El gobierno de Sudán del Sur sostiene las primeras conversaciones directas con los rebeldes que se separaron del ejército nacional generando tres semanas de cruenta violencia.
El diálogo directo se inició en la capital etíope de Adís Abeba, después de varias demoras.
Entretanto, el ministro de Relaciones Exteriores de Sudán dice que su país está considerando el envío de una fuerza conjunta con Sudán del Sur para asegurar los campos petrolíferos que los rebeldes han estado atacando para lograr su control.
El gobierno de Jartum depende de los ingresos de las exportaciones de petróleo transportado por oleoductos que pasan por el sur.