Por qué las mujeres son más resistentes que los hombres

Las mujeres viven más que los hombres en casi todas las poblaciones modernas. Eso es un hecho.

Pero los científicos todavía no pueden explicar muy bien por qué.

Algunos estudios han tratado de investigar los orígenes biológicos de esa ventaja. Otros han destacado sobre todo la importancia de factores sociales.

Ahora, una investigación de la universidad danesa Southern University, acaba de confirmar que las mujeres tienen una ventaja de supervivencia “omnipresente”, incluso en circunstancias en las que la mortalidad general es extraordinariamente alta.

Sus conclusiones fueron publicadas recientemente en la revista científica estadounidense PNAS (Proceedings of the National Academy of Sciences).

Ventaja hasta en hambrunas y epidemias
Los académicos investigaron las diferencias de supervivencia entre hombres y mujeres en siete poblaciones que vivieron bajos condiciones extremas, como hambrunas, epidemias y esclavitud.

Analizaron las diferencias en mortalidad durante:

las hambrunas en Ucrania (en la década de 1930), Suecia (1770) e Irlanda (1845)
epidemias en Islandia (1840 y 1880) y entre las poblaciones de esclavos en plantaciones de Trinidad a principios del siglo XIX y de esclavos estadounidenses liberados que regresaron a Liberia circa 1820, solo para encontrar un ambiente epidemiológico muy distinto que acabó con la vida de muchos.
Durante la epidemia de sarampión de 1882, por ejemplo, la esperanza de vida bajó de 43 a 18 para las mujeres y de 37 a 16 para los hombres.

Los investigadores comprobaron así que las mujeres sobrevivieron más que los hombres: en todas las poblaciones tuvieron un índice de mortalidad más bajo en casi todos los sectores de edad, y, con la excepción de una población esclava, en promedio vivieron más que los hombres.

“La ventaja femenina difiere en los distintos ambientes y está modulada por factores sociales”, matizan en el estudio.
Diferencias ya en los neonatos
Curiosamente, la diferencia en la mortalidad entre hombres y mujeres se manifestaba ya entre los bebés: en condiciones extremas las niñas sobrevivían más que los niños, en edades tempranas en las que las diferencias sociales y de comportamiento pueden ser mínimas o incluso pueden ser favorables para los varones.

Estos resultados concuerdan con la hipótesis de que las mujeres cuentan con una ventaja biológica de supervivencia, aunque esa ventaja también pueda interactuar con factores ambientales.

“Nuestros hallazgos también indican que la ventaja femenina difiere en los distintos ambientes y está modulada por factores sociales”, matizan en el estudio.

¿Cuál es esa ventaja?
Pero la comunidad científica todavía no sabe explicar qué aspectos biológicos concretos hay detrás de esas diferencias de género en las tasas de mortalidad.

En este estudio los investigadores hacen referencia a análisis previos que sugieren que las diferencias hormonales entre hombres y mujeres pueden jugar algún rol.

Por ejemplo, los estrógenos, que son hormonas que las mujeres tienen en abundancia, tienen un efecto antiinflamatorio, mientras que la testosterona, típica de los varones, puede suprimir el sistema inmunológico.

En cualquier caso, según la académica que lideró el estudio, Virginia Zarulli, “las condiciones experimentadas por las personas de las poblaciones analizadas eran horribles. Aunque las crisis redujeron la ventaja de supervivencia en cuanto a la esperanza de vida, las mujeres sobrevivieron mejor que los hombres”.

“Incluso cuando la mortalidad era muy alta, las mujeres vivieron más”

¿Puede el aceite de coco, lleno de grasas saturadas, ser bueno para la salud?

Las ventas de aceite de coco en algunas partes están por los aires, impulsadas por recomendaciones de famosos y afirmaciones de que si lo bebes lo cura todo, desde el mal aliento hasta los trastornos digestivos.

Se dice que la actriz Angelina Jolie se toma una cucharada con el desayuno casi todas las mañanas, mientras que la modelo Miranda Kerr dice que no solo lo añade a ensaladas y batidos sino que también lo usa para cocinar y se lo pone en la piel.

Pero todas estas afirmaciones en torno a los beneficios para la salud del aceite de coco son recibidas con mucho escepticismo por la comunidad científica, que lo considera una grasa no saludable.

De hecho, tiene un contenido en grasas saturadas muy elevado (86%), más que la mantequilla (51%) o la manteca (39%).

Doble efecto
Los motivos por los que los alimentos ricos en grasas saturadas se consideran no saludables es porque ingerirlos causa un aumento de los niveles de lipoproteína de baja densidad (LDL, por su sigla en inglés), en la sangre, lo que popularmente se conoce como el “colesterol malo”, asociado al bloqueo de las arterias y a un mayor riesgo de enfermedades del corazón.

Pero por otro lado, las grasas saturadas también tienden a aumentar el “colesterol bueno”, causado por la presencia de la lipoproteína de alta densidad (HDL, por su sigla en inglés), que tiene un efecto contrario: evitan el bloqueo de las arterias porque ayudan a eliminar el colesterol malo, transportándolo al hígado para su excreción.

Técnicamente es posible que un alimento particular pueda aumentar los niveles generales de colesterol y no perjudique al corazón.

¿Será el aceite de coco un superalimento contra el colesterol, como algunos dicen, o solo una peligrosa moda pasajera?

Michael Mosley

El doctor Michael Mosley investigó las afirmaciones sobre el aceite de coco para la serie de televisión de la BBC Trust Me I’m a Doctor.
Apenas hay estudios
Sorprendentemente hasta ahora casi no se han hecho estudios en humanos que hayan puesto científicamente a prueba las presuntas bondades del aceite de coco.

El equipo del programa de la BBC Trust Me I’m a Doctor se puso en contacto con dos eminentes académicos de la Universidad de Cambridge, Kay-Tee Khaw y y Nita Forouhi.

Reunimos a 94 voluntarios de entre 50 y 75 años, libres de diabetes y cardiopatías, y diseñamos un estudio para valorar qué efectos tiene sobre los niveles de colesterol consumir diferentes tipos de grasa.

Los participantes fueron aleatoriamente asignados a tres grupos. Cada día durante cuatro semanas el primero debía consumir 50 gramos de aceite de coco extra virgen, el equivalente a tres cucharas soperas llenas.

El segundo grupo haría lo mismo con la misma cantidad de aceite de oliva extra virgen, un elemento clave en la dieta mediterránea, considerada muy saludable.

Y el tercero debía consumir diariamente 50 gramos de mantequilla sin sal.

Los voluntarios podían consumir estas grasas de cualquier manera, siempre y cuando lo hicieran a diario durante cuatro semanas.

Les avisamos que estarían ingiriendo unas 450 calorías extra al día, lo cual podría causarles un aumento de peso.

Antes del inicio de esta dieta rica en grasas tomamos muestras de sangre para establecer sus indicadores de salud base, centrándonos en los niveles del colesterol bueno y el malo.

La razón por la que ambos valores son importantes es que para calcular mejor el riesgo de un ataque al corazón no solo se considera el nivel total de colesterol, sino que se divide este por el HDL, el colesterol bueno.

El servicio británico de Salud Pública (NHS, por su sigla en inglés) sugiere que el número resultante debería estar por debajo de 4.

¿Cuáles fueron los resultados de nuestro experimento?

El aceite de oliva es un elemento clave en la dieta mediterránea, considerada muy saludable.
La sorpresa del aceite de coco
Como era de esperar, quienes consumieron mantequilla tuvieron un aumento medio de su colesterol malo de un 10%, parecido al incremento medio del 5% del bueno.

Quienes consumieron aceite de oliva vieron una pequeña reducción, aunque no muy significativa, en el nivel de colesterol malo y un aumento del 5% del bueno. Así que esta grasa también cumplió con las expectativas de su reputación, como un alimento bueno para el corazón.

Pero la gran sorpresa llegó con los resultados del aceite de coco.

No solo no había un aumento del colesterol malo, que era lo que esperábamos encontrar, sino que además había un gran incremento en los niveles de HDL, el colesterol bueno, de hasta un 15%.

Estos resultados sugieren que los participantes que habían consumido el aceite de coco habrían en efecto reducido su riesgo de desarrollar cardiopatías o derrames cerebrales.

¿Cómo es posible?
Le pregunté a la profesora Khaw, que estaba sorprendida con estos resultados, por qué creía que había pasado.

La principal grasa saturada en el aceite de coco es el ácido láurico.
“No tengo una idea clara”, dijo.

“Quizás se deba a que la principal grasa saturada en el aceite de coco es el ácido láurico y este ácido puede tener un impacto biológico en los lípidos de la sangre diferente al de otros ácidos grasos. La evidencia para ello viene sobre todo de los animales, así que es fascinante ver este efecto sobre los humanos”, comentó.

Entonces, ¿deberíamos aceptar el aceite de coco como un alimento saludable?

“Creo que las decisiones sobre si consumir o no un aceite particular no dependen solo de cual es su efecto sobre la salud”, apuntó.

“Este es solo un estudio y sería irresponsable sugerir un cambio en las recomendaciones sobre la dieta en base a un único experimento, aunque se condujera adecuadamente”.

Efectivamente este estudio fue muy corto y en comparación con el aceite de oliva, las investigaciones sobre el aceite de coco están aún en su fase más temprana.

Así que cualquier afirmación que diga que el aceite de coco es un superalimento es prematura.

Pero si, como yo, disfrutas del sabor del aceite de coco en la salsa curry, tampoco parece haber ninguna buena razón para dejar de consumirlo.

Qué poner en la lonchera para que tu hijo tenga una merienda sana

Cada vez hay más preocupación entre los padres por la cantidad de azúcar que están consumiendo sus hijos, sobre todo en momentos en que muchos pediatras advierten que la cantidad de calorías que consumen está llevando a problemas de obesidad infantil.

En México, por ejemplo, una encuesta reveló que al menos 4,5 millones de los niños sufren de obesidad. Y en España se estima que el 25% de los niños tiene sobrepeso.

El Reino Unido comenzó el nuevo año con una campaña oficial en la que se insta a los padres a combatir el problema de obesidad infantil limitando las a dos por día, cada una con no más de 100 calorías, sin incluir frutas y vegetales.

Los responsables de la campaña señalan que, al menos en el Reino Unido, la mitad del azúcar que consumen los niños proviene de bebidas azucaradas y de meriendas nada saludables.

Y debido a esto, los niños pueden llegar a consumir hasta tres veces la cantidad de azúcar recomendada.

Entonces, ¿cuáles son los snacks que debemos incluir en las loncheras, y cuáles debemos evitar? BBC Mundo te ofrece algunas opciones.

Las frutas, una buena opción

Las frutas son una excelente opción a la hora de preparar las loncheras porque son ricas en fibras y se digieren mucho más lentamente y por tanto su niño se sentirá lleno por más tiempo.

Una banana -90 calorías
Una manzana -60 calorías
Cien gramos de zanahorias, 41 calorías.
Además el azúcar en la fruta es más saludable que la de otras fuentes como las bebidas gaseosas, ya que una porción suele contener no más de 20 gramos de azúcar. Y además tiene fibra y nutrientes como la vitamina C.

¿Es el azúcar de las frutas igual de dañino que el de los caramelos?
Cuidado con esa barra de chocolate
Una barra de cholocate tiene alrededor de 200 calorías
A los niños les encanta, y por eso con frecuencia colocamos barras de chocolate en las loncheras para endulzarles el recreo.

Pero, como snack, es probablemente una de las peores opciones y lo mismo puede decirse de las papas fritas.

Una barra de chocolate contiene alrededor de 200 calorías.
Cada paquete de papas fritas tiene al menos 190 calorías.
Un helado, aproximadamente alrededor de 175 calorías.
Las galletas dulces también son una mala idea, ya que contienen 32,8 gramos de azúcar por cada 100 gramos en comparación con 20 gramos de una porción de frutas.
El secreto danés para combatir la obesidad infantil
Panes, panecillos y bebidas

Las bebidas gaseosas no son nada recomendadas, ya que tienen alto contenido de azúcar.
Controlar la cantidad de pan, tortas y panecillos que colocamos en las loncheras es esencial, ya que por lo general tienen alto contenido calorífico.

Los panecillos son los peores, ya que pueden tener hasta 300 calorías cada uno.

Y hay que tener mucho cuidado con las bebidas gaseosas, ya que cada lata tiene por lo general 138 calorías.

Algunas opciones saludables incluyen:

Una rebanada pequeña de pan negro (95 calorías) con un poco de queso bajo en grasa. Pero ten cuidado, porque si le agregas mantequilla puede que pase de las 130 calorías.
Las galletas de soda y las de arroz con queso o humus bajos en grasa.
Sustituir las gaseosas por agua o leche

Los niños de entre uno 4 y 6 años no deberían consumir al máximo entre 118 y 177 mililitros de jugos de fruta y los de entre 7 y 18 años, 236.
Y recuerde que hay que tener cuidado con los jugos de frutas. Los pediatras consideran que la fruta entera es una fuente de vitaminas y nutrientes mucho mejor que los jugos.

Los niños de entre uno 4 y 6 años deberían consumir al máximo entre 118 y 177 mililitros, o un tercio de una lata, y los de entre 7 y 18 años, 236.

Esto para evitar, entre otras cosas, problemas en las caries.

Justine Roberts, fundadora del sitio de internet Mumsnet, señala que la cantidad de snacks que se ofrecen en los supermercados es gigantesca, y muchas veces es difícil para los padres distinguir qué es saludable y qué no.

La campaña británica está dirigida a empoderar a los padres para que tomen decisiones más acertadas a la hora de decidir qué incluir en las loncheras de sus hijos.

Y expertos concuerdan en que campañas como estas podrían ser un primer paso para empezar a combatir el creciente problema de obesidad infantil en el mundo.

Qué tanto ayuda la cafeína para hacer ejercicio

No es secreto que la cafeína funciona como un estimulante para el organismo, pero al mismo tiempo se trata de una sustancia que no se considera dopante para el rendimiento.

Entonces, ¿nos ayuda o no cuando hacemos ejercicio?

La respuesta es que dependiendo del tipo de actividad física y la cantidad concreta que se se consume, pero sí es verdad que la cafeína puede tener un efecto positivo en las personas.

¿Cómo?
“La cafeína puede influir en tu rutina de ejercicios al afectar tu sistema nervioso central”, explicó la doctora Zoe Williams en un programa de la serie de la BBC “Confía en mí, soy médico” (Trust me, I’m a doctor).

Lo más difícil es calcular la cantidad exacta de cafeína para que tenga una efecto positivo en el cuerpo.
“Cuando haces ejercicio tu cuerpo produce un químico que se llama adenosina, la cual te hace sentir cansado al funcionar como un regulador de energía”, explica Williams, quien también fue deportista de alto nivel.

“La cafeína lo que hace es bloquear los receptores de adenosina en tus nervios por lo que el cerebro percibe menos dolor y fatiga, y eso se traduce en que la persona es capaz de aguantar más tiempo”.

Eso significa que la cafeína se suele utilizar en particular para los ejercicios de larga duración y que requieran resistencia.

La moda de consumir cafeína se ha extendido a otras disciplinas en los últimos años, pero los investigadores aclaran que en la mayoría de los casos no termina produciendo el efecto deseado al no tomar en cuenta la cantidad ni la forma en que se ingiere.

La cafeína actúa como estimulante en ejercicios de resistencia como correr o andar bicicleta.
“Si lo que te interesa es correr durante mucho tiempo o rodar muchos kilómetros en bicicleta, la cafeína te puede ayudar, pero sólo si consumes la cantidad correcta”, alertó Williams.

“Hay una afirmación científica, muy poco conocida, que existe una cantidad óptima de cafeína para el cuerpo que es de tres miligramos por kilogramo de peso corporal”.

El problema es determinar cuánto exactamente es lo que consumimos en una una taza de café, por ejemplo.

“Para una persona promedio, sea hombre o mujer, eso se traduce entre una y dos tazas de café filtrado”, señaló la presentadora de la BBC, agregando que hay otras formas de obtener la sustancia como té, colas, chocolate o bebidas deportivas.

Las bebidas energéticas también ofrecen una buena dosis de cafeína en su contenido, aunque no siempre está especificado en su etiqueta.
“Pero la cafeína rara vez se menciona en las etiquetas, por lo que calcular la cantidad en estos productos es más difícil”, advirtió.

Se espera que la cafeína actúe durante unas horas después de su consumo, pero es crucial que tome por lo menos una hora antes de la actividad física para obtener su mayor beneficio.

Un balance difícil de establecer, señaló la doctora Williams, aunque hay productos que han salido recientemente al mercado que te permiten una mayor control sobre la cantidad y el momento exacto para la ingesta, como los chicles de cafeína.

Siempre teniendo en cuenta que para las personas que salen a correr o montan bicicleta de forma recreacional lo importante es no excederse nunca de la cantidad recomendada.

Las 5 dietas que hay que evitar en 2018, según los expertos en nutrición

“Si algo suena demasiado bueno para ser verdad, lo más probable es que sea mentira”.

Así opina Sian Porter, de la Asociación de Dietistas Británicos (BDA, por sus siglas en inglés), quien acaba de publicar una lista de dietas que deberías evitar en 2018.

El listado incluye la dieta crudivegana, la alcalina, la Pioppi, la cetogénica y la basada en los suplementos nutricionales que promociona Katie Price, una personalidad de la televisión en Reino Unido.

La Fundación Británica de Nutrición está de acuerdo con que es mejor evitar estos cinco regímenes, aunque el doctor Aseem Malhotra, autor de la dieta Pioppi, defendió su plan de comidas.

Dieta crudivegana

La actriz Gwyneth Paltrow defiende los beneficios de la dieta crudivegana.
Gwyneth Paltrow, Megan Fox y Sting han expresado su apoyo a una dieta vegana de alimentos crudos.

Ésta se basa en alimentos crudos como aquellos que no fueron modificados, enlatados o procesados químicamente, y que no hayan sido calentados a más de 48ºC.

Sus partidarios argumentan que la aplicación de calor destruye algunas de las enzimas naturales de los alimentos y que, por lo tanto, el cuerpo necesita hacer más trabajo. También dicen que se pierden nutrientes a través de este proceso.

“La gente piensa que ser vegano es un sinónimo de saludable, pero requiere una planificación cuidadosa para asegurarse de no perder nutrientes importantes”, dice Porter.

Por ello, el Servicio Británico de Salud recomienda a los veganos que tomen suplementos de vitamina B12 y vitamina D.

El calor también resalta los nutrientes en algunos alimentos, como las zanahorias, mientras que otros no se pueden comer crudos, como las papas, señalan los expertos.

Alcalina
¿Cuáles son los alimentos alcalinos?
* Frutas como el limón.

* Verduras como la papa y el ajo aunque también están incluidas las verduras de hojas verdes.

* Brotes y legumbres

* Cereales

El jugador de fútbol americano Tom Brady y la duquesa de York son algunos de los famosos que promocionan la dieta alcalina.

Se basa en la teoría de que puedes cambiar el equilibrio de pH (nivel de acidez) de tu cuerpo y tu sangre a través de los alimentos que comes. Sin embargo, hasta ahora no hay evidencia sustancial que respalde esta teoría.

Sus defensores afirman que el “exceso de ácido” del cuerpo contribuye al desarrollo de enfermedades como la artritis, osteoporosis, trastornos renales y hepáticos, e incluso cáncer.

Y proponen comer “alimentos alcalinos”, principalmente frutas y verduras, para corregir esto.

Pero, según el Cancer Research UK, una organización que investiga sobre el cáncer en Reino Unido, comer más frutas y verduras puede ayudar a perder peso, pero el pH de esos alimentos no afectará el pH de la sangre.

Según Porter, si esa dieta “funciona para perder peso, es porque estás reduciendo calorías”.

El Servicio Nacional de Salud de Reino Unido dice que la dieta alcalina carece de evidencia y aconseja no suprimir grupos de alimentos enteros, como sugieren algunas versiones de la dieta.

Suplementos nutricionales de Katie Price

Los especialistas cuestionan los suplementos alimentarios que promociona la celebridad británica Kate Price.
La británica Katie Price lanzó una gama de batidos de hidratación para reemplazar el desayuno y comidas.

Según el sitio web, las bebidas apuntan a la tonificación y mantenimiento muscular, así como a la disminución de los antojos.

“El problema viene cuando la gente necesita volver a introducir alimentos en su cuerpo”, opina Porter.

Mientras que la pérdida de peso rápida puede ser motivante, el BDA dice que es insostenible y que los supresores del apetito no son una forma saludable o recomendable de perder peso.

Sarah Coe, de la Fundación Británica de Nutrición (BNF, por sus siglas en inglés), cree que “los productos de reemplazo de comidas pueden ser útiles para personas que tienen mucho peso que perder, pero siempre deben usarse bajo la supervisión de un profesional de la salud”.

Katie Price Nutrition no respondió a una solicitud de la BBC para comentarios sobre este tema.

La dieta Pioppi
La dieta de Pioppi promueve los principios de la dieta mediterránea para perder peso y reducir el riesgo de diabetes tipo 2.

Sus creadores, el doctor Aseem Malhotra y Donal O’Neill, recomiendan una dieta baja en carbohidratos y alta en grasas con frutas y verduras, pescado, aceite de oliva, alcohol con moderación y ejercicio.

La dieta Pioppi está basada en los principios de la dieta mediterránea.
Sugieren un ayuno intermitente y evitan comer carne roja, carbohidratos con almidón y golosinas endulzadas.

El BDA acusó a los autores de alterar la dieta mediterránea para su beneficio, diciendo que era “ridículo” incluir aceite de coco o coliflor para una base de pizza como una de sus sugerencias.

“Todos sabemos ahora que una dieta al estilo mediterráneo es una de las más saludables a seguir, pero no es baja en carbohidratos”, describe Porter.

La Fundación Británica de Nutrición coincide y dice que una dieta mediterránea tradicional generalmente incluye pasta y arroz en cada comida.

Porter agrega que el argumento de consumir un alto nivel de grasas saturadas se basa en evidencia que fue “seleccionada en lugar de mirarla en su totalidad”.

“La razón de que podría ayudar a perder peso es porque se consumen alimentos más saludables y tiene menos calorías en general”.

Pero el doctor Malhotra, cardiólogo y asesor del Foro Británico de Obesidad opina que “la dieta Pioppi es una evaluación independiente que combina los secretos de uno de los pueblos más saludables del mundo con la última investigación médica, nutricional y de ejercicio para desenmascarar muchos mitos en las industrias de pérdida de peso y salud”.

Añade que la dieta “recibió el respaldo de una serie de importantes médicos internacionales, dietistas, investigadores de la Colaboración Cochrane y científicos del deporte”.

“Uno tiene que cuestionar los vínculos financieros y la influencia de varias compañías de alimentos en el BDA. En mi opinión, no se puede confiar en ellos como fuente independiente de asesoramiento dietético”, dice Malhotra.

En respuesta a esto, un vocero de BDA afirma: “El análisis que publicamos siempre se basa en la evidencia y no se ve afectado por las relaciones que tenemos con los productores de alimentos de la nación”.

Cetogénica

Al basquetbolista Kobe Bryant se lo asoció a la dieta cetogénica.
Un gran número de celebridades fueron asociadas con esta dieta, incluyendo a la empresaria y estrella de reality show Kim Kardashian, el basquetbolista Kobe Bryant y el actor Alec Baldwin.

La premisa es consumir una dieta baja en carbohidratos, alta en grasas y moderada en proteínas, con carbohidratos provenientes de vegetales sin almidón, nueces y semillas.

El objetivo es llevar al cuerpo a un estado de “cetosis”: porque no tiene la glucosa de los carbohidratos, en su lugar quema la grasa para producir energía.

“Lo siniestro aquí es que la gente dice que puede curar el cáncer y cosas así, ¡Y no puede de ninguna manera!”, dice Porter.

Según la especialista, al no comer carbohidratos, evitas comer las cosas cargadas de calorías que generalmente los acompañan: “Si reduces los carbohidratos, como la pasta, estás eliminando la salsa cremosa. Si estás sacando el pan el pan, estás evitando la mantequilla. Si no comes galletas, no ingieres azúcar”.

El peligro, dice, es que puedes perder mucha fibra, importante para la salud intestinal. Además, al eliminar los granos integrales de la dieta, estás privando a tu cuerpo de muchas vitaminas y minerales.

El BNF informa que puede ser efectivo para perder peso a corto plazo, pero esa pérdida puede ser difícil de mantener.

¿Cuáles son las recomendaciones de los especialistas para bajar de peso?
Entonces, ¿cómo pierdo peso?
Estas son algunas de las recomendaciones de la Asociación de Dietistas Británicos (BDA) sobre las mejores maneras de perder peso.

Mantén un registro de los alimentos consumidos y tu estado de ánimo para controlar si hay una conexión entre ambos.
Haz una lista de las tareas no relacionadas con los alimentos que puedes hacer para distraerte de pensar en comida.
Establece metas realistas: perder solo el 5-10% de tu peso tiene enormes beneficios para la salud.
Evita comer al mismo tiempo que haces otra cosa, como mirar televisión, ya que esto puede hacer que comas en exceso.
Divide el plato a la mitad con verduras o ensalada de un lado, y proteína y carbohidrato con almidón como las papas o el arroz, en el otro.