cuando trabajamos, trabajamos duro”, asegura Askenazy.

“Cuando ves el ritmo de trabajo de los cajeros de supermercado, por ejemplo, es mucho mayor en Francia que en otros países. ¿Por qué? Para empezar, son vigilados de cerca”, explica.
Este control se hace a través de la tecnología: los gerentes saben exactamente cuántos clientes ha servido cada uno de los cajeros.
“Saben exactamente cuál es el desempeño de cada cual”, asegura el profesor.

Los sistemas de incentivos ayudan a aumentar la productividad en los supermercados.
Esta información se utiliza luego para establecer sistemas de incentivos para premiar a los trabajadores más productivos.
2. Una buena infraestructura
Pero los supermercados y el resto de los sectores económicos se benefician también del hecho de que las infraestructuras en Francia son muy buenas.
Si uno viaja en tren por el país se da cuenta de que aunque no toda la red de infraestructuras es perfecta, es claramente mejor que en otros países.

La infraestructura francesa es una de sus ventajas.
La mayor parte de las ciudades principales están conectadas por tren de alta velocidad, y esto no sucede solo en París y sus alrededores.
Debido al poder de la política regional en Francia, la infraestructura es buena en todo el país.

Esto ayuda a empresas como Saint Gobain, un enorme grupo de fabricación de materiales de la construcción que produce un cuarto de todas las placas de escayola que se utilizan en Francia.
La fábrica que tiene a las afueras de París es muy eficiente. Está situada al lado de una mina que produce su materia prima, el yeso.
El material entra en la planta a través de una cinta transportadora, y en los últimos años la fábrica ha pasado de tener dos líneas de producción a solo una que no solo es más rápida, sino que necesita menos trabajadores para funcionar.

La red de infraestructuras es mejor que la de otros países similares.
Pasar a tener una sola línea de producción también ha implicado una reducción de puestos de trabajo debido a que el proceso de descarga al final de la cinta se hace de forma automática.
“Con un sistema manual tendríamos 15 o 16 personas trabajando. Ahora no hay nadie”, asegura Jacques Moronvalle, gerente de la planta.
3. Trabajadores aplicados
Las empresas francesas invierten en soluciones de alta tecnología como ésta porque tienen que hacerlo: los trabajadores franceses son caros.
No pueden ser obligados a trabajar más de 35 horas a la semana sin que se les paguen horas extra o se les dé compensación.
Reemplazar a los trabajadores por máquinas es algo que ya se ha hecho en muchas fábricas.
Como explica el director de recursos humanos de Gobain para Francia, Régis Blugeon, esto significa que cuando trabajan, lo hacen duramente.
“Tienen que hacerlo, la semana es muy corta, son 35 horas. Pero lo gente lo acepta: es parte de la negociación colectiva [entre sindicatos y empresarios]”, dice Blugeon.
4. Las universidades de élite
Escuchando al gerente de la planta de Gobain, Jacques Moronvalle, queda claro que al igual que muchos otros en la cima de la industria francesa, es graduado de una de las Grandes Écoles, una de las universidades de élite cuyos licenciados dominan la sociedad y la economía.
Una de ellas es CentraleSupélec, a las afueras de París.
En uno de los laboratorios, el investigador Bertrand Davis lleva a cabo una investigación puntera.
“Estoy trabajando en el campo de ingeniería de tejidos. Quiero producir huesos artificiales”, explica.

El sistema educativo funciona en asociación con las grandes empresas.
Davis muestra una pequeña incubadora en una esquina, con aspecto de una pequeña nevera.
Dentro hay dos botellas de vidrio con dos tubos que comunican con dos vasos de precipitación, que están siendo constantemente agitados.
Parece algo sencillo, pero lo que están intentando hacer es generar huesos.
“Le decimos a los estudiantes que tienen que desarrollarse en cuatro campos al mismo tiempo: el primero es el de la ciencia y la tecnología; el segundo son las empresas: tienen que entender cómo funcionan y se comportan, cómo cambian y cómo son dirigidas”, explica Hervé Biausser, director de la École Centrale Paris y Supélec.
“El tercero es el mundo, tienen entender cómo funciona; y el cuarto son ellos mismos, tienen que desarrollarse ellos mismos como personas”, continúa.
De hecho, todo este sistema educativo funciona en asociación con las grandes empresas francesas.
Estas escuelas son lugares impresionantes, pero entrar en ellas es muy difícil.
La competencia es grande y normalmente los aspirantes tienen que hacer dos años extra de educación intensiva en la escuela tras acabar el bachillerato.
Celine Devreaux fue una de las dos personas de su grupo de clase de 90 estudiantes que entró en una de estas universidades.
Tiene dos maestrías, una de ellas de Viena, y está haciendo ahora un doctorado.

Entrar en las grandes universidades es muy difícil.
“Trabajamos una gran variedad de temas”, explica. “Lo que aprendemos es a adaptarnos muy rápido a cada nuevo tema que entra. Esta es la gran ventaja”.
Así que no se trata solo de producir a los mejores científicos y académicos, sino que se enfatiza las cualidades de liderazgo también.
Nadie que sea un ratón de biblioteca que no se sepa relacionar se gradúa de una de estas universidades.
Lo cual, sumado a todo lo demás, explica por qué los graduados de CentraleSupélec están entre los mejor pagados de Francia.
Pero además de todo esto, dice Philippe Azkernazy, la geografía también es un factor, porque mantiene a Francia alerta al estar rodeado de países ultra eficientes como Suiza y Alemania y productores baratos como España.
5. Los excluidos de la fuerza laboral
Pero, si Francia es un país tan productivo, ¿por qué es percibido con frecuencia como el enfermo de Europa?
El crecimiento, de hecho, ha sido lento e intermitente. Y el desempleo es el doble que en Reino Unido.

Las sucesivas reformas laborales han generado protestas.
“Hay una dicotomía: junto a esas empresas tan eficientes también hay muchas empresas pequeñas no muy productivas, y a menudo muy viejas, con dinámicas empresariales no tan vibrantes como en otros países”, explica Nicola Brandt, economista de la OCDE especializada en Francia.
“Y lo que falta son empresas medianas que sean fuertes, como en Alemania”, afirma.
Una razón por la que Francia no está desarrollando empresas medianas eficientes son las barreras existentes a la hora de crear y hacer crecer una empresa.
“Es más difícil entrar en el mercado, crear una empresa es pesado, la administración y los impuestos son pesados, lo cual siempre es más difícil para las empresas más pequeñas”, asegura.
Y hay otra razón por la que la productividad es alta, y no es una buena razón.

La alta productividad también se explica por el desempleo.
Francia tiene un nivel alto de desempleo, alrededor del 10%, y una baja tasa de empleo debido a que no sale a cuenta emplear a muchos franceses, asegura Nicola Brandt, de la OCDE.
“Tengo que decir que este nivel alto de productividad está también en parte relacionado con una de las grandes debilidades de la economía: el bajo nivel de empleo”, dice la experta.
“Debido a una combinación de un salario mínimo relativamente alto y de los elevados costes laborales, además del hecho de que una gran parte de la población adulta tiene relativamente bajas cualificaciones, grandes sectores de la población están excluidos de la fuerza laboral, no trabajan. Así que los trabajadores menos productivos no están en la fuerza laboral”.
Esto implica que la elevada inversión de las empresas francesas se dedica a reemplazar a trabajadores caros y poco productivos por máquinas, computadoras y robots, lo cual aumenta las cifras de productividad.
En resumen, es fácil mejorar tu productividad si sacas a tus trabajadores menos productivos de la ecuación.
Una consecuencia: más trabajadores pobres
Aunque el gobierno francés ha intentado desregular algunos aspectos del mercado laboral, esto no está ayudando, asegura el profesor Askenazy.
“Con unas cifras de desempleo de dos dígitos, los políticos franceses han intentado promover medidas para aumentar el número de personas en el mercado laboral. Una de ellas es el desarrollo del autoempleo y de los contratistas independientes”.
Esto es importante porque Francia es conocida por tener una fuerza de trabajo con predominancia de trabajadores asalariados y derechos muy protegidos.
Estos nuevos trabajadores independientes son más flexibles y más baratos para las empresas. Pero todo esto tiene un coste.
“Ellos aceptan salarios muy bajos, no hay salario mínimo para contratistas independientes. Así que tenemos un nuevo sector de trabajadores pobres”.

La productividad, siendo alta, no ha aumentado en los últimos años.
Y aunque la productividad es alta en Francia, ésta no ha aumentado recientemente.
Pero a pesar de todo esto, es indudable que Francia está haciendo muchas cosas bien: está casi a la par con Alemania y Estados Unidos, dos economías comparables y entre las más productivas del mundo.
En Alemania, es el sistema de formación lo que hace una economía ganadora, mientras que en Estados Unidos la gestión es brillante.
En el caso de Francia, la poca flexibilidad de su mercado laboral se ve superada por la elevada inversión, una educación excelente y una buena gestión

Juliana García, la montañista de Ecuador que rompe barreras y se convirtió en la primera mujer guía oficial de montaña de América Latina

Es solo un pequeño pin de metal, pero para Juliana García su significado es tan grande como la montaña más alta.
Muestra que quien lo lleva ha sido certificado internacionalmente para guiar a los visitantes en las montañas de todo el mundo.
Lo recibió esta ecuatoriana de 32 años el viernes 31 de marzo, convirtiéndola en la primera mujer en América Latina en ser certificada oficialmente por la Federación Internacional de Asociaciones de Guías de Montaña (IFMGA).

Juliana García está orgullosa del pin que muestra que es una guía de montaña certificada.

García realizó su examen en las pendientes del volcán Antisana.
Parte del examen se llevó a cabo en el glaciar del volcán Altisana, de 5.758 metros de altura, al sureste de Quito.
Bajo el escrutinio de instructores nacionales e internacionales, Juliana García y seis compañeros tuvieron que mostrar sus cualidades con las cuerdas, los crampones y los piolets, y demostrar su capacidad de autorrescate.
Terreno masculino
Juliana García ha estado poniendo pie en un terreno que en América Latina, y en el resto del mundo, está todavía ampliamente considerado como masculino.

Juliana García asegura que su camino no ha sido fácil.
Hace años acudió a un curso en una escuela internacional de guías en Bolivia, pero no aprobó el examen IFMGA al final del curso.
Y García dice haber presenciado una fuerte cultura de machismo entre los instructores y los otros estudiantes.
Riendo, se acuerda de cómo la experiencia de un mes casi la hace abandonar el sueño de convertirse en una guía de montaña certificada oficialmente.
Pero ella perseveró y en 2015 se convirtió en la presidenta de la Asociación Ecuatoriana de Guías de Montaña.
Como una de las dos mujeres en todo el mundo en liderar una asociación de guías de montaña (la otra es de Estados Unidos), se ha ganado el respeto de sus compañeros montañeros.
“Estoy muy orgulloso de ser parte de una asociación que tiene a una mujer como representante de todos en la asamblea internacional”, dice Joshua Jarrín, director técnico de la escuela de guías de Ecuador.
Nuevas actitudes
Para Juliana García, sin embargo, esa distinción no era suficiente. Y se propuso de nuevo conseguir el certificado internacional de guía de montaña.

Juliana García no renunció tras suspender el examen la primera vez.
Y percibió que el machismo en su lugar de origen, Ecuador, era igual de fuerte que el que se había encontrado antes en Bolivia.
“Es difícil en una sociedad que nunca ha confiado en las mujeres para hacer este trabajo”, explica.
El trabajo tiene una gran responsabilidad, ya que los escaladores confían sus vidas a los guías. Si un escalador se cae, el trabajo del guía es parar esa caída.
Las decisiones que toma el guía, como juzgar el tiempo y las condiciones de la nieve, pueden determinar si el grupo llega sano y salvo abajo de la montaña.
García dice que en algunos casos, las mujeres son más cautelosas al tomar estas decisiones.
“Algunos clientes me han dicho a la cara que no se fían de las guías mujeres”, dice.

El número de guías mujeres en otros países también es bajo.
Desde que aprobó el examen, muchos colegas han afirmado públicamente lo orgullosos que están de sus logros, no solo en Ecuador.
François Marsigny está a cargo del departamento de alpinismo en la Escuela Nacional Francesa de Alpinismo y Ski, cree que es “muy importante” que más mujeres sigan los pasos de García.
“Las mujeres traen actitudes nuevas al trabajo, como la comunicación, el cuidado del cliente y el manejo de riesgos”, dice.

Juliana García espera que otras sigan sus pasos.
Marsigny quiere aumentar el porcentaje de guías mujeres en Francia del actual 2% a al menos un 10% en los próximos cinco años.
Es un porcentaje que en Ecuador todavía parece lejano. Pero la pasión de Juliana García para hacer del montañismo algo accesible para todos sin importar el género está ganando.
“No se trata de lo que es o no es posible. Las montañas son de todos”, asegura

El Arbol Confundido Reflexion

Había una vez, algún lugar que podría ser cualquier lugar, y en un tiempo que podría ser cualquier tiempo, un hermoso jardín, con manzanos, naranjos, perales y bellísimos rosales, todos ellos felices y satisfechos.

Todo era alegría en el jardín, excepto por un árbol profundamente triste. El pobre tenía un problema: “No sabía quién era.”

“Lo que te falta es concentración”, le decía el manzano, “si realmente lo intentas, podrás tener sabrosas manzanas. ¿Ve que fácil es?”

– No lo escuches, exigía el rosal. Es más sencillo tener rosas y “¿Ves que bellas son?”

Y el árbol desesperado, intentaba todo lo que le sugerían, y como no lograba ser como los demás, se sentía cada vez más frustrado. Un día llegó hasta el jardín el búho, la más sabia de las aves, y al ver la desesperación del árbol, exclamó:

– No te preocupes, tu problema no es tan grave, es el mismo de muchísimos seres sobre la tierra. Yo te daré la solución. No dediques tu vida a ser como los demás quieran que seas. Sé tu mismo, conócete, y para lograrlo, escucha tu voz interior. Y dicho esto, el búho desapareció.

– ¿Mi voz interior…? ¿Ser yo mismo…? ¿Conocerme…?, se preguntaba el árbol desesperado, cuándo de pronto, comprendió. Y cerrando los ojos y los oídos, abrió el corazón, y por fin pudo escuchar su voz interior diciéndole:

– Tú jamás darás manzanas porque no eres un manzano, ni florecerás cada primavera porque no eres un rosal. Eres un roble, y tu destino es crecer grande y majestuoso. Dar cobijo a las aves, sombra a los viajeros, belleza al paisaje… Tienes una misión “Cúmplela”. Y el árbol se sintió fuerte y seguro de sí mismo y se dispuso a ser todo aquello para lo cual estaba destinado.

Así, pronto llenó su espacio y fue admirado y respetado por todos.
Y sólo entonces el jardín fue completamente feliz.

Y tú… ¿dejas crecer el roble que hay en ti?
En la vida, todos tienen un propósito que cumplir, un espacio que llenar.

No permitas que nada ni nadie te impida conocer y compartir la maravillosa esencia de tu ser.