El gobernador de California, Jerry Brown, autorizó la libertad de Sara Kruzan, una mujer que había recibido cadena perpetua cuando era adolescente por causar la muerte de un hombre que la explotaba sexualmente.
El vocero del gobernador, Evan Westrup, anotó que Brown decidió no oponerse a lo que ya había determinado la junta de libertad condicional del estado, permitiendo de ese modo la libertad de Kruzan.
Kruzan tenía 17 años cuando fue sentenciada a prisión perpetua por haber disparado contra su proxeneta en la habitación de un hotel en Riverside, California.
La adolescente alegó que el hombre abusaba de ella desde los 11 años y que la obligaba a trabajar como prostituta.
El caso se ha convertido en un ejemplo usado por algunos abogados, quienes han propuesto una norma para suavizar algunas duras condenas en contra de jóvenes y que podría convertirse en ley en enero de 2014.