La ciudad en estado de “calamidad pública”, el hospital con atención en horarios especiales y las casas con electrodomésticos dañados.
Es la situación en la que se encuentra Puerto Carreño, capital del departamento de Vichada, en el este de Colombia.
Esta ciudad, justo en frente del departamento venezolano de Amazonas, sufre por problemas ajenos y fue declarada en “calamidad pública” hasta mayo por parte de la alcaldía.
Los apagones que suceden en Venezuela desde principios de marzo también castigan a esta urbe colombiana. ¿El motivo? Aunque suene difícil de creer, Puerto Carreño depende de la conexión eléctrica venezolana en lugar de estar conectada a la red de Colombia.
Por ello es que los pobladores de la ciudad reclaman dejar de depender del país vecino.
Los apagones
Lina Pachón es una de las 28.000 personas que viven en Puerto Carreño.
Su hija, menor de edad, requiere cuidados especiales y los apagones han comprometido todavía más su estado de salud.
Los picos climáticos, que superan los 38 grados, complican mucho la situación de la hija de Lina, quien requiere asistencia de oxígeno y evitar temperaturas altas.
“Todo se ha dañado”, señala la mujer a BBC Mundo, mientras añade que los cortes de energía también afectaron a los electrodomésticos de su casa.
Pachón fue una de las cientos de personas que la anterior semana salieron a protestar ante la Alcaldía de la ciudad en reclamo de que Puerto Carreño no dependa de Venezuela y tenga energía proveniente de su país.
Los apagones también han provocado protestas masivas en Caracas, donde el gobierno organizó un plan de emergencia para todo el mes de abril.
El acuerdo
Según las autoridades de Puerto Carreño, la ciudad siempre tuvo dificultades de energía y la salida que se encontró hace una década fue realizar un convenio con Venezuela.
De esta forma, dos presidentes que siempre se declararon en las antípodas ideológicas como Álvaro Uribe y Hugo Chávez, acordaron que Puerto Carreño recibiera energía eléctrica vendida por el país vecino.
El compromiso bilateral debería culminar en 2024, pero los apagones venezolanos provocaron que sea cuestionado,
El alcalde de la ciudad, Marcos Pérez Jiménez, señala que aquel entendimiento se dio en un contexto en el que Venezuela no sufría ninguna clase de problema energético, como sí sucede ahora.
“Lo que más nos preocupa eran los hospitales, el comercio, las instituciones, toda la funcionalidad de la administración“, reseña la autoridad colombiana.
Puerto Carreño tuvo que soportar racionamientos de energía eléctrica de hasta cuatro horas por día durante todo marzo hasta que lograron instalarse plantas de electricidad para normalizar la situación.
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Por ahora…
Pese a que en la última semana el servicio se normalizó, el periodista local Jorge Duque considera que el problema se mantendrá vigente mientras la ciudad dependa de la conexión venezolana.
“Lo que pide la gente es estar conectada con energía del país y no seguir en dependencia con Venezuela“, explica el reportero a BBC Mundo.
Duque añade que Puerto Carreño merece mayor atención de parte de autoridades nacionales porque la energía eléctrica no es el único de sus problemas.
“Hace menos de un año estuvimos en situación de calamidad pública por las inundaciones que hubo”, señala el periodista.
Justo en frente de Venezuela, con velas almacenadas en las gavetas, Puerto Carreño es una muestra de que la crisis venezolana trascendió sus propias fronteras.