Una fragata británica en una misión antidrogas en el mar Caribe se incautó de un cargamento de casi 700 kilos de cocaína con un valor en el mercado calculado en US$155 millones.
La tripulación del HMS Lancaster encontró los narcóticos escondidos a bordo de una lancha rápida que fue detectada cerca de Puerto Rico por un avión de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos.
Tres sospechosos que trataron de deshacerse de las drogas fueron arrestados y entregados a la Guardia Costera de EE.UU.
La fragata hundió la lancha disparándole para impedir su uso en futuras operaciones de contrabando.