Archives abril 2020

Preocupa los casos COVID 19 en el cantón La Troncal

MEDIDAS

Realmente estamos preocupados por la situación de La Troncal, desde todas las instituciones se pide a la gente que por  favor permanezcan en casa, pero claro las necesidades también son permanentes, vemos a gente durante las mañanas, aglomerada en los bancos, en los mercados y tiendas, mientras los casos de coronavirus aumentan,  dijo la viceprefecta de Cañar, Ximena Andrade.

La población no toma un poco de conciencia sobre la realidad de lo que está pasando con esta pandemia. La Prefectura continuará con su trabajo y asignando todos los recursos posibles para cambiar esta realidad; una medida es entregar una ración alimenticia por semana a los hogares de escasos recursos, insistiéndoles en la necesidad de que no salgan a las calles, agregó.

Por otra parte, desde este jueves el Gobierno Provincial inició un proceso agresivo de fumigación y desinfección de calles y de visitas domiciliarias para la concientización sobre la situación preocupante en que se encuentra el cantón.

Hay 58 pacientes COVID confirmados y muchos que esperan los resultados de las pruebas, el hospital tipo C ya no se da abasto, pero no sólo el de La Troncal sino el de Cañar y Azogues también.

“Lo que nos preocupa es que la población no tome conciencia sobre la afectación de esta pandemia que perjudica al cantón y a la provincia”, dijo en todo angustiado Andrade.

La fumigaciones incluyen los sectores rurales y urbanos para ello se ha adquirido dos turbinas, y se han asignado un tanquero y una camioneta. Este jueves se evidenció que las personas ya empezaron a utilizar mascarillas, pero muchas son inapropiadas, por ellos la Prefectura adquirirá 90.000 unidades para distribuirlas en zonas rurales especialmente.(AZD)-(I9

DATO

En el cantón cañari se trabajará después de las 14:00, durante el toque de queda, para facilitar el trabajo al personal que interviene.

Coronavirus en Ecuador: Vuelos se amplían para los ecuatorianos varados en el exterior

En coordinación con los consulados, el Gobierno decidió autorizar los vuelos para el retorno de ecuatorianos que quedaron varados en el exterior y que no pertenecen a los grupos vulnerables.

La ministra de Gobierno, María Paula Romo, indicó ayer que las autorizaciones para estos vuelos empezarán esta semana y se avalarán con apoyo de la Cancillería.

Ella explicó que los consulados han recopilado datos de los ecuatorianos que se hallan en el exterior y han pedido volver al país.

Estos vuelos serán diferentes a los humanitarios, en los que se incluyó a niños, personas de la tercera edad y con alguna discapacidad.

La Cancillería señaló que a través de estos vuelos han retornado 2400 personas.

Esta semana, un vuelo de Latam y bajo los protocolos del Comité de Operaciones de Emergencia trajo a 126 compatriotas en situación de vulnerabilidad que estuvieron varados en Chile.

Romo precisó que los ecuatorianos que lleguen en los nuevos vuelos que se autorizarán deberán igualmente cumplir los catorce días de aislamiento preventivo obligatorio para evitar el riesgo de contagio del COVID-19.

La diferencia es que ahora el Gobierno busca opciones diferentes a hoteles para ubicar a los repatriados. Romo barajó la posibilidad de que sean derivados a casas de retiro.

La ministra descartó que se permita hacer el aislamiento en casas debido a que no se cuenta con el personal suficiente para controlar que todos cumplan con la medida.

Dijo que cuando se lo hace en un solo sitio es mejor el control a los viajeros.

Grupos de ecuatorianos varados en el extranjero habían cuestionado el protocolo de estos vuelos humanitarios porque se exige cumplir el aislamiento en hoteles autorizados por el Gobierno y que los valores deben ser pagados por el mismo pasajero. (I)

 

Fuente: www.eluniverso.com

Link: https://www.eluniverso.com/noticias/2020/04/22/nota/7819566/vuelos-se-amplian-ecuatorianos-varados-afuera#cxrecs_s

El Naufragio Reflexión

El único sobreviviente de un naufragio fue visto sobre una pequeña isla inhabitada.

Él estaba orando fervientemente, pidiendo a Dios que lo rescatara,y todos los días revisaba el horizonte buscando ayuda, pero ésta nunca llegaba.

Cansado, eventualmente empezó a construir una pequeña cabañita para protegerse, y proteger sus pocas posesiones..

Pero entonces un día, después de andar buscando comida, él regresó y encontró la pequeña choza en llamas, el humo subía hacia el cielo.

Lo peor que había pasado, es que todas las cosas las había perdido.

Él estaba confundido y enojado con Dios y llorando le decía: ¿Cómo pudiste hacerme ésto?”

Y se quedó dormido sobre la arena.

Temprano de la mañana del siguiente día, él escuchó asombrado el sonido de un barco que se acercaba a la isla.

Venían a rescatarlo.

Ya en el barco, les preguntó: ¿Cómo sabían que yo estaba aquí?.

Y sus rescatadores le contestaron: Vimos las señales de humo que nos hiciste…..

Es fácil enojarse cuando las cosas van mal, pero no debemos de perder el control, porque Dios está trabajando en nuestras vidas, en medio de las penas y el sufrimiento.

Recuerda la próxima vez que tu pequeña choza se queme…. Puede ser simplemente una señal de humo que surge de la gracia de Dios.

Por todas las cosas negativas que nos pasan, debemos decirnos a nosotros mismos: Dios tiene una respuesta positiva a esto.

Día Internacional de La Tierra: mayores compromisos en medio de una pandemia llena de incertidumbres

Por: Antonio Paz Cardona – Mongabay Latam

La incertidumbre ronda en los temas ambientales y económicos, pero los expertos coinciden en que volver al escenario previo a la crisis sería la peor opción. Se necesitan cambios y compromisos donde el planeta sea el centro de las decisiones y si no se actúa ahora, será inevitable enfrentarse a nuevas catástrofes.

Hoy más que nunca una de las mayores dudas en el mundo es qué pasará con el planeta, no solo durante la pandemia del COVID-19 sino después de que termine la crisis sanitaria.

Para el Día Internacional de La Tierra, que se conmemora el 22 de abril, Naciones Unidas reflexiona sobre el sufrimiento de la naturaleza. No se pueden olvidar los recientes incendios en Australia y anteriormente los ocurridos en la Amazonía, o la peor invasión de langostas de los últimos 70 años en Kenia. Hoy, la pandemia causada por el virus SARS-Cov-2 es la más reciente angustia y no solo está relacionada con la salud humana sino con la salud de los ecosistemas. ¿Cómo empezar a gestionar los ecosistemas y los sistemas de producción? ¿Qué políticas y compromisos deberían surgir? En otras palabras, ¿qué futuro le espera a nuestro planeta?

 

Sin duda, estas preguntas no son fáciles de responder. De hecho, todavía es difícil determinar el curso que tomará la pandemia y son muchas las dudas que existen en torno al virus y el control de la crisis. La ciencia encuentra nueva evidencia cada día y las medidas que se tomaron semanas atrás pueden replantearse rápida y constantemente. El medio ambiente y la economía no son ajenos a todo lo que pasa y, por paradójico que suene, lo único seguro, según los expertos, es que sigamos en un escenario de incertidumbre.

Un llamado a reaccionar

“Ahora nos enfrentamos al COVID -19, una pandemia sanitaria mundial con una fuerte relación con la salud de nuestro ecosistema. El cambio climático, los cambios provocados por el hombre en la naturaleza, así como los crímenes que perturban la biodiversidad, como la deforestación, el cambio de uso del suelo, la producción agrícola y ganadera intensiva o el creciente comercio ilegal de vida silvestre, pueden aumentar el contacto y la transmisión de enfermedades infecciosas de animales a humanos (enfermedades zoonóticas)”, reconoce las Naciones Unidas.

De acuerdo con el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), una nueva enfermedad infecciosa emerge en los humanos cada cuatro meses y el 75 % proviene de animales, lo que muestra las estrechas relaciones entre la salud humana, animal y ambiental.

“Estamos viendo que las dinámicas de muchos patógenos están cada vez más relacionadas con los cambios drásticos que estamos haciendo al ambiente, como la deforestación, la contaminación, la invasión de zonas naturales o la pérdida de diversidad”, explica Gerardo Suzán Azpiri, investigador del Laboratorio de Ecología de Enfermedades de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y quien fue presidente de la Wildlife Disease Association (WDA) para Latinoamérica entre 2017 y 2019.

 

De acuerdo con Suzán, cuando se deforesta y fragmenta un ecosistema, hay especies que —junto con sus patógenos— comienzan a dominar y es ahí en donde se crea una zona de riesgo para el brote de una enfermedad.

La pandemia del COVID-19 llevó a que todos los países del mundo trabajen en combatirla. Sin embargo, La Tierra se enfrenta a otros problemas que pueden llegar a ser igual o más catastróficos pero en los cuales no ha sido fácil llegar a compromisos reales y efectivos.

Hasta ahora, mucho se ha insistido en la preocupación por la deforestación, la pérdida de hábitat de las especies, la contaminación de los océanos y las actividades humanas insostenibles que están llevando al planeta a un nivel de estrés cada vez más crítico. Desde hace varias décadas se habla de cómo el cambio climático es una amenaza que puede traer consecuencias desastrosas para la vida como la conocemos actualmente. Sin embargo, las acciones y compromisos nunca han sido suficientes.

En 2019, la Plataforma Intergubernamental Científico-normativa sobre Diversidad Biológica y Servicios de los Ecosistemas (Ipbes) destacó que un millón de especies están en peligro de extinción. El cambio climático es una de las causas y también se encuentran: la transformación de áreas silvestres por agricultura, deforestación y urbanización; la sobreexplotación directa de las especies; la contaminación de las aguas y de los suelos, y las invasiones biológicas producidas por la introducción de especies exóticas.

Entre las causas indirectas estarían la dinámica demográfica, la expansión permanente del sistema económico no sostenible incluyendo formas de producción y consumo, fallas en las instituciones y la gobernanza, conflictos y, finalmente, las epidemias.

 

Naciones Unidas ha asegurado que el brote de coronavirus representa un riesgo enorme para la salud pública y la economía mundial, pero también para la diversidad biológica. Sin embargo, también ha dicho que la biodiversidad puede ser parte de la solución, ya que una diversidad de especies dificulta la propagación rápida de los patógenos.

“El bienestar humano no solo es económico también es salud, educación, cultura y ambiente. La gente está aprendiendo a ver eso de una manera ruda, no es la primera pandemia por zoonosis y si no cambiamos nuestro comportamiento, no será la última”, asegura Ana María Hernández, presidenta de Ipbes.

La crisis sanitaria mundial ha traído efectos visibles y aparentemente positivos como la mejora de la calidad del aire o la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero debido a las cuarentenas que se desarrollan en muchos países. Sin embargo, si no se generan cambios a largo plazo, estas mejoras no serán más que temporales. Hernández cree que está pandemia “nos sentó” y puso al mundo a reflexionar pero “depende del ser humano si efectivamente nos transformamos después de esto y entramos en una dinámica más consciente de nuestro alrededor y lo que hacemos, o volvemos a lo de antes, el consumismo, la sobreexplotación y la contaminación”, enfatiza.

Existen otros grandes problemas mundiales

La crisis climática también causará grandes problemas si no se actúa ahora. Uno de los puntos sobre el que los expertos llaman la atención es la necesidad de cambiar la forma en que vivimos y trabajar fuertemente en la mitigación y adaptación al cambio climático, pues organizaciones como el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) ya han advertido durante mucho tiempo los enormes estragos que se causarían si la temperatura global aumenta más de 1,5° C.

“Según el Acuerdo de París, en los próximos diez años se deberán tomar todas las medidas requeridas para poner al mundo en una senda en que se impida transgredir ese límite, pues, de lo contrario, los impactos serían de tal magnitud que la actual pandemia, a pesar de su gravedad, sería recordada como un mal menor”, aseguró Manuel Rodríguez Becerra, exministro de Ambiente de Colombia en una reciente columna de opinión en el diario El Tiempo.

 

En diálogo con Mongabay Latam, Rodríguez reafirma su preocupación por el rumbo que tome la lucha contra el cambio climático en épocas pospandemia. Según dice, ha habido un negacionismo muy fuerte sobre el cambio climático, encabezado por varios líderes del mundo. “La respuesta a tremenda amenaza sigue siendo extremadamente débil. Estamos ante una lección muy dura, a pesar de que expertos venían advirtiendo que podía llegar una pandemia. La OMS lo dijo muchas veces. Uno esperaría que esta lección nos sirva para revisar nuestra respuesta a la otra gran amenaza que se cierne sobre este planeta [el cambio climático”, asegura.

Y es que el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro y el de Estados Unidos, Donald Trump, se han convertido en los rostros visibles del negacionismo del cambio climático, “pero ellos en realidad representan la visión tapada e hipócrita de buena parte de la clase dirigente del mundo, que no ha tomado ni toma las medidas necesarias. Lo interesante de ellos dos es que sí expresan esa negación abiertamente”, dice Rodriguez, quien, además, asegura que habrá que esperar si los líderes mundiales toman medidas para evitar que ocurra una catástrofe peor que la de esta pandemia.

¿Qué pasará con La Tierra una vez se supere la crisis sanitaria? “Es algo muy incierto, empezando porque todavía es muy incierto cómo se seguirá desarrollando la pandemia”, dice el exministro colombiano.

Rodríguez comenta que las consecuencias para el medio ambiente dependerán de la profundidad de la crisis económica y cómo se responda a ella. “Por ejemplo, si se aumenta la pobreza rural, uno podría predecir que vendrán procesos de deforestación muy fuertes, la gente buscando sobrevivir. Que eso ocurra, o no, dependerá de las medidas o programas que los gobiernos utilicen para reactivar la economía”, indica.

Manuel Pulgar-Vidal, exministro del Ambiente de Perú y hoy líder de Clima y Energía para WWF, asegura que una de las enseñanzas que nos deja esta pandemia es que esto es “el resultado de nuestro propio mal accionar con el planeta, de la incapacidad de reconocer nuestros límites, del exceso en el consumo, de exceder los recursos que el planeta nos provee. Debemos ser realistas: si los patrones de consumo y exceso no cambian, debemos esperar una nueva crisis en unos cuantos años”.

Para Pulgar-Vidal, mucho se ha hablado de la emergencia climática pero no se ha respondido adecuadamente a esa emergencia mientras que ahora que el mundo enfrenta una pandemia, sí se está haciendo. “El COVID-19 expone la interdependencia, la fragilidad y la vulnerabilidad del ser humano, que pensamos habían sido superados”, dice.

 

El experto peruano cree que ahora que se habla de “planes económicos de recuperación” esto no puede, de ninguna manera, ser sinónimo de “volver a lo mismo que nos llevó a la crisis”. Para Pulgar-Vidal, si bien es cierto que las consecuencias económicas de esta crisis conllevarán a una pérdida de liquidez por parte de los Estados, no es posible dejar de incorporar condiciones y acciones climáticas y de recuperación de condiciones naturales en dichos planes. “Lo único que estaríamos haciendo es postergando, por un tiempo no muy largo, una nueva pandemia para la humanidad”.

El valor de la biodiversidad

La importancia de la biodiversidad ha sido destacada no solo en el mundo ambiental sino, incluso, por la Organización Mundial de la Salud (OMS). El 2010 fue el Año Internacional de la Diversidad Biológica y una de las principales premisas fue: “preservar nuestra salud mediante la protección de la biodiversidad”.

Para ese momento, la OMS aseguró que las personas dependen de la biodiversidad en su vida cotidiana, de maneras que no siempre son evidentes ni apreciadas. “La salud humana depende en última instancia de los bienes y servicios de los ecosistemas (como el agua dulce, los alimentos y las fuentes de combustible) que son indispensables para la buena salud humana y los medios productivos de ganarse el sustento. La pérdida de biodiversidad puede ejercer un importante efecto directo en la salud humana si los servicios de los ecosistemas ya no alcanzan a satisfacer las necesidades sociales”.

Además —dijo la organización— una mayor comprensión de la biodiversidad de la Tierra propicia descubrimientos médicos y farmacológicos de relieve. “La pérdida de biodiversidad puede limitar el descubrimiento de posibles tratamientos de muchas enfermedades y problemas de salud”.

El gran problema, como destacó la Ipbes en su informe de 2019, es que la biodiversidad se está deteriorando en todo el mundo a un ritmo sin precedentes en la historia humana.

El biólogo ecuatoriano Santiago Ron está convencido de que una de las mayores necesidades del planeta después de esta pandemia es parar la comercialización de especies silvestres, tanto legal como ilegalmente. Además, asegura que es necesario reconsiderar los modelos de desarrollo de una región como Latinoamérica.

“Se depende de la extracción de recursos naturales de una forma no sostenible y eso genera el riesgo de estas pandemias. Se ha demostrado que cuando hay destrucción de los bosques, y se alteran los ecosistemas, se producen estos contactos entre humanos y vidas silvestres que generan enfermedades zoonóticas que tienen impactos económicos y de salud como los de ahora”, asegura.

A Ron le preocupa lo que puede venir en una época de pospandemia. Según dice, la realidad de una región como Latinoamérica es que la gente no tiene muchas alternativas para vivir de modo distinto al actual. “Decidir un cambio de vida es un lujo que solo los que tienen privilegios pueden darse, la gente pobre no tiene cómo escoger alternativas. Me preocupa que esto pase y adoptemos el mismo modelo de desarrollo que hemos tenido siempre. Ojalá me equivoque, pero creo que nuestros países no tienen mucha opción de elegir si los líderes no adoptan cambios radicales”.

 

Por su parte, el exministro colombiano Manuel Rodríguez, insiste en que aún no hay una idea de la dimensión que tendrá la crisis económica pero que sin duda debe haber cambios. “Lo que vemos con lo que está pasando con el petróleo y sus precios en medio de la pandemia debería ser una oportunidad para una transición a una economía menos extractivista”. En el caso de Colombia, Rodríguez asegura que ya es evidente el desastre, no solo ambiental, de depender tanto del carbón y el petróleo.

Finalmente, el exministro de Ambiente de Perú, Manuel Pulgar-Vidal, asegura que los Estados y demás actores deben plantearse compromisos para revertir los procesos de pérdida y deterioro de las condiciones naturales del planeta. Pulgar-Vidal habla de “un nuevo pacto social donde pasemos de una visión antropocentrista a una en donde el planeta se vuelve el centro de nuestras decisiones”.

 

Fuente: www.eluniverso.com

Link: https://www.eluniverso.com/noticias/2020/04/22/nota/7820271/dia-internacional-tierra-mayores-compromisos-medio-pandemia-llena

50 millones de dólares serán destinados para reactivar negocios de Guayaquil

Un total de 50 millones de dólares que estaban programados para obras municipales serán otorgados en créditos a microempresarios de Guayaquil.

La alcaldesa de la ciudad, Cynthia Viteri, durante su enlace radial aseguró que este monto se entregará en una primera fase con el fin de reactivar a los pequeños y medianos negocios afectados por la pandemia de coronavirus.

«Vamos a dar créditos a largo plazo, bajas tasas (de interés) a través de la banca para que puedan reactivar el comercio, las personas de pequeñas y medianas empresas, serán entre 30 a 50 mil familias que daremos los créditos», dijo.

Explicó que durante esta pandemia, el cabildo ha destinado entre 15 a 20 millones de dólares para distintas obras y gestiones de ayuda como la reactivación de la antigua maternidad, la adecuación de un área de cuidados en el Centro de Convenciones, la instalación de contenedores para cadáveres en hospitales públicos, entre otras.

Similar a lo sucedido en el terremoto de Manabí, Viteri enfatizó que dentro de los planes de reactivación no se puede cobrar más impuestos a la localidad más afectada durante esta pandemia. Ante eso, pidió que las autoridades nacionales revisen los planes impulsados desde el Gobierno Central.

«Esta alcaldesa se encargará de hacer todo lo necesario para poner todos los recursos en los bolsillos del comercio, de los pequeños y medianas empresas para que vuelvan a ponerse de pie y seguiré luchando para que a Guayaquil no se le impongan impuestos, ni le saquen plata de los trabajadores y de las empresas que dan empleo a la ciudad que fue la víctima dentro de todo el panorama nacional de una epidemia que ha devastado al mundo», enfatizó. (I)

Fuente: www.eluniverso.com

Link: https://www.eluniverso.com/guayaquil/2020/04/22/nota/7820115/50-millones-dolares-seran-destinados-reactivar-negocios-guayaquil