Archives marzo 2018

5 deportistas latinoamericanas que brillan en el mundo

Muchos deportistas latinos destacan en la escena internacional gracias a su popularidad en sus respectivas modalidades. Pero también hay otros nombres que, aunque lograron llegar a la cima, no logran ser tan conocidos.

Entre ellos, muchos pertenecen a mujeres.

Dado que el deporte femenino suele tener un rol secundarioen la mayoría de países latinoamericanos,el momento en que ellas consiguensubir a lo más alto del podio y dejan el mundo a sus pies no siempre logra la repercusión que merecerían.

Es por eso que con motivo del Día Internacional de la Mujer, en BBC Mundo destacamos a cinco deportistas latinoamericanas que brillan con luz propia en el mundo.

YULIMAR ROJAS, Venezuela

A sus 22 años, Rojas ya suma dos mundiales bajo techo, uno al aire libre, una medalla de plata olímpica y varios títulos sudamericanos.
La saltadora venezolana se está convirtiendo en la gran exponente del deporte de la región al sumar la medalla de oro de los mundiales de atletismo bajo techo, que se celebraron el pasado fin de semana en Birmingham, Reino Unido, a la ya conseguida el año pasado en Londres, donde destronó a la colombiana Caterine Ibargüen.

Además, Rojas fue seleccionada como la atleta juvenil de 2017 por la Federación Internacional de Atletismo.

ETIENE MEDEIROS, Brasil
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Medeiros consiguió uno de los retos más difíciles para los deportistas latinoamericanos: subir a lo más alto del podio en un mundial de natación.
La campeona mundial de los 50 metros espalda en Budapest es considerada como la mejor nadadora de la historia de Brasil al sumar títulos en piscina corta y larga.

Medeiros también posee el récord mundial de la distancia.

SOFÍA GÓMEZ URIBE, Colombia

La apnea nunca debe practicarse en solitario, recuerda Sofía Gómez.
La deportista colombiana es número uno del mundo en cuatro disciplinas de apnea y consiguió el récord de la Confederación Mundial de Actividades Subacuáticas en la disciplina de peso constante con bialetas (en la que se baja y se sube por medios propios, sin asistencia), tras alcanzar los 84 metros en 2017.

Su progresión la ha convertido en la mejor apneista de América y principal referencia en el mundo.

PAOLA LONGORIA, México

Longoria pasó más de tres años sin perder un partido.
Es evidente que la mexicana Paola Longoria es la mejor jugadora de raquetbol de todos los tiempos al seguir liderando el ranking mundial de un deporte que domina desde que comenzó a participar en las categorías juveniles.

Con seis títulos mundiales, seis medallas de oro panamericanas y una infinidad de trofeos y campeonatos, Longoria ya tiene un lugar reservado entre los mejores deportistas de la historia de México.

MAYRA AGUIAR, Brasil

Con su segundo título mundial, Aguiar logró en parte resarcirse por la decepción que vivió en Río 2016.
No pudo conseguir la medalla soñada en las Olimpiadas de Río 2016, pero Aguiar se recuperó de la decepción para conseguir la medalla de oro de los mundiales de judo en Budapest el año pasado.

Fue su segundo título mundial en la categoría de menos de 78 kilogramos tras el alcanzado en Rusia en 2014.

Zapatos Viejos Reflexion

Un estudiante universitario salió un día a dar un paseo con un profesor, a quien los alumnos consideraban su amigo debido a su bondad para quienes seguían sus instrucciones.

Mientras caminaban, vieron en el camino un par de zapatos viejos y supusieron que pertenecían a un anciano que trabajaba en el campo de al lado y que estaba por terminar sus labores diarias.

El alumno dijo al profesor:
Hagámosle una broma; escondamos los zapatos y ocultémonos detrás de esos arbustos para ver su cara cuando no los encuentre.

 

Mi querido amigo- le dijo el profesor- nunca tenemos que divertirnos a expensas de los pobres.
Tú eres rico y puedes darle una alegría a este hombre. Coloca una moneda en cada zapato y luego nos ocultaremos para ver cómo reacciona cuando las encuentre.

Eso hizo y ambos se ocultaron entre los arbustos cercanos. El hombre pobre, terminó sus tareas, y cruzó el terreno en busca de sus zapatos y su abrigo.

Al ponerse el abrigo deslizó el pie en el zapato, pero al sentir algo adentro, se agachó para ver qué era y encontró la moneda. Pasmado, se preguntó qué podía haber pasado. Miró la moneda, le dio vuelta y la volvió a mirar.
Luego miró a su alrededor, para todos lados, pero no se veía a nadie. La guardó en el bolsillo y se puso el otro zapato; su sorpresa fue doble al encontrar la otra moneda.

 

Sus sentimientos lo sobrecogieron; cayó de rodillas y levantó la vista al cielo pronunciando un ferviente agradecimiento en voz alta, hablando de su esposa enferma y sin ayuda y de sus hijos que no tenían pan y que debido a una mano desconocida no morirían de hambre.

El estudiante quedó profundamente afectado y se le llenaron los ojos de lágrimas.
Ahora- dijo el profesor- ¿no estás más complacido que si le hubieras hecho una broma?

El joven respondió:
Usted me ha enseñado una lección que jamás olvidaré. Ahora entiendo algo que antes no entendía: es mejor dar que recibir.

¿Qué se puede hacer con chicle usado?: Anna Bullus, la diseñadora británica que fabrica suelas de zapatos con goma de mascar

Los chicles tienen una vida muy corta, pero un costo muy alto.

Cada año, gastamos en el mundo más de US$19.000 millones en gomas de mascar, pero buena parte de ellas terminan pegadas al suelo.

Son, de hecho, el segundo tipo más habitual de basura callejera, después de las colillas de cigarrillos.

Pero una diseñadora británica tuvo una idea rompedora: ¿y si transformamos ese material usado en productos nuevos?

Fue así como Anna Bullus comenzó a reciclar goma de mascar, y a fabricar objetos al mismo tiempo que limpiaba las calles de Reino Unido.

Anna Bullus enseña a niños sobre sostenibilidad en el Museo del Diseño de Londres.

Hace unos 10 años, Anna comenzó su proyecto al observar una papelera de la calle.

Se puso a examinar algunas de ellas al azar, observando el tipo de cosas que tiraba la gente: desde bolsas de papas fritas hasta colillas de cigarrillos.

Luego pensó en cuáles podían reciclarse.

“Encontré un trozo de goma de mascar y, como diseñadora, me sorprendió por completo que no se estuviera haciendo nada para reciclarla”, le contó a la BBC.

Investigando la química de la goma de mascar, descubrió que su principal ingrediente, la goma base, es una goma sintética, un tipo de polímero (materiales que se forman por la unión de varias moléculas de bajo peso) similar al plástico.

Los chicles que pisas por la calle pueden transformarse en nuevos materiales.
“Se llama poliisobutileno”, explica Anna. “Lo mismo que te encuentras en el tubo interno de las ruedas de bicicleta”.

Ese material, al que también se le conoce por las siglas PB o caucho butilo, se obtiene de petroquímicos, los cuales son refinados a partir de combustibles fósiles, como el petróleo crudo.Anna se dio cuenta de que los chicles, una vez que son consumidos, pueden convertirse en un material muy útil y versátil.

Su principal ingrediente es la goma base, un tipo de polímero.
En busca de chicles usados
Pero, ¿cómo lograr persuadir a la gente de que done sus chicles usados, en lugar de tirarlos a la calle de manera descuidada?

Como parte de su estrategia, Anna creó unos cubos de basura rosas, brillantes y en forma de burbuja a las que llamó Gumdrop, que en español significaría algo así como “deposite sus chicles”.

Para facilitar la tarea, hizo posible que esos contenedores pudieran colocarse a la altura de la cabeza.

Los propios cubos están hechos de chicle reciclado y un mensaje colocado junto a ellos explica que cualquier chicle recolectado será usado para crear nuevos objetos.

Estas papeleras están hechas de chicles usados.
La Universidad de Winchester, al sur de Inglaterra, Reino Unido, fue uno de los primeros lugares en instalar esos contendores. Cerca de 8.000 personas viven y trabajan en el campus, y las autoridades querían limpiar la zona de chicles.

Para convencer a la gente de su uso, adoptaron una estrategia doble.

Instalaron 11 de las papeleras creadas por Anna y, para reforzar el mensaje de que los chicles pueden ser reciclados, les regalaron a cientos de estudiantes vasos de café hechos de ese material.

“Los estudiantes olfateaban primero la taza para comprobar que no olía a menta o a chicle”, recuerda Liz Harris, responsable de la universidad para asuntos ambientales.

“Gran parte de la goma de mascar que se vende en la calle es un polímero, por eso puede ser usado para fabricar nuevos productos. Cuando la gente se da cuenta de ello, es lindo”.

18 meses después, la universidad observó menos chicles en sus calles y edificios, y está expandiendo el programa para reciclarlo.

Un vaso de café como este contiene 42 chicles usados.
El aeropuerto de Heathrow, en Londres, también está adoptando la medida. Lo probó durante tres meses y hubo “una mejora notable”, que le permitió ahorrar más de US$8.300 en gastos de limpieza.

Además, la empresa de ferrocarriles Great Western Railway instaló las papeleras de chicles en más de sus 25 estaciones.

En cada uno de esos dos casos, los contenedores no solo solucionaron el problema de reciclar la goma de mascar, sino que además potenciaron un cambio en el comportamiento de la gente.

Dándole forma al plástico
Otro reto para Anna fue encontrar socios industriales dispuestos a ayudarle reciclar goma de mascar usada, algo completamente novedoso.

Finalmente, logró convencer a una planta de reciclaje en Worcester, en el centro de Inglaterra, para que se sumara al proyecto.

Primero, descartan los materiales que no necesitan, como papeles o envoltorios, y después trituran las gomas de mascar y las combinan con otros polímeros y plásticos reciclados.

La proporción de las mezclas varía, pero Anna dice que cada objeto contiene al menos un 20% de chicle usado.

En un lugar especializado para moldear plásticos en Leicester, Inglaterra, llamado Amber Valley, que normalmente fabrica alarmas, Anna crea los diseños de los productos que fabrica a partir de chicle.

Los chicles se someten a temperaturas altas antes de introducirlos en máquinas que les permiten moldearlos.
La mezcla de plásticos que contiene la goma de mascar reciclada se introduce dentro de una máquina. Después, es convertida en una pasta que puede usarse para crear nuevos objetos, una vez que se enfría.

“No hay ninguna diferencia entre el material de polipropileno equivalente a los chicles. Las temperaturas y los parámetros para procesarlo son idénticos”, le dice a la BBC Brett Nixon, un directivo de la planta de reciclaje.

“Cuando manejas el producto terminado, toma un tiempo acostumbrarse al hecho de que estuvo antes en la boca de una persona”.

“Pero una vez que superas eso, es fácil. Reciclarlo y darle una segunda vida significa ayudar al medio ambiente. Es una idea fantástica”.

Y está encontrando nuevos apoyos.

“Es una forma muy creativa e innovadora de hacer que la gente tome responsabilidad sobre los chicles que tira. Creemos que ese cambio de comportamiento es la única solución sostenible a largo plazo para afrontar el problema, y lo apoyamos”, dice Alex Hunter-Dunn, vocero de Wrigley, una empresa estadounidense —y uno de los mayores fabricantes en Reino Unido— que respalda el proyecto.

Algunos investigadores han intentado otras soluciones, como crear goma de mascar biodegradable que se elimine más fácilmente de las calles, o chicle orgánico, como Chicza, cuya materia prima se extrae con métodos sostenibles de las selvas de México y América central. Pero su mercado es reducido.

Anna cree que en el mercado actual, dominado por chicles no biodegradables, su método es la mejor opción.

“Creo que a través del diseño adecuado podemos cambiar la manera en que la gente se comporta”, dice la diseñadora.

Cuáles son las marcas país más valiosas de América Latina

Los países latinoamericanos han entrado de lleno en esta tendencia.

La manifestación más visible de la “marca país” es esa serie de logotipos coloridos y eslóganes publicitarios -como “Colombia es pasión”- que en los últimos años han proliferado para identificar a cada una de las naciones de la región, sobre todo en campañas para atraer turismo o negocios.

“Pero la marca país es mucho más que una campaña de promoción publicitaria”, le dice a BBC Mundo la colombiana Lina Maria Echeverri, investigadora en temas de marketing y fundadora de Pais Marca OBS, un observatorio internacional del fenómeno.

“Es una estrategia completa para capitalizar la reputación del país”, aclara Echeverri.

Con eso se vende el país como atracción turística, destino de inversiones o sitio de origen de productos de exportación.

Las percepciones

En los últimos años, muchos países han diseñado logotipos como parte de su marca país.
“Cada país tiene un posicionamiento construido sobre la percepción que tienen sus residentes, visitantes o inversores sobre un territorio determinado”.

A comienzos de este siglo, los países en América Latina empezaron a darse cuenta que tenían que fortalecer o mejorar su reputación.

“Países como México, Argentina y Costa Rica iniciaron esta tradición en la región”, señala Echeverri.

Entre los casos más exitosos de marca país en América Latina está el de Perú, que inició su gestión en 2002, sostiene la experta.

“Primero tienen una identidad muy aferrada a su cultura. Aspectos culturales como la gastronomía peruana han ayudado a ponerlos en el mapa. La formulación de la marca país ha sido muy juiciosa y consistente, independiente del gobierno de turno.”

El ranking de las marcas país de la región
1 Argentina

2 Brasil

3 México

4 Chile

5 Perú

Fuente: Country Brand Report 2017-2018, FutureBrands,

¿Cuáles son las marcas más valiosas del mundo del deporte?
Echeverri también considera un éxito casos más recientes como la marca país de Panamá, que ha contribuido a consolidar su reputación como un centro de progreso económico.

Y no deja de señalar a Costa Rica, “la líder en Centroamérica”, según la consultora.

Los índices
¿Cómo se mide el éxito de una marca país? Según Echeverri hay varios escalafones que miden el posicionamiento de las naciones, como por ejemplo, el “Índice de marca país”, (Country Brand Index, en inglés), que examinan la percepción internacional de esas naciones.

Parte de la utilidad de la marca país es promover el turismo.
Según la última versión de este índice, para los dos años más recientes, Argentina tiene la mejor marca país del continente, seguida de Brasil, México, Chile y Perú.

Costa Rica es la mejor centroamericana en el ranking, con el sexto puesto, seguida de Cuba y Panamá.

De acuerdo a este índice, las cuatro últimas posiciones del ranking de 20 naciones latinoamericanas, corresponden todas a países centroamericanos.

El Salvador, Honduras, Guatemala y Nicaragua son los que ocupan los puestos más bajos en este escalafón, propuesto por la consultora internacional Future Brand.

Otro índice alternativo, el “Good Country Index”, (Índice del buen país) diseñado por la firma de Simon Anholt, uno de los líderes internacionales en el tema de marca país, arroja resultados distintos.

El tango es un símbolo de Argentina en todo el mundo.
Al compararnos con el mundo, el primer país latinoamericano que aparece en el índice es Chile, en el puesto 35, ligeramente antes que Croacia y después de República Checa.

Le siguen en el contexto latinoamericano Costa Rica, Uruguay, Guatemala y Panamá.

En ese índice, la nación latinoamericana peor ubicada es Venezuela, que ocupa el puesto 152 a nivel global, ligeramente mejor que Papúa Nueva Guinea y por debajo de la República Centroafricana. Paraguay y Honduras tampoco salen muy bien librados en ese índice, ocupando la posición 124 y 122 respectivamente.

Las críticas

La cultura es importante en la creación de la marca país.
“Las marcas país generalmente se orientan a tres variables: inversión extranjera, exportaciones y turismo. Pero también entra muy fuerte la variable de la cultura”, asegura Echeverri.

Entre los problemas que han tenido algunas de las experiencias latinoamericanas en este campo de mercadeo, está el de la inestabilidad por razones políticas.

“Hay marcas que están muy amarradas a la figura del presidente. Cambia el gobierno y no se da continuidad a la marca”, dice la experta.

Algunos ven con escepticismo las campañas publicitarias asociadas a estos esfuerzos de marca país, a veces diseñadas por grandes firmas publicitarias multinacionales, y no dejan de señalarlas como creaciones “postizas” de identidad nacional.

“No siempre es así”, asegura Echeverri, quien recuerda el caso de la marca país de Honduras. “Hicieron una convocatoria nacional para que el pueblo hondureño mismo propusiera su diseño gráfico”.

Dispuestos a pagar más

En Colombia se ha multiplicado el número de visitantes extranjeros.
Pese a los numerosos índices y escalafones que han surgido para mediciones comparativas, es difícil llegar a conclusiones definitivas en el campo de las percepciones, por definición subjetivas, que tiene la gente sobre los países.

Sin embargo, está claro que hay países que han tenido mucho éxito en “vender” su imagen y hacer que la gente la asocie a virtudes, que traen beneficios económicos a partir de esa conexión.

Muchos hemos estado dispuestos a pagar más por productos o servicios que asociamos con la precisión suiza, elegancia italiana o la funcionalidad escandinava.

Los países latinoamericanos han empezado a entender esto y están empeñados en convencernos de que en su identidad nacional hay muchos aspectos por los que vale la pena pagar, y pagar bien.

¿De verdad tienen las duchas frías beneficios para la salud?

Muchos aseguran que darse a diario una ducha de agua fría puede tener beneficios para la salud: mejora la circulación, alivia el estrés y aumenta la vitalidad y la lucidez mental son algunas de las ventajas que más le atribuyen a este hábito.

Pero también se dice que puede ayudar a tratar la depresión y la ansiedad, reparar los músculos tras el ejercicio, quemar más grasa o incluso darle un impulso al sistema inmunológico.

¿Hay estudios científicos que lo demuestren? Y de ser así, ¿son esos supuestos beneficios lo suficientemente fuertes como para convencerte de que gires el grifo hacia el otro lado?

De entrada, lo que está claro es que el agua fría, al contacto con la piel, es un shock para el organismo: el cuerpo reacciona desencadenando una respuesta masiva al estrés, que hace que suba el ritmo cardíaco, aumente la circulación sanguínea y se libere adrenalina.

Por otro lado, a nivel doméstico, una ducha de agua fría es bastante segura y -temblores aparte- no tiene adversos negativos significativos para la salud.

A no ser que tengas una edad muy avanzada o problemas de corazón, en cuyo caso el agua fría podría hacer que te desmayes o sufras un ataque al corazón, matiza el doctor Chris van Tulleken, presentador del programa de la BBC “confía en mi, soy doctor” (Trust me, I´m a doctor).

¿Contra la depresión y la ansiedad?
Aunque todavía no ha habido un experimento clínico que haya utilizado una terapia de duchas frías como parte del tratamiento para la depresión y la ansiedad, algunos expertos creen que puede ayudar.

La teoría detrás de esa idea es que la exposición repetida al agua fría hace que el organismo se vuelva más eficaz a la hora de lidiar con la respuesta al estrés y con todos los cambios químicos y hormonales que las personas con depresión sienten.

Adaptarnos a la exposición repetida al frío podría ayudarnos a lidiar mejor con el estrés psicológico que suele acompañar a la ansiedad.
También argumentan que adaptarnos a esa exposición repetida al estrés del frío puede ayudarnos a lidiar mejor con el estrés psicológico que suele acompañar a la ansiedad.

En una charla TED de 2013, el triatleta Joel Runyon argumenta desde una perspectiva personal que darse una ducha fría puede cambiar la manera en la que afrontas el miedo y en como lidias con situaciones en las que te sientes incómodo.

Otra hipótesis argumenta que dado el gran número de receptores de frío en la piel, una ducha fría hace que el cerebro reciba una cantidad enorme de impulsos eléctricos desde las terminaciones nerviosas periféricas, que pueden tener un efecto antidepresivo.

¿Para el sistema inmunológico?
Según Chris van Tulleken, por ahora no hay evidencias definitivas sobre este beneficio.

Pero un estudio holandés sobre el efecto de las duchas frías sobre la salud y el trabajo publicado en 2016 en la revista PLOS One halló que una ducha diaria de agua fría resultó en una reducción del 29% en la autoevaluación de enfermedad de los participantes durante los 90 días siguientes a haber adoptado ese hábito.

Durante al menos 30 días consecutivos los individuos debían ducharse con agua fría al final de sus duchas habituales con agua caliente, durante periodos de 30, 60 o 90 segundos, según el subgrupo de estudio.

Los investigadores comprobaron que la duración de la ducha fría no influyó los resultados,así que afortunadamente 30 segundos son suficientes.

El efecto beneficioso más destacado por los voluntarios fue un aumento del nivel percibido de energía, que muchos comparaban con el efecto de la cafeína. De hecho algunos siguieron dándose una ducha final con agua fría más allá del período mínimo de 30 días para el experimento.

Por otro lado, el efecto adverso moderado más reportado fue una sensación persistente de frío en el cuerpo, las manos y los pies.

¿Para el dolor muscular tras el ejercicio?
Muchos atletas son partidarios de los baños en agua fría después del ejercicio.

La teoría detrás de este hábito dice que sumergirse en agua fría reduce el dolor y acelera la recuperación de las pequeñas fisuras en los músculos que genera el ejercicio.

Pero las evidencias científicas sobre si esto funciona o no son ambivalentes.

Si alguien siente que darse una ducha de agua fría le funciona no hay motivo para dejar de hacerlo, sugiere Tulleken.
Algunos estudios dicen que mejora la recuperación pero otros sugieren que puede reducir la capacidad de adaptación de los músculos.

Por otro lado, un estudio de 2014 publicado en Physical Therapy in Sport halló que no había diferencias estadísticas significativas entre darse una sola inmersión breve de contraste, inmersiones breves intermitentes de agua fría y caliente o baños de 10 minutos en agua fría a 6 o 10 grados.

¿De verdad ayudan a quemar grasa?
Esta es una de las creencias más populares sobre las duchas de agua fría: que puede convertir la grasa “blanca” no saludable en grasa “parda” activa y metabólicamente saludable, el tipo de grasa que quemamos para temblar.

Desafortunadamente, dice Tulleken, hay muy pocas evidencias de que eso sea verdad.

¿En conclusión…?
Según el doctor Tulleken, hasta ahora las investigaciones científicas sobre los beneficios de una terapia con duchas frías todavía están en una etapa muy temprana y no hay muchas evidencias conclusivas.

Pero dado que no se han reportado efectos adversos significativos, aparte de sentir frío, ni es algo que cause dependencia, si alguien siente que le funcionan no hay motivo para dejar de hacerlo, sugiere Tulleken.

“Personalmente llevo haciéndolo seis meses y me siento genial”, afirmó.