La vida secreta de Osama Bin Laden en Pakistán

La vida secreta de Osama Bin Laden en Pakistán

Llevaba un estilo de vida muy austero, refieren testigos.

Usaba un sombrero de vaquero, salía muy poco de casa y llevaba una vida extremadamente austera. Así de simples eran las medidas de seguridad que permitieron a Osama Bin Laden pasar desapercibido en Pakistán por diez años.

Un informe especial comisionado por el gobierno de ese país, que fue divulgado este martes por la televisora al-Jazeera, contiene profusos detalles de los últimos años de la vida de Bin Laden antes de que muriera a manos de fuerzas estadounidenses en un operativo en mayo de 2011.

El documento -que, según el corresponsal de la BBC Richard Galpin ha estado en manos del gobierno por seis meses pero mantenido en la sombra- acusa a Washington de haber cometido un "acto de guerra" al haber tomado el complejo en que residía en la localidad de Abbottabad, pero también califica al gobierno de incompetente y negligente por no haberse percatado de la presencia de Bin Laden.

Con información de unos 200 testigos, incluidas sus viudas, la comisión especial reconstruyó la cotidianidad del que fuera el hombre más buscado del mundo.

Se cree que Bin Laden llegó a Pakistán en la primavera o verano de 2002 y que se quedó sucesivamente en el sur de Waziristán, Bajaur, Peshawar, Swat y Haripur antes de establecerse en su último destino en 2005.

Exceso de velocidad y partos

Los testimonios describen a un hombre que mantenía un perfil bajo e imponía disciplina.

Para empezar, sólo su familia directa y sus dos guardaespaldas sabían quién era. Las esposas y siete hijos de sus colaboradores vivían separados del resto del grupo.

 

Entretanto, los hijos y nietos de Bin Laden tenían que permanecer con él todo el tiempo y llevaban vidas "extremadamente regimentadas y aisladas". Bin Laden supervisaba personalmente la educación religiosa y el juego de sus nietos, que incluía competencias simples de cultivo de vegetales en el jardín.

Uno de los episodios más llamativos constituye también una de las pocas ocasiones en que se aventuraron fuera de casa.

Según el testimonio de Maryam, esposa de Ibrahim, uno de los guardaespaldas, el automóvil en el que viajaban camino de un bazar cercano fue detenido por exceso de velocidad.

Sin embargo, Ibrahim "rápidamente arregló el asunto" y la policía los dejó ir, con Bin Laden dentro.

Durante los años que vivieron en localidad de Haripur, la tercera esposa de Bin Laden, Amal, dio luz en dos ocasiones.

Lo hizo en el hospital, pero nunca habló con los doctores: la joven de 29 años y de nacionalidad yemení, no sabía urdu, lo que hacía imposible hacerla pasar por local. Las conversaciones las manejaba el entorno de Bin Laden, mientras ella se fingía sordomuda.

Como medida de seguridad, también acordaron no usar teléfonos en la localidad. Los asistentes del líder de al Qaeda recorrían distancias de decenas de kilómetros antes de intentar un contacto por esta vía.

Tres trajes y unas pocas manzanas

Algunas peculiaridades

  • Bin Laden supervisaba directamente la educación religiosa de sus hijos y nietos, así como sus juegos, que incluían competencias de siembra de vegetales en el jardín.
  • Se cree que sólo tenía tres vestidos tradicionales de verano y tres de invierno, además de una chaqueta y suéter negro. Usaba un sombrero de vaquero para evitar ser detectado desde el aire.
  • Se piensa que sufría de problemas renales y cardiacos, pero nunca fue visto por un médico. Cuando sentía agotamiento comía chocolate o una manzana.
  • En una ocasión el auto en que se trasladaba a un bazar fue detenido por exceso de velocidad. Pero no fue detectado.
  • Para ocultar el hecho de que una de sus esposas no hablaba el idioma local, fingieron que era sordomuda.

Maryam también le dijo a los investigadores que Bin Laden y los suyos se ajustaban a un estilo "extremadamente frugal".

Se cree que sólo tenía tres vestidos tradicionales de verano, tres de invierno, una chaqueta y un suéter negro. El sombrero de vaquero lo llevaba para evitar ser detectado desde el aire.

Su última residencia, en Abbottabad, fue construida en un terreno adquirido por sus colaboradores bajo identidades falsas. Los hombres dijeron haber abandonado su tierra por causa de una disputa familiar, lo que explicaba la altura inusual de las paredes y el aislamiento de los ocupantes.

Los guardaespaldas se ocuparon de contratar cuatro compañías diferentes de electricidad y gas, de manera que ninguna cuenta saliera tan elevada que despertara sospechas sobre el número de personas que vivía en la casa.

Y el terremoto de 2005 le dio la excusa que necesitaba para añadir una planta al edificio, bajo el pretexto de efectuar reparaciones.

Durante los últimos años, Bin Laden no habría abandonado la edificación prácticamente nunca.

Se cree que sufría de varios problemas de salud, incluidos renales y cardíacos, pero nunca fue visto por un doctor.

De acuerdo con el informe, en ocasiones se quejaba de cansancio. Entonces comía chocolate o una manzana.

Invisible

Bin Laden, su familia y sus colaboradores vivieron en Abbottabad por seis años.

Aún con todas estas precauciones, la comisión dice no entender cómo se volvió "invisible" sin salir, por seis años, del mismo lugar, que además estaba ubicado al lado de una importante academia militar paquistaní.

"Cómo un vecindario entero, oficiales locales, la policía y efectivos de seguridad e inteligencia no notaron el tamaño, la forma extraña, el alambre de púas, la falta de automóviles y visitantes por un período de seis años desafía el entendimiento", señala el informe.

El documento no habla abiertamente de complicidades, aunque tampoco descarta la posibilidad.

Para el profesor del Instituto Superior de Estudios de Seguridad en España, Lorenzo Castro, el informe muestra una compleja mezcla de elementos.

"Quizás, por una parte, los paquistaníes no querían complicar sus problemas con los grupos radicales. También puede haber contado un cierto sentido de hospitalidad, pero es claro que no había una voluntad muy contundente de cooperar", le dijo a BBC Mundo.

Castro recordó que Pakistán es una nación grande y compleja, con zonas tribales y áreas donde la autoridad del Estado es débil.

Más allá del Estado, el profesor considera que una cierta indiferencia de los paquistaníes habría contribuido a que tampoco sus vecinos sospecharan del complejo de Abbottabad.

"No es que no estaban del lado de Bin Laden, sino que no están del otro lado. Sencillamente, para ellos Bin Laden no era un problema", opinó.

radioroja

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