Archives junio 2018

Hacer el bien sin mirar a quien Reflexion

No busquemos reconocimiento y agradecimiento… hagamos lo que ha de hacerse. A su tiempo Dios nos agradecerá todo aquello que hacemos.

Muchas veces la gente que está en nuestro entorno no se da cuenta de lo mucho que hacemos por estar con ellas:

✿ Tengo una amiga que siempre está en problemas y no se da cuenta que está mal en su forma de actuar. Pese a todo, yo le sigo perdonando.
Es triste, pero parece que cada vez que tiene una ocasión de dar gracias, en lugar de hacerlo, siempre sale con una nueva crítica.

Sé que duele mucho, pero en la vida hay personas así, piensan que tienen la razón en todo y no dejan margen para el error.

✿ Si tenemos un amigo que está viviendo un mal amor, alguien que no le conviene, por todos los medios posibles tratamos de decirle que no está bien lo que hace, pero no hace caso porque no ve más allá de lo que está viviendo… pese a todo, seguimos a su lado pues sabemos que nos necesita.

✿ Cuando somos hijos y ayudamos a nuestros padres, nunca es suficiente: puedes darlo todo pero eso no te hace mejor a sus ojos. Puede que tengas a un hermano que no hace ningún esfuerzo en atender a tus padres, y pese a ello, tus padres parecen apreciarle más que a ti que estás siempre con ellos. Y eso ocurre en todos los ámbitos, no sabemos agradecer lo que se nos da sin condiciones.

✿ A veces tenemos amigos muy posesivos, quieren todo nuestro tiempo para sí mismos, y aunque se lo estés dando siempre te exigen más, y eso es mentalmente agotador, es muy desgastador.

Por eso siempre pienso que es bueno ayudar a las personas que nos necesitan, pero evitando abocarse a una sola, porque nos desgata mucho y nunca será suficiente, ni para los amigos, padres, hermanos…

Dios en su infinito amor nos da la capacidad de entregar mucho amor sin esperar nada de nadie, pero eso no quita que sea algo que cansa y agota. Puede que sepas lo que es vivir con alguien así, nunca podremos llenar los sacos de estas personas, siempre estarán vacías porque son sacos sin fondo.

Lo único que queda es hacer el bien sin esperar nada a cambio, porque tu premio viene del cielo.

El amor de nuestro Señor, que te bendecirá con un lindo hogar, con un buen amor, con buenos amigos… esa será la recompensa de nuestro sacrificio por tratar de satisfacer a todos lo que amamos, pero cuando ésta no está preparada es como sembrar en el desierto…

Por qué distraerte puede ser bueno para tu trabajo

Alexander Graham Bell, el inventor escocés que patentó el teléfono, no era un fanático de la multitarea.

De hecho, creía que la verdadera creatividad provenía de una concentración total en el tema bajo consideración y que cualquier distracción solo nos alejaría de nuestros objetivos.

Y, hasta hace poco, la investigación psicológica parecía estar de acuerdo.

Sin embargo, nuevos estudios cuestionan ahora estas suposiciones, al menos en lo referente a tareas creativas.

Así, cuando se trata de encontrar nuevas ideas, un enfoque estricto puede ser contraproducente, y una distracción en realidad puede aumentar las posibilidades de encontrar una solución verdaderamente novedosa al problema.

Estos beneficios dependen del hecho de que nuestras mentes a menudo se quedan estancadas, lo que significa que dedicamos demasiado tiempo a concentrarnos en las primeras ideas en las que pensamos, en lugar de generar soluciones nuevas.

Este fenómeno se conoce como fijación cognitiva y muchos psicólogos ahora lo consideran la principal barrera para la creatividad.

El secreto de la creatividad
Para saber si el trabajo multitarea puede ayudarnos a salir de esa rutina, Jackson Lu y un equipo de la Columbia Business School utilizaron una prueba de laboratorio común sobre creatividad.

Los participantes tenían que pensar en tantos usos como fuera posible para un objeto cotidiano, como un tazón de cocina, dentro de un período de tiempo fijo. (Una respuesta válida podría ser usar el tazón como un sombrero para protegerse el cabello de la lluvia, por ejemplo).

Los participantes tuvieron que completar la tarea dos veces y encontrar usos alternativos para un ladrillo y un palillo de dientes.

La tecnología moderna, con los teléfonos móviles, las redes sociales y los videojuegos, es un espacio fértil para las distracciones.
La única diferencia era que mientras a algunos se les pedía que lo hicieran en bloques, enumerando todos los usos del ladrillo primero antes de prestar toda su atención al palillo de dientes, a otros se les decía que alternaran entre las dos tareas.

De acuerdo con el punto de vista de Bell de que la concentración es la clave de la creatividad, era de esperar que el primer grupo tuviera un mejor rendimiento, pero esto no fue lo que encontraron los investigadores.

“Si bien podrían haber sentido que estaban en una buena racha, la realidad era que sin los descansos permitidos por el cambio continuo de tareas, su progreso real era limitado”, explica Lu.

Desde la gran cantidad de ideas que produjeron hasta la novedad de las ideas (evaluadas por jueces independientes), los multitarea se desempeñaron mejor.

Durante el ocio, nuestro cerebro puede juntar ideas dispares, lo que nos lleva a los momentos de “bombilla encendida”.
Para reforzar estas pruebas, los investigadores realizaron luego un ejercicio de pensamiento convergente en en que se le dan a los participantes tres palabras (como “camino”, “misión” y “dejar”) y deben pensar en otra palabra que las enlace.

Este ejercicio está destinado a medir su capacidad para encontrar las asociaciones entre conceptos aparentemente desconectados y, a diferencia de la “tarea de usos alternativos”, busca una respuesta única.

Una vez más, se pidió a algunos participantes que consideraran dos problemas simultáneamente y alternaran su atención entre los dos, mientras que a otros se les dijo que los abordasen en secuencia.

Y los resultados fueron aún más sorprendentes que los del primer experimento: el 51% de los multitarea resolvió ambos problemas en comparación con solo el 14% de aquellos que los examinaron secuencialmente, un resultado más de tres veces menor.

¿Funciona el trabajo en equipo?
Tal vez uno de los mayores beneficios identificados por la investigación es el relativo al trabajo en equipo.

Cuando se opera de esta forma, además de enfrentar la fijación cognitiva de cada miembro individual, el grupo, como un todo, se distrae generalmente con la idea de una persona, en lugar de pensar sobre las ideas de los otros miembros del equipo.

El resultado fue que los equipos que trabajan juntos a menudo producen menos ideas que si sus integrantes trabajaran de forma independiente.

“Hay muchos hallazgos que demuestran que trabajar en equipo no es muy eficiente”, dice Ut Na Sio, de la Universidad de Educación de Hong Kong.

En su trabajo con colegas de la Universidad Carnegie Mellon, Sio demostró que obligar a grupos de estudiantes a realizar tareas múltiples -alternando entre dos problemas- puede romper esa dinámica.

Sus estudios demuestran que esta técnica conduce a soluciones más creativas, incluidas estrategias para aumentar la actividad física de los estudiantes o medidas para mejorar los accesos para personas con discapacidad.

Los beneficios de esa forma de trabajar parecían crecer con el tiempo, por lo que cuantas más horas emplearan los estudiantes en un tema, más ventajoso resultaba cambiar de tarea.

El trabajo en equipo puede ser contraproducente cuando a creatividad se refiere.
“Cuando trabajas en grupo y sigues escuchando esas ideas típicas, eso aumenta la fijación. Pero cambiar de una tarea a otra puede ayudarte a olvidar esas ideas típicas, lo que significa que cuando vuelvas al problema, será más probable que pienses en algo nuevo”, afirma Sio.

Los posibles beneficios
No se necesita demasiada imaginación para pensar en los beneficios potenciales de estos hallazgos.

Si estás sudando tinta pensando en un título creativo para tu proyecto o el nombre de un nuevo producto, por ejemplo, un planteamiento posible es que lo mejor sería dedicarle una cantidad de tiempo determinada a la reflexión.

Pero esta investigación sugiere que es mejor tener un bloc de notas al lado de tu computadora y, de vez en cuando, anotar una solución nueva mientras sigues trabajando en otra tarea.

O supongamos que eres un aspirante a novelista y buscas un tema para tu historia.

De acuerdo con estos hallazgos, es mejor elegir dos y desarrollarlos simultáneamente, en lugar de sumergirte en uno solo.

Distraerte cuando trabajas en equipo puede ser una alternativa para ser más creativo.
Desde un punto de vista simplista, esta investigación puede ser una excusa más para detenerse y descansar.

“Cuando trabajes en tareas para las que el pensamiento creativo es beneficioso, introduce de forma consciente descansos que te ayuden a refrescar tu concentración”, aconseja Lu.

Curiosamente, Lu descubrió que, cuando a la mayoría de las personas se les pregunta sobre cómo alimentarían su propia creatividad, opinan que la clave está en la concentración.

Naturalmente, siguiendo la idea de Graham Bell, muchas personas tratan de aumentar su concentración cuando se enfrentan a una tarea creativa importante.

Sin embargo, en un momento en el que el trabajo multitareas es algo cotidiano, no nos debería costar demasiado esfuerzo para que nuestras mentes se liberen al tiempo que abordamos problemas complejos.

¿Quién tomó la decisión de separar en la frontera de EE.UU. a los niños de sus padres inmigrantes?

No pueden ser encarcelados pero lo que les ocurre es muy parecido a la imposición de una pena.

Unos 2.800 menores de edad que han llegado a Estados Unidos desde octubre de 2017 han sido separados de sus padres al llegar a la frontera, según datos de las autoridades estadounidenses.

La mayor parte de estos casos, unos 1.995, se produjeron entre el 19 de abril y el 31 de mayo pasado.

Estas separaciones no son populares entre los estadounidenses a juzgar por una encuesta reciente realizada por la Universidad Quinnipiac, con sede en Connecticut, que concluyó que el 66% de los estadounidenses las rechazan, aunque 55% de los votantes republicanos las apoyan.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, responsabilizó al partido Demócrata por esta situación y lo acusó de haber creado una ley que establecía esas separaciones familiares.

El mes pasado, el mandatario pidió “presionar a los demócratas a poner fin a esta ley horrible que separa a los niños de sus padres una vez que cruzan la frontera de Estados Unidos”.

En mayo, Trump abogaba por “presionar a los demócratas a poner fin a esta ley horrible que separa a los niños de sus padres una vez que cruzan la frontera de Estados Unidos”.
El 16 de junio pasado Trump volvió a la carga al decir en un mensaje en Twitter: “Los demócratas pueden arreglar su ruptura familiar en la frontera trabajando con los republicanos en una nueva legislación, para variar”. Dos días más tarde, los acusó de ser “débiles e ineficaces” en el tema de la seguridad fronteriza.

Pero, en realidad, no existe ninguna ley que obligue a separar a los menores de sus familias en la frontera.

¿Y entonces qué está ocurriendo?

Tolerancia cero
En abril, el fiscal general de Estados Unidos, Jeff Sessions, anunció la aplicación de una política de tolerancia cero ante la inmigración ilegal en la frontera entre Estados Unidos y México.

La misma incluye acelerar el proceso para determinar si las personas son elegibles para quedarse en el país, expulsar rápidamente a quienes se les niegue la permanencia y procesar penalmente a los inmigrantes que entren al país ilegalmente por primera vez, quienes antes eran procesados por la vía civil.

El fiscal general, Jeff Sessions, ha admitido que estas separaciones tienen un objetivo disuasorio.
Ahora bien, debido a que los hijos de los inmigrantes procesados no son imputados por ningún delito, no se les permite estar en la cárcel con sus padres, por lo que son separados.

Adicionalmente, las autoridades también están separando a los niños que llegan junto a familias solicitantes de asilo, pese a que solicitar este tipo de protección no es ilegal.

Estas medidas tienen como objetivo expreso disuadir a quienes piensen en emigrar ilegalmente a Estados Unidos.

“Si no quieres que te separen de tus hijos, entonces no los traigas ilegalmente a través de la frontera”, señaló Sessions recientemente.

“Estamos haciendo lo correcto. Estamos cuidando de estos niños. Nuestras políticas están desalentando a la gente a hacer que los niños tengan que soportar este viaje peligroso”, agregó el fiscal en entrevistas posteriores.

¿De quién es la culpa?
Estas medidas ejecutadas por el gobierno de Trump se están aplicando sin que se haya aprobado una nueva legislación en materia de migración.

Al no ser imputados penalmente, los niños no pueden ir a la cárcel con sus padres.
Entre los cambios más recientes en este campo se encuentra una ley firmada por el presidente demócrata Bill Clinton en 1997 que exigía que los menores no acompañados que llegaran al país fueran entregados a sus padres, a un custodio legal o a un familiar adulto.

En caso de que no haya familiares disponibles, entonces la agencia gubernamental correspondiente puede designar a un adulto apropiado para que cuide del niño.

En 2008, el presidente republicano George W. Bush firmó un estatuto contra el tráfico de personas que establece que los menores no acompañados sean sacados de los centros de inmigración en un plazo de 72 horas.

Ninguna de estas normas recomienda que los niños sean separados de sus familias.

Por qué la medicina trata el dolor de forma diferente en mujeres y hombres

En 2009 mi doctor me dijo que, al igual que “muchas mujeres”, yo le estaba prestando demasiada atención a mi cuerpo. Diciéndome que no tenía ningún problema, me sugirió que me relajara e intentara ignorar los síntomas.

La decisión parecía ir en contra de lo que mis registros de salud mostraban. Unas pocas semanas antes, yo había estado en la sala de emergencias con dolor en el pecho y un ritmo cardíaco de 220 pulsaciones por minuto. El equipo de urgencias me dijo que tenía un ataque de pánico, me recetó un fármaco contra la ansiedad y me dijo que tratara de dormir.

Yo había tenido ataques de pánico antes. Sabía que este episodio no era uno de ellos, por lo que fui a ver a mi médico. Me colocó un monitor cardíaco.

Bingo: tuve otro episodio, esta vez registrado. Pero eso no importó. Igual abandoné su consulta pensando que quizá sufría de ansiedad. Así, escuchando el consejo, intenté ignorar el dolor.

Hasta que volvió a ocurrir de nuevo. Y otra vez. Primero cada mes, luego cada semana. Durante los siguientes nueve años, yo me estuve quejando por esto y me decían que tenía ataques de pánico y ansiedad, que las mujeres no sienten el dolor de corazón de la manera como yo lo sentía y que quizá yo simplemente estaba confundida.

Mi experiencia no era poco común. Abby Norman, autora del libro “Pregúntame sobre mi útero”, pasó por un proceso similar y terminó hallando que sufría endometriosis, una dolorosa condición en la cual el tejido del endometrio crece en otros órganos distintos al útero.

Varios médicos le dijeron que tenía una infección urinaria, hasta que ella acudió a una cita médica junto a su novio, quien dio fe de su dolor.

Norman cuenta que también luchó para ser diagnosticada de apendicitis. Un doctor dijo que sus síntomas eran el resultado de haber sufrido de abusos sexuales durante su niñez, pese a que ella estaba segura de que nunca sufrió tales cosas.

En lo referente al dolor, los hombres y las mujeres son tratados de forma distinta.
Ambas anécdotas y la investigación académica apuntan hacia una tendencia preocupante: en el sistema de salud existe una larga tradición de desestimar el dolor de las mujeres.

Más difícil es determinar si esto se debe a un prejuicio por motivos de género, a una insuficiente investigación médica sobre las mujeres o a diferencias reales en torno a cómo ambos sexos interpretan el dolor.

Distinto trato en las salas de emergencia
Lo que sabemos es que en lo referente al dolor, los hombres y las mujeres son tratados de forma distinta.

Un estudio, por ejemplo, halló que en las salas de emergencias, las mujeres que dicen sufrir un dolor agudo tienen menos probabilidad de ser tratadas con analgésicos basados de opioides (los más efectivos) que los hombres. Luego, después de recibir la prescripción médica, las mujeres esperan por un periodo más largo para recibirlas.

Otro estudio halló que las mujeres suelen ser tomadas menos en serio que los hombres en las salas de urgencia. Un estudio realizado en Suecia en 2014 descubrió que una vez que se encuentran allí, las mujeres esperan más tiempo para ver al médico y sus casos son clasificados como urgentes con menos frecuencia.

Esto puede tener consecuencias mortales. En mayo pasado, una mujer de 22 años llamó a los servicios de emergencia en Francia diciendo que tenía un dolor abdominal tan fuerte que sentía que “iba a morir”.

“Usted, sin duda, morirá algún día. Como todo el mundo”, le respondió el operador. Cuando fue llevada al hospital después de una espera de cinco horas, la mujer sufrió un infarto y murió por el fallo de múltiples órganos.

Esther Chen, especializada en medicina de urgencia en el Hospital General de San Francisco y autor de un estudio sobre los analgésicos basados en opioides, señala que el trato diferencial hacia las mujeres en las salas de emergencia es un fenómeno bien comprobado pero que es difícil saber si se trata simplemente de un sesgo implícito.

Una vez que llegan a las salas de urgencia, las mujeres pasan más tiempo que los hombres esperando.
Malos diagnósticos
Tras realizar un estudio sobre dolor abdominal agudo, esta doctora sospecha que con frecuencia se asume que las mujeres que acuden a urgencia con dolor abdominal padecen problemas ginecológicos, algo que los médicos creen que es menos susceptible de ser tratado con opioides que una enfermedad quirúrgica aguda.

Al mismo tiempo, cuando acuden a las salas de emergencia con dolor las mujeres tienen más probabilidad que los hombres de ser tratadas con medicamentos contra la ansiedad y son descartadas con más frecuencia como pacientes psiquiátricos.

“Las mujeres son remitidas al psicólogo o al psiquiatra con más regularidad, mientras que a los hombres se les indican exámenes de diagnóstico para descartar problemas reales en órganos de su cuerpo”, señala Christin Veasley, cofundadora y directora de la Alianza para la Investigación del Dolor Crónico (CPRA, por sus siglas en inglés).

Como exdirectora ejecutiva de la Asociación Nacional sobre la Vulvodinia, Veasley atestiguó un alarmante registro de malos diagnósticos médicos.

“Las cosas que oí que los médicos le decían a las mujeres eran completamente ridículas. Cosas como ‘usted debe tener problemas maritales’, ‘tómese un vaso de vino antes del sexo’, ‘será mejor’. Y la lista se extiende”, señala.

“Es difícil imaginar que un médico profesional que hizo el juramento hipocrático pudiera decir esas cosas”, afirma.

Muchos médicos tienden a realizar más exámenes diagnósticos a los hombres que a las mujeres.
¿Quejarse con facilidad?
Hay una asunción común de que las mujeres se quejan con más facilidad por problemas de salud que los hombres.

De hecho, un estudio en Reino Unido halló, por ejemplo, que la asistencia de los hombres al médico general es 32% inferior a la de las mujeres. Es posible, por tanto, que los doctores consideren menos serios los reportes sobre el dolor de las mujeres.

Pero hay otra evidencia que sugiere que es errado asumir que las mujeres son más propensas que los hombres a quejarse sobre el mismo dolor. Un meta análisis de estudios sobre dos tipos comunes de dolor —de espalda y de cabeza— halló que hombres y mujeres tienen la misma probabilidad de acudir al doctor por estas causas.

La evidencia de que las mujeres acuden al médico con mayor facilidad “es sorprendentemente débil e inconsistente”, escribieron los investigadores.

Otro estudio similar reveló que las mujeres no tienen mayor propensión que los hombres a acudir al médico general cuando sufren los mismos síntomas de dolor.

Pese a ello, muchos investigadores destacan que hay estudios realizados entre 1972 y 2003 que indican que las mujeres tienen menor tolerancia al dolor que los hombres, algo estimulado —por supuesto— por las normas culturales sobre género.

Karen Sibert, presidente de la Sociedad de Anestesiólogos de California, señala que hay investigaciones que revelan que las mujeres presentan síntomas que se asemejan más a la ansiedad y tienen una mayor tendencia a volverse adictas a los opiáceos.

“Tómese un vaso de vino antes del sexo. Será mejor”, le dijo el médico sin haber descartado que tuviera problemas orgánicos reales.
Como consecuencia, puede ser apropiada tratar a las mujeres primero con medicación contra la ansiedad antes de dar los pasos adicionales con el uso de analgésicos.

“Cuando la gente está ansiosa se reduce su tolerancia al dolor. Podría ser mejor intentar poner bajo control primero su ansiedad y temor y luego determinar cuál es la manera de tratar su dolor”, señala Sibert.

Otra complicación reside en que el estrógeno altera tanto la percepción del dolor como la respuesta a los analgésicos, señala Nicole Woitowich, director de educación del Instituto de Investigación en Salud de la Mujer.

Eso significa que hay “diferencias sexuales en la manera como las mujeres experimentan el dolor”, señala la experta que aboga por un tratamiento diferenciado que permita desarrollar un enfoque personalizado para el tratamiento del paciente.

El sexo como variable biológica

Para conocer exactamente cuáles son esas diferencias —y cómo afectan el tratamiento— se necesita mucha más investigación.

Antes de 1990, los ensayos clínicos y diagnósticos en Estados Unidos estaban enfocados en los hombres. En Europa, las mujeres también habían sido dejadas fuera de los estudios.

Esto llevó a la existencia de una gran cantidad de evidencia médica, incluidos los estudios centrados en el dolor, que tenían una perspectiva predominantemente masculina.

Las mujeres tienen una menor resistencia al dolor.
En 2015, los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos (NIH, por sus siglas en inglés) aprobaron una política que exigía a los investigadores en medicina tomar el sexo en consideración como una variable biológica.

Ahora, cualquiera que requiera recursos para investigar de los NIH debe incluir tanto a hombres y mujeres o dar una explicación convincente acerca de por qué está dejando fuera a alguno de los dos.

Como es una política reciente, aún hay que esperar para valorar su impacto.

En Canadá y Europa se han producido cambios similares. Sin embargo, eso no elimina los sesgos innatos que los médicos y otros trabajadores de la salud tienen hacia el dolor de las mujeres.

En cuanto a mí, Louise Pilote, del Centro de Salud de la Universidad McGill de Quebec, tiene una explicación basada en evidencia acerca de por qué mis propios problemas del corazón fueron pospuestos durante tanto tiempo.

Las enfermedades cardíacas son más predominantes en el caso de los hombres que de las mujeres, en quienes se presentan a edades más avanzadas y, cuando lo hacen, usualmente muestran síntomas distintos al dolor de pecho.

Las enfermedades cardíacas son más predominantes en el caso de los hombres que de las mujeres.
De hecho, yo estaba principalmente preocupada por cómo me sentía como resultado del dolor de pecho: mareada, sin aliento. Puedo entender por qué un médico podría haberlo considerado solo un problema de ansiedad.

En enero de 2018, yo finalmente hallé una solución a través de un cardiólogo distinto: una mujer que escuchaba y no explicaba mi dolor solo como un efecto secundario de la preocupación y de la ansiedad. Volví a usar un monitor cardíaco, recibí un diagnóstico oficial y en marzo fui operada.

Quizá esperé casi 10 años por el tratamiento porque la enfermedad del corazón es menos común en las mujeres.

O quizá porque mis síntomas realmente eran muy parecidos a lo que describen los manuales sobre la ansiedad o, también es probable, que se debiera a las asunciones basadas en las diferencias de género según las cuales las mujeres tienen más probabilidad de quejarse por el dolor y es menos posible que tengan una razón física para ello.

Pero, incluso creyendo que mi género tiene todo que ver con lo ocurrido, no estoy segura de que algún día se pueda comprobar. Y eso lo único que me dice es que tenemos un largo trecho que recorrer antes de que las mujeres y su dolor puedan ser plenamente comprendidos.

Carta para mi papá Reflexion

Querido papá:

Quiero contarte algo que se refiere a nosotros dos.

Quiero compartir contigo algunas experiencias que viví a tu lado sin que tú lo supieras, experiencias que de alguna manera apreciaría trasmitirle a mi hijo, cuando sea yo quien lo tenga.

Cuando pensabas que no te veía te escuché pedirle a Dios salud y trabajo para nosotros, así aprendí que existía alguien con quien yo podría conversar en el futuro.

Cuando pensabas que no te veía, te vi preocuparte por tus amigos sanos y por tus amigos enfermos, y así aprendí que todos debemos ayudarnos y cuidarnos unos a otros.

Carta cristiana para mi papá
Cuando pensabas que no te veía, te vi dar tu tiempo y dinero para ayudar a personas que nada tenían, y aprendí que aquellos que tienen, debemos compartirlo con quienes no tienen.

 

Cuando pensabas que no te veía, te sentí darme un beso por la noche y me sentí amado y seguro.

Cuando pensabas que no te veía, te vi atender la casa y a todos los que vivimos en ella, y aprendí a cuidar lo que es dado.

Cuando pensabas que no te veía, vi como cumplías con tus responsabilidades, aun cuando no te sentías bien, y aprendí que debo ser responsable cuando crezca.

Cuando pensabas que no te veía, vi tus lágrimas, y entonces aprendí que a veces las cosas duelen, y que está bien llorar.

Cuando pensabas que no te veía, vi que te importaba y quise ser todo lo que puedo llegar a ser.

Cuando pensabas que no te veía, aprendí casi todas las lecciones de la vida que necesito saber para ser una buena persona y también productiva cuando crezca.

Cuando pensabas que no te veía,
te vi y quise decir:

¡Gracias por todas las cosas que vi, cuando pensabas que no te veía!