“Estamos enviando una armada, muy poderosa. Tenemos submarinos, muy poderosos. Mucho más poderosos que el portaaviones. Eso es lo que te puedo decir”.
Esos fueron los detalles que el presidente de Estados Unidos, el republicano Donald Trump, le dio a la cadena de televisión Fox el pasado 9 de abril sobre la “flota” que, según él, acababa de mandar hacia la península de Corea.
De acuerdo a lo explicado la víspera por el secretario de prensa de la Casa Blanca, Sean Spicer, ésta había sido desplegada en el Mar de Japón como una “demostración de fuerza” en respuesta a las pruebas con misiles llevadas a cabo por Corea del Norte, lo que daba a Trump “opciones en la región”.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, explicó el 9 de abril que había mandado una “armada” a la península de Corea.
Y el anuncio caldeó más las ya tensas relaciones entre su país y Pyongyang.
Sin embargo, por unas imágenes hechas públicas por la propia Marina estadounidense, se acaba de saber que dicha flota -formada por el portaaviones USS Carl Vinson y otros tres buques- no se dirigía en ese momento a Corea del Norte, sino que navegó en la dirección contraria.
De hecho, iba de camino al Océano Índico, a más de 5.600 kilómetros de su supuesto destino, a participar en unos ejercicios militares con la Marina de Australia.
La ubicación fue revelada por la misma Marina estadounidense, al publicar en internet una imagen del portaaviones mientras cruzaba el Estrecho de Sonda, entre las islas indonesias de Sumatra y Java.
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La fotografía fue tomada el 12 de abril, cuatro días después de que Spicer dijera que la flota había sido desplegada en el Mar de Japón y se dirigía a la península de Corea.
La imagen la retomó Defense News, el think tank especializado en temas militares y de defensa, quien comprobó que los buques estadounidenses se encontraban a más de 5.600 kilómetros del lugar en el que la Casa Blanca dijo que estaban.
Y este martes el Comando del Pacífico del ejército de EE.UU. confirmó que, tras partir de Singapur el 8 de abril, la flota completó el entrenamiento programado en la costa noroeste de Australia.
A lo que añadió que ahora “se está dirigiendo a Pacífico occidental, según lo ordenado”.
Lo que no queda claro es si se trató de un engaño deliberado, diseñado quizá para asustar la líder norcoreano Kim Jong-un, de un cambio de plan o una simple falla en las comunicaciones, se pregunta el corresponsal de la BBC en Corea del Norte, Stephen Evans.
El vicepresidente de EE.UU., Mike Pence, dijo que “todas las opciones están sobre la mesa”.
Por su parte, Todd Weiler, exsubsecretario del Ejército para los Asuntos de Mano de Obra y Reserva, le dijo al diario británico The Independent que pudo deberse a un error por la falta de liderazgo político en el Pentágono.
“La falta de nombramientos políticos crea una obvia falta de dirección en las políticas del presidente”, explicó el funcionario.
“Y esto permite a los funcionarios que ocupan esos puestos temporalmente lleven a cabo sus propias agendas, que a su vez pueden ser contrarias a las agendas del expresidente y del mandatario actual”.
Sea como sea, que la flota a 5.600 kilómetros de la península de Corea no frenó al vicepresidente estadounidense Mike Pence, quien de gira por la región juró “derrotar cualquier ataque (de Corea del Norte) y responder de forma abrumadora y efectiva al uso de armas nucleares o convencionales”.
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El miércoles, Pence describió al país como “la más peligrosa y urgente amenaza a la paz y la seguridad” en la región de Asia-Pacífico.
Dos días después del desfile militar en Corea del Norte, el vicepresidente estadounidense Mike Pence dijo que su país “derrotará cualquier ataque” de Pyongyang.
Los comentarios los hizo después de la demostración de fuerza militar de Pyongyang durante el desfile del Día del Sol, el sábado, y del lanzamiento fallido de un misil, según informó el Pentágono.
Este martes el secretario de Defensa James Mattis tachó la prueba de “imprudente” y dijo que EE.UU. estaba “trabajando estrechamente” con China para lidiar con el asunto.
Por su parte, Pyongyang amenazó con multiplicar las pruebas de misiles.
“Realizaremos pruebas con misiles cada semana, cada mes, cada año”, le dijo a la BBC el viceministro de Relaciones Exteriores norcoreano, Han Song-Ryol.
Y añadió que si Estados Unidos toma una acción militar contra su país desatará una “guerra total”.
“Si Estados Unidos invade nuestra soberanía provocará una reacción inmediata. Si EE.UU. está planeando una ofensiva militar contra nosotros, reaccionaremos con un ataque nuclear preventivo a nuestro estilo”.