La chaqueta inteligente que mide en terreno la salud de los mineros

La chaqueta inteligente que mide en terreno la salud de los mineros

A simple vista, una chaqueta reflectante. Pero esconde un salvavidas, literalmente.

En realidad, no es una chaqueta, sino una Estación de Monitoreo Móvil (EMM), equipada con un conjunto de sensores portátiles capaces de medir datos medioambientales y médicos.

Estos son transmitidos en tiempo real tanto al teléfono inteligente del trabajador como a la nube, para ser revisados y analizados.

Sus creadores son tres chilenos, los ingenieros Mauricio Contreras y Erik Atenas, y el diseñador industrial Jorge Morales, quienes comenzaron con el proyecto como parte de sus tesis y terminaron llevándose el gran premio del Desafío Intel Global de la Universidad de Berkeley en Estados Unidos, uno de los principales galardones a la innovación a nivel mundial.

La inspiración de los 33

Viniendo de Chile, un país minero por excelencia -cerca del 60% de sus exportaciones corresponden a este sector y es el primer productor de cobre a nivel mundial-, los entonces estudiantes plantearon su tesis aplicando "wearable technology" (tecnología usable o portátil) a los mineros en faena.

"Tuvimos mucha inspiración en la minería", le cuenta Mauricio Contreras a BBC Mundo.

Según el ingeniero, a pesar de que en la industria existe medición de la calidad del aire, en general estas son estáticas, es decir, no dan un panorama completo de la realidad medioambiental a la que se exponen los mineros.

Un sistema que mida la calidad medioambiental que los rodea, monitoree minuto a minuto su ritmo cardíaco y sea capaz de detectar fatiga o condiciones de sueño haría mucho más eficiente el manejo de recursos humanos en la industria, además de evitar accidentes.

Jorge Morales, Mauricio Contreras y Erik Atenas ganaron uno de los concursos más importantes de innovación a nivel mundial.

"Una de las dificultades de la minería es que han aumentado mucho los costos. Sistemas como los que estamos planteado permiten optimizar todo el proceso productivo", asegura Alejandro Jofré, director del Centro de Modelamiento Matemático (CMM) de la Universidad de Chile, para el cual hicieron la tesis y que les consiguió un aliado estratégico fundamental: la empresa estatal de cobre, Codelco, la que financió la investigación.

En el proceso ocurrió un hito que marcó la historia del abrigo y de la minería en general: el accidente y posterior rescate de los 33 mineros que sobrevivieron más de dos meses bajo tierra, ocurrido en el norte de Chile en agosto de 2010.

Obviamente, una chaqueta no habría evitado el derrumbe, pero la utilización de esta tecnología podría haber aportado datos clave en los minutos iniciales.

"Entre ellos habrían sabido inmediatamente quiénes estaban vivos y en qué estado de salud estaban. Esto puede ser muy importante en tu ánimo de vivir", le explica Contreras a BBC Mundo.

Sin embargo, aclara que es necesario estar conectado, de alguna manera, a la red para poder acceder a los datos. "Y en un derrumbe, con gente bajo tierra, es difícil prever lo que va a pasar", advierte Contreras.

Minería "en tiempo real"

La primera versión del abrigo, el cual midió condiciones de iluminación, ruido y material particulado, fue probada en la división Andina de Codelco, la cual se ubica a 3.000 metros sobre el nivel del mar.

Los datos recogidos por los sensores fueron recopilados y procesados en tiempo real, a través de modelos matemáticos cuyo objetivo es transformarse en modelos predictivos que mejoren las políticas de seguridad y prevengan riesgos.

"El ejemplo de esta chaqueta inteligente se enmarca dentro de lo que como centro llamamos 'minería en tiempo real'. Hoy el sector se está empujando hacia varias modernizaciones", le explica Jofré a BBC Mundo.

"Existen innumerables sensores instalados en la mina que permitirían seguir todo el proceso productivo en tiempo real. Esta se transmite a un servidor central a través de equipamientos ubicados sobre camionetas, palas mecánicas y los propios trabajadores. Cada elemento cuenta con su receptor y difusor de información".

De esta manera, no sólo se evita el "cableado" tradicional sino que también crea redes virtuales dinámicas, capaces de comunicarse entre ellas.

Esta red de sensores móviles "hace más robusto el sistema de comunicaciones, el que es más probable que sobreviva a un derrumbe", le asegura Jofré a BBC Mundo.

El sistema es fundamental a la hora de transmitir, procesar y recibir de vuelta información vital en tiempo real.

Diversificación

Los datos recibidos por los sensores se transmiten a teléfonos inteligentes o a la nube. Su acumulación y procesamiento permite elaborar modelos predictivos.

Pero la chaqueta inteligente no será exclusiva de la minería. El equipo liderado por Contreras, Atenas y Morales ya está trabajando en extender el alcance a otros sectores industriales, como las plataformas petroleras, la construcción y las cuadrillas de rescate. Incluso podrían desarrollar una versión para deportistas.

"Estamos conversando con compañías de deportes de invierno que están interesadas en nuestra tecnología, porque proporciona información muy interesante y ayuda mucho a las comunicaciones", cuenta Contreras.

Por ahora, buscan comenzar un nuevo piloto.

"Ahora lo que queremos desarrollar es un prototipo Beta en alguna minera o varias mineras y con esa información crear el producto final, un servicio que debiera estar a la venta en 2015", le cuenta Contreras a BBC Mundo.

La idea es que el servicio, que proporciona el hardware de la chaqueta con los sensores y todos sus implementos, más el software para la recolección y análisis de los datos, sea vendido por SoluNova -la empresa que formaron Contreras, Atenas y Morales- a compañías industriales, a un costo mensual por trabajador.

En un plazo de cinco años desde que comiencen las ventas, los nuevos empresarios esperan contar con un 60% del mercado local y haberse expandido a Australia y a Estados Unidos.

De Santiago a Silicon Valley

Al recibir el gran galardón Desafío Intel 2013, los chilenos fueron los ganadores entre 18.000 competidores de 60 países.

Pero más allá de los US$50.000 que recibieron, hubo también un premio no material bastante importante: el networking.

Mauricio, quien actualmente estudia un posgrado en Pittsburgh, EE.UU., ha tenido varias reuniones en Silicon Valley, la Meca de la innovación. Ya varios inversionistas han mostrado interés en el desarrollo tecnológico de SoluNova.

"Estamos manejando bastantes ofertas, más de las que esperábamos", confirma Contreras

radioroja

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