Mundial 2018: por qué las salidas de Messi y Ronaldo también significaron dolorosas derrotas para Adidas y Nike

Los grades ejecutivos de empresas patrocinadoras no necesariamente son apasionados hinchas del fútbol, pero es probable que algunos de ellos perdieran los estribos el pasado sábado cuando tanto Lionel Messi como Cristiano Ronaldo salieron del Mundial.

Los dos múltiples ganadores del Balón de Oro no solo están entre los atletas mejores pagados en el mundo, sino que sus cuentas bancarias también han aumentado considerablemente gracias a sus contratos de patrocinio.

Y en el mundo del fútbol no hay acuerdos más grandes que el “clásico de marcas” entre Adidas y Nike.

Para las dos gigantes de ropa deportiva, el Mundial, sin embargo, no es solo para vender mercancías.

Es también una gigantesca oportunidad para exponer la marca y, en ese sentido, el rendimiento de los atletas que patrocinan es crucial.

En el Mundial también se disputa un multimillonario “derbi de marcas”.

“Una gran parte de la estrategia de marca tanto de Adidas y Nike se centra en la promoción de equipos y jugadores que podría surgir como ganadores del torneo para asociar sus nombres con el éxito, y ganar máxima exposición y mayor crecimiento”, explica Amir Somoggi, asesor de mercadeo basado en Sao Paulo, Brasil.

Messi es una figura clave en las cuentas de Adidas y Ronaldo en las de Nike. Y sus respectivas selecciones nacionales, Argentina y Portugal, también tienen contratos de camisetas con las mismas compañías.

Mucha plata
El derbi de la marca tiene todo que ver con grandes montos de dinero.

En 2014 Adidas reportó ventas relacionadas con el fútbol de US$2.500 millones, impulsadas por una buena actuación en el Mundial de Brasil.

Las dos finalistas del Mundial de 2014 vestían uniformes de Adidas.
En el mismo año Nike anunció un aumento del 23% en beneficios netos durante el torneo.

Y el Mundial de Brasil fue la primera vez que Nike venció a Adidas en la competencia de patrocinio.

12 de las 32 selecciones participantes lucieron el logo “swoosh” de Nike, dos más que los equipos con la marca Adidas.

Sin embargo, al final fue el gigante alemán – también un patrocinador oficial del Mundial y responsable de los balones y la mercancía oficial – el que sacó ventaja.

Dos equipos patrocinados por Adidas, Argentina y Alemania, disputaron la final, dando a la compañía su tercer título desde 1998.

Y hasta ahora Nike solo se ha anotado una victoria mundialista con Brasil 2002.

El contrato de Ronaldo
En Rusia 2018 han cambiado las cosas. Adidas tiene 12 selecciones contra las 10 de Nike

Sin embargo, en términos individuales los estadounidenses dicen estar en ventaja, señalando que el 60% de los jugadores han usado botas de Nike.

El contrato de Ronaldo con Nike valdría aproximadamente US$1.000 millones.
Según un estudio hecho por el Observatorio Internacional del Fútbol (CIES), 132 de los 200 jugadores más valiosos en Rusia 2018 usan botas de Nike, comparados con los 59 de Adidas.

Las lista incluye $1.000 millones de un trato “de por vida” de Nike con Ronaldo.

Y tener tu logo sobre la camiseta nacional, tampoco sale barato.

Nike habría pagado US$50 millones a la Federación Francesa de Fútbol por un acuerdo de uniforme hasta 2026 y decenas de millones más a Inglaterra y Brasil.

Alemania recibe US$58 millones al año de Adidas, España US$47 millones, mientras que Argentina recibe una cifra mucho menor de US$11 millones.

Y aunque la eliminación de la selección alemana en la primera ronda no fue una buena noticias para Adidas, la compañía quizás tenga algún consuelo en las altas ventas del uniforme alemán.

En el Mundial de 2002 8,6 millones de camisetas fueron vendidas. Para 2014 el número se había duplicado a 14,2 millones con un precio promedio de US$66 según la agencia de mercadeo alemana PR Marketing.

Botines ansiados
Los octavos de final en Rusia comenzaron con Brasil, Croacia, Inglaterra, Francia y Portugal vistiendo camisetas Nike, mientras que Argentina, Bélgica, Colombia, Japón, México, Rusia, España y Suecia llevaron Adidas.

Puma -la compañía alemanas fundada por la misma familia Dassler responsable de Adidas, y dividida por una agria disputa de años- está representada por Uruguay y Suiza.

Y Dinamarca, patrocinada por la compañía nacional Hummel, era la única excepción.

132 de los 200 jugadores más valiosos en Rusia 2018 usaron botines de Nike.
Pero si bien los patrocinios de equipo controlan la ropa que los atletas visten cuando juegan para sus países, para las zapatillas el trato es distinto.

Y en cuando a jugadores individuales todavía queda mucho talento en el torneo.

Nike tienes sus esperanzas puestas en el brasileño Neymar, el inglés Kane o el francés Killian Mbappé.

Y aunque las posibilidades de Adidas recibieron un golpe en la fase de grupos con la salida del alemán Mezut Ozil y el egipcio Mohamed Saled, aún tienen al francés Paul Pogba y el uruguayo Luis Suárez, además del brasileño Gabriel Jesuú.

El capitán de Inglaterra, Harry Kane, es patrocinado por Nike.
Así que si bien la dos superestrellas Messi y Ronaldo ya se fueron a casa, la lucha entre en el “clásico de las marcas” sigue vivo.

Kendra Scott, la mujer que convirtió US$500 en una empresa de US$1.000 millones

Su esposo estaba desempleado y ella embarazada. Bajo esas circunstancias, la estadounidense Kendra Scott sabía que se le tenía que ocurrir algo para generar ingresos.

Mientras esperaba el nacimiento de su primer hijo, comenzó a diseñar joyas en su casa.

Corría el año 2002 y la joven de 28 años tenía apenas US$500 en ahorros para invertir en su nuevo proyecto.

Después del nacimiento de su hijo, Scott decidió que iría a vender sus diseños con el bebé en brazos.

“Cuando tuve mi primera colección, envolví a mi hijo en un cargador de tela y puse mis joyas en una caja de té”, cuenta la empresaria, que hoy tiene 44 años.

“Fuimos a tocar las puertas de las boutiques de Austin (Texas). Vendí todo el primer día. A partir de ese momento, tenía un negocio”.

Scott comenzó a vender joyas con su hijo en brazos.
Hoy su empresa, Kendra Scott Design, está evaluada en más de US$1.000 millones y su fortuna personal en US$500 millones.

Más rica que Taylor Swift y Beyonce
En la lista de las mujeres más ricas de EE. UU. elaborada por la revista Forbes (que incluye a las que hicieron su fortuna y no la heredaron), Scott ocupa el lugar 36, por encima de cantantes como Taylor Swift y Beyonce.

Cuando comenzó su empresa, la emprendedora vio que en el mercado había joyas muy caras o joyas muy baratas, pero no existía una oferta intermedia.

Entonces su plan fue producir piezas con piedras preciosas de calidad a un precio conveniente.

“Cada mujer, no importa cuál sea su situación económica, quiere sentirse segura y bonita”, dice.

La empresa abrió su primer negocio en 2010. Hoy tiene 80 tiendas en Estados Unidos y unos 2.000 empleados, la mayoría mujeres.
Al inicio, la empresaria le vendía a otros negocios. Contrató trabajadoras competentes que le ayudaron a hacer crecer la firma, a pesar de los desafíos personales que en aquella época la tocó enfrentar, como el fin de su matrimonio después del segundo hijo.

“Me propuse crear un equipo de gente talentosa. Siete de mis empleadas originales aún están conmigo”, dice Scott.

Marcar la diferencia
El año 2010 la empresa abrió su primer local en Austin y la emprendedora se propuso marcar la diferencia.

“Las joyerías son conocidas por ser intimidantes y formales, con cuerdas de terciopelo y cajas cerradas”, cuenta.

“Yo quería crear una experiencia cálida, interactiva y especialmente, divertida”.

Como resultado, los clientes pueden probarse las piezas, pedir diseños personalizados, mezclando diferentes piedras con distintos aros, collares, pulseras y anillos.

La emprendedora dice que notó una carencia en el mercado de las joyas.
Actualmente la firma tiene 80 tiendas en Estados Unidos, 2.000 empleados y un sitio web que le vende a un mercado global.

Y aunque en ella participan fondos de inversión, Kendra Scott sigue siendo la dueña mayoritaria.

Una característica del negocio que ha tenido buena acogida entre sus clientes es su activa participación en donaciones caritativas.

El año pasado donó US$5 millones y miles de joyas a varias organizaciones sin fines de lucro, fundamentalmente para mujeres y niños. Las empleadas de la firma hicieron 2.000 horas de trabajo voluntario y la empresa organizó más de 10.000 eventos para recaudar fondos.

El 96% de los empleados de la empresa son mujeres.
Scott dice que su joyería seguirá desarrollando este tipo de trabajo social porque ella la levantó sobre la base de tres pilares, “familia, moda y filantropía”.

¿Pero de qué manera la firma apoya a las familias?

Una de las vías, es ofrecer generosos permisos de maternidad para las trabajadoras que están empleadas a tiempo completo o medio tiempo. El permiso se extiende en caso de adopción.

La empresa también entrega ayuda financiera para tratamientos de infertilidad y ofrece apoyo económico a las familias que están pasando por alguna crisis, además de permitir que las empleadas lleven a sus bebés o niños pequeños al trabajo.

“Aunque la moda y la joyería parezcan una industria superficial, yo lo veo como una oportunidad para hacer el bien en nuestras comunidades”, dice la empresaria.

Las 24 reglas para triunfar en la vida del exitoso inversor de Wall Street Richard Jenrette

Richard Jenrette fue un hombre exitoso en el mundo de los negocios de Nueva York, Estados Unidos

Incluso fue descrito por el diario The New York Times como “el último caballero de Wall Street”.

Fundó el banco de inversiones Donaldson, Lufkin & Jenrette junto a un par de socios en 1959, fue director ejecutivo de la compañía de seguros Equitable Life hasta que se retiró en 1996 y también fue un amante de la restauración de viviendas antiguas, fundando la Classical American Homes Preservation Trust en 1993.

Además, escribió el libro “The Contrarian Manager” (El gerente contrario) en el cual ofrece lecciones que aprendió y enfoques poco ortodoxos que adoptó en sus 40 años de carrera que lo convirtieron en una leyenda de Wall Street.

Este estadounidense que murió el pasado 22 de abril a los 89 años en su casa de Charleston, Carolina del Sur, no quiso irse de este mundo sin dejar un mensaje.

Escrita a mano con una letra casi ilegible, Jenrette dejó sobre su escritorio una lista con 24 reglas para, según él, triunfar, no solo en los negocios, sino en la vida.

Estos son los consejos de Jenrette a los que tuvo acceso BBC Mundo.

“Lo que aprendí (cómo lograr el éxito y tener una vida larga y feliz)”

Murió el pasado 22 de abril a los 89 años en su casa de Charleston, Carolina del Sur.
1. No te rindas. Generalmente es todo lo que tienes que hacer. No renuncies. ¡No seas de los que abandonan!

2. No quemes puentes (detrás de ti).

3. Recuerda: la vida no tiene mayor bendición que un buen amigo.

Nunca tendrás suficientes.
Nunca abandones a un viejo amigo. Podrías necesitarlo.
4. Trata de ser amable y di “gracias” seguido.

5. Mantente informado. ¡No dejes de aprender!

6.Estudia. Mantente educado. ¡Haz tu tarea! ¡Continúa estudiando!

7.Cultiva amigos de todas las edades, especialmente más jóvenes.

8.Prepárate todo lo que puedas.

Fue “el último caballero de Wall Street”, según The New York Times.
9. Sé orgulloso, pero no engreído. Conoce tu propio valor.

10.Haz un plan por adelantado, pero estate preparado para dejarlo si las oportunidades se presentan.

11.Convierte los problemas en oportunidades. Normalmente puede lograrse. Los problemas crean oportunidades de cambio. La gente está dispuesta a considerar cambios cuando hay problemas.

12.Siempre debes estar presentable. Limpio, afeitado y bien vestido de acuerdo a tu edad. Atento al estilo y las modas. Busca encantar. Cuida tu lenguaje. No insultes demasiado, no es agradable.

13.Pero estate abierto al cambio, no te quedes atrapado en el lodo. Considera lo que es nuevo, pero no lo sigas ciegamente. USA TU CABEZA – SENTIDO COMÚN.

14.Diviértete ¡Pero no todo el tiempo!

15.Estate siempre del lado del bien.16.Ten un plan alternativo. No tengas todo el dinero en un solo lugar.

17.Aprende un idioma.

18.Viaja mucho, si es posible alrededor del mundo.

19.No critiques a alguien enfrente de otras personas.

20.No olvides alabar un trabajo bien hecho (pero no elogies un trabajo malo)

21. A nadie le gusta perder, pero no seas un mal perdedor si te toca.

22.Ayuda tener a alguien que te ame y a quien también ames (no solo sexo).

23. Mantén tus estándares altos en todo lo que hagas.

24.Mira el panorama general, pero no te olvides de los pequeños detalles.

Las inesperadas lecciones económicas que nos pueden enseñar los monos

En una isla frente a la costa de Puerto Rico, tuvo lugar un fascinante experimento con simios.

Los resultados podrían darnos una comprensión más profunda de la economía del comportamiento, la psicología del riesgo y podría explicar por qué nuestras economías sufren crisis financieras periódicas.

El experimento involucró seis monos capuchinos que llevaban el nombre de personajes de películas de James Bond.

Los investigadores los entrenaron para que intercambiaran pequeñas fichas de metal por comida. Los pusieron en un pequeño mercado donde les ofrecerían diferentes alimentos a diferentes precios.

Una de las que “comerciaba” con los monos fue Laurie Santos, profesora de ciencia cognitiva y psicología en la Universidad de Yale.

“Podríamos usar ese escenario para preguntarnos ¿los monos le prestan atención a cosas como el precio? ¿Están tratando de maximizar sus simiomonedas?”, explica.

“Lo que nos sorprendió fue que, con muy poco entrenamiento, los monos compraban a los vendedores que les daban comida a menor precio”, dice Santos. “Entonces, si obtenían el doble de comida por una ficha, compraban allí más a menudo”.

Los monos también mostraron otros rasgos similares a los humanos, como el oportunismo. Intentaban agarrar cualquier ficha que quedara tirada mientras los científicos no prestaban atención. Ese comportamiento también mostró que los monos consideraban las fichas como objetos valiosos.

Sin embargo, es la actitud hacia el riesgo que mostraron los monos la que podría contener las lecciones más intrigantes para nosotros los humanos.

Humanos y monos comparten rasgos como el oportunismo.
Los investigadores introdujeron un elemento de elección en su experimento. Los monos podrían comerciar con una de dos personas. Una de ellas les daba dos piezas de comida, uvas en este caso, a cambio de una ficha. Era una opción segura y sin pérdidas.

Pero la otra persona les daba una uva o tres uvas, a cambio de su ficha. Esta opción implicaba más riesgo, ya que la mitad de las veces recibían una uva y la otra mitad tres.

Traducido a términos humanos: tienes una opción, puedes obtener US$$2.000 garantizados o tienes un 50% de posibilidades de obtener US$1.000 y una probabilidad del 50% de obtener US$3.000.

Las decisiones financieras no siempre son fáciles.
¿Qué opción elegirías?

La mayoría de las personas optan por la opción segura: toman los US$2.000. Eso es también lo que hacen los monos.

Hasta aquí todo bien. Los simios son, después de todo, nuestros parientes animales más cercanos. Compartimos una historia evolutiva. Sin embargo, una vez que el experimento se ajustó para que los monos tuvieran las mismas opciones, pero desde un punto de partida diferente, sucedió algo fascinante.

En esta modalidad, el mono entra y ve que ambos vendedores tienen tres uvas cada uno, por lo que el mono probablemente piensa “ah, hay oportunidad de obtener tres uvas”.

¿Apuestas fuerte o prefieres ir por lo seguro?
Uno de los vendedores es seguro, siempre hace lo mismo…cuando el mono le entrega la ficha, aunque tiene tres uvas, solo le entrega dos y se queda con una. Para el mono “es es una pérdida fija, pequeña pero fija”, explica Santos.

El segundo vendedor implica un riesgo: a veces le da al mono las tres uvas, pero a veces se lleva dos y solo le da una uva al mono.

De nuevo, veamos eso de otra manera: comienzas con US$3.000, ahora tienes una opción. O tomas una pérdida garantizada de US$$1.000 que te deja con solo US$2.000 o apuestas. Si apuestas la mitad del tiempo, perderás US$2.000, lo que te deja solo US$1.000, pero la mitad del tiempo no perderás nada. ¿Qué harías?

La mayoría de la gente apostará e irá por la opción más arriesgada. Sorprendentemente, también lo hacen los monos. La idea de perder es tan dolorosa que se arriesgarán a una pérdida mayor solo por la posibilidad de no perder nada.

Cuando los precios de las acciones caen, las personas se aferran a la idea de que volverán a subir.
Cuando las bolsas y las acciones colapsan o los precios de la vivienda caen, se esperaría que la gente se vuelva más cautelosa. De hecho, ocurre lo contrario, toman más riesgos.

La gente se aferrará a acciones que están perdiendo valor, especulando que el precio subirá nuevamente, porque no podemos soportar la idea de tener menos de lo que tenemos ahora. Esto es aversión a la pérdida.

Entonces, si la aversión a la pérdida está integrada en nosotros, ¿qué podemos hacer al respecto?

La profesora Santos dice que a veces tiene sentido encontrar formas astutas para empujar a las personas hacia un comportamiento contrario a nuestros instintos destructivos.

Ahorrar es una forma de combatir nuestros instintos destructivos.
Un ejemplo es ahorrar.

“A muchas personas les gustaría ahorrar, pero el hecho de retirar dinero de tu salario y ponerlo en una cuenta de ahorros puede parecer una pérdida”, dice Santos.

Para compensar esto, los académicos han ideado programas que toman esto en cuenta y restan los ahorros de los aumentos de ingresos que la persona recibirá más adelante en la vida, por lo que nunca se siente como una pérdida”.

Los economistas Richard Thaler y Shlomo Benartzi idearon el plan Ahorra Más Mañana (conocido como SMarT, en inglés). Esta es una forma simple, pero inteligente de dar un empujón a los empleados para ahorrar hasta la jubilación. Funciona en cuatro pasos.

En primer lugar, se alienta a los empleados a inscribirse en el programa mucho antes de que realmente comience, por lo que no hay consecuencias financieras inmediatas.

Las decisiones que los humanos tomamos sobre el dinero a menudo parecen irracionales.
Luego, las contribuciones a la pensión no comienzan hasta que obtenga su próximo aumento de sueldo, por lo que el empleado no siente que esté perdiendo el salario que recibe actualmente.

Las contribuciones aumentan con el tiempo, con cada aumento de sueldo, hasta que la alcancía llega a un máximo preestablecido.

Por último, los empleados pueden optar por salirse en cualquier momento. Este paso final funciona sobre la base de que los humanos tienen una tendencia hacia mantener el status-quo. En otras palabras, no hacer nada es más fácil que hacer algo.

Las decisiones que los humanos toman sobre el dinero a menudo parecen irracionales y pueden generar burbujas de precios y caídas del mercado. A veces simplemente tomamos malas decisiones que no tienen sentido.

Entonces, tal vez lo que Santos y su simioeconomía subraya es que puede haber algunas peculiaridades evolutivas que aún son difíciles de borrar

Por qué la próxima recesión económica mundial puede ser peor que la de 2008

El tiempo ha pasado pero sus efectos todavía se dejan sentir.

Hace una década empezó la gran recesión económica que partió con las hipotecas basura en Estados Unidos y terminó con un contagio masivo al resto del mundo, provocando estrepitosas caídas en las bolsas, cierre de empresas, desahucios, desempleo y una ola de rescates bancarios.

El trago fue amargo y la recuperación lenta.

Pero en la actualidad Wall Street está marcando máximos históricos. El índice bursátil Dow Jones subió 25,2% el año pasado y el Nasdaq acumuló un alza de 28,3%.

En medio de la fiesta, en febrero durante varios días la bolsa de Nueva York registró pérdidas que llegaron al 12% en solo dos semanas, un fenómeno que los analistas atribuyeron a una “corrección” del mercado.

No se apagaron las luces, pero esta corrección hizo que muchos se preguntaran cuándo llegará la próxima recesión global y cuáles son los síntomas que podrían anticiparla.

Interconexión

“La caída de una sola empresa o un banco puede detonar el colapso de toda una economía”.
En ese contexto, el término “sincronía”, entendido como la interconexión entre las economías del planeta, se oye cada vez más.

“Cada vez que se ha producido una crisis, hemos visto períodos de sincronía de los ciclos económicos”, le explica a BBC Mundo el economista Lorenzo Ductor, investigador de la Universidad Middlesex de Londres, en Reino Unido.

Utilizando un sofisticado sistema de mediciones, Ductor y Danilo Leiva-León (investigador del Banco Central Español), detectaron que existe un aumento significativo y gradual en la sincronización de los ciclos económicos.

“Ya hemos experimentado el principal riesgo de una estructura financiera unificada con la crisis de 2008. Hoy las grandes empresas, los bancos y las instituciones financieras están altamente interconectados y los shocksque afectan a una empresa o a un banco pueden detonar una severa inestabilidad y hasta el colapso de toda una economía”, dice Ductor.

“Este fenómeno se conoce como riesgo sistémico y es una gran amenaza a la estabilidad de la economía mundial”, agrega.

“Sincronización extrema”
Es justamente la sincronía de los ciclos económicos la onda expansiva que aumenta el riesgo de contagio de la recesión de un país a los demás.

La próxima recesión global afectaría a una mayor cantidad de países.
“La economía se ha vuelto más global en la propagación macroeconómica de la volatilidad, Por lo tanto, la próxima recesión global podría afectar a una mayor cantidad de países”, comenta Ductor.

“Yo creo que podría ser peor que la crisis de 2008 en el corto plazo, porque habría más factores para propagar la recesión de un país a otro. Pero también tengo la impresión que gracias a ciertas medidas que se tomaron en 2014, como la capitalización de los bancos, tardaríamos menos años en recuperarnos”.

“Pienso que la recuperación de una recesión global será más rápida y, por lo tanto, menos severa”, señala el experto.

En la medida en que las economías están más interconectadas por la integración financiera, la mayor apertura comercial y las políticas fiscales (como la deuda de los países), el riesgo de contagio de una recesión aumenta.

La velocidad de la sincronización de las economías se ha acelerado en los últimos años.
“Observamos diariamente que hay una sincronización extrema; lo que ocurre un día en EE.UU. se propaga inmediatamente al resto de los mercados”, dice Ductor.

“Lo difícil es diseñar políticas óptimas que amplifiquen los efectos positivos de la apertura comercial y, al mismo tiempo, prevengan los efectos negativos de mercados altamente interrelacionados”, concluye.