El director del FBI, James Comey, admitió públicamente que investigan los posibles vínculos entre Moscú y la campaña de Trump.
“Qué bajo cayó el presidente Obama al pinchar mis teléfonos durante el sagrado proceso electoral. Es Nixon/Watergate. ¡Tipo malo (o enfermo)!”.
Con ese tuit del pasado 4 de marzo, el presidente Estados Unidos, Donald Trump, acusaba de espionaje a su antecesor en el cargo, Barack Obama.
“¡Terrible! Acabo de enterarme de que Obama tenía mis ‘comunicaciones intervenidas’ en la Torre Trump justo antes de la victoria. No se encontró nada. ¡Esto es McCarthyismo!”, señaló el mandatario estadounidense ese mismo día en otro tuit, haciendo referencia a la “caza de brujas” de comunistas en EE.UU. liderada por el senador Joe McCarthy en los años 50.
Este lunes, sin embargo, sus señalamientos han quedado sin el respaldo público del FBI, de la Agencia Nacional de Seguridad (NSA) y del propio Departamento de Justicia.
Durante una sesión del Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes, el director del FBI, James Comey, dijo que esa agencia no tiene información que sustente esa acusación.
“En relación con los tuits del presidente sobre las supuestas escuchas telefónicas dirigidas a él por el gobierno anterior, no tengo información que respalde esos tuits y hemos investigado cuidadosamente dentro del FBI. El Departamento de Justicia me pidió que les diga que su respuesta es la misma: no tienen información que sustente esos tuits”, dijo.
Comey explicó que en Estados Unidos, las operaciones de supervisión electrónica tienen que ser autorizadas por un juez y que ningún individuo, incluido el presidente, tiene potestad para ordenar ese tipo de acciones.
Comey compareció junto al director de la NSA, Mike Rogers, quien coincidió en decir que su agencia tampoco tiene evidencias sobre esa denuncia formulada por Trump.
Rogers dijo que las acusaciones contra el espionaje británico eran “completamente ridículas”.
El director de la NSA también refutó las alegaciones hechas la semana pasada por el portavoz de la Casa Blanca, Sean Spicer, quien citó una información de la cadena Fox News en la que se afirmaba que Obama había usado a la agencia de inteligencia británica GCHQ para sortear las restricciones legales en Estados Unidos sobre monitoreo a sus ciudadanos.
“Eso habría estado expresamente en contra del acuerdo de Cinco Ojos que ha estado en vigencia durante décadas”, dijo Rogers en referencia a un acuerdo de colaboración entre las agencias de inteligencia de Estados Unidos, Australia, Canadá, Nueva Zelanda y Reino Unido establecido desde el fin de la Segunda Guerra Mundial.
Agregó que las insinuaciones de que la agencia británica GCHQ estuvo involucrada en las supuestas escuchas a la torre Trump eran “absurdas” y “completamente ridículas”.
Exigen disculpas
Tras la comparecencia de ambos jefes de inteligencia, los principales líderes del Partido Demócrata en el Congreso exigieron que Trump se disculpe con Obama.
“El director del FBI acaba de confirmar: las escuchas telefónicas del presidente Obama a la torre Trump no ocurrieron. El presidente Trump debe retractar esa denuncia inmediatamente”, dijo en su cuenta de Twitter Chuck Schumer, líder de la minoría demócrata en el Senado.
Nancy Pelosi, quien encabeza al Partido Demócrata en la Cámara de Representantes, también exigió al gobierno rectificar sus afirmaciones.
Trump acusó a los demócratas de inventar la historia sobre la interferencia de Rusia para ocultar una terrible campaña electoral.
“Donald Trump les debe una disculpa a Barack Obama y a los ciudadanos de Estados Unidos, por sus denuncias no confirmadas sobre escuchas telefónicas”, escribió en un mensaje de Twitter.
Investigan ‘hackeo’ de la campaña
Durante la comparecencia de este lunes, Comey confirmó que el FBI investiga si Rusia interfirió en el resultado de las elecciones presidenciales de Estados Unidos de 2016.
Es la primera vez que se confirma una indagación sobre el tema.
El director del FBI dijo que se trataba de una investigación en marcha que incluye los posibles vínculos entre la campaña del presidente Donald Trump con el gobierno de Rusia y si existió algún tipo de coordinación entre ellos.
Las agencias de inteligencia dijeron que no tienen evidencia de que la supuesta interferencia de Rusia haya alterado los resultados electorales.
Tanto como como Rogers señalaron que no han encontrado evidencia de que se haya afectado el conteo de los votos emitidos en los comicios del 8 noviembre, concretamente en Michigan, Pensilvania, Wisconsin, Florida, Carolina del Norte y Ohio, estados claves en la victoria electoral de Trump.
Este lunes en la mañana, pocas horas antes de la audiencia del Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes, Trump dijo que el Partido Demócrata se había inventado la historia sobre la interferencia de Rusia en las elecciones como una excusa por haber realizado una campaña electoral terrible.
“La verdadera historia que el Congreso, el FBI y todos los demás deberían estar investigando es la filtración de información clasificada, Deben encontrar a quien está filtrando la información ahora”, dijo.