Por qué está en crisis H&M, la segunda empresa de moda más grande del mundo

Para H&M, la segunda empresa de moda más grande del mundo, 2018 comenzó con mal pie.

Durante la primera semana del año, la compañía debió pedir disculpas por una imagen publicada en su página web en la que aparecía un niño negro luciendo una sudadera con un letrero en el pecho en el que se leía The coolest monkey in the jungle (“El mono más genial de la jungla”).

El anunció derivó en fuertes críticas y en ataques a las tiendas de la cadena en Johannesburgo, Sudáfrica, y protestas en Estocolmo, Suecia, que obligaron a la familia del menor a mudarse de casa “por razones de seguridad”.

Pero las malas noticias no quedaron allí.

La semana pasada, la compañía de matriz sueca hizo públicos sus planes para echar el cerrojo durante 2018 a unas 170 tiendas alrededor del mundo, el número de cierres más alto desde hace al menos un par de décadas.

La empresa también abrirá unos 390 locales nuevos, lo que arrojará un balance final de 44 cierres por cada 100 aperturas, una cifra que casi cuadruplica el promedio de 12 por cada 100 registrado entre 1999 y 2017.

Así, el saldo neto de tiendas abiertas durante el año se ubicará en 220, el punto más bajo desde 2010.

H&M en cifras
4.700

tiendas en 69 mercados.

171.000 empleados en todo el mundo.

US$232.000 millones en ventas en 2017.

US$16.184 millones de ganancias netas en 2017.

Fuente: H&M

Los cierres forman parte de una nueva estrategia con la que H&M intenta capear las turbulencias que ha sufrido en tiempos recientes. No obstante, la decisión fue recibida con una caída de 9,9% en el valor de sus acciones que se ubicaron entonces en su valor más bajo desde 2008.

“La escala de esta reducción sorprenderá hoy a unos cuantos y dejará a los pesimistas preguntándose por qué H&M aún disfruta de la calificación de ‘acción con perspectiva de crecimiento’”, escribieron Geoff Ruddell y Amy Curry, analistas de Morgan Stanley.

Las ventas a precio de saldo de un exceso de inventario lastraron los resultados de H&M.
La empresa reportó en diciembre una caída de ventas de 4% durante el último trimestre del año, con lo que su tasa de crecimiento para 2017 quedó en apenas 4%, según reportó el diario Financial Times.

Es la primera vez en más de dos décadas que la empresa termina un año con un saldo deudor neto, en lugar de con un flujo de caja favorable.

Estos resultados llevaron a Karl-Johan Persson, director ejecutivo y nieto del fundador de la compañía, a anunciar la semana pasada que H&M renunciará a su objetivo de aumentar las ventas entre 10% y 15% durante 2018.

Pero, ¿qué está pasando?

Errores
“Hemos cometido algunos errores”, dijo a la prensa Persson al explicar lo ocurrido.

“Teníamos demasiado de ciertos productos y muy poco de los que debimos haber tenido”, agregó, sin ofrecer detalles más allá de apuntar que era una mezcla de factores.

H&M era la principal empresa de ropa de moda cuando fue desplazada por el grupo español Inditex, propietario de Zara.

El director ejecutivo de H&M, Karl-Johan Persson, reinvertirá sus dividendos en acciones de la compañía.
Los analistas coinciden en señalar que detrás de las dificultades que sufre la empresa sueca se esconden los fuertes cambios que vive el sector por el aumento del consumo por internet.

“H&M no es inmune a la migración de las ventas de ropa a los canales online, un cambio que ha dañado el tráfico de clientes a los centros comerciales y las tiendas, y ha llevado a la quiebra de minoristas de ropa desde Aeropostale a Wet Seal”, escribió Andria Cheng en la revista Forbes.

Agregó que este giro hacia el consumo por internet ha ampliado el número de competidores, entre los cuales ahora se incluyen gigantes como Amazon.

“En tiendas comparables de H&M hubo un desempeño pobre en muchos de nuestros grandes mercados maduros. Esto refleja el cambio del mercado tradicional al consumo en línea y también tenemos que decir que no hemos mejorado la experiencia de compra de forma tan rápida como lo exigen las cada vez mayores expectativas del consumidor”, admitió Persson en su conferencia de prensa.

Otro elemento que afecta a esta empresa tiene que ver con los exitosos esfuerzos de sus competidores por acortar el ciclo del producto -el tiempo que tardan las piezas en pasar del diseño a la tienda-, una estrategia aplicada con éxito en el pasado por la compañía sueca y con la que ahora es desafiada -y en ocasiones batida- por sus rivales.

Física y digital
Para hacer frente a esta crisis, H&M está intentado mejoras en varios frentes.

H&M inició 2018 siendo blanco de duras críticas por una imagen considerada como racista.
Así, por ejemplo, el cierre de tiendas previsto para este año se producirá en mercados maduros, mientras que las nuevas aperturas se concentrarán en nuevos mercados, entre los cuales se incluyen Uruguay y Ucrania.

La empresa está realizando pruebas de diversos rediseños para sus locales intentando hallar fórmulas que permitan aumentar el flujo de clientes.

Persson anunció que espera que para 2019 la compañía pueda ofrecer un concepto de tienda más atractivo para los consumidores.

También prevé abrir en marzo en China una de las plataformas de comercio electrónico más grandes del mundo tanto con su marca principal H&M como con H&M Home.

H&M está probando distintos rediseños de sus tiendas para intentar captar más clientes.
En términos de gestión de inventario, uno de los aspectos en los que enfrentó dificultades en 2017, la compañía está usando herramientas de inteligencia artificial para tratar de mejorar la cuantificación y colocación de los productos.

Persson, cuya familia controla más del 70% de los votos de la directiva de la empresa, anunció además que prevé reinvertir sus dividendos en la compañía, con el fin de ayudar a financiar las inversiones requeridas en tecnología y gestión de data.

La junta directiva planea pedir a todos los accionistas que hagan lo mismo durante la reunión general que se realizará en mayo.

El último elemento de la estrategia pasa por el lanzamiento de una nueva línea de productos económicos, bajo la marca Afound, procedentes fundamentalmente de proveedores externos.

Esta apuesta, sin embargo, es mirada con recelo por algunos analistas que temen ese esfuerzo constituya una distracción que desvíe la atención de H&M de su negocio central.

¿Realmente va tan bien la economía de Estados Unidos como defendió Donald Trump en el Discurso sobre el Estado de la Unión?

Corren buenos tiempos para la economía de Estados Unidos.

Eso es lo que reflejan los datos macroeconómicos y los informes de los organismos internacionales.

Con una tasa de crecimiento que cerró 2016 en un robusto 2,6% y unos datos de desempleo que no dejan de mejorar, el cuadro macroeconómico del país permite presumir al presidente Donald Trump.

Es lo que hizo en el Discurso del Estado de la Unión que pronunció ante el Congreso este martes.

El presidente asegura que su rebaja de impuestos contribuirá a generar empleo.
Más allá de la cuestión de si las cifras positivas por las que se felicitó el presidente son de veras fruto de su gestión, está la duda de cuánto hay de realidad en los datos que esgrimió.

BBC Mundo contrastó algunas de las afirmaciones del inquilino de la Casa Blanca.

1. “Desde las elecciones hemos creado 2,4 millones de nuevos empleos, incluidos 200.000 solo en el sector industrial”
Donald Trump ganó las elecciones el 8 de noviembre de 2016 y tomó posesión como presidente el 20 de enero de 2017.

Considerando las cifras desde su victoria sobre Hillary Clinton, la economía estadounidense ha agregado 2,37 millones de puestos de trabajo.

De acuerdo con los datos del Departamento de Trabajo, 196.000 empleos se crearon en el sector de las manufacturas.

Trump aseguró que el desempleo entre los negros está en mínimos históricos.
El crecimiento del empleo, no obstante, comenzó antes de que Trump iniciara su gestión.

De hecho, el ritmo de creación de empleo se ha ralentizado desde la época de su antecesor, Barack Obama.

Aunque eso también puede deberse a que con solo un 4,1% de su población activa desempleada, cerca de lo que los economistas tienden a considerar una situación de pleno empleo, cada vez hay menos gente buscando trabajo.

El mercado de trabajo de EE.UU. no sufre un descenso del empleo en términos mensuales desde septiembre de 2010.

2. “La desocupación entre los afroamericanos y los hispanos se mantiene al nivel más bajo desde que hay registros”
El Departamento de Trabajo lleva midiendo el desempleo entre la población negra desde 1972.

La tasa en diciembre fue del 6,8%, la más baja jamás registrada. Su nivel más alto se produjo en los años 1982 y 1983, cuando se situó por encima del 20%.

La fortaleza de la economía de Estados Unidos
2,6% de crecimiento interanual del Producto Interior Bruto.

4,1% de población activa en situación de desempleo.

23,7 millones de nuevos puestos de trabajo creados desde 2016.

Trading Economics, Banco Mundial, Departamento de Trabajo de EE.UU.

Los servicios federales también contabilizan el desempleo entre la población hispana o latina desde 1973 y están a su nivel más bajo desde 1973, con un 4,9%.

Sin embargo, las cifras permanecen por encima de las de la población blanca (3,7%) y asiática (2,5%).

En general, los datos reflejan un descenso del desempleo que se inició durante la presidencia de Obama.

3. “Hemos aprobado la mayor rebaja de impuestos y reforma fiscal de la historia de Estados Unidos”
Antes de la pasada Navidad, el impuesto a las empresas se redujo desde el 35% hasta el 21%.

Los impuestos a los particulares también bajaron, pero ¿suponen “el mayor recorte de la historia”?

El portal de verificación de datos y noticias Politifact dice que no.

Donald Trump consiguió finalmente aprobar su reforma fiscal.
Utilizando estadísticas del Departamento del Tesoro, Politifact asegura que tres reformas del marco tributario tuvieron mayor repercusión en términos de cantidad bruta de dinero que la aprobada por el gobierno de Trump.

Además, si se mide en términos de porcentaje del Producto Interior Bruto (PIB), se estima que otras seis leyes fiscales tuvieron un mayor impacto.

4. “Desde que aprobamos las rebajas de impuestos, alrededor de tres millones de trabajadores han recibido ya bonos, algunos de ellos de miles de dólares por trabajador”
Después de que se anunciara el recorte de impuestos, varias empresas anunciaron pagos adicionales a su personal.

Por ejemplo, Disney hizo público un pago único de un bono de US$1.000 a 125.000 empleados. El fabricante de automóviles Fiat-Chrysler dijo que 60.000 trabajadores recibirían un extra de US$2.000.

El grupo de presión Americanos por la Reforma Fiscal, (ATR, por su sigla en inglés), que hace campaña por unos impuestos más bajos y simples, ha llevado un registro de todos los bonos.

Asegura que 285 compañías han anunciado incrementos salariales, bonos y otras ventajas que atribuyeron a la rebaja fiscal.

El ascenso de la Bolsa se inició ya en la época de Obama.
ATR asegura que al menos tres millones de trabajadores se beneficiarán de esto.

Es difícil calibrar cómo se hubieran comportado estas empresas sin la bajada de impuestos y cuántas de ellas no están en realidad dándole al Partido Republicano el mérito por una decisión que ya tenían prevista.

5. “La Bolsa rompe un récord tras otro”.
La Bolsa de Estados Unidos ha subido desde que Trump tomó posesión, con el índice S&P 500 aumentando un 24,7% y anotándose varios récords.

Pero en comparación, el mismo índice subió hasta un 26,3% a principios de la era Obama, concretamente en 2009 y comienzos de 2010.

Por aquel entonces, el nivel del mercado de valores estaba bastante por debajo, reflejando el impacto en Estados Unidos de la crisis financiera global y la profunda recesión que la siguió.

Bajo el mandato de Obama, los mercados experimentaron una firme recuperación y, a partir de 2013, también encadenaron una serie de récords.

En cualquier caso, la importancia de estos datos para el estadounidense de a pie es relativa.

Según el analista de The Huffington Post Alex Edmands, “los mercados son meramente un espejo que refleja pasivamente cómo está la economía, pero no la afectan activamente”.

¿Cómo se mide cuál es el mejor país del mundo para vivir?

Por casi 100 años dos indicadores se han utilizado para medir el éxito de un país: el Producto Interno Bruto o PIB, que se refiere a la riqueza, y la tasa de desempleo.

Pero cuando se trata de entender qué tan bueno es un país para la calidad de vida de sus habitantes, esas metodologías no solo son incompletas sino que pueden no ayudar a entender el fenómeno.

Cuando se trata de estimar el “progreso social”, que mide cosas como educación, alimentación o acceso a la vivienda, países con menores ingresos habitualmente superan a los más ricos.

“En general, los países más ricos tienen un mayor nivel de progreso social, por lo tanto, tener más crecimiento económico no es una mala idea”, dice Michael Green, director ejecutivo del Índice de Progreso Social.

“Pero lo que también hemos descubierto, muy claramente, es que el progreso social no se puede explicar solamente por variables económicas. El PIB no es la doctrina”.

El Índice de Progreso Social es uno de muchos indicadores que compila información de todas las naciones e intenta determinar qué tan bien lo está haciendo un país, en el sentido de responder a las necesidades de su población.

Habitualmente, los resultados de estos rankings son los que nos hacen soñar con irnos a vivir a Dinamarca o Nueva Zelanda.

El Índice de Progreso Social considera otras variables. (Foto: Alamy Stock)
Pero más allá de eso, este tipo de mediciones alternativas tienen muchas otras aplicaciones. Pueden mostrar inesperadas conexiones de datos que facilitan la creación de determinadas políticas públicas.

Y en la práctica, pueden determinar qué países necesitan recibir más recursos que otros. Y hasta pueden ayudar a “predecir el futuro”.

Qué pasa con la rendición de cuentas
Algunos argumentan que el gobierno de Estados Unidos está siendo más ineficiente que nunca. El nivel de confianza de las personas en la Casa Blanca ha caído a niveles no vistos desde 1958.

Sin embargo, los indicadores de gobernabilidad del Banco Mundial muestran que los niveles de efectividad del gobierno se han mantenido prácticamente iguales desde 1996, entendiendo efectividad como el estado de las carreteras, la calidad de las escuelas primarias y la cantidad de burocracia.

En otros países también ocurren fenómenos que dan cuenta de la complejidad a la hora de analizar su desempeño.

Es el caso de Túnez, por ejemplo, que experimentó una baja sostenida —entre 1996 y 2010— en el tema de la redición de cuentas, una variable que incluye aspectos como la confianza en las elecciones y la libertad de los medios de comunicación.

¿Y qué ocurrió después? En 2011, llegó la ola de protestas conocida como la “Primavera Árabe” en 2011 y fue entonces cuando Túnez mejoró sustancialmente su posición en términos de progreso social.

Pero para la mayoría de los países es muy difícil saltar desde un lugar bajo a una posición alta.

“Una de las conclusiones que hemos sacado es que cuando se crea una buena gobernabilidad en un país, tiende a persistir”, dice Aart Kraay, economista del Banco Mundial.

“Pero es muy difícil llegar ahí”.

Cuando la riqueza no funciona por sí sola
Una de las cosas que no funcionan, al menos por sí solas, es la riqueza, en el progreso social de un país.

La riqueza, por sí sola, no parece solucionar varios problemas sociales. Muchas de la mediciones son criticadas por usar criterios occidentales. (Foto: Alamy Stock)
Estados Unidos es un ejemplo. Aunque es uno de los cinco países con mejor desempeño en términos de PIB, se ubica en el lugar 18 en progreso social, más cerca de Estonia que de Canadá.

Holanda tienen un PIB similar al de Arabia Saudita, así como Chile y Kazajistán al de Filipinas y Angola. Sin embargo, Holanda, Chile y Filipinas se ubican muy por encima en términos de progreso para sus ciudadanos.

En la Unión Europea se da un patrón similar, en el que no existe una correlación directa entre el progreso social y la tasa de desempleo.

Uno tendería a pensar que un buen trabajo tiene que mejorar el nivel de vida de las personas. Sin embargo, mientras la tasa de desempleo en Reino Unido está a niveles históricamente bajos, su nivel de progreso social muestra una evolución plana.

Michael Green, director ejecutivo del Índice de Progreso Social, dice que la cantidad de empleo no habla necesariamente de la calidad de vida de los ciudadanos, debido a la cambiante naturales del trabajo.

Un contrato con cero horas de trabajo, sería considerado como un “empleo”, pero podría no ser muy bueno a la hora de generar progreso social.

En el caso de Costa Rica se produce un fenómeno inverso.

“Costa Rica no es distinto al resto de los países latinoamericanos. Es un país con nivel de ingresos relativamente modesto”, dice Juan Botero, director ejecutivo del Proyecto Justicia Mundial.

“Y a pesar de eso, ha tenido en los últimos 40 o 50 años, instituciones muy fuertes. Se puede ver que en los resultados sociales, este país sobrepasa a sus vecinos, siendo una sociedad más pacífica y más próspera”.

No todos los países ricos lo hacen bien
Entonces, si el nivel de riqueza no es factor suficiente para saber qué tan bueno es un país para su gente, ¿cuál es el factor clave?

Los países que tiene mejor desempeño generalmente tienden a ser los países ricos. Pero no todos los ricos lo hacen bien.

El respeto a la ley parece ser un factor determinante para analizar la evolución de un país. (Foto de Alamy Stock)
Botero trabaja en el “Índice del Imperio de la Ley” que examina los aspectos básicos de la aplicación de las normas legales, como la rendición de cuentas de un gobierno, la protección de los derechos humanos y el acceso a un justo proceso.

En este terreno ha encontrado al menos una correlación significativa. “La mayor parte de la literatura dice que la riqueza es lo más importante para mejorar los indicadores de salud de un país”, comenta Botero.

Sin embargo, el experto ha encontrado otros elementos.

“Hemos detectado que el respeto a la ley es un pronosticador de los resultados de salud, aunque no funcione por sí solo. Mientras más alto es el imperio de la ley, más probable es que el país, en cualquier nivel de desarrollo, tenga mejores resultados en mortalidad maternal, expectativa de vida, o la atención de enfermedades catastróficas”.

Eso no quiere decir que la riqueza no importe. Los países con mejor desempeño suelen ser lo más ricos, pero no todos los países ricos tienen un buen desempeño en progreso social.

Esto ha hecho que algunos expertos lleguen a la conclusión de que el crecimiento económico no siempre está al servicio de las personas, y que es necesario poner el foco en el foco en el fortalecimiento de las instituciones.

“Si eres más rico, puedes pagar mejores salarios a los policías”, dice Botero. “Por el otro lado, con un sistema legal robusto, es más probable que exista menos crimen. Y por lo tanto, un país se vuelve más rico”.

La Unión Europea está usando el Índice de Progreso Social para contribuir al diseño de políticas públicas.

Y algunas compañías, como por ejemplo, Disney Corporation, han incorporado los criterios de medición que utiliza en Banco Mundial para decidir dónde fabricar sus productos.

Este tipo de índices “no tradicionales” también son utilizados por organizaciones que donan dinero para apoyar el desarrollo.

La Corporación de Desafío del Milenio, por ejemplo, ha invertido US$11.000 millones en ayuda financiera desde que fue creada en 2004.

Muchas de la mediciones son criticadas por usar criterios occidentales. (Foto: Alamy Stock)
Y uno de los principales criterios para seleccionar un país receptor de recursos ha sido el control de la corrupción, el imperio de la ley o la eficiencia gubernamental.

La controversia
Pero este enfoque puede ser controvertido.

El concepto de “buena gobernabilidad o gobernanza”, que muchos de estos índices intentan medir, fue primero desarrollado por instituciones financieras internacionales, dice Linda Reif, profesora de derecho internacional de la Universidad de Alberta, Canadá.

“Una de las críticas que ha tenido esta medición es que, en cierta medida, ha sido impuesta sobre los países del llamado sur global”, agrega.

“Algunos expertos dicen que el concepto de “buena gobernabilidad” tiene su origen en estructuras coloniales del mundo.

Las voces críticas también apuntan a que las mediciones están basadas en valores occidentales, como por ejemplo, la tolerancia hacia la homosexualidad o la religión.

Otro debate es sobre qué tan relevantes son estos indicadores para las mujeres. Algunos investigadores han encontrado que en algunos países no hay correlación entre el respeto a la ley y la situación de las mujeres.

Algunas empresas usan índices no estrictamente económicos para definir donde fabricar sus productos. (Foto: Alamy Stock)
Si un país tiene un sistema legal que funciona bien, que asegura justicia y equidad, pero la mitad de la población todavía no tiene el mismo acceso que los hombres al trabajo, la educación o la salud, se puede argumentar que las mediciones tienen defectos o al menos son incompletas.

Esto suma más razones para tener cautela frente a este tipo de índices.

Predecir el futuro
A pesar de las críticas, los indicadores sirven como un buen punto de partida. Por ejemplo, pueden destacar tendencias subyacentes con importantes consecuencias.

Singapur, por ejemplo, está en el lugar número 9 del Índice del Imperio de la Ley, pero el Banco Mundial lo ubica en el lugar 55 en su informe sobre desigualdad global de género.

Venezuela es otro ejemplo. A pesar de que en el pasado era mucho más rico que sus vecinos, hoy día está en una crisis severa. Esto se podría haber detectado antes, si se hubiera puesto atención al compromiso de las autoridades con el sistema legal, dice Botero.

Algunos expertos piensan que la crisis de Venezuela se podría haber anticipado.
“Venezuela había estado en el último lugar del respeto a la legalidad por muchos años, incluso cuando el gobierno mantenía la apariencia de respetarla”, comenta.

“Estas tendencias tienden a predecir el futuro”, agrega Botero.

Lo contrario también puede ser verdad, como ocurre en el caso de Estados Unidos.

“Los republicanos dominan las dos cámaras y, si fuera una sociedad con bajo respeto a la ley, podrían hacer lo que quisieran. Pero no es el caso”.

“Incluso las prioridades del partido gobernante no han sido directamente aprobadas, porque hay muchos controles sobre el poder”. Es una historia de éxito hasta ahora.

¿Qué se puede hacer para contribuir a que los países sean más estables, seguros, justos y que provean una buena calidad de vida?

Los principales factores parecen ser dos: el compromiso con las instituciones y la cantidad de tiempo que se ha mantenido ese compromiso.

“Un compromiso en el largo plazo con el progreso social de un país parece ser un factor determinante”, dice Green.

Del mismo modo Botero destaca el ejemplo de países como EE.UU. y Reino Unido, donde ese compromiso ha persistido por muchos años.

Si se busca la respuesta a la pregunta qué hace que un país sea genial, parece que no hay que mirar el PIB o la tasa de desempleo.

Hay que mirar el compromiso que el país tiene con sus ciudadanos y por cuánto tiempo lo ha mantenido.

Los riesgos que enfrenta la economía mundial en 2018

Los riesgos para cualquier economía están siempre a la vuelta de la esquina.

Algunos pueden ser más difíciles de anticipar que otros, como es el caso de una guerra, el colapso repentino de los mercados financieros o un desastre natural de grandes proporciones.

Otras veces, hay señales que alertan a los economistas de potenciales amenazas y ello hace posible hacer previsiones a corto y medio plazo.

De cara a 2018, son varios los organismos internacionales que han elaborado listados de los riesgos que hay en el horizonte para la economía mundial.

Pese a que se prevé una tasa de crecimiento global de 3,1% este año, hay incógnitas que persisten y riesgos latentes.

Estos son algunos de los riesgos que proyectan para 2018 expertos consultados por BBC Mundo que se dedican a analizar la evolución de la economía mundial:

Carlos Arteta, economista líder del Grupo de Perspectivas Globales de Desarrollo del Banco Mundial (BM)

Podría haber una baja de los mercados internacionales tras una época de ganancias y poca volatilidad.
Endurecimiento abrupto de las condiciones internacionales de financiamiento. Este riesgo podría materializarse si los mercados financieros reevalúan la velocidad a la que los bancos centrales de las economías avanzadas normalizarán sus políticas monetarias, por ejemplo, si la inflación en estas economías aumenta más de lo previsto.
Rápido reajuste en los mercados bursátiles. Este riesgo ha aumentado debido a los muy altos niveles registrados en las bolsas de valores más importantes del mundo, así como a las bajísimas tasas de interés a nivel mundial, condiciones que podrían cambiar abruptamente y generar tensión financiera.
Incremento de las restricciones al comercio. Este riesgo ha aumentado por las inclinaciones proteccionistas en algunas de las economías más importantes, como Estados Unidos.
Aumento de la incertidumbre en materia de política económica. Cambios drásticos en el manejo de la economía podrían afectar las decisiones de inversión.
Aumento de las tensiones geopolíticas. Un recrudecimiento de estas tensiones, por ejemplo, en la península coreana o en el Medio Oriente, podría minar la confianza y perjudicar la actividad económica.
José Juan Ruiz, economista jefe del Banco Interamericano de Desarrollo (BID)

Hay riesgos geopolíticos, como la tensión con Corea del Norte.
Riesgos geopolíticos y de estabilidad de las instituciones y de las reglas globales. Por ejemplo, qué ocurrirá con la Organización Mundial del Comercio, el NAFTA, o una escalada de tensiones entre Estados Unidos y Corea del Norte, o entre Estados Unidos y China. No estamos en zona de burbuja, pero sí hay un aumento de riesgos geopolíticos.
Caída en el crecimiento de la productividad, tanto en los países desarrollados como emergentes. Me refiero a la productividad en el sentido de la forma en la que combinamos las nuevas tecnologías, el capital y el trabajo. Hay un crecimiento menor del que teníamos en el pasado. El mundo todavía no sabe cómo utilizar las nuevas tecnologías en los sistemas productivos. Y el otro elemento que influye es el envejecimiento de la población.
La sorpresa inflacionaria. Ahora hay un consenso amplio en el mundo de que estamos en una etapa de inflaciones estructurales bajas, con condiciones monetarias muy amables, con mercados exuberantes que han creado riqueza financiera con poca volatilidad. Esto ha provocado una sincronización de la recuperación. Ahora, si la inflación sube en Estados Unidos (que es lo que se espera), habría alzas en la tasa de interés y cambiaría el escenario.
Aumento en los altos niveles de endeudamiento del sector privado y de los países en muchas partes del mundo. Eso implica que algunos de los recursos que se destinan a inversión o a transferencias sociales, serán destinados a pagar el mayor costo de la deuda.
Hay un dilema moral. Las empresas tienen que apostar al bien común y no solamente a los dividendos de los accionistas. Esto no es un riesgo, pero plantea la pregunta de cómo las empresas pueden tener legitimidad ante sociedades más cansadas con el aumento de la desigualdad. Yo creo que este debate puede tener un efecto importante.
Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL)

La desigualdad amenaza la sustentabilidad económica y social.
Cambio climático. Este es el mayor desafío que estamos enfrentando. El calentamiento global, los desastres naturales, la escasez de agua y la contaminación podrían dejar a 122 millones de personas en la extrema pobreza, adicionalmente a las que hoy están en esa situación.
Creciente desigualdad. El aumento de la desigualdad de ingresos y la polarización social son consecuencias adversas de la hiperglobalización, especialmente en el mundo desarrollado. Hoy existen ocho personas que concentran una riqueza similar al 50% más pobre de la población mundial. La desigualdad amenaza la sustentabilidad económica y social del actual paradigma de desarrollo y sus costos amenazan el bienestar, la inversión y la innovación.
Disminución de la confianza en la democracia. Una cultura basada en privilegios transforma las diferencias en desigualdades. Estas tensiones sociales, combinadas con la incertidumbre han debilitado la confianza pública en las instituciones democráticas.
Crisis del multilateralismo. Los largos y persistentes desequilibrios de cuenta corriente, junto a los cambios de localización de empresas y el empeoramiento de las condiciones laborales, han llevado a un resurgimiento del proteccionismo en muchos países. Esto, combinado con ineficientes negociaciones comerciales, han debilitado el sistema multilateral internacional.
Desigual impacto de la disrupción tecnológica. Más del 40% de la humanidad todavía está desconectada, no participa, ni tiene voz en la nueva economía digital. Así como las nuevas tecnologías redefinen los productos y los mercados laborales, la desigual distribución y el consumo de esas tecnologías, afectan el crecimiento y crean nuevas desigualdades.

La economía mundial podría crecer 3,1% este año.

10 trabajos que son perfectos para los tímidos (y muy bien pagados)

No hay duda de que hay personas con más habilidades sociales que otras.

De la misma manera, hay trabajos que requieren de una mayor interacción con colegas, jefes o clientes, mientras que otros no exigen tal cosa.

«Habitualmente se considera que ser tímido podría ser un obstáculo en ambientes laborales», le dice a BBC Mundo Gregory Pontrelli, presidente ejecutivo de la consultora británica Lausanne Business Solutions.

«Sin embargo, dependiendo de la causa de la timidez, este rasgo se puede superar e incluso ser usado como una ventaja», agrega.

Hay trabajos muy bien pagados para personas tímidas.
Pontrelli piensa que las empresas deberían incluir personas con diferentes personalidades para integrar varios puntos de vista y tomar mejores decisiones.

Se puede considerar que los tímidos en el ambiente laboral son aquellos que prefieren tener menos interacciones sociales.

Los mejores salarios en Estados Unidos
Esta es la lista de trabajos con un buen nivel de salario -de acuerdo a los estándares estadounidenses- que son ideales para las personas tímidas, o con menos habilidades sociales.

Fue elaborada por la Red de Información Ocupacional de Estados Unidos (O*Net, por sus siglas en inglés) con datos oficiales del Departamento de Trabajo de ese país, que periódicamente compila información detallada sobre el salario de cientos de trabajos.

El criterio establecido para la selección de profesiones fue el cruce entre el nivel de salarios y aquellos trabajos que no requieren de altos niveles de interacción social.

10 trabajos mejor pagados para personas tímidas (salario anual promedio en US$)
Especialista en recursos hídricos 119.850
Ingeniero en hardware 111.730
Físico 111.580
Matemático 111.110
Astrónomo 104.100
Economista medioambiental 99.180
Economista 99.180
Desarrollador de aplicaciones 98.260
Ingeniero fotónico 97.300
Ingeniero de microsistemas 97.300

Existen los tímidos-introvertidos y los tímidos con neurosis, según estudios psicológicos.
Otras profesiones bien remuneradas y que requieren de poca interacción social, según la O*Net, son las de ingeniero o arquitecto naval y la de administrador de redes y sistemas computacionales.

Ahora bien, algunos de estos empleos mencionados en la lista podrían requerir altos niveles de interacción social en circunstancias específicas. Sin embargo, en la mayoría de las ocasiones, son desarrollados de una manera más individual que grupal, especialmente cuando están enfocados en áreas como la investigación.

No todos los tímidos son iguales
Según Pontrelli, existen principalmente dos tipos de personas tímidas.

Ciertos tipos de ingeniería, computación e investigación científica lideran la lista.
Está el tímido-introvertido, una persona que le gusta desenvolverse en pequeños grupos y que prefiere la satisfacción personal, antes que el reconocimiento social.

«Esto puede ser visto como una debilidad, pero muchos empleos necesitan trabajadores que sean capaces de invertir una gran cantidad de horas trabajando solos», dice el experto.

Y el otro es el tímido con neurosis, alguien más susceptible al estrés y la ansiedad, que no responde al estereotipo clásico de la timidez. Habitualmente se preocupa con anticipación porque las cosas pueden salir mal. En este caso, son trabajadores muy buenos para advertir potenciales riesgos.

En el caso de las personas introvertidas, que no tienen ningún rasgo de timidez, es más fácil que puedan trabajar en un amplio rango de ocupaciones, sin que eso interfiera en su desempeño.