Archives julio 2017

El pan no esta duro, duro es no tener pan Reflexion

A veces nos queda alguna pieza de pan después de merendar y al día siguiente decimos: “Este pan está duro” y es muy probable que sí lo esté, pero pensado en ello y en una gran reflexión que leí de Wilder Hernández (Futuro Mejor Psicólogo) hoy quiero compartir esta frase contigo:

“El pan no está duro… duro es no tener pan”

Parece mentira, pero somos especialistas en quejarnos, y la mayoría de las veces nos quejamos sin razón, sin sentido, por tonterías, por egoísmo. “El pan no está duro… duro es no tener pan” ¿Qué quiere decir ésto? Que el trabajo que tienes no es duro, duro es no tener trabajo. Que tener el carro dañado no es duro, duro es no tener un carro. Que por tener el carro dañado y tener que caminar a tomar el bus eso es duro, no; eso no es duro, duro es no tener piernas, duro es no poder caminar. Comer arroz con sardina no es duro, duro es no tener comida. Perder la causa en algún problema familiar no es duro, duro y créeme que muy duro es perder un familiar.

Decir, TE AMO mirando a los ojos de otra persona no es duro, duro es decirlo frente a una lápida o un féretro donde ya no tienen sentido las palabras. Quejarse no es duro, duro es no saber ser agradecidos.

Hoy es un buen día para dar gracias por lo que tenemos y no dejar que nuestra felicidad dependa de algo o de alguien.

“Nuestra felicidad depende de nosotros mismos y de lo agradecido que seamos con lo que tenemos”.

La historia detrás de la icónica foto de Albert Einstein con la lengua afuera

Con su pelo desordenado, su bigote poblado y sus ojos marrones bien abiertos mirando directamente a la cámara, Albert Einstein saca la lengua desde el asiento trasero de un auto.
Es una de las imágenes más famosas e irreverentes del físico alemán que puede verse desde en tazas hasta en camisetas y que se subasta este jueves en la casa de remates Nate D. Sanders, en Los Ángeles, Estados Unidos.
La foto -que revela el cariz humorístico del creador de la Teoría de la Relatividad- fue tomada en 1951 por Arthur Sasse, fotógrafo de la agencia de noticias United Press International.

El científico acababa de salir del Princeton Club, donde había celebrado su cumpleaños número 72.Lo acompañaban Frank Aydelotte, director del Instituto de Estudios Avanzados de EE.UU. donde Einstein trabajaba, y la esposa del director, Marie Jeanette.
Fotógrafos por todos lados
Según cuenta el escritor francés Fred Jerome en su libro The Einstein Files. J. Edgard Hoover’s Secret War against the World’s Most Famous Scientist (“El expediente Einstein: el FBI contra el científico más famoso del mundo”), Einstein posó pacientemente para los fotógrafos que, enterados del evento, se habían congregado a las puertas del club.

Esta es otra de las fotografías más conocidas del científico alemán.
Finalizada la sesión, cuando el premio Nobel de Física en 1921 se disponía a partir, Sasse se le acercó y le pidió una sonrisa para tomarle una fotografía.
Ya sea por cansancio o harto de la persecución de los reporteros, cuenta Jerome, Einstein le sacó la lengua, y Sasse fue lo suficientemente rápido como para capturar el gesto con su lente.
Después de un debate entre los editores, quienes pensaron en un inicio que la foto podría ofender al científico, la agencia decidió publicarla.

No sólo Einstein no se molestó por la imagen, sino que le gustó tanto, que encargó nueve copias que mandó cortar -excluyendo a sus acompañantes- para regalarlas firmadas a sus amigos.
Valor
La foto que se subasta tiene escrito en su margen izquierdo “A. Einstein .51”, que indica que la firmó muy poco después de que fuera tomada.
A juzgar por remates anteriores, la icónica imagen podría alcanzar los US$44.000.
Según la casa de subastas, la foto, además, está en buenas condiciones.
Pero su valor radica en que, a diferencia de las demás, no está cortada sino que se ve a Einstein con sus amigos.

Jeff Bezos: el fundador de Amazon y dueño de The Washington Post destrona a Bill Gates como “el hombre más rico del mundo”

Aunque Amazon ha registrado pérdidas durante años, también le ha servido a su fundador, Jeff Bezos, para convertirse en el hombre más rico del mundo.
El creador de la tienda para ventas en línea más grande del mundo destronó a Bill Gates como la mayor fortuna a nivel global, según el último índice de multimillonarios de la revista Forbes y de Bloomberg.
De acuerdo con el reporte de Bloomberg, tras un repunte de las acciones de Amazon este jueves, la fortuna de Bezos ascendió a los US$90.900 millones, frente a los US$90.500 millones que se estima cuenta Gates, que lideró la lista desde 2013.

El empresario estadounidense, que recientemente compró la cadena de comida Whole Food, posee aproximadamente el 17% de las acciones de Amazon, cuyo valor de mercado superó este miércoles los US$500.000 millones.
Bezos, de 53 años, comenzó su proyecto de Amazon como una tienda de libros en línea y hoy controla la mayoría del comercio minorista por internet.
En 2013, compró el periódico The Washington Post y en los últimos años sus emprendimientos se han centrado en Blue Origin, un negocio de cohetes espaciales.
Pero Amazon, que ha registrado por años pérdidas multimillonarias, continúa siendo su negocio insignia. Solo en los primeros tres meses de 2017, sus ventas aumentaron un 23% respecto a igual periodo de 2016, lo que representó ingresos por US$35.700 millones.

Por qué la película de Disney “Buscando a Nemo” está equivocada

Es hermosa, entretenida, tierna, dramática… pero, desde un punto de vista científico, la película de Disney “Buscando a Nemo” contiene información equivocada.
Según un estudio presentado recientemente en un simposio en Reino Unido, el pez payaso que da nombre a la película nunca se habría reencontrado con su padre al final de la historia, ya que, para ese entonces, su padre se habría convertido en su madre.
Esto se debe a que en la realidad, cuando por algún motivo desaparece la hembra de una pareja, los machos sufren una transformación hormonal que los convierte en hembras, con capacidad reproductora.

En los peces payaso o anémona, el individuo dominante y de mayor tamaño es la hembra, que se encarga de proteger a los huevos de las amenazas externas.
El macho es más pequeño y se mantiene más cerca de los huevos.
Al cambiar de sexo, los machos asumen el rol protector reservado a las hembras.
Ambos, junto a los individuos más jóvenes, viven en la misma anémona toda su vida.
De padre a madre y de hijo a pareja
La película de Disney, muy bien recibida por la crítica y el público cuando se estrenó en 2003, gira en torno a la relación entre Nemo y su padre, Marlin.

El pez payaso vive en la misma anémona durante toda su vida.
Cuando una barracuda se come a su madre y a sus hermanos, Nemo y su padre son los únicos sobrevivientes de la familia.
Nemo acaba separado accidentalmente de su padre, que lo busca desesperadamente, hasta que al final se produce el emotivo reencuentro.
Pero, como le explicó a la BBC Suzanne Mills, bióloga del Centro de Investigaciones Insulares y Observatorio del Medio Ambiente en Francia, y coautora del citado estudio, “al regresar, Nemo se habría encontrado con su madre porque al cabo de unas tres semanas, el padre habría atravesado numerosos cambios hormonales que lo habrían convertido en hembra”.
No sólo eso, el individuo joven más grande que queda en la anémona -que en este caso sería Nemo- se convierte en el nuevo integrante de la pareja con el que la flamante hembra puede poner huevos.
Todo empieza en el cerebro
Los primeros signos moleculares de la transformación, dice el estudio, aparecen en el cerebro del macho antes que en su aparato reproductor.

La hembra es el individuo dominante de la pareja.
Se cree que la transformación puede estar causada por un desencadenante social. Es decir, que se inicia cuando el macho reconoce que la hembra ya no está a su lado.
Otra razón, dicen los investigadores, puede ser que la ausencia del comportamiento dominante de la hembra provoque un cambio hormonal dentro del pez, y esto a su vez dé inicio a la transición.
Aunque Disney no incluyó esta información en la trama de la película, acertó en muchos otros detalles que caracterizan a esta especie que habita en aguas tropicales, como el hecho de que son completamente fieles, y que la hembra es la más valiente de la pareja.

¿Qué es el pollo clorado y por qué causa polémica entre Estados Unidos y la Unión Europea?

La importación de pollo clorado está prohibida en la Unión Europea, sin embargo sí se consume en Estados Unidos, que es además uno de los grandes exportadores mundiales de carne avícola.
Hace años que la técnica de cloración del pollo causa polémica a ambos lados del Atlántico cuando los dos gigantes se sientan a hablar de tratados comerciales.
Ambas partes justifican su uso o prohibición con el mismo argumento: proteger la salud de los consumidores. ¿Pero por qué genera tanta polémica?
La técnica consiste en bañar al pollo después de su muerte en una solución antimicrobiana de agua clorada para matar bacterias y otros patógenos que causan enfermedades, como la Salmonella y la Campylobacter.

Las autoridades de Estados Unidos creen que esa solución es inofensiva para el consumo humano.
Pero la Unión Europea considera que el uso de esta técnica de inmersión hace que no se implementen otras medidas de higiene necesarias en las granjas y mataderos.
¿Es una técnica segura?
Las soluciones antimicrobianas que se utilizan en la producción de pollo en Estados Unidos están aprobadas por el departamento de Agricultura y la agencia para la Alimentación y los Medicamentos (FDA por sus siglas en inglés) de ese país, que las consideran seguras para el consumo y eficaces para matar o inhibir el crecimiento de bacterias.
El cloro se usa en niveles específicos de concentración considerados inofensivos y aprobados por el departamento de Agricultura.

El uso de la técnica de clorado de pollo no ha afectado a las exportaciones estadounidenses fuera de la Unión Europea.
El Consejo Nacional del Pollo de Estados Unidos (NCN) cita varios estudios científicos estadounidenses que confirman que el uso de agua clorada no supone ninguna amenaza para la salud pública, sino al contrario, que la protege.
Añade además que si estas sustancias diluidas están presentes en el producto final es en una cantidad tan insignificante que no afecta al aspecto ni al sabor de la carne.
El uso de esta técnica no ha afectado a las ventas de pollo estadounidense a otros países, ya que Estados Unidos es, junto a Brasil, uno de los exportadores líderes mundiales, según el NCN.
Según datos del NCN en 2016 Estados Unidos exportó un 16,5% de la producción nacional de pollos.
México es de lejos el país que más productos de pollo estadounidense importa. Canadá, Hong Kong, Angola, Taiwán y Cuba son otros de los mayores destinos de exportación de estos productos estadounidenses.
¿Por qué tanta oposición en Europa?
La visión que tiene la Unión Europea es que es mejor prevenir que curar. Consideran que las intervenciones químicas al final de la cadena de producción -y el clorado de pollo es solo una de varias técnicas utilizadas-, son una manera de compensar una carencia de higiene adecuada en todas las etapas previas de producción.

La visión que tiene la Unión Europea es que es mejor prevenir que curar.
Para hacer la cloración los productores solo tienen que darle a los pollos muertos un baño en agua clorada, un proceso mucho más barato que el uso sistémico de medidas de higiene durante toda la vida y muerte de las aves.
Un estudio de la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria sugiere que los beneficios para la salud pública al controlar los patógenos en la producción primaria del pollo son mayores que los de hacerlo al final de esa cadena. Puntualizan además que “las bacterias también pueden pasar de las granjas a los seres humanos por otras vías adicionales a la carne de pollo”.
Por eso, por ejemplo, las regulaciones europeas obligan a los trabajadores de las granjas avícolas a usar ropa y calzado específico y tienen normas detalladas para el transporte y sacrificio de los animales.
Monique Goyens, de la Organización Europea de Consumidores, lo resume así en una entrada de blog de 2014: “Esencialmente lo que nos preocupa no es la sustancia química en sí misma, sino el riesgo de que estos tratamientos se vean como una ‘solución rápida’ para limpiar carne sucia”.
El reconocido periodista británico George Monbiot dice en una columna del diario The Guardian que lo que causa la polémica en torno al pollo clorado, de fondo, es la colisión de dos filosofías sobre cómo abordar la seguridad de los alimentos.
“Las reglas europeas, que abordan la regulación alimentaria desde la precaución, permitiendo solo productos y procesos que se ha demostrado que son seguros. Y la perspectiva providencial de Estados Unidos, que permite cualquier cosa que no se haya demostrado que es peligrosa”.