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¿Por qué en el Caribe muchos pronuncian la letra “r” como si fuera una “l”?

Cuando un hispanohablante no caribeño quiere imitar el español de dicha región, es usual que caiga en la tentación de decir: “Puelto Lico”.

Pues, aunque muy extendida, esa imitación está errada.

“Cambiar la letra erre por la ele es uno de los rasgos más característicos del español caribeño”, reconoce a BBC Mundo la lingüista cubana Roxana Sobrino, quien ha investigado este fenómeno.

“El problema es que, al estereotipar, muchos suelen cambiar la erre por la ele en lugares donde jamás lo haríamos”, continúa.

La llamada lateralización de la erre implosiva o lambdacismo es un fenómeno fonético que consiste en pronunciar la letra “l” cuando hay una “r” en la posición final de una sílaba.

Por eso, un caribeño podría llegar a decir “calol” en lugar de “calor”, “velde” en vez de “verde” y, por supuesto, “Puelto”… pero nunca “Lico”.

Los hispanohablantes del Caribe comparten mucho más que una forma de hablar: tienen una historia y cultura entrelazada.
Este trueque, muchas veces estigmatizado por los propios caribeños, es una de las razones por las cuales los lingüistas señalan a la región como una de las zonas dialectales más innovadoras o radicales del mundo hispánico.

A orillas del mar Caribe
Así como existe un español castellano, uno rioplatense y uno andino, por citar algunos ejemplos, cada uno con sus características particulares, hay una variedad de la lengua bañada por las aguas del mar Caribe.

Sin embargo, los lingüistas no logran ponerse de acuerdo en qué países o regiones lo hablan.

Para algunos, el mapa lingüístico abarca las costas caribeñas de Venezuela y Colombia. Otros agregan partes de México, Panamá e incluso Centroamérica.

Donde sí hay consenso es en que el eje de esta zona dialectal está en las Antillas hispánicas, es decir, en Cuba, Puerto Rico y República Dominicana.

El único consenso sobre la dispersa zona dialectal caribeña es que el eje está en las Antillas hispánicas.
Lo cierto es que, tal como explica el español Francisco Moreno Fernández, director del Instituto Cervantes en la Universidad de Harvard, hay dos razones que justifican la unificación lingüística de la región.

“La primera es que toda esa zona comparte una serie de rasgos lingüísticos, apreciables cualitativa y cuantitativamente. Esos rasgos pertenecen al ámbito de la fonética, pero también los hay gramaticales y léxicos”, escribe en “La lengua española en su geografía”.

Ejemplos de ello son el alargamiento y abertura de las vocales (“maaami”), o el uso expreso del pronombre personal y su posición invertida en las preguntas (“¿cómo tú estás?”).

“La segunda razón —agrega Moreno Fernández— es subjetiva: las hablas caribeñas son percibidas como unidad desde las demás variedades del español”.

El habla caribeña es reconocible como tal para un castellano, un peruano o un argentino, para quienes las diferencias entre dominicanos y venezolanos (…) no son tan evidentes”.

Francisco Moreno Fernández, director del Instituto Cervantes en la Universidad de Harvard
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Y detalla: “El habla caribeña es reconocible como tal para un castellano, un peruano o un argentino, para quienes las diferencias entre dominicanos y venezolanos, por ejemplo, no son tan evidentes como puedan serlo para los caribeños”.

Esto igual no quita que existan diferencias entre los países y hacia su interior.

Como explica el lingüista dominicano Orlando Alba, “a medida que desciende la condición sociocultural de los hablantes, se amplía el grado de diferenciación dialectal entre las regiones y, a la inversa”.

“Se trata de una consecuencia lógica de la acción niveladora que ejercen la educación, los viajes y otros factores”, dice en una investigación publicada en 2016.

Existen variantes del español caribeño entre los países y dentro de ellos por región y condición sociocultural, pero igual hay características generales en común.
A lo que agrega: “Por esa razón, el cotejo del habla de un obrero de Cuba y uno dominicano revelará como resultado un mayor número de diferencias que la de un médico habanero y uno de Santo Domingo”.

De estas características generales con variantes particulares, el uso de la letra “l” en lugares donde iría una “r” es de lo más inconfundible del habla caribeña. Y de lo más polémico.

¿Por qué la “r” por la “l”?
“Los orígenes del español caribeño constituyen una de las polémicas más candentes de la dialectología hispánica”, escribe la estadounidense Carol A. Klee en su investigación “El español en contacto con otras lenguas”.

Entre las múltiples teorías, hay tres principales.

Los orígenes del español caribeño constituyen una de las polémicas más candentes de la dialectología hispánica”.

Carol A. Klee, profesora de lingüística hispánica en la Universidad de Minesota
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La llamada “teoría andalucista”, explica Klee, “propone que las variedades del español habladas en el Caribe reflejan la preponderancia de los colonos andaluces y canarios en la región, y los íntimos lazos marítimos, comerciales y culturales que ellos mantuvieron con varias zonas del Caribe en siglos posteriores”.

Justamente, una de las características del español de Andalucía es convertir a la letra “l” en “r” (“úrtimo” en lugar de “último”), o sea, hacer exactamente lo opuesto al lambdacismo caribeño.

No obstante, los lingüistas han detectado casos minoritarios de hablantes que cambian la “l” por la “r” en lugares como Puerto Rico y República Dominicana.

Por otro lado, está la “hipótesis sustratista”, que destaca la influencia lingüística del influjo de esclavos de distintas partes de África desde inicios del siglo XVI.

Al entrar en contacto con otras lenguas y culturas, el español evolucionó en distintas variantes a lo largo de América.
“A Cuba, por ejemplo, fueron trasladados unos tres cuartos de millón de esclavos en menos de un siglo y en el primer cuarto del siglo XIX los esclavos africanos representaban el 40% de la población total de la isla”, cita Sobrino en su tesis sobre el español antillano, publicada en noviembre pasado.

Muchas de estas lenguas africanas no tienen la erre vibrante, por lo que terminaban pronunciándola como ele, un sonido que sí les resultaba familiar.

En este sentido, Sobrino dice a BBC Mundo que autores como el filólogo Sergio Valdés Bernal detectó que “en el teatro cubano colonial, el español del negro esclavo se caricaturiza a través de la lateralización de la vibrante erre”.

Sin embargo, aclara, este fenómeno “actualmente no está asociado con un estrato social o un grupo racial”, pues en mayor o menor medida, “todos los hablantes caribeños recurren a él”.

Como docente de español en Estados Unidos, Antonio Medina-Rivera constató casos de lateralización en la escritura en estudiantes que aprendieron la lengua por vía oral.
La tercera teoría, la moderada, matiza estas dos influencias junto con otras lenguas, como las nativas, el inglés y francés.

¿Quiénes lo usan?
El lambdacismo está presente con distinta fuerza en los países del Caribe.

Mientras que Sobrino cita investigaciones que afirman que en Cuba solo 10% de la población pronuncia la “r” implosiva como si fuera una “l”, en Puerto Rico, en cambio, está extendido.

En una investigación de 2014 sobre este tema, el puertorriqueño Antonio Medina-Rivera cuenta que, como docente de español en Estados Unidos, ha constatado casos de lateralización hasta en la escritura en aquellos estudiantes que aprendieron la lengua por vía oral.

¿Por qué algunos consideran que Puerto Rico es la “colonia más antigua del mundo”?
Según su trabajo, este fenómeno tiene tanta carga de identidad nacional como de “estigma en y fuera de la isla”.

En Puerto Rico, pronunciar la letra erre como ele tiene tanta carga de identidad nacional como de estigma.
De hecho, el estigma es una constante para el lambdacismo, no aceptado por la norma culta de ningún país caribeño.

En este sentido, la sociolingüista Carmen Silva-Corvalán, profesora emérita de la Universidad del Sur de California, reproduce un diálogo con un boricua durante una de sus investigaciones para ilustrar cómo un rasgo lingüístico puede convertirse en un estereotipo y hasta una crítica:

— Aha, Antonio, ¿y tú has oído a la gente opinar sobre el español de Puerto Rico?

— ¡Ay! Dicen barbaridades. (Risas.)

— ¿Como qué por ejemplo? ¿Qué opina la gente?

— Que no sabemos hablar, que, que no sabemos pronunciar la erre. Entonces, los estereotipos se van al extremo porque yo creo que la erre, la erre de principio de sílaba sí la podemos pronunciar. Entonces me da coraje cuando me dicen: “Ay, eres de Puelto Lico”. Y yo le digo: “Bueno, de Puelto Jico o de Puelto Rico, pero no de Puelto Lico”, porque nunca has oído a un puertorriqueño que pronuncie la, la erre doble como ele.

“La tierra se prende sola”: los peligros de las crecientes “zonas de sacrificio” ambiental que afectan a miles de personas en México

Es visible desde lejos. En lo alto de una loma cercana al pueblo de Alpuyeca, Morelos, hay un cilindro de unos 20 metros de altura montado sobre una base metálica.

Es una simulación, dicen algunos vecinos de la comunidad, ubicada unos 90 kilómetros al sur de Ciudad de México.

El cilindro fue diseñado como una chimenea para quemar el gas metano del que fuera uno de los basureros clandestinos más grandes del país.

De hecho el enorme tubo está montado sobre una montaña de desechos, cubierta con tierra hace unos años.

Pero no funciona. La chimenea está abandonada. No hay una manguera o algún instrumento que la conecte con el subsuelo donde está el metano.

Mientras que a unos pasos, completamente en ruinas, está la cabina donde se controlaría la incineración. Unos trozos de hule espuma y restos de plástico es lo único que resta del equipo electrónico que alguna vez existió.

El basurero de Tetlama recibió millones de toneladas de residuos en tres décadas.
El basurero de Tetlama, como es su nombre, recibió durante más de 30 años miles de toneladas de desechos urbanos, industriales y hospitalarios.

Fue técnicamente cerrado en 2008 aunque en el lugar todavía se tiran residuos, de manera clandestina.

Es una de las llamadas “zonas de sacrificio ambiental” que existen en México, una forma de definir a regiones altamente contaminadas y con riesgos sanitarios para sus vecinos.

Las autoridades se olvidaron de ellas, explica a BBC Mundo Brisa Carrasco Gallegos, investigadora de la Facultad de Geografía de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM).

“Se les llama zonas de sacrificio porque la política pública tiende a sacrificarlas. El saneamiento ambiental no es preocupación de los gobiernos locales o el federal”, afirma.

La “Triple A de la muerte”
En México existen varias regiones como Alpuyeca, refiere la investigadora Carrasco Gallegos.

Un ejemplo es el corredor industrial de Silao-Irapuato en Guanajuato, en el centro del país. Aquí se concentra una gran cantidad de desechos industriales de armadoras de automóviles y fábricas de calzado.

Las instalaciones donde se llevaría a cabo la quema de basura están abandonadas.
Otra “zona de sacrificio” se ubica en los municipios conurbados a la capital mexicana, como Ecatepec, Chimalhuacán o Nezahualcóyotl.

Aquí el problema central es la concentración de basura generada en Ciudad de México, unas 11.000 toneladas al día.

Y un caso más es la región conocida como “La triple A de la muerte”, dice la investigadora.

Es el territorio que comparten los municipios de Apaxco, Atotonilco y Atitalaquia en el estado de Hidalgo, a unos 100 kilómetros de la capital mexicana.

La cabina desde donde se debía controlar la incineración de la basura de Tetlama está completamente destruida.
Aquí existen fábricas de plaguicidas, cementeras, plantas de tratamiento de aguas residuales y una refinería, además de otras instalaciones de Petróleos Mexicanos.

Además desde hace algunos años las empresas cementeras locales incineran residuos para elaborar su producto.

La contaminación que producen es elevada, señala la investigadora Carrasco, pero las autoridades se resisten a cambiar las actividades industriales en la zona.

Pastel tóxico
Durante varias décadas, el basurero de Tetlama concentró los desechos de ciudades cercanas e incluso de estados vecinos.

En el municipio de Xochitepec, donde se ubica Alpuyeca, viven unas 8.000 personas que padecieron la contaminación permanente por la basura.

Las capas de tierra y basura forman una especie de pastel tóxico.
No se sabe cuántos residuos se acumularon, aunque según especialistas como Juanita Ochoa Chi, de la Universidad Autónoma de Ciudad de México existen unos nueve millones de toneladas.

El negocio de convertir la basura en ropa (y por qué no siempre es rentable)
Pero es una parte del problema. “Es muchísimo, hay una densidad muy grande en el área donde se concentran”, explica a BBC Mundo.

Cuando se clausuró el tiradero “no hicieron nada más que cubrirlo como cualquier relleno sanitario a cielo abierto. No informaron lo que se hizo y luego el proyecto se abandonó”.

Se nota. BBC Mundo visitó recientemente el lugar.

Mapa Alpuyeca, México.
En el calor del mediodía, entre polvo, mal olor, arbustos secos y montones de desechos junto a la brecha hacia el basurero, en algunas partes es visible la forma como se solucionó el problema.

Hay capas de desechos más antiguos cubiertos con tierra, encima otro igual y sobre éste los siguientes hasta llegar a la superficie. Como si fuera un pastel.

A unos pasos junto a la chimenea existe una pileta de unos doce metros cuadrados, y sobre ella una manguera que sale del suelo.

“Es la alberca para los lixiviados”, explica a BBC Mundo la maestra Guadalupe Záyago Lira, del movimiento vecinal que provocó el cierre del tiradero.

“No limpiaron nada”, dice la maestra Guadalupe Záyago.
“Nada más echaron tierra a la basura y plantaron unos arbolitos que se murieron en unas semanas”.

Luego señala hacia una loma cercana a la chimenea. “Pusieron esos tubitos para sacar el metano, pero hace años que lo dejaron todo. Nosotros creemos que no hicieron nada”.

“Se remedió al 100%”
¿En verdad no hubo un saneamiento ambiental en Alpuyeca?

“Claro que sí”, responde a BBC Mundo Topiltzin Contreras, secretario de Desarrollo Sustentable del gobierno de Morelos.

El cilindro fue diseñado como una chimenea para quemar el gas metano en Alpuyeca, en el que fuera uno de los basureros clandestinos más grandes del país.
“Se remedió al 100% desde el gobierno pasado, inclusive se le pusieron quemadores para ir quemando el metano”.

“El metano sigue saliendo, pero eso tiene fácil diez años que se remedió. A lo mejor no lo hicieron al 100% pero siguieron la norma (el reglamento oficial para el tratamiento de rellenos sanitarios). Ya no nos tocó a nosotros, cuando llegamos ya estaba remediado”.

Sin embargo, la chimenea que instalaron no funciona, está abandonada.

Y ese proyecto lo traía el municipio de Temixco (vecino a la zona), no le toca al gobierno del estado.

El problema es que no se conocen las etapas de la remediación, insiste la investigadora Ochoa Chi.

Para considerar totalmente saneado un basurero como el de Tetlama se necesitan varios años, y depende en gran medida del tipo de residuos que allí se encuentren.

En el basurero de Tetlama se hallaron deshechos hospitalarios peligrosos para la salud.
Eso no está claro en este caso. Cuando se logró el cierre técnico del botadero los vecinos habían encontrado restos humanos, desechos hospitalarios y Askareles, el nombre comercial de los bifenilos policrolados.

Es un componente químico considerado como cancerígeno, y que se utilizaba en los equipos para proveer energía eléctrica de alta tensión.

Hace varios años se prohibieron, pero antes una cantidad importante se depositó en el basurero.

Esta clase de residuos necesitan un tratamiento especial. Los vecinos de Alpuyeca no saben si fue aplicado.

“Se requiere una tecnología compleja para ello, y en este caso del basurero solamente se iba a captar el biogás del lugar”, cuenta Juanita Ochoa.

Los desechos se cubrieron con tierra pero eso no detiene su transformación. El metano que produce, si no se controla, puede provocar incendios.

El metano que producen los deshechos, si no se controla, puede provocar incendios.
Eso ya ocurre en el basurero, le dice a BBC Mundo Antonio Aguilar Ayora.

“Cuando hace calor y está seco la tierra se prende sola, por varios lados hay quemazones”, cuenta.

Lo que existe bajo tierra en el botadero de Tetlama es un misterio. Pero la huella que dejó aún sigue presente.

Plomo en la sangre
Para María Aguilar el basurero de Tetlama siempre ha estado presente: desde que era niña se acostumbró a los camiones con desechos que cruzaban Alpuyeca hacia el botadero.

Como muchos en su comunidad se preocupaba cuando el mal olor era más intenso de lo normal, o se enojaba con los residuos que se regaban por las calles del pueblo.

Las hijas de María Aguilar padecieron altos niveles de plomo en la sangre.
Pero hace unos años algo le alarmó. A sus dos hijas, Jovanna y Miriam de entonces 10 y 11 años de edad, se les detectaron altos y peligrosos niveles de plomo en la sangre.

No eran las únicas. En la escuela primaria donde estudiaban, llamada General Ignacio Maya, decenas de niños padecían los mismos síntomas:

Estaban pálidos, sin apetito, cansados casi todo el tiempo y con dolor en los huesos. La angustia de María, entonces, se extendió por Alpuyeca.

“Hicieron análisis a los niños, en mi casa revisaron los trastes (utensilios) en que cocinaba, tomaron pruebas del agua que bebíamos”, le cuenta a BBC Mundo.

“No sabían de dónde llegó el plomo. Tuvimos que cuidar mucho dónde cocinaba y los platos para servir a mis hijas”.

Pronto se despejó la duda. El origen del problema era el basurero de Tetlama, a unos kilómetros de la escuela y de su casa.

Televisores abandonados en el basurero de Tetlama, Alpuyeca.
La familia emprendió un tratamiento intenso que dio resultados los primeros años. Jovanna y Miriam ahora ayudan a su mamá en el negocio que tiene en la pequeña plaza central del pueblo.

Pero no ha sido suficiente. Las hijas de María, que ahora tienen 16 y 19 años de edad, necesitan un nuevo análisis de su sangre.

“Siguen tirando basura, esto no para. La salud de la gente de Alpuyeca no les importa. Tengo que hacer nuevos estudios a mis hijas, no quiero que se pongan en riesgo otra vez”.

La Niña Huérfana Reflexión

Había una pareja que tenían una niña. Los padres jamás le hablaron de Dios.

Una noche, cuando la niña tenía 5 años sus padres pelearon y el papá le disparó a la mamá, luego el papá se suicidó, todo esto delante de la niña.

Ella fue enviada a un hogar adoptivo, su nueva mamá, Christina, la llevó a la iglesia… Ese día la mamá le explicó a la maestra de la escuela dominical que la niña jamás había escuchado hablar de Jesús y que por favor le tuviera paciencia. La maestra tomó una figura de Jesús y preguntó al salón:

 

“¿Alguno de ustedes sabe quién es esta persona?”, la pequeña niña respondió:

” Yo sí, ese es el hombre que estuvo tomando mi mano la noche en que mis padres murieron.”

 

JESÚS SIEMPRE ESTÁ A NUESTRO LADO, LO VEAMOS O NO, LO QUERAMOS O NO, ÉL NO SE APARTA NI EN LA SALUD NI EN LA ENFERMEDAD, NI EN LAS BUENAS SITUACIONES NI EN LAS TRISTES.. AHÍ ES DÓNDE MÁS SE MANIFIESTA.

Las insospechadas ventajas del estrés y el ritmo acelerado en el trabajo

¿Alguna vez has sentido que tu vida transcurre en un “avance rápido” continuo, acelerando y alejándose de ti?

No es tu imaginación.

Estamos rodeados de señales que nos indican cada día que el ritmo de nuestra vida está aumentando. La oficina es el lugar en el que esta sensación es más habitual.

Según una investigación de Jonathan B Spira, CEO de la empresa consultora de investigación y tecnología Basex y autor de Overload!, dos tercios de un grupo de trabajadores encuestados decía no tener suficiente tiempo para hacer todo lo que debían, y el 94% se sintió en algún momento “abrumado por tanta información hasta el punto de la incapacidad”.

Una encuesta realizada a 7.331 trabajadores estadounidenses concluyó que más de la mitad no pudo tomar todos sus días de vacaciones.

¿La explicación más repetida? Estaban preocupados por el montón de trabajo que les esperaba cuando regresaran.

El gran volumen de información que nos llega puede matar la productividad.

Los seres humanos no están bien capacitados para realizar muchas tareas al mismo tiempo: cada vez que cambian la atención de una cosa a otra se produce un golpe cognitivo.

Una encuesta realizada a 7.331 trabajadores estadounidenses concluyó que más de la mitad no pudo tomar todos sus días de vacaciones.
Estas distracciones pueden acumularse: un estudio de 2005 concluyó que un trabajador promedio se concentra en una tarea durante solo 11 minutos antes de ser interrumpido.

Un estudio más reciente descubrió que prohibir a los trabajadores revisar el correo los hace estar menos estresados y más enfocados en sus tareas.

Un ritmo de vida más rápido es asociado a un mayor estrés, y quienes pasan más horas en la oficina tienen mayor riesgo de sufrir un derrame cerebral.

Pero también aparecen beneficios para los trabajadores.

Una existencia a toda velocidad
El ritmo variable de la vida es objeto de pocas investigaciones. El estudio internacional más profundo sobre el tema es un documento de 1999 de los profesores de psicología Robert Levine y Ara Norenzayan.

Descubrieron que las personas que viven en comunidades de ritmo acelerado también tienden a ser más productivas y tienen mayor sensación de bienestar subjetivo.

Otro reporte que analizaba el ritmo de la vida en las ciudades descubrió que la vida se acelera en las grandes áreas urbanas debido a la mayor frecuencia de interacciones sociales, lo que lleva a un ritmo más rápido de innovación y creación de riqueza.

Las personas que viven en comunidades de ritmo acelerado tienden a ser más productivas y tienen mayor sensación de bienestar subjetivo.
Aquí hay que hacer una distinción importante que a menudo pasamos por alto. Cuando pensamos en el estrés en el trabajo, hacemos una asociación implícita con la “angustia”; es decir, el tipo de estrés que nos causa sufrimiento.

Pero a menudo pasamos por alto la otra cara conocida como “eustress”, y que es el tipo de sensación positiva y placentera que nos causa el abordar y saber realizar una tarea difícil.

Debe haber algo importante en la idea del “eustress”: la mayoría de las encuestas de satisfacción laboral en Europa y EE.UU. sugieren que la mayoría de la gente no odia sus trabajos.

El día a día
Pero además de aumentar la presión del tiempo sobre nosotros, un mundo acelerado también ha alterado la naturaleza de nuestro trabajo diario, potencialmente haciéndolo más creativo y gratificante.

Sí, la automatización y la mecanización han afectado a las industrias y han destruido puestos de trabajo, además de crear otros nuevos. Pero la automatización también ha eliminado muchas tareas que eran aburridas, rutinarias o físicamente agotadoras.

Cuando pensamos en el estrés en el trabajo hacemos una asociación implícita con la “angustia”, pero un mundo acelerado también ha alterado la naturaleza de nuestro trabajo diario haciéndolo más creativo y gratificante.
En EE.UU., las cifras de enfermedades y lesiones relacionadas con el trabajo disminuyeron considerablemente. En la Unión Europea, la proporción de trabajadores en trabajos “arduos” o “peligrosos” se encuentra ahora entre el 1% y el 4%.

Las cargas ahora se descargan con grúa. Las declaraciones de impuestos son archivadas y escaneadas por computadoras.

Y a medida que avanza la revolución digital que ayuda a acelerar muchas tareas, los trabajos que quedan o que fueron recientemente creados son aquellos que implican aplicar dosis de ingenio y creatividad a los problemas, o bien supervisar los procesos que las computadoras están llevando a cabo.

Si tuviéramos la oportunidad de prescindir de la tecnología que permite este ritmo acelerado, lo cierto es que la mayoría de nosotros no volveríamos al pasado”

Robert Colvile, director interino del Centro de Estudios Políticos de Londres.
El software de inteligencia artificial puede ahora examinar miles de páginas de documentación legal y resaltar las partes más importantes.

Gracias a esta tecnología, el tiempo necesario para producir un documento legal para un banco ha disminuido de unas tres horas a unos tres minutos. Esto permitirá a los abogados concentrarse en trabajos más complejos y de mayor valor.

Lo que la aceleración ha hecho en toda la sociedad es reducir la inactividad.

Un estilo de vida acelerado tiene sus presiones y su estrés. Pero muchas veces se pueden solucionar silenciando las notificaciones o participando en alguna terapia de concienciación.

El software de inteligencia artificial puede ahora examinar miles de páginas de documentación legal y resaltar las partes más importantes.
Pero si tuviéramos la oportunidad de prescindir de la tecnología que permite este ritmo acelerado, lo cierto es que la mayoría de nosotros no volveríamos al pasado.

No hay nada que nos guste más que quejarnos del ritmo de la vida. Pero lo hacemos casi por hablar: vivir apresurado es estar ocupado, sentirse importante y ser valorado.

Y cada vez que se nos da la opción de elegir entre rápido y lento, elegimos el ritmo más rápido, incluso reservándonos el derecho de lamentarnos y quejarnos a cada momento.

Robert Colvile, autor de “The Great Acceleration: How the World is Getting Faster, Faster”, es el director interino del Centro de Estudios Políticos de Londres.

¿Ha convertido Donald Trump el mundo en un lugar más peligroso?

El mundo se ha convertido en un lugar con más incertidumbre desde que el presidente estadounidense Donald Trump lanzó su “Estados Unidos primero”, alarmando a sus aliados e intrigando a sus adversarios. Pero ¿es también más peligroso?

No, si analizamos lo que ocurrió realmente.

Aunque Trump desata temores a través de su errática y volátil cuenta de Twitter, no torpedeó las alianzas que ha cuestionado.

No inició guerras nuevas, y, en general, siguió el guión de su predecesor, Barack Obama, sobre las que ya existían.

Así que, aunque sí agitó las cosas, no hizo estallar nada por el momento.

Pero ¿nos ha acercado más este poco ortodoxo comandante en jefe a una especie de crisis global?

Estas son mis conclusiones.

Victoria en Medio Oriente: el Estado Islámico
Desde que se convirtió en presidente hace un año, el autodenominado Estado Islámico (EI) fue prácticamente derrotado en Irak y Siria: el califato fue eliminado y sus miembros restantes están a la fuga.

Sí, el grupo ha creado afiliados activos en otras partes del mundo y continúa inspirando la violencia extremista. Pero su centro neurálgico fue eliminado, por lo que su amenaza es menos potente.

La histórica ciudad de Palmira, en Siria, fue liberada del control de ISIS.
Se puede discutir cuánto crédito merece Trump o si él simplemente completó lo que Obama había empezado.

Siguió el patrón de Obama, apoyando a las fuerzas locales con bombas aéreas y fuerzas de operaciones especiales en tierra, pero aceleró la campaña y le dio a los comandantes estadounidenses más autoridad para dirigirla.

Eso “tuvo un mayor impacto”, dice Brett McGurk, enviado especial para la coalición global contra EI, que ha trabajado para ambos presidentes.

De cualquier manera, sucedió en el período de Trump como presidente, y es posiblemente su mayor éxito en política exterior.

Veredicto: ÉXITO.

Inestabilidad en Medio Oriente: Irán
Hace un año, Estados Unidos y otras cinco potencias mundiales redujeron la amenaza de una bomba atómica iraní con un acuerdo que limitaba su programa nuclear.

Hay un consenso general de que el acuerdo funciona, pero Trump dice que es profundamente defectuoso y debe ser “reparado”. Está amenazando con abandonarlo a menos que los europeos que participaron en su negociación adopten una postura más dura.

Trump quiere que las restricciones nucleares impuestas a Irán en virtud del acuerdo sean permanentes, restringir el programa de armas balísticas y contener las actividades iraníes “malignas” no cubiertas por el pacto, como su apoyo a agentes regionales que amenazan a los aliados occidentales.

Estas son cosas que los europeos están de acuerdo en que deben ser abordadas, pero no debilitando el acuerdo nuclear que, dicen, es crucial para su seguridad.

Hay tres peligros potenciales si el acuerdo se rompe. En primer lugar, una mayor inestabilidad en Medio Oriente, especialmente dado el fuerte apoyo de Trump al rival regional de Irán, Arabia Saudita.

En segundo lugar, podría debilitar la alianza transatlántica, que ha sido el pilar de la seguridad global desde la II Guerra Mundial.

También podría menoscabar el Tratado de No Proliferación Nuclear sobre el que se construyó el acuerdo iraní, dice Angela Kane, hasta hace poco la principal funcionaria sobre desarme de la ONU.

Veredicto: PELIGRO.

Donald Trump y Kim Jong-un en pantallas de televisión en Seúl.
Una guerra nuclear vuelve al radar
El líder de Corea del Norte, Kim Jong-un, convirtió el mundo en un lugar más peligroso al construir armas nucleares y amenazar a Estados Unidos con ellas.

Pero Trump también volvió la situación aún más peligrosa al responder con una retórica encendida, aumentando el riesgo de conflicto accidental con el régimen norcoreano.

La verdad es que Trump pasa de lanzar insultos y amenazas a expresar su disposición a hablar. En este momento está haciendo esto último, al compás de la distensión olímpica entre las dos Coreas.

Y la administración de Trump ha construido una fuerte coalición de apoyo internacional para una estrategia de alta presión, unida en su demanda de que Pyongyang renuncie a su programa nuclear.

Eso, dice John Negroponte, subsecretario de Estado en el gobierno de George W. Bush, demuestra que Trump está intentando hacer el mundo más seguro.

La gente “se molestó porque llamó a Kim Jong-un el ‘hombre cohete’ en las Naciones Unidas, y ¿eso pone en peligro la paz mundial? ¡Venga!”, dijo Negroponte.

Patrick Cronin, un experto en Asia del Centro para una Nueva Seguridad Estadounidense, dijo que la arriesgada política de Trump tiene un propósito: “Kim piensa que no usamos la fuerza y por eso el presidente Trump está en lo correcto al enfatizar, en su maníaca manera, que ‘eso tú no lo sabes’”.

Sin embargo, esta es la primera vez que Estados Unidos amenaza con atacar a un Estado con armas nucleares desde la crisis de los misiles en Cuba en 1962.

Veredicto: PELIGRO.

Vuelta a la Guerra Fría
William Perry, secretario de Defensa durante el gobierno de Bill Clinton, presidió el desmantelamiento de las armas nucleares en la década de 1990.

Trump y Putin compartieron bromas pero la brecha entre ambos países se profundiza.
Ahora advierte de que la amenaza está de regreso “porque Estados Unidos y Rusia se enfrentan hoy con una hostilidad que recrea los peligros geopolíticos de la Guerra Fría”, dijo en un foro reciente.

“Y porque Estados Unidos y Rusia están reconstruyendo sus arsenales nucleares”.

Esto no es culpa de Trump, per se.

El presidente ruso, Vladimir Putin, subió las apuestas con sus intervenciones en Ucrania, y durante el gobierno de Obama ambos presidentes dejaron de hablar de manera significativa.

Trump quiere hablar con Putin, probablemente demasiado. Pero no puede debido a la controversia sobre si su campaña conspiró con Moscú para influir en la elección.

Irónicamente, la relación es peor ahora que con Barack Obama.

Veredicto: ALERTA.

Diplomacia degradada
Donald Trump dejó claro que prefiere a los generales antes que a los diplomáticos.

Propuso profundos recortes en el Departamento de Estado y lideró la marginación de la influencia diplomática en la toma de decisiones sobre seguridad nacional.

¿Qué piensa el mundo de Donald Trump?
La militarización de la política exterior estadounidense lleva en marcha desde hace algún tiempo, especialmente desde los ataques del 11 de septiembre, pero Trump la aceleró.

No parece entender ni preocuparse mucho por la diplomacia.

La diplomacia es un poco como el cuidado sanitario preventivo: resuelve problemas antes de que se conviertan en guerras.

Así que, debilitándola, es más posible tener guerras.

Y si Trump quiere “hacer Estados Unidos grande otra vez”, haría bien en recordar que muchos de los éxitos clave de la política exterior estadounidense fueron diplomáticos, como el Plan Marshall o el Tratado de Paz egipcio-israelí.

Sus aventuras militares mucho menos, como ocurrió en Vietnam o Irak.

Veredicto: ALERTA.

¿Estados Unidos en retirada?
Trump comenzó a desmantelar el compromiso de Estados Unidos con una red de acuerdos destinados supuestamente a resolver colectivamente los problemas del mundo.

Manifestantes con máscaras de Trump y Kim durante una protesta contra el armamento nuclear en Berlín.
Su retirada del Acuerdo Climático de París es la más significativa.

Es cierto que el proceso lleva cuatro años y que otros factores están mitigando los efectos —los estados y las compañías privadas continúan con su propios planes de energía limpia—, pero Estados Unidos hará mucho menos en la lucha global contra el calentamiento de lo que podría haber hecho.

En términos generales, la retórica de Trump de “Estados Unidos primero” parece destinada a perturbar las alianzas e instituciones que mantienen el mundo en paz desde la Segunda Guerra Mundial.

O, por lo menos, se está retirando del liderazgo tradicional de Estados Unidos en su mantenimiento.

Si Trump “tiene éxito en el desmantelamiento de ese orden, el mundo será mucho más peligroso”, dice David Ignatius, quien escribe sobre política exterior en The Washington Post. Pero, agrega, el poder estadounidense tiene “una durabilidad que trasciende a Trump y su gobierno por Twitter”.

Richard Haass, del Consejo de Relaciones Exteriores, es más pesimista. Él escribió en The Atlantic que ninguna otra potencia es capaz de tomar el lugar de Estados Unidos si se retira de su papel de promover activamente el orden internacional.

“La alternativa a un orden internacional liderado por Estados Unidos es menos orden internacional”.

Veredicto: ALERTA.

Trump empezó a desmantelar el compromiso de Estados Unidos con algunos acuerdos globales.
Poco fiable e impredecible
Se puede argumentar que Donald Trump está más motivado por su volátil personalidad que por su compromiso con el “Estados Unidos primero”.

Eso introdujo un elemento casi permanente de perturbación en la política exterior estadounidense, canalizado a través de su Twitter y, a menudo, contradiciendo a sus altos funcionarios.

Los partidarios de Trump afirman que la imprevisibilidad de sus tuits puede utilizarse como una ventaja en los tratos internacionales. O que deberían ser ignorados, ya que raramente cumple sus amenazas.

Pero confunde tanto a aliados como a adversarios acerca de cuál es exactamente la política de Estados Unidos y disminuye la confianza internacional en el liderazgo estadounidense.

Y ese no es un lugar cómodo en el que estar: convivir con una Casa Blanca impredecible en un mundo impredecible.

Veredicto: ALERTA