Archives septiembre 2017

El Piloto Reflexion

Una niña abordó un avión para viajar a Nueva York, llamando la atención de todos. Subió al avión con boleto en mano, buscando su asiento y se sentó al lado mío. Se veía una niña educada, segura e inteligente. Me miró, sonrió, sacó un libro y comenzó a dibujar, pintar y colorear. A pesar de su corta edad, como mucho unos 8 años, no presentaba rasgos de ansiedad ni nerviosismo al despegar el avión.

El vuelo no fue muy bueno, hubo tormenta y mucha turbulencia. De pronto una sacudida fuerte, y todos estaban muy nerviosos, pero la niña mantuvo su calma y serenidad en todo momento ¿Cómo lo hacía?, ¿Por qué su calma? Hasta que una mujer frenética le preguntó: – Niña: ¿no tienes miedo? – “No señora”, contestó la niña y mirando su libro de pintar le dice: – ”Mi padre es el piloto”… A lo largo del camino nos vamos a encontrar con sucesos que nos sacudan como en una turbulencia.

Habrá momentos en los que no veremos el terreno sólido y nuestros pies no pisarán lugar seguro. No veremos dónde sostenernos, estaremos inseguros. En esos tiempos hay que recordar que nuestro PADRE es el piloto. A pesar de las circunstancias, nuestras vidas están puestas en el creador. Así que la próxima vez que llegue una tormenta a tu vida o si en este momento estás pasando por una, alza tu mirada al cielo, CONFÍA y di para ti mismo/a: ¡Mi PADRE es el piloto!

El caso de “Frida Sofía” en la escuela derrumbada por el terremoto en México revive la historia de “Monchito”, el niño del sismo de 1985 que tampoco existió

Con el terremoto de este martes, México revivió muchos de los fantasmas de lo ocurrido en 1985, cuando otro sismo golpeó la capital del país y dejó miles de muertos.
La lista de coincidencias no deja de crecer. Se repite la fecha, la devastación en la capital, las escenas de caos, la solidaridad de la sociedad civil. Y se repiten hasta las historias falsas.

Dos nombres, “Frida Sofía” este 2017 y “Monchito” en 1985, mantuvieron a un país en vilo durante días, hasta que se descubrió que ninguno de los dos niños existía.
Desde el martes, rescatistas, residentes y medios de comunicación se concentraron delante de la escuela Enrique Rébsamen, al sur de la Ciudad de México, donde se luchaba por rescatar a una niña atrapada en los escombros a la que hacían llamar Frida Sofía.
Esa escuela se desplomó el martes por el terremoto de magnitud 7,1 que sacudió el centro de México y dejó 286 muertos, y se convirtió en una de las imágenes del desastre. En ella murieron 19 niños y seis adultos.

 

El dramático rescate de dos niños entre los escombros de la escuela Rébsamen tras el terremoto en México
Este jueves se dio a conocer que no había ninguna niña llamada “Frida Sofía” atrapada entre los escombros del colegio.
La historia se repite
Treinta y dos años antes, hubo una escena similar en la calle Venustiano Carranza, en el centro de la Ciudad de México.
En ese entonces, el protagonista fue “Monchito”, un niño que supuestamente estaba atrapado entre los restos de la casa de su abuelo, tras el sismo de magnitud 8,1 que sacudió el país la mañana del 19 de septiembre de 1985.

Un sismo de magnitud 8,1 devastó el centro de la Ciudad de México en 1985.
El diario español El País fue uno de los medios que cubrió esta historia. Según este diario, Luis Ramón, “Monchito”, había llegado con sus padres a la Ciudad de México la víspera del terremoto. Viajaban desde la costa del Caribe a la del Pacífico, y se quedaron a pasar una noche en la casa del abuelo materno. “Monchito” durmió en la habitación de su abuelo y allí les sorprendió el temblor, narró entonces El País.
Tras varios días de trabajo, equipos de rescatistas dijeron que ya no había nadie vivo bajo los escombros, pero miembros de un cuerpo de voluntarios civiles aseguraron que detectaban señales de vida.
En medio de la tragedia, eso provocó una reacción en cadena: los rescatistas empezaron a dar instrucciones y determinaron que se trataba de “Monchito” y el entonces presidente Miguel de la Madrid ordenó que se mantuviera la búsqueda a toda costa.

Frente al número 148 de la calle Venustiano Carranza se concentraban desde voluntarios y políticos a santeros y personajes famosos como el tenor Plácido Domingo, reportaron medios locales.

El tenor Plácido Domingo atendió a los trabajos de rescate después del terremoto de 1985.
Todo un país se aferraba a la esperanza y los periodistas amplificaron la historia, que llegó más allá de la frontera de México.
Pero unos días después, se determinó que no había nadie vivo bajo los escombros. Todos los esfuerzos habían sido en vano.
Expertos se refirieron al hecho como un caso de “histeria colectiva”. Otros señalaron que “Monchito” nunca existió o que se trató de un montaje mediático para sacar del foco el manejo del desastre por parte de las autoridades.
Otra de las teorías, según los medios locales, señala que todo era una maniobra para recuperar una caja fuerte que estaba en la propiedad.
La confusión en el caso de “Frida Sofía”
El recuerdo de “Monchito” revivió este jueves.
En un giro sorprendente a una historia que generó muchísima atención, las autoridades de México descartaron que existiera una niña llamada “Frida Sofía” atrapada entre los escombros del colegio Enrique Rébsamen.

 

La angustia de quienes buscan sobrevivientes en la colapsada escuela Rébsamen
El subsecretario de Marina, Ángel Enrique Sarmiento Beltrán, en declaraciones a los medios en el lugar del rescate, dijo que están “seguros de que no fue una realidad” la existencia de la menor.
Muchos medios de comunicación mexicanos e internacionales, así como BBC Mundo, habían reportado que existía una niña atrapada entre los escombros a la que hacían llamar “Frida Sofía”.

Televisa, la mayor cadena de televisión mexicana, dedicó muchas horas a la cobertura del evento.

Desde el martes, rescatistas, residentes y medios de comunicación se concentraron delante de la escuela Enrique Rébsamen, al sur de la Ciudad de México, donde se luchaba por rescatar a una niña atrapada, que después se informó que no existía.
El oficial mayor de la Secretaría de Marina, almirante José Luis Vergara, dio el miércoles detalles a la cadena de dónde se encontraba la menor e incluso de la estrategia para llegar hasta ella.
Sin embargo, durante la mañana del jueves, se fueron acumulando elementos e informaciones contradictorios que alimentaban la confusión sobre el caso y hacían crecer las dudas sobre la existencia de “Frida Sofía”.
El oficial mayor Vergara dio después una versión ligeramente distinta. Aseguró que “hay vida” bajo los escombros de la escuela, y no sabe si se trata de un adulto o de un menor.
Sobre “Frida” aseguró que crecía la “gran duda” de su existencia, pues no había una familia que la reclamara.
“Pero estamos en una crisis. Quizás los padres estaban atrapados en otro lado. Son hipótesis”, remarcó. Algo que fue finalmente desmentido.
En medio de esta confusión y la esperanza de encontrar vida en medio la tragedia, la historia de “Mochito” se repitió 32 años después.
Rescatistas en la Ciudad de México.Derechos de autor de la imagenREUTERS
Image caption
Según el comunicado de la Marina, los sensores de movimiento registran indicios de vida entre los escombros de la escuela.

Los 10 terremotos más potentes y mortíferos de la historia en América Latina

América Latina es una región especialmente expuesta a terremotos por su ubicación cercana a placas tectónicas en movimiento.
Prueba de ello son los muchos sismos que la región ha vivido a lo largo de su historia, como el ocurrido este martes en el centro de México que dejó más de 270 muertos.

Sin embargo, no siempre los temblores más potentes fueron los más devastadores sobre la población.
Ello se debe a diversos factores como la cercanía del epicentro a núcleos de población, la densidad de habitantes, los recursos de los países afectados, los protocolos de emergencia o la preparación de las infraestructuras, entre otros.
BBC Mundo recuerda los peores terremotos vividos en la historia de América Latinaen función de su magnitud y del balance de víctimas mortales. Es importante recordar que, en el caso de los más antiguos, la ausencia de instrumentos de medición hace que las evidencias se basen en relatos y observaciones de los daños.
Los terremotos más potentes:
1. Chile, 22 de mayo de 1960: magnitud de 9,5

Valdivia, en Chile, vivió el mayor terremoto del mundo en 1960.
El terremoto de mayor magnitud registrado en el mundo tuvo lugar en Valdivia, Chile, en 1960. Dejó al menos 2.000 muertos y dos millones de personas damnificadas.
El sismo de magnitud 9,5 provocó erupciones de volcanes y un maremoto que destruyó ciudades de la costa chilena hasta cruzar el océano Pacífico y causar víctimas en lugares tan lejanos como Japón, Hawái o Filipinas, a donde llegó más de 15 horas después.

Chile es uno de los países de América Latina con mayor actividad sísmica debido a que gran parte de su territorio está expuesto al choque tectónico de las placas de Nazca y Sudamericana.
2. Chile, 13 de agosto de 1868: magnitud de 9
Este sismo se registró en Arica, en el norte de Chile, cuando la ciudad estaba bajo soberanía peruana. Debido a la inexistencia de mediciones en la época, algunas publicaciones lo cifran en una magnitud de 8,6.
Su epicentro estuvo localizado frente a las costas de Tacna, Perú. Junto al posterior maremoto, dejó cuantiosos daños y cientos de fallecidos en las ciudades de Irica e Iquique. Casi la tercera parte fueron marineros que trabajaban en barcos de la bahía.
3. Chile, 27 de febrero de 2010: magnitud de 8,8

La presidenta de Chile, Michelle Bachelet, declaró estado de excepción constitucional de catástrofe para ciudades como Concepción, en la región del Biobío.
El terremoto de 2010 sacudió el centro-sur de Chile y afectó especialmente a las regiones del Maule y del Biobío, sobre las que se declaró el estado de excepción constitucional de catástrofe.
El terremoto se originó en el océano Pacífico, pero tuvo una duración de hasta cuatro minutos en las zonas más cercanas al epicentro. Se registraron más de 500 víctimas mortales, dos millones de personas damnificadas y destrozos en medio millón de viviendas.
Un fuerte tsunami impactó después la costa como consecuencia del terremoto y destruyó localidades ya afectadas por el sismo.
4. Ecuador, 31 de enero de 1906: magnitud de 8,8
Un terremoto con epicentro en el Pacífico y frente a la frontera de Ecuador y Colombia causó entre 500 y 1500 muertos en 1906.
La provincia de Esmeraldas, en la costa sur de Ecuador, fue la más perjudicada. La mayor parte de los daños fueron ocasionados por un tsunami posterior que arrasó el pueblo de Río Verde.
5. Chile, 8 de julio de 1730: magnitud de 8,7

Chile es especialmente propenso a sufrir terremotos por su ubicación. En la imagen, un hombre reza entre ruinas del terremoto de Valdivia en 1960.
El Servicio Sismológico Nacional de Chile le otorga al terremoto de Valparaíso de 1730 una magnitud de 8,7.
El epicentro del sismo fue el lugar que actualmente ocupa la ciudad de Viña del Mar, y dañó la infraestructura de algunas de las ciudades más pobladas como Valparaíso, Santiago, La Serena y Concepción.
Los terremotos más mortíferos:
1. Haití, 12 de enero de 2010: 316.000 muertos

Decenas de personas fueron rescatadas con vida de los escombros hasta varias después del terremoto de Haití en 2010.
El país más pobre de América quedó devastado tras el terremoto de 2010 del que, aún hoy y tras sufrir otros sismos y huracanes, continúa recuperándose.
Con una magnitud 7 y el epicentro localizado a solo 15 kilómetros de la capital, Puerto Príncipe, el desastre dejó entre 100.000 y 300.000 víctimas mortales, 350.000 heridos y más de 1,5 millones de personas sin hogar, según dio a conocer el gobierno un año después.

Miles de edificios se hundieron, incluidos el Palacio de Gobierno o la sede de Naciones Unidas. La falta de recursos, la precariedad de las construcciones, las aglomeraciones urbanas y la debilidad del Estado contribuyeron a hacer de esta una de las catástrofes humanas más graves de la historia.
2. Perú, 31 de mayo de 1970: más de 66.000 muertos

Familias peruanas trataron de construir viviendas temporales tras el terremoto de 1970 utilizando lo que encontraban entre ruinas como las acumuladas en la plaza de Huaraz.
El terremoto más destructivo de la historia de Perú se registró en los Andes en 1970 y mató a entre 66.000 y 80.000 personas.
El temblor, de 45 segundos y magnitud 7,8, destruyó la ciudad de Huaraz (que perdió la mitad de su población) y provocó un desprendimiento de tierra que enterró y borró del mapa la ciudad de Yungay, en el departamento de Áncash.
Turistas visitan hoy los pocos restos que dejó la avalancha de piedras y lodo de esta ciudad, en el norte de la cual se creó un municipio llamado Nueva Yungay tras la desaparición del original.
3. Chile, 25 de enero de 1939: más de 24.000 muertos
El terremoto de la ciudad de Chillán de 1939, de magnitud 7,8, ostenta el récord de víctimas mortales en la historia de los numerosos sismos de Chile: entre 24.000 y 40.000, según diversas fuentes.
Debido a la hora en la que se produjo (11:32 de la noche), la mayoría de habitantes de Chillán no tuvo tiempo de salir a las calles. Quienes no murieron por causa directa del desastre, sufrieron las consecuencias de enfermedades y la falta de agua, higiene y alimentos.

Casi la mitad de los edificios de Chillán quedaron destruidos en este terremoto, que marcó el inicio de las grandes campañas de ayuda humanitaria en el país a las personas damnificadas.
4. Guatemala, 4 de febrero de 1976: 23.000 muertos

La mayoría de infraestructuras de Guatemala quedaron seriamente dañadas tras el terremoto de 1976.
Guatemala se despertó en la madrugada del 4 de febrero de 1976 por un sismo de magnitud 7,5 que dejó alrededor de 23.000 fallecidos y 76.000 heridos.
Ya afectado por la pobreza y el conflicto armado interno, el país vio cómo 250.000 casas fueron destruidas y más de un millón de personas se quedó sin hogar.
Desaparecieron ciudades asentadas sobre la falla activada como Chimaltenango o Guastatoya. Se cavaron grandes fosas comunes en cientos de puntos del país para inhumar los miles de cadáveres que permanecían a la intemperie.
5. Nicaragua, 23 de diciembre de 1972: más de 10.000 muertos
El terremoto de magnitud 6,2 que destruyó Managua en vísperas de Nochebuena dejó al menos 10.000 muertos, si bien algunas fuentes elevan la cifra hasta casi el doble.
La inexactitud en el balance de víctimas se debe a que hubo cadáveres bajo los escombros que no pudieron ser rescatados y a la cantidad de personas desaparecidas que nunca pudo ser determinada.
Casi la totalidad de las viviendas se derrumbaron en el centro de la ciudad, que permaneció prácticamente en ruinas durante veinte años hasta que muchos edificios destruidos fueron retirados en la década de los 90. Aún hoy se pueden ver restos de aquel desastre.

¿Está el mundo sometido a más desastres naturales en la actualidad o es sólo una impresión?

Las islas del Caribe apenas comenzaban a recuperarse de los estragos provocados por el huracán Irram, que dejó cerca de 60 muertos, cuanto fue golpeado por los vientos de hasta 260 km/h del huracán María.
México fue sacudido por un terremoto de 7,1 de magnitud que causó al menos 273 muertes, apenas 12 días después de sentir el mayor sismo en un siglo, de 8,2, que mató cerca de 100 personas en el sur del país.
Entretanto, en el sur de Asia, inundaciones provocadas por las lluvias monzones dejaron mil personas muertas en Bangladesh, India y Nepal.

¿Es una impresión o será que los desastres naturales de 2017 han sido más frecuentes e intensos?
En el caso de los huracanes, la respuesta es sí. La cantidad e intensidad de tormentas de grandes dimensiones registradas este año está por encima del promedio anual.
La causa principal del aumento de potencia de esos fenómenos es el calentamiento global, según los especialistas consultados por la BBC.

El huracán María avanzó con vientos de hasta 260 km/h.
Arriba del promedio
Shuai Wang, investigador de la Facultad de Ciencias Naturales de Imperial College, en Londres, explicó que el promedio de huracanes en el Atlántico es de 6,2, de acuerdo al registro histórico realizado entre 1968 y 2016 por la Administración Atmosférica y Oceánica de Estados Unidos (NOAA).
En 2017, antes de la finalización de la temporada de tormentas tropicales en el Atlántico, ya se han registrado siete huracanes, cuatro de estos de grandes proporciones -clasificados en categorías superiores a 3 en la escala Saffir-Simpson, que establece la medida según la intensidad de los vientos y su potencial destructivo.
“Aún es temprano para saber cuántos huracanes tendremos en 2017. Sin embargo, podemos decir que hemos tenido tempestades más intensas superiores al promedio histórico”, afirmó Wang.
En agosto, el huracán Harvey provocó estragos en los estados de Texas y Luisiana, dejando por lo menos 47 personas muertas. Poco después, entre el 6 y 7 de septiembre, el huracán Irma arrasó a varias ciudades en el Caribe y en el sur de Florida, con más de 60 vidas perdidas.

La misma región afectada por Irma fue la ruta que tomó el huracán María.
En una infeliz coincidencia, la región que fue afectada por Irma resultó ser la misma ruta que tomó el huracán María. Los vientos de hasta 260 km/h destecharon casi todas las casas en la isla Dominica -hasta el primer ministro del país tuvo que ser rescatado de su residencia oficial.
Ese mismo huracán también arrasó con Puerto Rico y pasó por las Islas Vírgenes de EE.UU. Americanas.
Altas temperaturas
El meteorólogo Bob Hensen, de Weather Underground, un servicio estadounidense de pronóstico del tiempo, indicó que las altas temperaturas del océano alcanzadas este año pueden haber contribuido a la fuerzas de los ciclones.
“Antes del final de este año, ya alcanzamos más tormentas que el promedio anual del anterior”, expresó.

Según Hensen, el cambio climático a provocado el aumento en la intensidad de huracanes en las últimas tres décadas. 2005 fue el año de más huracanes -15 en total, incluyendo Katrina, que dejó por lo menos 1.800 muertos en Estados Unidos.

Irma dejó un rastro de destrucción en el territorio caribeño de San Bartolomeo.
“Podemos estar teniendo huracanes más poderosos asociados con el fenómeno del calentamiento global. La temperatura del agua afecta la intensidad de la tormenta, aunque no haya evidencia de que influya en la cantidad”, comentó.
La opinión de que el calentamiento global juega un papel relevante en la intensidad de los huracanes es compartida por el investigador Shuai Wang, que prevé tempestades cada vez más fuertes si no se llegan a tomar medidas para revertir el aumento de la temperatura en los océanos.

Mas de 270 personas murieron como consecuencia del más reciente terremoto en México.
“Un huracán es como un motor que necesita combustible. Lo lógico es que, con el cambio climático, el océano se torna más caliente y genera más energía para el ciclón, el cual acaba causando más estragos cuando toca tierra”, explicó.
Los expertos divergen sobre el efecto a largo plazo del calentamiento global. Yo pienso que, si la temperatura continúa aumentando, tendremos ciclones más intensos”, concluyó Wang.
Un raciocinio similar sirve para explicar los desastres causados por el exceso de lluvias, las llamadas monzones. Para Bob Hensen, la intensidad puede haber aumentado a causa del calor solar.
“Las temperaturas más altas favorecen la evaporación de agua. Un ambiente húmedo de la atmósfera conduce a lluvias más fuertes”.

El terremoto resultó en el desplome de varios edificios en la Ciudad de México.
Terremotos
En cuanto a los terremotos, como el que sacudió a México el martes, las cifras no destacan un aumento a lo largo de los años y la intensidad está dentro del promedio histórico.
De acuerdo al British Geological Survey, el centro británico de geociencia, todo los años ocurren un promedio de 15 terremotos de magnitud superior a 7, considerados como de grande proporción.

Hasta el momento, seis terremotos superiores a magnitud 7 han sido registrados, según los datos actualizados de la organización no gubernamental World Earthquakes, que categoriza los movimientos sísmicos en todo el mundo.
En 2016, se registraron 17 terremotos con magnitud superior a 7.

Cuáles son los riesgos de mantener el bluetooth conectado en tu celular y otros dispositivos electrónicos

Dejar el bluetooh conectado en el teléfono móvil puede parecer inofensivo. Sin embargo, los riesgos a los que te puedes exponer son más altos de lo que tal vez imaginas.
El pasado martes, un grupo de investigadores de la firma de seguridad Armis detectó una nueva vulnerabilidad que “afecta a casi todos los terminales conectados a bluetooth”.
Y no sólo a smartphones. El problema también atañe a televisores inteligentes, tabletas, portátiles, altavoces e incluso automóviles.
En total, podría haber más de 5.300 millones de dispositivos.

El ataque consiste en un malware (programa malicioso) llamado BlueBorne que “se expande como el aire” y permite a los hackers tomar el control del aparato, acceder los datos y a las redes a las que está conectado y propagarse a otros dispositivos.
Pero hay más riesgos vinculados a la popular tecnología inalámbrica.
“Creemos que hay muchas más vulnerabilidades esperando ser descubiertas en las varias plataformas que usan bluetooth”, explican desde Armis.
Te contamos en qué consisten los peligros de la conexión bluetooth y cómo puedes protegerte.
“Bluebugging”
Este tipo de ataques son los más graves y se aprovechan de “bugs” -errores- en la identificación del dispositivo para controlarlo por completo. Los ataques BlueBorne entran dentro de esta categoría.

La última vulnerabilidad afecta también a computadoras, altavoces, televisores y otro tipo de aparatos que se conectan a bluetooth.
Los objetivos de los atacantes son diversos, desde ciberespionaje hasta robo de datos, propagación de virus e incluso creación de redes botnet (robots informáticos).
Los BlueBorne no requieren de ninguna acción por parte del usuario. Ni siquiera necesitan que hagamos clic en un enlace para actuar. Tan sólo 10 segundos y que el Bluetooth esté activado le bastan para hacer de las suyas.

Armis ha desarrollado una aplicación gratuita en la que puedes comprobar si tu aparato está infectado o si es vulnerable. Se llama BlueBorne Vulnerability Scanner y está disponible en la tienda virtual de Google.
“Bluejacking”
Otro de los peligros es elbluejacking, que consiste en el envío masivo de spam entre dispositivos conectados a bluetooth.
En este caso, el atacante usa el protocolo del sistema para enviar mensajes no solicitados a la víctima a través de una vCard (tarjeta personal electrónica), una nota o un contacto.

A veces los hackers usan las conexiones a bluetooth para enviar spam. Otras, para robar datos y contactos.
Suele usar el propio nombre del dispositivo como spam para ser más efectivo.
Es una técnica molesta y hasta hace poco inofensiva en cuanto a infecciones o ataques malware, aunque con el tiempo los hackers han desarrollado nuevas herramientas que les permiten acceder a la agenda, mensajes y datos del celular.
“Bluesnarfing”
Es más oscuro y peligroso que bluejacking, pues implica necesariamente el robo de información.
Lo más habitual es el robo de contactos pero puede acceder a otro tipo de datos dentro del teléfono, tableta o computadora, incluidas las comunicaciones y mensajes privados y las imágenes, aunque para ello el atacante tiene que estar situado al menos a 10 metros del aparato.

CÓMO PROTEGERTE
Microsoft, Google y Linux han lanzado parches para proteger a sus clientes frente al BlueBorne. Instálalos.
En dispositivos modernos puedes solicitar un código de confirmación cuando alguien trate de conectarse a tu aparato a través de Bluetooth.
Usa el Bluetooth del Modo 2, que tiene seguridad forzada a nivel de servicio.
Configura tu dispositivo en el “Modo oculto” para que sea invisible a los hackers.
Lo más efectivo para estar a salvo es mantener desactivada la conexión a Bluetooth cuando no la estés usando.