La joya le venía a la hortaliza como anillo al dedo.
Una mujer no podía creer lo que encontró mientras recogía zanahorias para la cena en su huerto de Alberta, Canadá.
Un anillo de diamantes estaba perfectamente insertado en una de las hortalizas.
Colleen Daley le mostró el sorprendente hallazgo a su marido, quien inmediatamente supo de qué se trataba. Era el anillo que su madre extravió hace 13 años.
Mary Grams, que ahora tiene 84 años, quedó devastada cuando perdió su anillo de compromiso mientras trabajaba en el jardín de su casa en 2004.
Durante más de medio siglo, la joya fue parte inseparable de ella desde que su marido se la regaló en 1951.
Fue tan grande su disgusto, que prefirió no confesarle la pérdida. En su lugar, fue a una joyería para comprar un anillo similar más barato. El hombre nunca notó el cambio.
“Quizá no hice lo correcto, pero me quedé tan disgustada…”, dijo Mary.
Insertado en la raíz
Su hijo, que era el único que conocía la historia, reconoció al instante la joya encontrada. La zanahoria había crecido exactamente en el interior del anillo y aprisionaba la raíz de la hortaliza, que parecía a punto de explotar.
Pese a todo, el anillo sigue siendo de la talla de Mary, quien ya había perdido toda esperanza de recuperarlo tras tantos años.
Ahora, emocionada por el hallazgo, la mujer se arrepiente de no haberle contado nunca la verdad a su marido que falleció hace cinco años.
“Él era un bromista. Probablemente, habría encontrado esta situación bastante divertida”.
Ahora, asegura que será más cuidadosa para no volver a perder su joya. “Voy a guardarlo en un lugar seguro. Es lo que debería haber hecho antes”, dijo.
Más uniones entre anillos y zanahorias
Pese a lo increíble de la historia, esta no es la primera vez que un anillo aparece insertado en una zanahoria.
En 2007, una mujer de León, España, encontró en su huerto el anillo de boda perdido en el mismo lugar seis años atrás. Algo similar le ocurrió en 2016 a un hombre alemán de 82 años.
En 2011, una mujer sueca encontró su anillo en una zanahoria del jardín. Lo curioso de este caso es que la joya había sido extraviada en la cocina de su casa -y no en el huerto- 16 años antes.
Definitivamente, las zanahorias parecen tener un imán especial para atraer joyas perdidas.