Archives julio 2019

Cómo Estados Unidos se está retirando de Medio Oriente (y quién lo reemplaza)

En las últimas semanas, el gobierno de Estados Unidos ha incrementado la presión sobre Irán.

El presidente Donald Trump, además, ordenó desplegar 1.000 efectivos adicionales en Oriente Medio. Estados Unidos estaría reafirmando su fuerza en la región. Sin embargo, otros signos indican que gradualmente se retira. Y el espacio que deja es ocupado por otras potencias.

Desde principios de este año hay gran incertidumbre sobre el papel de Estados Unidos en Oriente Medio. Por un lado, el presidente Donald Trump ordenó reducir la presencia militar en Siria, Irak y Afganistán. Por otro, redobló la ofensiva contra Irán mientras refuerza alianzas con Israel, Arabia Saudita y Egipto.

No es falta de interés, dice el experto Mouin Rabbani, sino que el gobierno de Trump ha delegado su política regional en los intereses de Israel y Arabia Saudita.

Por su parte, Mara Karlin y Tamara Cofman Wittes (de Brookings Institution), consideran, en Foreign Affairs, que “el desorden de la región limita la capacidad de cuánto puede hacer Estados Unidos para modelar su trayectoria, más allá de lo que invierta”.

Y para Jackson Diehl, columnista del Washington Post, pese a toda la retórica sobre retirarse, eso es imposible debido a los intereses en juego.

Los aliados más cercados
Desde su llegada a la presidencia, Trump ha tomado decisiones clave en favor de Israel y Arabia Saudita.

Ha reconocido a Jerusalén como la capital del Estado judío, desafiando numerosas resoluciones de Naciones Unidas; ha cortado la financiación a la Agencia de Naciones Unidas de Asistencia a los Refugiados Palestinos en Oriente Medio (UNRWA); y ha encargado a su cuñado, Jared Kushner (en alianza con el príncipe saudita Mohammed bin Salman), preparar el “proyecto del siglo” que, supuestamente, resolverá el conflicto palestino-israelí.

En marzo pasado la Casa Blanca reconoció la soberanía de Israel sobre los territorios de Altos del Golán, ocupados desde 1967, y hace pocos días indicó que las controvertidas excavaciones arqueológicas israelíes en el subsuelo cercano a la mezquita de al-Aqsa (Jerusalén) son legítimas.

Respecto de Arabia Saudita, Trump ha ido en contra de su propia Agencia Central de Inteligencia (CIA) y del Congreso al negarse a condenar al príncipe Bin Salman, señalado por Naciones Unidas como el posible instigador del asesinato del periodista opositor Jamal Khashoggi, en el consulado saudita en Estambul en 2018.

Además, en contra de la recomendación del Congreso, ha ofrecido tecnología nuclear a Riad.

El paso decisivo con las posiciones israelíes y las monarquías del Golfo ha sido retirar a su país del Plan Conjunto de Acción Integral de 2016. Este puso al programa nuclear iraní bajo control internacional. Washington ha impuesto nuevas sanciones a Irán y presiona a Europa y al conjunto de la comunidad internacional para no comerciar con ese país.

El 1 de julio, Teherán sobrepasó los niveles de enriquecimiento de uranio. Con Arabia Saudita adquiriendo tecnología nuclear para uso militar, e Irán sin marco regulatorio, la carrera armamentista da un salto cualitativo.

Obama, el traidor
La alarma sobre el desinterés de Estados Unidos por la región comenzó durante la presidencia de Barack Obama. Su negativa a intervenir militarmente en la guerra en Siria y la retirada de fuerzas de Afganistán e Irak indicaron que finalizaba el período intervencionista de George W. Bush.

La estrategia de Obama era eliminar mediante un pacto la amenaza nuclear iraní, alcanzar un acuerdo entre palestinos e israelíes, y retirar a las fuerzas estadounidenses de Irak y Afganistán.

Israel, Arabia Saudita y otras monarquías suníes del golfo Pérsico criticaron el acuerdo con Irán de 2016. Para ellas, el chiismo iraní es un enemigo que abatir. Según el primer ministro Benjamin Netanyahu, acabar con el régimen iraní es una cuestión de supervivencia de Israel. Obama fue considerado un traidor por sus alianzas.

Trump llegó a la Casa Blanca criticando las intervenciones en la región, denunció el acuerdo sobre el programa nuclear iraní, y se alineó más abiertamente con Israel con la idea de que los palestinos deben aceptar que han perdido su lucha. Estas políticas responden a cuestiones de política interna e internacional.

Amigos, pero que paguen
Internamente, Trump complace a sus donantes americano-israelíes ultraconservadores y a sus votantes evangélicos, profundamente proisraelíes.

La alianza con Israel es tradicional en la política exterior estadounidense, pero está cuestionada por nuevos políticos demócratas. Para Trump es rentable electoralmente oponerse a todo lo que venga del Partido Demócrata.

Así mismo, busca la alianza con las monarquías árabes con el fin de mantener precios estables del petróleo, venderles armas y sostener el entramado de intereses que tiene Riad en Estados Unidos.

Desde los años 1940, Arabia Saudita fue el aliado regional de Washington para garantizar acceso al petróleo y combatir a la ex URSS.

La cuestión iraní es una antigua disputa debido al secuestro del personal de la embajada estadounidense en 1979-1981.

Las monarquías del Golfo quieren que Washington les proteja de Irán. A la vez, Estados Unidos ha disminuido notablemente la compra de petróleo, ya que lo extrae directamente en su territorio mediante el procedimiento de fracking. Son, por lo tanto, aliados y competidores. Además, Trump quiere que paguen por su propia seguridad.

Paralelamente, amplios sectores de la sociedad estadounidense y sus representantes en el Congreso y diversos gobernadores quieren disminuir el consumo de petróleo, favoreciendo energías alternativas.

Un dato clave es que el comercio entre Estados Unidos y la región ha caído significativamente, al tiempo que China le ha sustituido como el principal exportador e importador hacia Oriente Medio.

Un limitado uso de la fuerza
Pese a las amenazas de una acción militar contra Irán, gran parte de la base electoral de Trump es mayoritariamente anti intervencionista, cansada de aportar la vida de soldados en guerras lejanas.

El presidente es un aislacionista agresivo.

Puede llegar a usar la fuerza (por ejemplo, ordenó en 2018 lanzar misiles limitadamente en Siria), pero no quiere implicar fuerzas en guerras complejas de las que luego, como les ha pasado a sus antecesores, es difícil salir.

Coherentemente, a finales de 2018 Trump anunció, pese a la opinión contraria de su propio gobierno, la retirada de las fuerzas estadounidenses que luchan contra el Estado Islámico en Irak, argumentando la supuesta derrota de ese grupo. Poco después indicó que retiraría los efectivos de Estados Unidos que peleaban junto a las milicias kurdas en Siria.

Un repliegue global
La salida gradual de Oriente Medio forma parte de la tendencia de Estados Unidos a replegarse internacionalmente que se aprecia en los choques con los socios de la OTAN, abandonar el Acuerdo de París sobre cambio climático y el de libre comercio del Pacífico, los enfrentamientos comerciales y sobre tarifas arancelarias con Europa, México y China y los ataques en general al sistema liberal y multilateral.

El declive de Estados Unidos se debe a problemas internos como la desindustrialización y el éxodo de la producción a otros países. Y al ascenso económico, comercial, militar y tecnológico de China y varios emergentes.

El gobierno de Trump representa un intento de readaptarse al nuevo mundo, con una política aislacionista y de agresiva negociación sobre la posición económica y tecnológica de su país. Esto supone flexibilizar o abandonar la participación en organizaciones multilaterales, como Naciones Unidas y de libre comercio, y desentenderse de costosos compromisos militares. Por ejemplo, los que vinculan a Washington con Corea del Sur, Japón y Europa.

Respecto del uso de la fuerza, para Trump es un instrumento de negociación, por ejemplo, hacia Corea del Norte, Irán y Venezuela. Si decidiese utilizarla, como le alientan algunos de sus asesores, lo haría limitadamente, y evitando restricciones del Derecho Internacional.

Falta de control
Pese al poderío militar en Oriente Medio y a ser el mayor exportador de armamento hacia esta región, Estados Unidos no logra proyectar influencia política. Washington no controla dinámicas políticas complejas basadas en identidades nacionales, étnicas y religiosas a las que pretende enfrentar aliándose con los líderes autoritarios locales.

En los últimos dieciséis años Estados Unidos fracasó en la invasión a Irak, la promoción de negociaciones entre Israel y Palestina, el limitado apoyo a la “primavera árabe” en Egipto (hoy un régimen militar), y la intervención en Libia (Estado desintegrado en guerra).

En los conflictos de Siria y Yemen la diplomacia estadounidense desempeña papeles menores. La guerra en el primer país ha sido definida por Moscú e Irán, y en el segundo por Riad. Tanto Arabia Saudita como Israel expanden actualmente su influencia en Sudán y otros países de África.

Pese a la masiva invasión en Irak, la mayor influencia en ese país es iraní. Turquía, aliado de la OTAN, conduce su variada política exterior sin consultar con Washington. Y el Estado de Israel y las monarquías del Golfo establecen vínculos militares y económicos con Moscú y China.

Todos compiten por el espacio que deja Estados Unidos, y han entendido que en el imprevisible mundo actual no se puede confiar en nadie, ni siquiera en un amigo como Donald Trump.

Línea
Mariano Aguirre es analista de cuestiones internacionales. Su último libro es “Salto al vacío. Crisis y declive de Estados Unidos” (Icaria editorial, Barcelona, 2017). Una versión previa y ampliada de este artículo fue publicada en Política Exterior, Madrid.

Fuente: www.bbc.com

¿Cómo va la Copa América Brasil 2019? Mira aquí los resultados, las tablas de posiciones y calendario del torneo

Grupos, calendario, resultados y clasificaciones de la Copa América 2019, que se disputa en Brasil entre el 14 de junio y el 7 de julio.

Estos son los finalistas de la Copa América:

FINAL
Brasil 07.07.19 Perú
3º y 4º puesto
Argentina 06.07.19 Chile
BBC
Semifinales
23 Brasil 2-0 Argentina
24 Chile 0-3 Perú
BBC
Así quedaron los cuartos:

Cuartos de final
19 Brasil 0 (4) – 0 (3) Paraguay
20 Colombia 0 (4) – 0 (5) Chile
21 Venezuela 0 – 2 Argentina
22 Uruguay 0 (4) – 0 (5) Perú

Así quedó la fase de grupos

GRUPO A
País PJ PG PE PP DG Pts
Brasil 3 2 1 0 +8 7
Venezuela 3 1 2 0 +2 5
Perú 3 1 1 1 -3 4
Bolivia 3 0 0 3 -7 0
Brasil 3-0 Bolivia
Venezuela 0-0 Perú
Bolivia 1-3 Perú
Brasil 0-0 Venezuela
Perú 0-5 Brasil
Bolivia 1-3 Venezuela

GRUPO B
País PJ PG PE PP DG Pts
Colombia 3 3 0 0 +4 9
Argentina 3 1 1 1 0 4
Paraguay 3 0 2 1 -1 2
Qatar 3 0 1 2 -3 1
Argentina 0-2 Colombia
Paraguay 2-2 Qatar
Colombia 1-0 Qatar
Argentina 1-1 Paraguay
Qatar 0-2 Argentina
Colombia 1-0 Paraguay

GRUPO C
País PJ PG PE PP DG Pts
Uruguay 3 2 1 0 +5 7
Chile 3 2 0 1 +5 6
Japón 3 0 2 1 -4 2
Ecuador 3 0 1 2 -5 1
Uruguay 4-0 Ecuador
Japón 0-4 Chile
Uruguay 2-2 Japón
Ecuador 1-2 Chile
Chile 0-1 Uruguay
Ecuador 1-1 Japón

La Mariposa Azul Reflexion

Había una vez un viudo que vivía con sus dos hijas curiosas e inteligentes.

Las niñas siempre hacían muchas preguntas; alguna de ellas, él sabía responder, otras no.

El pretendía ofrecerles la mejor educación, por tanto mandó a las niñas de vacaciones con un sabio que vivía en lo alto de una colina.

El sabio siempre respondía a todas las preguntas sin ni siquiera dudar.

Impacientes las niñas decidieron inventar una pregunta que él no sabría responder.

Entonces, una de ellas apareció con una linda mariposa azul que usaría para engañar al sabio.

“¿Qué vas a hacer?”-

Preguntó la hermana, a lo cual le respondió:

“Voy a esconder la mariposa en mis manos y preguntarle al sabio si está viva o muerta”

“Si él dijese que está muerta, abriré mis manos y la dejaré volar. Si dice que esta viva la apretaré y la aplastaré.

Y así, cualquiera que sea su respuesta, ¡Será una respuesta equivocada!”

Las dos niñas fueron entonces al encuentro del sabio, que estaba meditando.

-“Tengo aquí una mariposa azul. Dígame, sabio ¿está viva o muerta?”

Muy calmadamente el sabio sonrió y respondió:

“Depende de ti… Ella está en tus manos.”

Así es nuestra vida, nuestro presente y nuestro futuro.

No debes de culpar a nadie cuando algo falle: somos nosotros los responsables por aquello que conquistamos (o no conquistamos).

Nuestra vida está en nuestras manos. Dios nos la dio, como la mariposa azul… Nos toca a nosotros escoger que hacer con ella.

Desconozco su autor.

Un terremoto de magnitud 6,4 sacude el sur de California y se deja sentir con fuerza en Los Ángeles

Un potente terremoto de magnitud 6,4 sacudió este jueves el sur de California y se dejó sentir con fuerza en la ciudad de Los Ángeles.

El Instituto Geológico de Estados Unidos (USGS, por sus siglas en inglés) situó el epicentro del sismo, que se produjo a las 17:33 GMT (10:33 hora local), a unos 12 kilómetros al suroeste del valle de Searles y en la zona del desierto de Mojave, en California.

El temblor registró una profundidad de 8,7 kilómetros.

Horas después del sismo, el gobernador de California, Gavin Newsom, declaró el estado de emergencia debido al daño causado en edificios, vías y en servicios eléctricos, de gas y de agua, que ocasionaron incendios, además de las evacuaciones en el condado de Kern, el más cercano al epicentro.

Es el terremoto de mayor intensidad registrado en California desde 1999,según informó en conferencia de prensa la sismóloga Lucy Jones, del Instituto Tecnológico de California (CalTech).

“El terremoto de Ridgecrest está teniendo una robusta serie de réplicas. Ha habido seis eventos de más de magnitud 4 y 30 de al menos magnitud 3 en los primeros 90 minutos. Eso significa que habrá muchas más réplicas hoy”, tuiteó posteriormente Jones.

Intensidad
El terremoto fue de una magnitud similar al mortal sismo de Northridge en 1994, de 6,7, que dejó más de 50 fallecidos y ocasionó destrozos en residencias y autopistas.

La diferencia, sin embargo, es que el epicentro de aquel terremoto fue en el valle de San Fernando, más cerca de centros urbanos, mientras que el de este jueves tuvo como epicentro el valle de Searles, una zona remota a unos 240 kilómetros de Los Ángeles.

La ciudad más cercana al epicentro del sismo es Ridgecrest, de unos 29.000 habitantes.

“Hay vidrios rotos por toda mi casa, mis lámparas se rompieron. Es el terremoto más fuerte que he sentido en toda mi vida, y voy a cumplir 73 años”, le dijo a la cadena NBC Katie Woods, residente de Ridgecrest.

La alcaldesa de la ciudad le dijo al canal que algunas personas habían sido golpeadas por objetos que se caían de los edificios y que algunas tuberías de gas se habían roto.

“Estamos acostumbrados a los terremotos pero no de esta magnitud”, dijo la funcionaria.

El presidente estadounidense, Donald Trump, declaró a través de Twitter que todo parecía indicar que la situación estaba “bajo control”.

Poco después del sismo,Brian Stevens, del departamento de bomberos del condado de Los Ángeles, dijo a la cadena NBC que de momento no hay reportes de daños ni heridos en la ciudad.

La sismóloga Lucy Jones señaló al diario Los Angeles Times que el temblor ocurrió lo suficientemente lejos de la temida falla de San Andrés, pero advirtió que no reduce la posible ocurrencia del llamado Big One, el terremoto de gran magnitud que, según los científicos, con toda probabilidad golpeará California en los próximos 25 años.

La falla de San Andrés atraviesa de norte a sur esta región de la costa oeste de Estados Unidos.

El temblor de este jueves sorprendió a miles de personas que celebraban el 4 de julio, Día de la Independencia, en diferentes ciudades del sur de California.

Fuente: www.bbc.com

Qué cuenta la serie de Netflix sobre Simón Bolívar y por qué Maduro la calificó de “basura”

No se había estrenado y el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, ya había calificado la serie de Netflix sobre Simón Bolívar como una “basura”.

“Las televisoras de la oligarquía colombiana van a inaugurar una miniserie de Bolívar”, dijo el día antes del estreno.

“Cuántas mentiras, difamaciones y basura pondrán en la miniserie”, añadió. Y pidió luego a sus bases que salieran en “defensa (de Bolívar) frente a la mentira de la oligarquía colombiana”.

“Bolívar, una lucha admirable” se estrenó el 21 de junio en Estados Unidos y América Latina. Aún no se puede ver en Colombia, pero se espera que Caracol Televisión, la cadena que coprodujo la serie, la trasmita por televisión abierta en los próximos meses.

Las palabras de Maduro marcaron las primeras reseñas sobre la serie, compuesta por 60 capítulos de 50 minutos, que intenta hacer un retrato íntimo del Libertador de Bolivia, Colombia, Ecuador, Panamá, Perú y Venezuela.

De qué trata
Protagonizada por dos actores venezolanos, Luis Gerónimo Abreu y José Ramón Barreto, la serie se enfoca en la compleja vida personal de uno de los personajes más importantes de la historia política de América.

“Bolívar podía pasar de la depresión a la euforia, de la ira a la alegría en cuestión de momentos“, le dice Abreu a BBC Mundo.

“La pasión que sentía por sus ideales, por su ideal de libertad, por su sueño de la Gran Colombia, rayaba en la obsesión, tanto que se acercaba a la locura”, añade.

Nacido en Venezuela en una familia de terratenientes criollos, Bolívar quedó huérfano a los siete años y creció bajo la mano dura de su abuelo y sus tíos.

Con apenas 19 años, se casó con María Teresa del Toro Alayza, su novia hace dos años que luego murió de una fiebre cuando apenas habían pasado ocho meses del matrimonio.

Bolívar, entonces, se dedicó a viajar, tuvo múltiples amantes y pasó los años más importantes de su vida junto a Manuelita Sáenz, una quiteña que le salvó la vida en un atentado en Bogotá y fue clave para el proyecto independentista.

La serie de Netflix, entonces, intercala la historia del Bolívar joven y huérfano y el Bolívar iracundo, idealista y apasionado por la independencia.

“Nuestro interés fue resaltar al héroe desde lo humano“, explica Abreu. “Quisimos humanizarlo, con sus defectos y sus errores, para engrandecerlo. Porque Bolívar no era un superhéroe de bronce como las estatuas, sino un ser humano, más bien pequeño y modesto, que sin superpoderes se convirtió en un superhéroe de carne y hueso”.

Pero si en la cultura popular hay consenso de que Bolívar fue un héroe, el debate historiográfico sobre el contenido de sus pensamientos políticos sigue.

Desde la presidencia de Venezuela y con el impacto mediático que siempre lo caracterizó, Hugo Chávez se introdujo en la discusión para darle a Bolívar la significancia que según él omitió la historia oficial.

El mandatario no solo mandó a exhumar los restos de Bolívar para crear una nueva imagen de su rostro, sino que, basado en estudios realizados en Venezuela de los mismos, cuestionó la narrativa de que Bolívar había muerto de tuberculosis.

Y concluyó que Bolívar había sido asesinado por la “oligarquía colombiana“en alianza con Estados Unidos.

Esa reinterpretación de la historia está en el corazón del discurso chavista, que acoge a Bolívar —y luego, tras su muerte, a Chávez— como su mártir y fundador mitológico.

Qué hay detrás de la crítica de Maduro
El historiador Omar Galíndez, frecuente comentarista en foros chavistas, ve en Maduro “un celo excesivo de intentar cuidar la figura de Bolívar“.

Pero explica que detrás del escepticismo del presidente venezolano hacia la serie está el debate que planteó el chavismo sobre el legado del Libertador.

“El chavismo exaltó los valores nacionalistas y antiimperailistas de Bolívar y le dio una significación en el proceso de neocolonización que ha habido en nuestros países, sobre todo en Venezuela, país petrolero”, le dice a BBC Mundo.

Según los críticos, esa reinterpretación chavista de Bolívar fue una “apropiación arbitraria de una figura histórica con fines políticos”.

En términos generales, Colombia y Venezuela han tenido una histórica divergencia sobre Bolívar, cuyo legado se suele contrastar con el de Francisco de Paula Santander, su aliado independentista que, supuestamente, lo traicionó cuando sacrificó el proyectó de la Gran Colombia por el federalismo.

En teoría, Santander representa la institucionalidad, el liberalismo y el federalismo, mientras que Bolívar, el sueño continental latinoamericano centralista.

A partir de esa mitificada rivalidad entre Bolívar y Santander, tema sobre el que se han escrito decenas de libros y teorías, se creó la idea de que los venezolanos promovían la unión de los pueblos y los colombianos, la separación.

“No se puede caer en reduccionismo como esos, pero es innegable que la oligarquía, no solo la oligarquía bogotana, sino caraqueña y quiteña, negaban el proyecto bolivariano de la Gran Colombia”, dice Galíndez.

El historiador concluye que “la advertencia de Maduro (sobre la serie) se inspira en los resquemores que dejó el comportamiento histórico de las oligarquías“.

Sensaciones nacidas hace dos siglos que, ahora, con una serie truculenta, han sido reflotadas por el sucesor de Chávez.

Fuente: www.bbc.com