Food52: las emprendedoras que convirtieron a un sitio web de cocina en un negocio con ganancias millonarias

Amanda Hesser y Merrill Stubbs querían crear un sitio web, pero no lograban encontrar la receta para hacer un negocio exitoso.

En 2008, las dos neoyorkinas, estaban decepcionadas porque no había un sitio para los amantes de la comida que realmente les gustara, un lugar que concentrara recetas, videos, venta de utensilios, artículos culinarios y guías de viaje.

“Como somos dos personas que aman cocinar y que nos encanta estar en la casa, no encontrábamos una web que nos gustara”, cuenta Hesser. “No sentíamos que existiera un sitio que nos diera lo que necesitábamos”.

En esa época si querías recetas, ibas a una página de recetas, dice Stubbs, y si querías comprar utensilios para la cocina, tenías que ir a otra.

Entonces las escritoras culinarias y chef profesionales decidieron lanzar Food52.

Actualmente las socias dicen que su compañía ha crecido hasta convertirse en una comunidad culinaria de 13 millones de personas de distintos países, que intercambian recetas, utensilios, ven tutoriales y comparten ideas.

Con ingresos anuales estimados en alrededor de US$30 millones el año pasado, la firma con sede en Nueva York usa redes sociales y YouTube para conectar con sus usuarios, además de producir sus propios libros.

“Nadie quería invertir”
Aunque hoy Food52 es líder en un sector lleno de competidores como Serious Eats, Cookstr y Chowhound, hace una década era un concepto innovador.

Tan poco conocida era la idea que inicialmente fue difícil conseguir financiamiento.

“Nadie quería invertir cuando lanzamos el sitio”, dice Hesser, directora ejecutiva de la empresa.

Entonces las dos amigas, que en aquel entonces estaban en sus 30, sacaron adelante el proyecto con dinero que consiguieron por adelantado -previo a la publicación de un libro- y con dinero prestado por familiares.

Hesser y Stubbs se conocieron en 2004 cuando trabajaron en un libro de cocina para el diarioThe New York Times. La primera era la editora culinaria de la revista, mientras que la segunda era editora freelance y escritora.

Pasó cerca de un año hasta que Food52 consiguió financiamiento externo por US$750.000. En la medida en que los usuarios aumentaron durante la siguiente década, se hizo más fácil encontrar inversionistas.

Tanto así que hoy la empresa ha logrado US$13,3 millones en financiamiento.

El verdadero negocio
Food52, cuyo nombre viene del número de semanas que tiene el año, obtiene cerca de tres cuartos de sus utilidades de la venta de mercaderías.

Después de vender otras marcas de equipamiento para la cocina, en 2018 comenzaron a vender marcas propias

Para el diseño de los productos, la empresa le pide ideas a los usuarios. Por ejemplo, cerca de 10.000 personas respondieron a una encuesta sobre cómo sería una tabla para cortar perfecta.

“La gente se apasiona con estas ideas”, cuenta Stubbs, cofundadora y presidenta de la compañía.

Megan Hodgkiss, estratega de comunicaciones que se especializa en la relación entre las empresas y sus clientes, dice que Food52 se adelantó a su época cuando fue lanzado, en 2008.

Sin embargo, advierte que como ese mercado se ha vuelto tan competitivo, la empresa tendrá que seguir trabajando arduamente para mantener a sus seguidores.

“Tiene que adelantarse a las tendencias culinarias”, dice Hodgkiss.

“Así como evoluciona el sector, también lo debe hacer la empresa”, agrega.

Para mantener su presencia en redes, la firma tiene un equipo de marketing de 11 personas. Y entre sus cerca de 80 empleados, hay muchos en sus 20 años.

Los jóvenes “son nuestros ojos y oídos”, dice Stubbs.

Hesser y Stubbs cuentan que su amistad está en el centro del éxito de la empresa.

“De la manera más básica, creamos Food52 para nosotras”, dice Hesser. “Y partimos con una muy buena amistad”.

Fuente: www.bbc.com

¿Las aplicaciones de finanzas personales nos hacen ahorrar o gastar más?

Las aplicaciones sobre nuestras finanzas personales se están volviendo cada vez más populares.

Pero la pregunta es, ¿nos hacen mejores a la hora de administrar nuestro dinero o nos alientan a gastar más?

Kerry Hudson, de 28 años, pasó su infancia en Escocia viviendo en la pobreza con su madre soltera, en “una sucesión de viviendas sociales, casas para desamparados y parques de caravanas”.

Vivió en siete lugares diferentes antes de cumplir los 15 años, y asistió a 14 escuelas diferentes.

“Siempre fui la chica nueva con acento extraño y la ropa barata y equivocada”, recuerda. “Me hicieron bullying a diario en la escuela secundaria”.

Encontró consuelo en los libros y en la paz de la biblioteca, y con el tiempo se convirtió en una galardonada escritora.

Su libro más reciente, Lowborn, trata sobre personas que crecen en la pobreza.

Pero a pesar de que durante años arrastró un miedo constante y persistente a volver a caer en la pobreza, a Hudson no le resultó fácil gestionar sus finanzas.

Siempre se “quedaba sin dinero” antes de cobrar.

Me pasaba eso “porque no estaba haciendo un seguimiento, lo que obviamente está bien cuando hay un día fijo de pago, pero no puedes permitirte eso cuando eres freelance“.

Así que buscó ayuda y la encontró en forma de aplicación. Aunque existen muchas, ella eligió la de Revolut.

Control del gasto
“Me da un desglose de lo que he gastado y, si a menudo es demasiado, sé que debo tener más cuidado la semana siguiente”, dice Hudson.

Al hacer un presupuesto, pone una cierta cantidad semanal en la tarjeta y se atiene a eso.

La aplicación también cuenta con un sistema de ahorro automático y retiros de efectivo gratuitos en el extranjero de unos 260 dólares al mes.

Las descargas globales de aplicaciones financieras alcanzaron los 3.400 millones en 2018, lo que representa un 75% más que hace tres años, dice la empresa de análisis App Annie.

Su popularidad está creciendo más rápidamente en los mercados emergentes, como Brasil, India o Indonesia. Facilitar el envío de dinero a otras personas parece ser una de las principales razones de su popularidad en estos países.

Las tres aplicaciones de dinero más descargadas del mundo en 2018, fueron Google Pay y PhonePe en la India, y Alipay y WeChat en China.

Las cuatro se centran en el envío de dinero como función principal.

“Recibo una notificación instantánea y se informa al momento de una transferencia a quien espera recibirla”, dice Rachna Ahlawat, cofundadora de Ondot, una aplicación que permite a los usuarios activar y desactivar las tarjetas de crédito y débito solo con el celular.

En Estados Unidos, el 92% de los jóvenes de 18 a 37 años usan aplicaciones financieras, dice la Annamaria Lusardi, de la Escuela de Negocios de la Universidad George Washington.

Y lo hacen principalmente para controlar los gastos y pagar facturas.

¿Están cambiando estas aplicaciones cómo gastamos y ahorramos?

Es difícil de decir, pero Georg Ludviksson, director ejecutivo de la firma de tecnología financiera Meniga, con sede en Reikiavik, dice que las personas que comienzan a usar aplicaciones financieras gastan un 7% menos de media en los próximos seis a doce meses.

Pero admite que romper las tarjetas de crédito puede tener un impacto más grande en los gastos.

Su compañía está desarrollando aplicaciones bancarias personalizadas para entidades como el español Banco Santander, el sueco Skandiabanken y el holandés ING Direct.

Examinar regularmente dónde gastamos nuestro dinero parece ser clave para hacer un presupuesto exitoso.

“Si te recuerdan constantemente cuánto has gastado, es más doloroso pagar por el próximo artículo”, dice Rufina Gafeeva desde la ciudad de Colonia, en Alemania, que investiga cómo la tecnología cambia nuestras formas de gasto.

Pero si las aplicaciones para pagar simplemente hacen que gastar dinero sea más fácil, poniendo menos énfasis en el manejo del presupuesto, podemos terminar gastando más que antes de usar la aplicación, advierte.

Para probar esto, solo hay que pensar en lo rápido y cómodo que es pagar con los sistemas contactless.

Según la profesora Lusardi, casi un tercio de las personas de 18 a 37 años que usan aplicaciones de pago a través del móvil o contactless en Estados Unidos en algún momento han entrado en números rojos en comparación con solo una quinta parte de los usuarios que no utilizan esta tecnología.

“¿Cuándo se vuelve peligrosa la conveniencia?”, se pregunta Steve Tigar, director ejecutivo de Money Dashboard, una popular aplicación de gestión financiera.

“No estoy seguro, pero o bien las rechazas y te quedas al margen de la economía digital o las aceptas y pones en marcha una red de seguridad que te permita controlar su dinero”.

Money Dashboard hace que tus gastos realizados en el pasado sean evidentes al permitir ver todas las cuentas bancarias y de tarjetas de crédito en un solo lugar y clasificar las transacciones para mostrar en qué gasta más una persona.

“Las mejores [aplicaciones de dinero] están intentando ser como Facebook”, dice Georg Ludviksson.

“Leíste tu feed, tus transacciones están ahí, pero también algunas ideas y detalles sobre en qué estás gastando”, dice.

Los economistas sobre el comportamiento de Harvard Business School y la Universidad de Edimburgo descubrieron que las personas que utilizan Money Dashboard “ahorraban alrededor del 40% del gasto discrecional “, dice Tigar.

“[Hay una] correlación entre las personas que consultan la aplicación regularmente y su capacidad para ajustarse a un presupuesto”, dice.

Fuente: www.bbc.com

Los dos sectores en los que América Latina necesita 23 millones de profesionales para 2040

En los últimos 40 años, el número de maestros, médicos y enfermeros en América Latina se ha cuadriplicado.

Y la tendencia seguirá creciendo a pasos agigantados, dado que la región necesitará 12 millones de maestros, tres millones de médicos y ocho millones de enfermeros, según un estudio del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

Bajo esa proyección, salud y educación serán los mega sectores que absorberán más mano de obra en las próximas dos décadas.

“La clave es asegurar que estos nuevos profesionales tengan las habilidades y la formación necesaria”, dice Marcelo Cabrol, gerente del Sector Social del BID.

¿Por qué estos empleos?
Los empleos del sector social tienen una baja probabilidad de ser automatizados, principalmente porque muchas de las tareas realizadas requieren una serie de habilidades interpersonales que difícilmente pueden ser reemplazadas por la inteligencia artificial.

A lo anterior se suma que Latinoamérica está en un proceso de envejecimiento muy acelerado.

Los ingresos de maestros, médicos y enfermeros en América Latina han crecido de manera “notable”, según el BID.
Por ejemplo, en Chile la proporción de adultos mayores de 65 años se duplicará en 20 años, pasando del 10% al 20% de la población. Y son precisamente los adultos mayores quienes requerirán más servicios de salud.

En el sector educativo, los expertos señalan que aún existe margen para aumentar la matrícula en preescolar y secundaria.

Las siguientes son tres razones que explican por qué se trata de buenos empleos, según el BID.

1. Los ingresos han crecido
Los ingresos de maestros, médicos y enfermeros en América Latina han crecido de manera “notable” en los últimos 15 años, tanto en términos reales como en relación a lo que se observa en otras ocupaciones, según la evidencia recopilada por el organismo.

2. Tienen mayor probabilidad de recibir una pensión
Los trabajadores en estos sectores tienen más opciones de recibir una jubilación en la vejez, a diferencia de otros profesionales que suelen trabajar por cuenta propia y no ahorran fondos para el futuro.

El envejecimiento poblacional requerirá muchos más profesionales de la salud.
3. Hay menos brecha salarial entre hombres y mujeres
Tres de cada cuatro profesionales de la educación y la salud en la región son mujeres, y la brecha salarial de género es “sustancialmente menor” en estas ocupaciones que en otros sectores económicos.

Como referencia, las mujeres con educación post secundaria aún ganan en promedio un 28% menos que los hombres, mientras que en los sectores de educación y salud esta diferencia es de alrededor de un 10%.

 

Fuente: www.bbc.com

Goya Foods: cómo un inmigrante que estaba en la ruina invirtió US$1 y creó el mayor imperio de comida latina de Estados Unidos

Estaba completamente arruinado. Los acreedores no paraban de llamar a su puerta y sin un dólar en el bolsillo, la vida de Prudencio Unanue quedó en una encrucijada.

Con cuatro hijos que mantener, el inmigrante español tenía que hacer algo para salir del pozo en el que había caído, luego de que fracasara su humilde negocio de exportación de radios.

Fue entonces cuando un amigo le ofreció que vendiera -cuanto antes- un cargamento de 500 cajas de sardinas proveniente de Marruecos.

Prudencio Unanue compró la marca Goya por US$1.
“Las cajas venían con una etiqueta que decía Goya”, le cuenta a BBC Mundo Joseph Pérez, vicepresidente de Goya Foods, la empresa que terminó convirtiéndose en el mayor imperio de comida latina en Estados Unidos.

Corría el año 1936 y a Prudencio le pareció que el nombre de aquella etiqueta era perfecto: simple y fácil de pronunciar en español y en inglés. Entonces decidió que su nueva aventura comercial llevaría ese nombre, convencido de que esta vez sí lograría su objetivo.

Y compró la marca por US$1.

Lo que probablemente no se imaginaba es que ese día estaba naciendo un gigante que hoy factura más US$1.500 millones al año, según cifras de la empresa, y vende todo tipo de alimentos de origen hispanoamericano, como frijoles, arroz, carnes y mariscos enlatados, condimentos, queso, aceite y hasta platos congelados.

El desembarco en Nueva York
Como muchos de los inmigrantes en busca del “sueño americano”, Prudencio Unanue desembarcó junto a su esposa en Nueva York en 1921, proveniente de Puerto Rico. La familia Unanue había emigrado desde España a la isla en los primeros años del siglo XX.

En Nueva York se instaló en el barrio latino de Harlem y después de varios años de pasar penurias, un día de 1936 hizo la mejor inversión de su vida: compró una empresa quebrada (Seville Packing Company) y la marca Goya.

Al inicio, la firma vendía productos como aceite de oliva para expatriados españoles, pero rápidamente se abrió a la comunidad hispana.
Comenzó importando productos desde España -como aceitunas y aceite de oliva- para venderle a los expatriados españoles, pero rápidamente expandió el negocio a la importación de alimentos desde América Latina para llegar a otras comunidades de inmigrantes.

De hecho, como después de la Segunda Guerra Mundial, ingresó una oleada de puertorriqueños a Nueva York para suplir la falta de mano de obra en las fábricas, Unanue se dio cuenta de que había una gran oportunidad.

“Prudencio y su esposa vieron que había un mercado no atendido, un nicho comercial”, apunta Pérez, y así fue entonces como los productos de la empresa comenzaron a reflejar las distintas oleadas migratorias.

En la década de los 60 llegó la primera oleada cubana y así, poco a poco, los inmigrantes latinos se fueron abriendo espacio en los distintos estados del país, y de la misma manera el negocio comenzó a expandirse.

Desde Nueva York la firma se expandió hacia el noreste.
“Entendimos las diferencias de cocina y cultura entre un grupo y otro”, agrega Pérez.

En ese contexto, las campañas de marketing fueron diseñadas cuidadosamente para llegar al gusto de cada comunidad de inmigrantes, tomando en cuenta que la comida es una de las formas más evidentes de conectar con la tierra de origen.

Goya le daba una respuesta a la “nostalgia” de los que dejan su país.

A Prudencio lo sucedió su hijo Joe, quien heredó el desafío de expandir Goya a nivel internacional y hoy la firma está bajo la dirección ejecutiva de su nieto: Robert Unanue.

85 variedades de frijoles
Aunque Goya comenzó con un pequeño comercio en la calle Duane del sur de Manhattan, en 1958 se trasladó a Brooklyn, y en la década de los 70 finalmente estableció su sede central en Nueva Jersey.

El crecimiento inicial de la empresa estuvo focalizado en el noreste del país -desde Boston a Washington- aunque más tarde se expandió hacia Miami. Desde ahí creció hacia Atlanta, avanzando hacia la costa este para llegar a estados como Texas y California.

En los últimos años, Goya ha abierto cinco fábricas y centros de distribución en Texas, California, Georgia y Nueva Jersey, para intentar llegar a una comunidad hispana que supera los 55 millones de personas, según el centro de estudios Pew Research Center.

Goya emplea a cerca de 4.000 trabajadores.
Con un mercado tan grande y una variedad tan significativa de origen y tradiciones culinarias, la firma vende 85 tipos de frijoles, que también cambian de nombre según el mercado.

Y aunque en sus inicios Prudencio Unanue se dedicaba a importar, hoy la empresa fabrica la mayor parte de sus productos en Estados Unidos, Puerto Rico, República Dominicana y España.

El resto los importa desde países latinoamericanos, donde ha creado alianzas con empresas locales.

“Latin fussion”

Pero con tanta variedad de comunidades diseminadas por todo Estados Unidos, ¿qué es realmente la comida latina?

“La comida latina no es una, es más bien la mezcla de los distintos sabores”, dice Pérez.

La compañía fabrica sus productos en Estados Unidos, Puerto Rico, República Dominicana y España.
Por ejemplo, en Miami predomina el paladar cubano, venezolano o colombiano, mientras que en Los Ángeles Goya vende productos más orientados hacia la comunidad mexicana y los inmigrantes provenientes de Centroamérica.

En Nueva York, dada la mezcla de inmigrantes, la variedad de productos es extensa, aunque el acento está puesto en los consumidores puertorriqueños, dominicanos, mexicanos y ecuatorianos, entre otros.

“Hay algo fascinante en todo esto. Uno puede ser hispano o latino, pero tener cuatro abuelos distintos. Y entonces puedes ser de origen cubano-puertorriqueño-colombiano-ecuatoriano”.

Por eso no es extraño imaginarse que la cocina latina esté decantando hacia una fusión de sabores, conocida como “latin fussion”, una respuesta a la evolución migratoria y culinaria, que Goya ha estudiado de cerca para hacer crecer una marca que alguna vez llegó a valer apenas US$1.

Fuente: www.bbc.com

Crisis en Venezuela: a qué países vende petróleo el país sudamericano y por qué le es tan difícil llegar a otros mercados fuera de Estados Unidos

“Esto es un robo descarado”, dijo Manuel Quevedo, ministro de Petróleo de Venezuela, refiriéndose a las sanciones impuestas por Estados Unidos a las exportaciones de petróleo venezolano.

“Barco que salga de un puerto venezolano con el crudo que corresponde a los recursos de nuestro pueblo debe ser pagado antes de dejar el puerto”, agregó Quevedo en un comunicado oficial emitido por la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA) tras el anuncio de la Casa Blanca.

En la práctica, eso se traduce en que los compradores de crudo tendrán que pagar por adelantado.

La decisión se produce después de que la Casa Blanca anunciara el lunes una serie de sanciones contra PDVSA y su filial en Estados Unidos, Citgo, que golpean directamente las finanzas del gobierno de Nicolás Maduro.

Entre ellas, la congelación de los activos de PDVSA en Estados Unidos -valorados en unos US$7.000 millones- así como de los ingresos que se produzcan por la venta de petróleo.

Venezuela exporta cerca de 500.000 barriles diarios de petróleo a Estados Unidos.
Aunque el gobierno estadounidense no prohibió expresamente la compra de petróleo procedente de Venezuela, sí determinó que los recursos que se deriven de esas ventas deberán ir a un fideicomiso del que podrá disponer un gobierno venezolano distinto al de Maduro.

“Es un embargo petrolero de facto”, le dice a BBC Mundo Joe McMonigle, analista de Política Energética de la consultora de análisis de mercado Hedgeye Potomac Research, en Washignton DC.

McMonigle apunta que el dinero generado por las ventas de crudo venezolano quedaría a disposición de Juan Guaidó, presidente de la Asamblea Nacional que se autoproclamó “presidente encargado” del país y a quien el gobierno de Maduro acusa de intentar dar un golpe de Estado.

El anuncio de que le paguen por adelantado “no funcionará”, argumenta McMonigle, porque -entre otras razones- las sanciones prohíben las transacciones comerciales directas o indirectas con PDVSA y porque establece el requisito de que los fondos vayan a una cuenta sin acceso para Maduro.

Además, debido a que PDVSA está en la lista negra de las empresas consideradas Specially Designated Nationals (SDN), los estadounidenses evitarán hacer negocios con la firma y los bancos internacionales evitarán participar en las transacciones.

El crudo venezolano es del tipo pesado, más difícil de colocar en mercados internacionales.
Esto complica las cosas para compradores sustitutos, interesados en adquirir -a un precio menor- el petróleo venezolano que dejará de ingresar a EE.UU. (cerca de 500.000 barriles al día).

“No tendrá ningún efecto”
Analistas consultados por BBC Mundo dicen que, con las sanciones, el gobierno venezolano no tiene cómo beneficiarse de las ventas de petróleo a Estados Unidos, porque no puede tocar el dinero.

Y la condición de pago adelantado “busca hacerlos ver fuertes y en control de la situación, pero no funcionará”.

La autoproclamación de Juan Guaidó como “presidente encargado” recibió el apoyo inmediato de Estados Unidos y la consiguiente imposición de sanciones para el gobierno de Nicolás Maduro.
La misma opinión tiene Asdrúbal Oliveros, director de la consultora Ecoanalítica.

“El anuncio no tendrá ningún efecto. Es una declaración política, no real”, dice en conversación con BBC Mundo.

“Las empresas en Estados Unidos no pueden seguir comprando petróleo venezolano debido a las sanciones”, agrega, y no está claro quiénes serán los nuevos compradores del excedente.

¿Quiénes le compran petróleo a Venezuela?
Hasta ahora, Estados Unidos ha sido el principal comprador del crudo venezolano con un 41% del total de envíos de este producto desde Venezuela al extranjero.

En segundo lugar está China (25%), seguido de India (22%) y otros compradores más pequeños (12%).

En los últimos años la producción de crudo venezolano se desplomó en medio de la crisis política y económica que vive el país.

Sin embargo, Venezuela había logrado mantenerse entre los principales proveedores de Estados Unidos, Canadá y Arabia Saudita.

Cualquier reducción de las ventas a Estados Unidos podría terminar en un flujo de petróleo barato destinado a China e India, porque no es demandado en otras partes.

Pero no se sabe cuál será la intención de esos dos países.

¿Por qué es tan difícil llegar a otros mercados fuera de Estados Unidos?
Venezuela tendría que aceptar precios con descuentos de otros compradores, pero “la gran interrogante es quién estará interesado en comprarles”, dice Asdrúbal Oliveros.

No es una respuesta fácil, puesto que el petróleo producido en Venezuela es pesado y tiene ciertas características que solo son compatibles con las instalaciones de algunos países.

Pero además, hay otro factor que le pone presión al gobierno para encontrar nuevos compradores.

Analistas creen que será difícil que Venezuela encuentre compradores de crudo que reemplacen a Estados Unidos.
“Venezuela no puede parar de bombear porque no tiene capacidad de almacenar el petróleo”, explica Oliveros, que apunta que no es barato detener la producción.

“Es más costoso dejar de producir”, por eso el gobierno de Maduro debería conseguir otros compradores rápidamente.

Algunos expertos barajan nombres, aunque hay más incertidumbre que certezas.

“PDVSA intentará vender en India y China, pero será mucho menos rentable y generará menos caja”, escribió el experto en política energética Francisco Monaldi, en un mensaje publicado en su cuenta de Twitter esta semana.

“Tienen que darse ciertas condiciones de negociación de fletes, seguros, tanqueros, adecuación de puertos de recepción, de las refinerías, de almacenamiento”.

China o India podrían absorber parte de los barriles que dejará de comprar EE UU., pero el asunto sigue siendo un misterio.
Probablemente no será fácil. Y de hecho, un miembro de la junta directiva de PDVSA, Wills Rangel, dijo el miércoles que tiene la orden de definir nuevos mercados de exportación en un plazo de 15 a 30 días, según informó la agencia Reuters.

Entre los potenciales compradores están China y Rusia, quienes han apoyado explícitamente al gobierno de Maduro, pero “el petróleo que Venezuela les envía a esos países es principalmente para pagar deudas”, explica a BBC Mundo Thomas W. O’Donnell, analista de asuntos internacionales y energía de la firma Global Barrel.

Como la mayor parte de las refinerías del mundo están diseñadas para recibir petróleo liviano, la base de posibles clientes es pequeña.

“La única opción para PDVSA es que mezcle su petróleo pesado con otro más liviano”, agrega, pero para lograr ese objetivo Venezuela tendría que importar crudo liviano.

PDVSA produce un tipo de petróleo pesado que pocos países en el mundo pueden refinar.
“Tienen cada vez menos y menos dinero y no más ganancias por las ventas a Estados Unidos. Que logren seguir este camino, es casi imposible”, indica O’Donnell.

Y hay otro elemento político, que va más allá de la capacidad de refinar petróleo pesado.

“Dado que un número creciente de países reconocen a Juan Guaidó como presidente interino, eso tendrá implicaciones sobre quién debería tener el control de los bienes y las ventas de petróleo venezolano”, le dice a BBC Mundo Paula García, vicedirectora del Adrienne Arsht Latin America Center del centro de estudios Atlantic Council.

Es probable que exista un impacto mayor sobre el crudo venezolano, dice, “que vaya más allá de los efectos de las sanciones impuestas por Estados Unidos”.

Es pronto para medir la magnitud de ese impacto.

Fuente: www.bbc.com