¿Cuáles son los países líderes en “doble inclusión” en América Latina?

¿Cuáles son los países líderes en “doble inclusión” en América Latina?

Chile, Argentina y Uruguay son los tres países que lideran el ranking de la llamada “doble inclusión” en América Latina, que se refiere a una mejora en las condiciones de vida en el plano social y laboral, según un estudio publicado recientemente por la Comisión Económica Para América Latina (CEPAL).
Pese a las dificultades, estos países lograron que la población tuviera un mayor acceso a servicios sociales y mejores oportunidades de trabajo en más de una década.
Las familias de la región que lograron “vivir más dignamente” aumentaron desde un 20% en 2002 a un 29% en 2015.
Pero la realidad sigue siendo que apenas tres de cada diez latinoamericanos han logrado esos niveles mínimos, que incluyen el acceso a la educación, la salud, el cuidado, los servicios básicos como agua potable y saneamiento, un ingreso regular y una casa donde vivir.

Doble inclusión (% de los hogares)
Chile 58,3
Argentina 54,3
Uruguay 51,4
Ecuador 35,6
Brasil 35,5
Colombia 34,1
México 32,2
Costa Rica 31,9
República Dominicana 28,3
Bolivia 24
Venezuela 24
Perú 23,8
Paraguay 21,3
El Salvador 16,9
Honduras 9,2
Guatemala 7,9
Nicaragua sin información

Los tres primeros llevan, por lejos, la delantera. La doble inclusión en Chile llegó a 58,3%, en Argentina a 54,3% y en Uruguay a 51,4%.
¿Cómo lo hicieron?
Según Laís Abramo, coordinadora del estudio, hay ciertas características históricas compartidas por estos países.

Solo tres de cada 10 latinoamericanos han alcanzado niveles mínimos de inclusión.
“Son países que fueron pioneros en el desarrollo del Estado de bienestar, con sistemas públicos amplios y una red de cobertura social en educación, salud y pensiones”.
En el caso de Uruguay, comenta Abramo, es un país con un alto nivel de inclusión laboral y cobertura en el cuidado de los adultos mayores. Sin embargo, por el lado de la inclusión social, mantiene un enorme desafío en relación a la educación secundaria.

En Argentina, durante 2002 y 2015 (que es el período que cubre la investigación) la investigadora señala que se expandió la cobertura educacional y la formalización del empleo en sectores que tradicionalmente permanecían al margen de la regulación legal, como era, por ejemplo, el caso de las trabajadoras domésticas.

Uno de los desafíos actuales es la cobertura en educación secundaria.
Y, de la misma manera, Chile mejoró sus índices al combinar el crecimiento económico con políticas redistributivas.
Los que dieron un salto
Si bien estos tres países aparecen con un alto nivel de doble inclusión, hay otro hallazgo del estudio que llama la atención: el caso de Bolivia, que en poco más de una década triplicó su nivel de inclusión desde un 7,9% a un 24%.
Colombia, Perú y Paraguaycasi duplicaron los niveles de integración de sus ciudadanos en el mismo período.

Países como Colombia, Perú y Paraguay aumentaron casi al doble sus niveles de inclusión.

La investigación detectó que en términos generales “aumentó la cobertura educacional y la infraestructura básica; hubo más participación de las mujeres en el mercado laboral y menos desempleo, además de una extensión de las políticas de protección social”, comenta Abramo.
Pero al mismo tiempo, quedaron aspectos rezagados.

La inclusión de las mujeres al trabajo y el cuidado de niños y abuelos son problemas regionales de gran magnitud.
“En América Latina hay mucho por hacer todavía, a pesar de que la situación ha mejorado. La doble inclusión es menor en las zonas rurales, entre la población indígena y afrodescendiente, en los hogares donde la jefa de hogar es mujer y en los estratos de menores ingresos”, agrega.
El “empleo decente”
La investigación también habla de la necesidad de generar empleo “decente”, definido por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) como un trabajo productivo y de calidad, en condiciones de libertad, equidad, seguridad y dignidad humana.
Básicamente un empleo que no se sustente en actividades insalubres, peligrosas, inseguras o degradantes, y que cuente con protección social.

Las condiciones básicas de infraestructura son uno de los factores claves de la inclusión.
El resto de los factores de inclusión básica pasan por las redes de protección social, la educación secundaria, la cobertura de salud y las condiciones básicas de infraestructura.
En un nivel más avanzado está el tema de los derechos y la participación ciudadana, aspectos que no fueron parte de la investigación.

Radio Roja

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