Un misterioso satélite ruso que muestra un “comportamiento muy anormal” ha generado alarma en los Estados Unidos, según una funcionaria del Departamento de Estado.
“No sabemos con certeza de qué se trata y no hay forma de verificarlo”, dijo Yleem Poblete, secretaria de Estado asistente de EE.UU, en una conferencia en Suiza el 14 de agosto.
Poblete expresó sus temores de que fuera imposible determinar si el objeto podría ser un arma.
El satélite en cuestión se lanzó en octubre de 2017.
“La conducta del satélite en órbita no concuerda con nada que se haya visto antes en una inspección en órbita… incluyendo otras actividades de inspección de satélites rusos”, dijo Poblete.
Rusia ha desestimado los comentarios de EE.UU.
“Las intenciones rusas con respecto a este satélite no son claras y obviamente son un desarrollo muy preocupante”, agregó, citando comentarios recientes hechos por el comandante de las Fuerzas Espaciales de Rusia, quien dijo que la adopción de “nuevos prototipos de armas” era un objetivo clave para ellos.
Poblete dijo que Estados Unidos tiene “serias preocupaciones” de que Rusia esté desarrollando armas antisatélites.
Rusia, por su parte, ha desestimado los comentarios.
Alexander Deynko, un alto diplomático ruso los tildó de ser “acusaciones infundadas y difamatorias basadas en sospechas”, según reporta la agencia Reuters.
Mike Pence, vicepresidente de Estados Unidos, anunció la intención del gobierno de crear una fuerza espacial.
Además, pidió a EE.UU. que contribuya a un tratado entre Rusia y China que busca evitar una carrera armamentista en el espacio.
“Láser o microondas”
Las armas espaciales pueden ser diseñadas para causar daños de maneras más sutiles que las tradicionales armas de fuego, que podrían causar una gran cantidad de desechos en órbita, explica Alexandra Stickings, analista de investigación en el Royal United Services Institute.
“Estas armas pueden incluir rayos láser o frecuencias de microondas que podrían detener el funcionamiento de un satélite por un tiempo o inhabilitarlo permanentemente sin destruirlo”, dice Stickings.
Mucha de la información sobre armas espaciales es restringida.
La experta añade, sin embargo, que es difícil saber qué tecnología está disponible, porque mucha de la información sobre las capacidades de armas espaciales está restringida.
También dijo que sería muy difícil probar que cualquier evento que cause interferencia en el espacio es una acción intencional y hostil por parte de un país específico.
Los comentarios de Poblete fueron particularmente interesantes a la luz de la decisión del presidente Donald Trump de lanzar una sexta rama de las fuerzas armadas de EE.UU, llamada Space Force (Fuerza Espacial), agregó Stickings.
“La narrativa de EE.UU. es: ‘El espacio era realmente pacífico, ahora mira lo que están haciendo los rusos y los chinos’, ignorando el hecho de que EE.UU. ha desarrollado sus propias capacidades”.
Fuente: www.bbc.com