Aprendí más de la bancarrota que ganando dinero”: 4 consejos para hacer un negocio exitoso aunque hayas fracasado antes

Es más común que los empresarios hablen de sus éxitos que de sus fracasos.

Aunque para Roi Shlomo no es un problema recordar el día en que lo perdió todo.

“Caer en la bancarrota fue una de las experiencias más difíciles en mi vida”, le cuenta a BBC Mundo, el fundador y director ejecutivo de “Kale Me Crazy”, una cadena de comida saludable de Atlanta, Estados Unidos.

En 2006 Shlomo pasó de tener un quiosco en un centro comercial a abrir 13 tiendas. En diciembre de ese año ganó en un solo mes US$300.000 y como venía de una familia sin muchos recursos económicos, esa cantidad de dinero era más de lo que nunca se había imaginado ganar en tan poco tiempo.

Como referencia, con ese monto se puede comprar una casa en Estados Unidos.

“Me sentía invencible. Estaba ansioso por doblar o triplicar mis ganancias”.

En medio del entusiasmo, se compró un auto nuevo e invirtió en el sector inmobiliario en Florida. Se fue a vivir a La Vegas y adquirió un costoso contrato de arriendo para instalar una tienda de joyas en 2007, justo antes de que estallara la gran crisis financiera.

La caída
“Las cosas se pusieron feas rápidamente”, dice Shlomo.

Sus inversiones perdieron valor y tuvo problemas para pagar la renta de su negocio. Como no sabía la verdadera magnitud de la recesión, siguió inyectándole dinero a su emprendimiento.

Pero en menos de un año, perdió todo el dinero que había logrado reunir y tuvo que declararse en bancarrota.

“No puedo culpar únicamente a la crisis. También tomé algunas decisiones comerciales equivocadas”.

Para generar ingresos, que le permitieran sobrevivir, se puso a limpiar alfombras y a ahorrar lo más posible.

Al cabo de dos años, un amigo le prestó dinero y, junto a sus ahorros, levantó la cabeza y se propuso emprender una vez más.

Fue entonces cuando cofundó Yogli Mogli, una tienda de venta de yogurt bajo el formato de autoservicio.

En tres años, tenía 27 tiendas y cuando se dieron las circunstancias, vendió la empresa para emprender una nueva aventura.

Entonces fundó Kale Me Crazy, una cadena de venta de comida saludable, bajo el concepto de “superfood” café.

Hoy tiene 21 tiendas en Atlanta y cinco en construcción en otras ciudades de Estados Unidos.

Estas son las cuatro lecciones que Shlomo aprendió de su experiencia.

1. Protege a tu dinero

Hacer dinero es genial, pero también debes protegerlo una vez que lo hayas ganado.

Mi mayor error fue que me apresuré a reinvertir lo que había conseguido, con la esperanza de convertirlo en más efectivo.

Para construir un negocio sólido, no necesariamente tienes que partir a una escala muy pequeña, pero necesitas tomarse el tiempo para tomar una decisión informada.

Yo no me tomé ese tiempo para pensar. Si lo hubiera hecho, podría haber sido una de las personas que realmente ganó un montón de dinero en la recesión en lugar de perderlo todo.

A veces, la decisión correcta es guardar tu efectivo y esperar a que se produzca una buena oportunidad.

2. Valora lo que tienes

Caer en la bancarrota me enseñó a apreciar el dinero más que nunca.

Todos hemos escuchado acerca de las personas que ganan la lotería o reciben una gran herencia y lo pierden todo. Cuando no estás acostumbrado a tener dinero (justamente lo que me ocurrió al inicio de mi carrera), es fácil tomar decisiones equivocadas y terminar con las manos vacías.

Aunque siempre supe cómo generar efectivo, nunca lo valoré realmente hasta que lo perdí todo.

Aprende de mi error: controla tus gastos y ahorra bien. Te sentirás mucho mejor cuando puedas ver un colchón en tu cuenta de ahorro.

3. Aprende a calcular los riesgos

Antes de firmar un contrato de arriendo, abrir una tienda o hacer cualquier otro compromiso comercial, debes evaluar el valor de tu negocio y determinar qué costos puede soportar.

Cuando firmé el contrato de mi joyería, estaba fascinado con la gran cantidad de personas y los turistas que entraban a la tienda.

Pensé que un alto volumen de ventas me permitiría pagar la renta exorbitante, pero ese riesgo terminó sin buenos resultados. En esa situación, el único que ganaba dinero era el propietario.

Al final del día, el volumen y las ventas no importan. Lo único que importa es tu ganancia neta y cuánto realmente guardas en tu bolsillo. Conoce tus números por dentro y por fuera, y no te comprometas con nada si las cifras no dan.

4. Tómate tu tiempo

Cuando estás entusiasmado con tu idea o te apasiona un lugar específico para una tienda, es difícil ser paciente y esperar a que todo se alinee.

Sin embargo, para que una ubicación sea comercialmente exitosa, es necesario que múltiples factores se den al mismo tiempo: el diseño de la tienda, qué otros negocios están cerca e incluso la conveniencia del estacionamiento.

A nadie le gusta perder dinero. Es mejor tomarte tu tiempo y asegurarte de tener una gran ubicación y un buen concepto que se mantenga fiel a tu visión.

Irme a la quiebra fue una de las experiencias más estresantes, dolorosas y aleccionadoras de mi vida. Pero no lamento la experiencia en lo más mínimo, ya que me enseñó lo que necesitaba aprender para llegar a donde estoy en este momento.

Fuente: www.bbc.com

Cuánto dinero deben darles los padres a sus hijos (y cómo enseñarles a administrarlo)

Si algunos padres son un desastre con el manejo de sus recursos financieros, imagina lo difícil que es para un niño.

Investigaciones recientes apuntan a que la entrega de un dinero semanal o mensual a los hijos, que en muchos países se le llama una mesada, es una buena forma de enseñarles a administrar las finanzas y ahorrar.

Pero la clave está en que el dinero forme parte de una conversación, para que sea realmente una herramienta educativa que sirva para formar hábitos financieros.

«Hay que comenzar cuando aprenden a sumar y restar, es decir, a partir de los seis años», le dice a BBC Mundo Elaine Miranda, experta en finanzas personales que trabaja en Managua, Nicaragua.

«Muchos padres me dicen que hacen esto cuando los hijos son adolescentes y entonces descubren que se gastan todo el dinero el primer día».

Básicamente, explica, los jóvenes terminan reproduciendo patrones de consumoque tienen los adultos. Por eso no es extraño ver que muchas personas se gastan el salario sin planificar y luego terminan endeudándose.

Los padres que están interesados en entregarles una cantidad fija de dinero a sus hijos, deberían partir por preguntarse qué les quieren enseñar.

Comúnmente, la mesada es una herramienta para que los niños aprendan a ser responsables con el dinero y aprecien su valor. También se utiliza para premiar determinadas conductas.

«Es importante enseñarles a ahorrar. Pero ahorrar no es meter la moneda en una alcancía», dice Miranda.

«Es enseñarles a dejar de gastar dinero ahora para usarlo más adelante». Y eso es un gran desafío para los menores de edad.

Desde una perspectiva psicológica, algunos especialistas proponen que la mesada puede servir para trabajar la frustración con los niños, dado que les ayuda a sentirse responsables de sus propios gastos.

¿Pero cuánto dinero hay que darles?

En Estados Unidos, el 51% de los padres declara pagar una mesada por el cumplimiento de ciertas tareas; el 17% la paga sin ninguna condición y el 32% no le da mesada a sus hijos, según datos de la última encuesta realizada por la consultora T. Rowe Price Annual Parents, Kids & Money Survey.

Los montos varían según la zona del país, la condición socioeconómica de la familia y la edad de los niños, entre otros factores.

Según el estudio The Kids Allowance Report, de la empresa Rooster Money, el pago semanal de una mesada en la mayor economía del mundo va desde los US$5 a los 5 años, a los US$13 a los 14 años.

En el Reino Unido, por ejemplo, se pagan en promedio US$8,8 a la semana según la encuesta Annual Halifax Pocket Moiney Survey (2018).

Pero tampoco es uniforme para todas las regiones del país, ni para todas las edades.

Como es muy difícil establecer un monto promedio que sirva como referente para el resto de las familias, en los países desarrollados a

Algunos usan esta regla: un dólar semanal por cada año que cumplen, desde que inician la escuela primaria.

Es decir, a los siete años, recibiría US$7 a la semana y a los 14 años, US$14.

¿Es poco, es mucho? Solo la familia puede saberlo, considerando sus recursos disponibles.

Una alternativa es hacer el ejercicio al revés. Preguntarse, por ejemplo, cuánto gasta la familia al mes en juguetes, golosinas, paseos y todos aquellos gastos que podrían considerarse accesorios en un presupuesto, para hacer una estimación de mesada semanal.

Cuando son más grandes, los niños se pueden hacer responsables de pagar la comida en el colegio o de ahorrar para salir con amigos. Y entonces el cálculo será distinto.

«Ellos tienen que administrar el dinero y elegir en qué prefieren gastarlo», dice Miranda, algo que les permite aprender las reglas básicas del manejo financiero.

Por eso es recomendable separar la mesada en dos grandes grupos: dinero para gastar y dinero para ahorrar.

En ese sentido, analistas consultados por la BBC coinciden en que el monto no es lo más importante, sino la educación financiera.

Y algunos niños se sienten muy orgullosos cuando consiguen lo que quieren con su propio esfuerzo.

«Cuando haces algo y te pagan por ello, me siento como si fuera adulto y tuviera un trabajo», dice Yusuf, un niño británico de nueve años.

Además del monto, también hay una discusión sobre qué tipo de tareas deberían recibir una recompensa monetaria.

Hay padres que creen que está bien dar pequeños incentivos financieros por hacer labores del hogar, mientras que otros piensan que no se puede pagar porque limpien su pieza o laven los platos.

Más comúnmente se utiliza la mesada como incentivo por las calificaciones en la escuela y la buena conducta, pero claramente no existe una receta.

¿Y cómo se les puede enseñar a ahorrar?

Kirsty Bowman-Vaughan, miembro de la organización británica Money Advice Service, propone cinco pasos para que los niños se familiaricen desde muy pequeños con el dinero.

1-Dale pequeños montos de manera regular para que entiendan cómo funciona

2-Entrégale la responsabilidad de ahorrar para conseguir cosas que le gustan

3-Déjalo que se haga responsable de mantener el dinero en un lugar seguro

4-Déjalo que se equivoque. Esa es una de las mejores maneras de aprender. Así entenderán que cuando el dinero se gastó… se gastó.

5-No hagas que el dinero sea invisible en tu casa. Si estás sacando cuentas en el computador un fin de semana, explícales lo que estás haciendo.

En definitiva, que el dinero deje de ser un tema prohibido para los niños.

Fuente: www.bbc.com

Cómo te puede afectar la crisis mundial del café (y por qué está detrás de la oleada migratoria de Centroamérica)

Hoy el precio promedio de un café con leche en Estados Unidos es de unos US$5. Pero entonces ¿por qué los productores de café de diferentes partes del mundo están abandonando sus plantaciones por otros cultivos y trabajos, o incluso buscando asilo en otros países?

La industria mundial del café está en crisis. En mayo los precios del café cayeron a su punto más bajo en una década: US$0,88 por libra de café.

La caída se debe en gran parte a los dos años de excedentes por parte de Brasil,el mayor productor del mundo, lo cual tuvo un fuerte impacto en los cafetaleros de todo el mundo al introducir millones de kilogramos de granos en el mercado.

Los problemas económicos en regiones como Centroamérica y África también tienenalgo que ver.

A mediados de julio, los precios de mercado llegaron a US$1, pero siguen siendo los más bajos que ha visto la industria en 10 años.

Sin embargo, en años recientes, los consumidores de Estados Unidos, Reino Unido y otros países occidentales han tenido que asumir un alza constante en el precio de la taza de café, incluso aunque los agricultores reciban menos del 2% de esos beneficios.

Así es cómo se está desarrollando la crisis en cada eslabón de la cadena de la producción y venta de café.

Para los agricultores

En todo el mundo, más de 21 millones de familias viven del café. Las plantaciones normalmente tienen una gran cosecha al año, por lo que se esperan ciclos altos y bajos, pero la producción entre 2018 y 2019 cayó a mínimos históricos, dificultando aún más la vida de los agricultores.

Solamente para cubrir gastos, la mayoría de los agricultores deben vender una libra de café por más de US$1.

En octubre, varios agricultores centroamericanos que viajaban en una caravana de migrantes les dijeron a periodistas de la BBC que la crisis del café les había obligado a abandonar sus cultivos y a tratar de buscar asilo en Estados Unidos.

En la última década, más del 60% de los agricultores de café en Guatemala, Nicaragua, El Salvador y México han denunciado inseguridad alimentaria durante el ciclo de cosecha, según la Asociación de Especializados en Cafés de América (SCAA, por sus siglas en inglés).

José Sette, director ejecutivo de la Organización Internacional del Café (OIC) —que fue fundada en 1963 con apoyo de las Naciones Unidas para abordar la sostenibilidad del mercado de los productos del café— le dijo a la BBC que su actual ciclo bajo era tan preocupante para toda la industria porque tiene efectos «dramáticos» incluso en los agricultores.

«Si los agricultores están desmoralizados y no están cultivando ni cuidando sus plantaciones… Eso no augura nada bueno para el futuro, pues la demanda está aumentando en torno al 2% cada año», dice Sette. «Eso son 3 millones de bolsas más que necesitaremos cada año para satisfacer la demanda».

Sette añade que aunque la industria mundial del café tienen unos ingresos anuales de más de US$200.000 millones, solo US$20.000 millones llegan a los países productores y, en última instancia, menos del 10% a sus agricultores.

«Cuando llegamos al nivel de precios que estamos viendo hoy, la industria necesita observarse a sí misma y, en un ejercicio de responsabilidad compartida, tratar de encontrar métodos para mejorar la situación de los cafetaleros, especialmente de las fincas más pequeñas».

En el continente africano, donde la producción consiste mayoritariamente en pequeñas parcelas de agricultura de subsistencia, este ciclo está resultando excepcionalmente desafiante.

«En África es probable que veamos mucho más sufrimiento que en cualquier otra parte del mundo (por la crisis del café), porque nuestra producción es bastante baja», le dijo a la BBC Fred Kawuma, Secretario General de la Organización Interafricana del Café (IACO).

«La cantidad de café que obtiene de su granja un agricultor es muy limitada en comparación con, por ejemplo, la de un cultivador de café en India o Vietnam».

Esto significa que cuando los precios del café caen, también lo hace el ya pequeño margen de beneficio del agricultor, a quien le resulta imposible pagar por necesidades domésticas como la escuela de los niños o la sanidad.

Este año, Kawuma dice que su organización ha visto a muchos agricultores en dificultades abandonando el café por otros cultivos más lucrativos.

«Costa de Marfil es uno de los países que ahora mismo está sufriendo consecuencias graves. Los agricultores no están contentos», dice. «A Togo, a pequeños productores como Liberia, Sierra Leona —y a todos los países más pequeños— les está yendo muy mal y no están seguros de si realmente pueden continuar con la producción».

Para tostadores y cafeterías

Chuck Jones conoce las dos caras de la industria.

Tiene una empresa tostadora de café y varias cafeterías en Pasadena, California, EE.UU., pero casi la mitad de sus granos provienen de las plantaciones de su familia en Guatemala. Una es suya y dos de sus primos.

Aunque teme que uno de sus familiares pierda su plantación a finales de julio.

«El exportador, con quien tiene una deuda por cubrir dos cosechas, se está haciendo cargo de la finca porque no le pagó», dice Jones.

Él dice que los ciclos de auge y caída del precio del café perjudican injustamente a agricultores como su primo, quienes logran hacer dinero unas veces contadas, especialmente dado el acceso a opciones más baratas en el mercado de productos primarios.

«Como comprador puedo fácilmente reemplazar ese café», añade. «Pero duele porque se trata de mi primo y él está perdiendo su fuente de ingresos. Es de mediana edad y vive de la plantación».

«A pesar de que mi primo es un productor de café de alta cualidad, va a perder la finca por los sistemas establecidos que le impiden que tenga éxito».

Jones dice que los líderes de la industria han estado advirtiendo que quienes se dedican al tueste deberían pagar más. Pero Jones, quien lleva un negocio en una ciudad con un alto costo de vida y en el que la mano de obra es cara —con un salario mínimo de US$15 por hora— dice que «no hay un claro ganador en la cadena».

Los US$10 que se pagan al por mayor por el café tostado incluyen los gastos de envío y el almacenamiento continuo del producto, así como la mano de obra, el mantenimiento de las máquinas y otros costos de financiamiento.

Para los consumidores

Pero ¿cómo se desglosa exactamente el precio que los consumidores pagan por una taza de café?

Sette, de la OIC, explica que el precio del café al por menor «no está muy vinculado al precio de los agricultores».

«Al agricultor apenas le llega el 1 o 2%, y una gran parte del costo final responde a la mano de obra, el alquiler o el marketing».

Jones desglosó el precio de su café al por menor en sus cafeterías de Pasadena, y de los US$4 que cobra por un latte (café con leche) solo el 10% está bajo su control: el costo del café. La leche orgánica, la mano de obra, las tazas, las tapas de plástico, las mangas (fundas aislantes) y los condimentos son factores importantes en el precio final.

«No creo que nadie se esté llenando los bolsillos», dice.

La cadena de cafeterías Think Coffee se extiende por todo Nueva York. El director de la cadena, Enrique Hernández, le dijo a la BBC que producir un café con leche pequeño le cuesta a la empresa US$0.28, y se vende por US$4,25 para poder pagar los costos no relacionados con el café.

El precio subirá a US$4,50 este año. Hernández dice que se debe a mayores gastos de alquiler y salarios.

En busca de soluciones

La OIC y otras organizaciones de la industria están trabajando en cambios como la diversificación de los ingresos de las pequeñas plantaciones, la enseñanza en gestión de riesgos, la racionalización de las cadenas de producción y la lucha contra el cambio climático mediante la adopción de una agricultura climáticamente inteligente.

«También necesitamos promocionar el consumo de café en los países productores, donde suele ser bajo», agrega Sette. «Un enfoque prometedor para, al menos, el sector del café especializado es fomentar las relaciones directas entre los productores y los tostadores».

Compañías de café de categoría como Think Coffee e Intelligentsia son ejemplos de esa asociación.

Hernández visita una de las plantaciones de las que Think Coffee compra café cada tres meses. Dice que la empresa se enfoca en buscar cultivos «vulnerables» en lugar de comprar solamente a los propietarios que más dinero tienen, y en invertir en crear mejores condiciones de vida para las familias de agricultores con las que trabajan.

Intelligentsia, que cuenta con cafeterías por todo Estados Unidos, tiene prácticas similares para mejorar la sostenibilidad, incluyendo el abastecimiento directo de semillas desde Centroamérica, Sudamérica y África, y la realización de talleres para agricultores.

Otras firmas en la industria han hecho llamamientos a grandes compradores como Nestlé para que paguen precios más justos y no inunden el mercado con café barato de baja calidad. Nestlé declinó hacer comentarios para la BBC.

En una conferencia durante el Foro Mundial de Productores de Café 2019, celebrada en Brasil la semana pasada, Jeffey Sach, economista de la Universidad de Columbia, Nueva York, EE.UU., pidió a Naciones Unidas crear un fondo global y anual para el café de US$10.000 millones.

Es una petición considerable, teniendo en cuenta que el fondo global destinado a combatir el sida fue de poco más de US$7.000 millones en contribuciones de 2017 y 2019.

Pero como los cafetaleros se ven obligados a sopesar otras opciones simplemente para sobrevivir, la amenaza de las plantaciones abandonadas en todo el mundo podría ser suficiente para motivar nuevos cambios.

Tal y como dice Sette, «si no invertimos hoy, puede que mañana no tengamos suficiente café».

Con contribuciones de Kelly Rissman, BBC News

Fuente: www.bbc.com

El millonario negocio que nació de la furia de los clientes

Si alguna vez te sentiste realmente enojado por un servicio al cliente irrespetuoso, entenderás por qué Heikki Vaananen seguía molesto una década después de vivir una situación del estilo.

Cuando tenía 15 años en la década de los 90 y vivía en una pequeña ciudad de Finlandia, solía ir a comprar disquetes o floppy discs a la tienda local de artículos informáticos.

Desafortunadamente, el hombre detrás del mostrador siempre lo trató mal.

“Siempre fue maleducado y despectivo”, dice Heikki, quien tiene ahora 39 años.

“Era bullying. Me ignoraba deliberadamente, no me atendía”, recuerda.

“Me enojó mucho. Cuando eres joven no sabes cómo lidiar con algo así, pero nunca se me olvidó”.

Trece años después, en 2008, Heikki se había convertido en un exitoso emprendedor y programador de computadores.

En aquella época su negocio de videojuegos Universomo trabajaba con algunos de los más grandes nombres del sector, desde Sega a Disney, Warner, y Lucas Arts.

Pero Heikki le vendió la firma a una empresa estadounidense y se puso a buscar una nueva idea de negocios.

Y recordando su experiencia adolescente en la tienda de computación, pensó en fundar una compañía que ayudara a las empresas a monitorear y mejorar su nivel de servicio al cliente.

Fue entonces cuando, junto a Ville Levaniemi, creó la firma HappyOrNot.

La idea era construir terminales físicos de feedback en los que los clientes pudieran responder preguntas sobre su experiencia.

Cuestiones como si los empleados era lo suficientemente amigables, si la comida era buena, o si estaban satisfechos con la rapidez de la atención.

La interrogación aparecería en una pantalla. El cliente tendría que presionar una de cuatro caritas: muy feliz, feliz, un poco infeliz, muy infeliz.

Happy Or Not procesaría la información y se la enviaría a la empresa.

“Pensé que era una gran idea”, cuenta Levaniemi, el otro fundador de HappyOrNot.

“Pero estaba seguro de que alguien estaba ya haciendo algo similar”. Pero no era así, por lo que en 2009 se lanzaron a la aventura.

Hoy HappyOrNot es utilizado por más de 4.000 organizaciones en 134 países, incluyendo a clientes como el aeropuerto británico de Heathrow, el equipo de fútbol americano San Francisco 49ers, la cadena británica de farmacias y minoristas de salud y belleza Boots, la cadena de tiendas de calzado Shoe Station y los supermercados Carrefour.

Ville había trabajado con Heikki en Universomo, y utilizaron el dinero conseguido con la venta de la empresa para iniciar HappyOrNot.

El primer gran cliente fue una de las tres mayores cadenas de supermercados en Finlandia, que buscaba monitorear si las frutas y verduras estaban frescas.

“Encontraron que incluso en las mejores tiendas, los clientes no estaban felices con los productos a ciertas horas del día”, cuenta Ville.

Con los datos recolectados, la firma se aseguró de tener bananas frescas en las tardes.

Pronto HappyOrNot se puso a buscar clientes extranjeros, partiendo por Suecia. Pero como dice Ville, algunos negocios no estaban interesados.

“Se rieron de nosotros”, comenta Ville, quien hoy tiene 40 años.

“Se rieron muchas veces. Algunas empresas no nos tomaron en serio. No veían el valor de lo que hacíamos”, explica.

“Pero lo que es especialmente gratificante es la cantidad de compañías que inicialmente dijeron que no, y unos años después volvieron para pedir nuestro servicio”.

En 2012, HappyOrNot dio un gran salto cuando el Aeropuerto de Londres-Heathrow, el aeropuerto internacional con el mayor tráfico aéreo del mundo, los contactó.

Hoy sigue siendo uno de sus mayores clientes.

“Cuando Heathrow nos llamó, fue increíble”, dice Ville. “Fue nuestro primer cliente realmente internacional”.

Actualmente hay más de 25.000 terminalesHappyOrNot en el mundo, y la compañía dice que su servicio ha sido utilizado más de 1.000 millones de veces, con ventas anuales por más de US$11,4 millones.

La sede central sigue estando en la ciudad finlandesa de Tampere, pero también tienen oficinas en Ámsterdam y West Palm Beach, Florida.

¿Pero qué podría impedir que un empleado pulse muchas veces la carita feliz?

“Notamos las irregularidades rápidamente”, dice Ville. “Nos damos cuenta, entonces no vale la pena hacerlo”.

Joanna Causon, directora ejecutiva de The Institute of Customer Service, un organismo independiente de Reino Unido, dice que está encantada de ver cómo más empresas están interesadas en mantener un alto nivel de servicio al cliente.

“Los clientes están dispuestos a pagar por un mejor servicio y, en un clima de incertidumbre económica, es más importante que nunca que las organizaciones lo hagan bien desde el comienzo”.

“Los empleados insatisfechos van a ahuyentar a los clientes“, apunta, y explica que solo un 11% de las personas consideraría comprar de nuevo en una tienda donde tuvieron una mala experiencia con un trabajador.

Y casi la mitad le advertiría a otros sobre lo negativo de la empresa.

Mientras Heikki, el director ejecutivo, trabaja en la oficina central de Tampere, Ville, el vicepresidente ejecutivo, está asentado principalmente en Ámsterdam.

¿Y qué le ocurrió a la vieja tienda de computación en la ciudad de Heikki?

“Terminó cerrando”, informa.

“Yo no era el único que no estaba dispuesto a soportar el mal servicio”.

Fuente: www.bbc.com

Por qué se ha encarecido el precio mundial de los alimentos (y cuáles son los productos más afectados)

Desastres naturales y una peste fuera de control son algunas de las razones que han hecho subir por quinto mes consecutivo el precio mundial de los alimentos.

“Es una tendencia al alza que viene desde enero, principalmente impulsada por los productos lácteos”, le dice a BBC Mundo Ricardo Rapallo, oficial de Seguridad Alimentaria, de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, FAO.

De hecho, el valor de los productos lácteos subió 5,2% en mayo respecto al mes anterior y 33% en comparación con diciembre de 2018, acercándose a su nivel más alto en cinco años.

El alza se explica por las sequías que se han producido en Oceanía, las cuales intensificaron el descenso de su producción lechera.

“En Europa también existe preocupación sobre la producción lechera”, agrega Rapallo, mientras que “la demanda de leche a nivel mundial sigue siendo sólida”.

La FAO mide las variaciones mensuales para una canasta de cereales, oleaginosas, productos lácteos, carnes y azúcar, y a partir de esa información, elabora un índice de alimentos.

Este índice alcanzó los 172,4 puntos el mes pasado, mientras que en abril llegó a 170 unidades.

¿Qué pasa con la carne?
Las carnes también han aumentado su precio, con un alza de 6,3% desde enero, principalmente por los efectos que está provocando la propagación de la peste porcina africana en Asia, entre otras razones.

De hecho, dado que más de un millón de cerdos han sido sacrificados por la enfermedad en China, el precio de la carne porcina en ese país aumentó 18,2% en mayo, en comparación con el mismo mes del año anterior, según los datos divulgados por Ministerio de Agricultura del gigante asiático.

Con este escenario, consultoras de análisis de mercado estiman que, en la medida que no se controle el brote, es probable que la producción de carne de cerdo siga disminuyendo y provoque un aumento de precios en el mercado de la carne en general.

“Esperamos ver una continua presión al alza en los precios de las proteínas animales hacia la segunda mitad de este año“, le dice a BBC Mundo Justin Sherrard, estratega global del sector cárnico de la consultora Rabobank.

La situación se prevé que impacte en toda la cadena de producción y comercialización del producto, así como en los precios finales que pagan los consumidores.

Aunque no hay que dejar fuera de la ecuación, advierte Sherrard, los potenciales efectos de las políticas arancelarias de Estados Unidos.

Inofensiva para las personas y letal para los cerdos, la peste porcina africana fue detectada en China en agosto del año pasado y desde entonces se ha expandido por el resto de Asia, devastando granjas en Vietnam y Camboya y afectando los cultivos de otras naciones.

En América Latina, países como Argentina se han beneficiado con el brote, dado que en China está creciendo la demanda por todas las carnes.

A principios de junio, importadores chinos se apresuraron a cerrar negocios de carne vacuna desde Argentina, provocando un aumento de los precios por tonelada de carne de entre 20% y 30% respecto a un año atrás, según informa la prensa local.

El maíz y las malas condiciones climáticas
El valor de los los cereales también subió en mayo (1,4%), principalmente debido a un aumento en las cotizaciones de maíz, señala la FAO.

¿La razón? Se estima que habrá una baja en la producción de maíz en EE.UU., cuyas zonas de cultivo están afectadas por inundaciones.

Estas condiciones climáticas desfavorables hicieron que el organismo de la ONU recortara su pronóstico de una abundante producción global de cereales para este año.

Pese a que el valor de varios de los productos alimenticios ha ido al alza, existen algunas excepciones.

Entre ellas, el precio del azúcar y el de las verduras disminuyó en mayo, aunque esa baja no logró compensar el incremento del resto de los productos que conforman la canasta de la FAO.

Fuente: www.bbc.com